Artículo Teórico
DOI: https://doi.org/10.17561/jump.n4.6


Programa Stop & Go: pruebas de campo para la identificación del riesgo de lesión en jugadores jóvenes de deportes de equipo


Stop & Go Programme: Field-based tests for the identification of injury risk in young team sports players


JUMP (Journal of Universal Movement and Performance), N,°4 (Julio-Diciciembre, 2021), Pag. 59 - 86. E-ISSN: 2695-6713


Recibido: 15 de enero de 2021 - Aceptado: 01 de mayo de 2021 - Publicado: 01 de diciembre de 2021

AUTORES


Francisco Javier Robles-Palazón

1. Departamento de Actividad Física y Deporte, Facultad de Ciencias del Deporte, Campus de Excelencia Mare Nostrum, Universidad de Murcia, Murcia, España. 2. Grupo de investigación Aparato Locomotor y Deporte (RAQUIS), Universidad de Murcia, Murcia, España. fayala@umh.es. Email

Antonio Cejudo

1. Departamento de Actividad Física y Deporte, Facultad de Ciencias del Deporte, Campus de Excelencia Mare Nostrum, Universidad de Murcia, Murcia, España. 2. Grupo de investigación Aparato Locomotor y Deporte (RAQUIS), Universidad de Murcia, Murcia, España.

Alba Aparicio-Sarmiento

1. Departamento de Actividad Física y Deporte, Facultad de Ciencias del Deporte, Campus de Excelencia Mare Nostrum, Universidad de Murcia, Murcia, España. 2. Grupo de investigación Aparato Locomotor y Deporte (RAQUIS), Universidad de Murcia, Murcia, España.

Pilar Sainz de Baranda

1. Departamento de Actividad Física y Deporte, Facultad de Ciencias del Deporte, Campus de Excelencia Mare Nostrum, Universidad de Murcia, Murcia, España. 2. Grupo de investigación Aparato Locomotor y Deporte (RAQUIS), Universidad de Murcia, Murcia, España.

Francisco Ayala

1. Departamento de Actividad Física y Deporte, Facultad de Ciencias del Deporte, Campus de Excelencia Mare Nostrum, Universidad de Murcia, Murcia, España. 2. Grupo de investigación Aparato Locomotor y Deporte (RAQUIS), Universidad de Murcia, Murcia, España.


Autor de correspondencia: Francisco Ayala Rodríguez

Citar como: (APA): Robles-Palazón, F. J., Cejudo, A., Aparicio-Sarmiento, A., Sainz de Baranda, P. y Ayala, F. (2022). Programa Stop & Go: Pruebas de campo para la identificación del riesgo de lesión en jugadores jóvenes de deportes de equipo. JUMP, (4), 59-86. https://doi.org/10.17561/jump.n4.6




RESUMEN

Resumen

El objetivo principal del presente estudio es describir la batería de cuestionarios y pruebas de campo del Programa Stop & Go para la valoración de los principales factores de riesgo de lesión de la extremidad inferior en jóvenes deportistas. Los 4 cuestionarios y 21 pruebas de campo que componen la batería Stop & Go fueron seleccionados de acuerdo a criterios científicos (altas puntuaciones de validez y fiabilidad), pudiendo ser estas agrupadas en tres grandes bloques. El primer bloque incluye procedimientos destinados a la obtención de información relacionada con las características personales o individuales de los deportistas (ej.: composición corporal, etapa madurativa y experiencia deportiva). Por su parte, el segundo bloque contiene una serie de cuestionarios que evalúan constructos psicológicos relacionados con el rendimiento deportivo (ej.: ansiedad, estrés y motivación). Finalmente, el tercer bloque presenta pruebas físicas diseñadas para valorar un elevado número de medidas del rendimiento físico (ej.: altura y longitud de salto, y tiempo en el sprint de 30 m), mecánica de las habilidades motrices fundamentales (ej.: aterrizaje tras acciones de salto y cambio de dirección), capacidad neuromuscular (ej.: rigidez muscular, estabilidad estática y dinámica), disposición sagital del raquis y rango de movimiento articular de la extremidad inferior. Para aquellos escenarios donde existan importantes limitaciones de tiempo y escasez de recursos humanos y materiales, este estudio también presenta una propuesta básica o reducida de la batería Stop & Go compuesta por 6 pruebas de valoración. En particular, esta propuesta básica reúne aquellas pruebas que, a juicio de los autores, podrían ser consideradas como las mínimas necesarias para la identificación de deportistas con una alta probabilidad de sufrir una lesión del tejido blando (músculo, tendón o ligamento) de la extremidad inferior.

Palabras clave: Factores de riesgo, evaluación, adolescentes, control neuromuscular, desarrollo atlético del joven deportista.

Abstract

The main aim of this study is to describe the battery of questionnaires and field-based tests proposed by the Stop & Go programme for the assessment of the main risk factors for lower extremity injury in youth athletes. The 4 questionnaires and 21 field-based tests that comprise the Stop & Go battery were selected according to scientific criteria (high validity and reliability scores) and can be grouped into three main parts. The first part includes procedures aimed at obtaining information related to the athletes’ personal or individual characteristics (e.g., body composition, maturity status and sports experience). The second part includes a series of questionnaires that assess psychological constructs related to sport performance (e.g., anxiety, stress and motivation). Finally, the third part presents physical tests designed to assess a large number of physical performance measures (e.g., jump height and length, and 30 m sprint time), mechanics of fundamental motor skills (e.g., landing after jumping actions and change of direction), neuromuscular capacity (e.g., muscle stiffness, static and dynamic stability), sagittal integral morphotype, and lower extremity joints range of motion. For those scenarios where there are significant time constraints and limited human and equipment resources, this study also presents a basic or reduced proposal composed of only 6 assessment tests. In particular, this basic proposal brings together those tests that, in the authors’ opinion, could be considered as the minimum necessary for the identification of athletes with a high probability of suffering a lower extremity soft tissue (muscle, tendon or ligament) injury.

Key words: Risk factors, assessment, adolescents, neuromuscular control, youth athletic development.



Introducción

Introducción


Es bien sabido (nivel de evidencia A) que desarrollar en los jóvenes el hábito de practicar de forma regular (casi todos los días) en su tiempo de ocio al menos 60 minutos de ejercicio físico de intensidad moderada a vigorosa ayudará a mitigar de forma sustancial el riesgo de desarrollar en la adultez muchas de las enfermedades crónicas no transmisibles que mayores costes humanos, sociales y económicos presentan en todo el mundo (ej.: aterosclerosis, diabetes mellitus tipo 2, obesidad y determinados tipos de cáncer [pulmonar y próstata]) (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2020). Asimismo, cada vez hay más pruebas de que el ejercicio físico regular tiene un efecto positivo sobre el desarrollo cognitivo y la socialización (Van Boekel et al., 2016).

El deporte ha demostrado ser una herramienta muy eficaz para ayudar a que los niños y adolescentes adquieran el hábito de realizar ejercicio físico y alcancen las ya citadas recomendaciones de práctica para mejorar y mantener niveles óptimos de salud a la vez que se divierten, amplían sus interacciones sociales y adquieren valores tan importantes como el respeto (a las normas, entrenadores, compañeros y rivales), el esfuerzo, la solidaridad y la igualdad (Cómez-Mármol et al., 2017). De hecho, el deporte es una de las actividades de ocio más extendidas entre los jóvenes de todo el mundo (Auhuber et al., 2019). En España, los datos del último Anuario de Estadísticas Deportivas publicado informan de la existencia de más de 3.840.000 licencias deportivas en 2020 (División de Estadística y Estudios. Secretaría General Técnica - Ministerio de Cultura y Deporte, 2021).

Sin embargo, el deporte (principalmente las modalidades de equipo y naturaleza inter-mitente) también conlleva un incremento significativo del riesgo de lesión entre sus prac-ticantes en comparación con sus homólogos sedentarios (Theisen et al., 2013). Este riesgo es particularmente alto durante la adolescencia (12-16 años), atribuido principalmente (pero no exclusivamente) al fuerte incremento de la carga de entrenamiento y competición (especialización temprana) y a los desajustes en el control motor propios del periodo puberal en el que se encuentran los deportistas a esas edades (Bastos et al., 2013). De hecho, deportes extremadamente populares entre los jóvenes de todo el mundo como son el fútbol y el baloncesto (Hulteen et al., 2017) presentan unas tasas de incidencia lesional que oscilan entre las 3 y las 6 lesiones por cada 1000 horas de exposición (Aarts et al., 2021; Owoeye et al., 2020; Robles-Palazón et al., 2021). La extremidad inferior (especialmente las regiones del muslo, el tobillo y la rodilla) parece sufrir la mayor parte de estas lesiones, siendo las musculares y ligamentosas los tipos de lesión más frecuentemente diagnosticados (Aarts et al., 2021; Robles-Palazón et al., 2021).

La preocupación por el fenómeno lesivo no se explica solo por su elevada incidencia, sino también por sus numerosas, y en ocasiones graves, consecuencias para el joven deportista. Un jugador que se lesiona con frecuencia durante los primeros años de su carrera deportiva tendrá mayor dificultad para alcanzar un nivel de rendimiento óptimo debido a su reiterada ausencia de entrenamientos y competiciones (Larruskain et al., 2021). Igualmente, aquellas le-siones más severas pueden provocar trastornos funcionales crónicos en los jóvenes que incluso podrían desencadenar el abandono temprano de la práctica deportiva (Maffulli et al., 2010) y el desarrollo de estilos de vida sedentarios que con frecuencia se perpetuarán durante la etapa adulta (Crane y Temple, 2015).

Afortunadamente, una gran proporción de las lesiones documentadas en jóvenes deportistas (ej.: jugadores de fútbol [Robles-Palazón et al., 2021], baloncesto [Allen et al., 2019], balonmano [Raya-González et al., 2020] y voleibol [Bere et al., 2015]) han mostrado un mecanismo traumático y sin contacto y, por tanto, podrían ser consideradas prevenibles. Por ello, la aplicación de estrategias destinadas a mitigar el riesgo de lesión en jóvenes deportistas es un gran reto que los entrenadores y preparadores físicos tienen que afrontar cada temporada en todo el mundo. Investigaciones previas han sugerido que para que una medida de prevención de lesiones sea altamente efectiva, su diseño debe estar dirigido a las necesidades individuales (factores de riesgo) de cada jugador (Bahr, 2016; Verhagen et al., 2015). El uso de protocolos de valoración pre-participación que permitan a los entrenadores y preparadores físicos detectar el riesgo de lesión e identificar los principales déficits en cada uno de sus jóvenes deportistas puede ser, por tanto, una herramienta valiosa para diseñar medidas preventivas a medida.

Por lo tanto, el objetivo principal de este estudio es describir la batería de cuestionarios y pruebas de campo del Programa Stop & Go para la valoración de los principales factores de riesgo de lesión de la extremidad inferior en jóvenes deportistas.

Batería de cuestionarios y pruebas de campo: programa Stop & Go


Los 4 cuestionarios y 21 pruebas de campo que componen la batería del Programa Stop & Go han sido seleccionadas de acuerdo a criterios científicos (altas puntuaciones de validez y fiabilidad) para evaluar de forma rápida un elevado número de potenciales factores de riesgo de lesión. De acuerdo a la naturaleza de las medidas que se obtienen de ellas, estas pruebas pueden ser agrupadas en tres grandes bloques. El primer bloque incluye procedimientos destinados a la obtención de información rela-cionada con las características personales o individuales de los deportistas (ej.: composición corporal, etapa madurativa y experiencia deportiva). Por su parte, el segundo bloque con-tiene una serie de cuestionarios que evalúan constructos psicológicos relacionados con el rendimiento deportivo (ej.: ansiedad y control del estrés). Finalmente, el tercer bloque presenta pruebas diseñadas para valorar un elevado número de medidas del rendimiento físico (ej.: altura y longitud de salto, y tiempo en el sprint de 30 m), mecánica de las habilidades motrices fundamentales (aterrizaje tras acciones de salto y cambio de dirección), capacidad neuromuscular (ej.: rigidez muscular, estabilidad estática y dinámica), disposición sagital del raquis y rango de movimiento de las principales articulaciones de la extremidad inferior (batería ROM-Sport). A continuación, se describen todas las pruebas empleadas en cada uno de los tres bloques:

Bloque 1. Características personales

Investigaciones previas han sugerido como posibles factores de riesgo para la lesión variables personales como la edad (Read et al., 2018a; Rössler et al., 2018), el sexo (Powell y Barber-Foss, 2000), el nivel de rendimiento (Peterson et al., 2000), o determinadas carac-terísticas antropométricas (ej.: longitud de la pierna, estatura, masa corporal [Kemper et al., 2015; Oliver et al., 2020; Rommers et al., 2020]) de los jóvenes deportistas, entre otras. Por ello, su registro y análisis se hace indispensable en protocolos de valoración pre-participación del riesgo de lesión. La mayor parte de esta información puede ser rápida y fácilmente obtenida mediante el uso de cuestionarios ad hoc (anexo 1) donde los propios adolescentes indiquen: sexo, fecha de nacimiento, nivel de rendimiento, posición táctica, años de participación en el deporte, frecuencia de entrenamiento y pierna dominante. No obstante, estos datos deberán ser completados con una valoración antropométrica donde se registre, al menos, el peso corporal (kg), la estatura (cm), el índice de masa corporal (IMC [kg/m2]), la altura sentado (cm), la longitud de la pierna (cm), y la longitud de la tibia (cm) de los deportistas. Para la medición de la altura sentado, se recomienda utilizar un cajón o silla donde el deportista pueda presentar una adecuada alineación del raquis durante la valoración (para el cálculo, no olviden restar la altura del cajón a la altura sentado obtenida). La longitud de la pierna se calculará como la longitud medida desde la espina ilíaca anterosuperior (ASIS) hasta la porción más distal del maléolo tibial medial (Shaffer et al., 2013). La longitud de la tibia se obtendrá de la distancia existente entre la línea articular lateral de la rodilla y el maléolo lateral (Myer et al., 2011). Para la valoración de todas las me-didas antropométricas, se recomienda utilizar básculas y plataformas/cintas de medición correctamente calibradas.

A pesar de ser un factor no modificable, una variable fundamental y que no puede ser ignorada en la valoración de las características personales de los jóvenes jugadores es el pro-ceso de crecimiento y maduración biológica. Este proceso modula notablemente los cambios físicos y fisiológicos experimentados por los deportistas a lo largo de la infancia y la adolescencia ( Beunen y Malina, 1988; Philippaerts et al., 2006 ), desempeñando un papel principal en esa compleja interacción existente entre los diferentes factores que pueden incrementar el riesgo de lesión. De hecho, las evidencias disponibles parecen vincular los periodos de rápido crecimiento con un mayor riesgo de lesión (Johnson et al., 2020; Materne et al., 2016; van der Sluis et al., 2014), especialmente en aquellas lesiones provocadas por sobreuso (Johnson et al., 2020; Materne et al., 2016). Por lo tanto, la identificación de la etapa madurativa en la que se encuentra el joven participante se hace esencial para entender su posible vulnerabilidad a la lesión deportiva. Para conocer el estado madurativo de los deportistas de manera no invasiva, se sugiere el empleo de ecuaciones de regresión que utilizan algunas de las medidas antropométricas anteriormente descritas (como la edad, el peso, la estatura, o la altura sentado) (Mirwald et al., 2002), y otras como la altura de los progenitores del deportista (autorreporte) (Khamis y Roche, 1994), para categorizar a los jugadores en pre-puberales, puberales o post-puberales en función de los años para/desde el pico de velocidad de crecimiento (PVC [conocido comúnmente como estirón puberal]) (Mirwald et al., 2002) o el porcentaje de la estatura final adulta alcanzado hasta el momento de la evaluación (Khamis y Roche, 1994). Si bien recientes investigaciones (Parr et al., 2020) han recomendado para este fin el uso del método basado en la estimación del porcentaje de la estatura final adulta propuesto por Khamis y Roche (1994) por ser una alternativa ligeramente más precisa, el método finalmente seleccionado para evaluar el momento, ritmo y/o secuencia de los acontecimientos madurativos a menudo dependerá del contexto y las posibilidades que este ofrece para su aplicación. A nivel práctico, ambas ecuaciones son lo suficientemente sensibles como para distinguir a los jugadores en etapas pre-puberales (pre-PVC), puberales (circa-PVC) o post-puberales (post-PVC) (Fransen et al., 2021).

En la tabla 1 se presentan las ecuaciones propuestas por Khamis y Roche (1994) y Mirwald et al. (2002) para el cálculo del estado madurativo, así como su interpretación. Dada la complejidad de las ecuaciones, se invita al lector a utilizar la hoja de Excel propuesta por Towlson et al. (2021) (adjunta en su artículo como material suplementario: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2095254620301198?via%3Dihub#sec0008) para la estimación de la etapa madurativa de los jóvenes deportistas (especialmente cuando se opte por la ecuación de Khamis y Roche, 1994).

Bloque 2. Constructos psicológicos

A nivel psicológico, variables como el estrés y la ansiedad (Li et al., 2017; Naderi et al., 2020), la motivación (Steffen et al., 2009) y el estado anímico (Kleinert, 2007) han sido asociadas con el riesgo de sufrir una lesión durante la par-ticipación en el deporte. Para la evaluación de estos constructos psicológicos, se proponen las siguientes herramientas (tabla 2):

La versión adaptada al español de la escala Profile of Mood States (POMS) para depor-tistas adolescentes (Andrade et al., 2008). Esta versión evalúa 7 factores psicológicos diferentes (tensión, depresión, enfado, vigor, fa-tiga, confusión, compañerismo) que pretenden describir cómo se siente el deportista. Para ello, el cuestionario se sirve de 33 ítems con 5 opciones de respuesta (desde “nada” hasta “muchísimo”) (anexo 2).

 

Tabla 1. Principales ecuaciones para la estimación de la etapa madurativa de los jóvenes deportistas

Autores

Ecuación para chicos

Ecuación para chicas

Interpretación

Khamis y Roche (1994)

Estatura adulta estimada = β0 + [β1 × estatura] + [β2 × peso] + [β3 × media-estatura padres].

β0, β1, β2, y β3 son coeficientes de regresión de Khamis y Roche. Ver Khamis y Roche (1994).

Estatura adulta estimada = β0 + [β1 × estatura] + [β2 × peso] + [β3 × media-estatura padres].

β0, β1, β2, y β3 son coeficientes de regresión de Khamis y Roche. Ver Khamis y Roche (1994).

Estatura (medida) dividida entre estatura adulta estimada (ecuación):

< 85% = Pre-puberal

85 a 96% = Puberal

> 96% = Post-puberal

Mirwald et al., (2002)

- 9.236 + [0.0002708 × longitud pierna × altura sentado] – [0.001663 × edad × longitud pierna] + [0.007216 × edad × altura sentado] + [0.02292 × peso / estatura × 100]

- 9.376 + [0.0001882 × longitud pierna × altura sentado] + [0.0022 × edad × longitud pierna] + [0.005841 × edad × altura sentado] – [0.002658 × edad × peso] + [0.07693 × peso / estatura × 100]

< -1 = Pre-puberal1

-1 a 1 = Puberal

> 1 = Post-puberal

Nota: longitud de la pierna para la ecuación de Mirwald et al., (2002) es calculada como la diferencia entre estatura y altura sentado.

 

• La versión española del cuestionario de Características Psicológicas Relacionadas con el Rendimiento Deportivo (CPRD) (Gimeno et al., 2001), que evalúa el control del estrés, la influencia de la evaluación del rendimiento, la motivación, las habilidades mentales del deportista y la cohesión del equipo por medio de 55 ítems calificados en una escala Likert de 5 opciones (desde “totalmente en desacuerdo” hasta “totalmente de acuerdo”) (anexo 3).

• La versión española del cuestionario State-Trait Anxiety Inventory (STAI) (Buela-Casal et al., 2011). Este cuestionario mide la ansiedad estado y rasgo de los jugadores a través de 40 ítems (20 ítems de estado y 20 ítems de rasgo). Los ítems de estado describen la ansiedad de los deportistas justo en el momento específico en que se completa el cuestionario, mientras que los ítems de rasgo describen el nivel de ansiedad que habitualmente experimentan (anexo 4).

 

Bloque 3. Pruebas físicas

El presente bloque está compuesto por pruebas físicas y de campo diseñadas para evaluar un elevado número de medidas del rendimiento físico, mecánicas del cambio de dirección y del aterrizaje tras diferentes acciones de salto, capacidad neuromuscular, disposición sagital del raquis y rango de movimiento arti-cular. Para ello, se han seleccionado 6 pruebas de salto vertical (ej.: drop vertical jump [unipodal y bipodal]) y 2 de salto horizontal (ej.: single-legged hop tests), 3 acciones de carrera a la máxima velocidad (una lineal de 30 m y dos con cambio de dirección), y las baterías Fitness Postural (8 pruebas de evaluación de la postura, fuerza y resistencia muscular del tronco y cadera) y ROM-Sport (subdividida en 11 tests distintos para la evaluación del rango de movimiento de la extremidad inferior).

Antes de la realización de las pruebas físicas se recomienda la ejecución de un protocolo de calentamiento dinámico con el fin de preparar al deportista para rendir de forma óptima y segura en cada una de ellas (Bishop, 2003). Para la estandarización de este protocolo, en el Programa Stop & Go se ha optado por el calentamiento dinámico diseñado por Taylor et al., (2009). Sin embargo, otros protocolos con contenidos y duración similar (ej.: FIFA 11+ [Soligard et al., 2008]) serían igualmente válidos como calentamiento previo a la valoración de los deportistas. Tras la implementación del calentamiento, un intervalo de 3-5 minutos de descanso sería aconsejable. Este intervalo permitirá que los deportistas descansen, se rehidraten y se sequen el sudor antes del comienzo de las valoraciones, sin afectar a las adaptaciones provocadas en el organismo por el proceso de calentamiento (Ayala et al., 2016).

Una vez completado el proceso de calen-tamiento, se desarrollarán las pruebas físicas. En aquellos contextos donde se pretenda evaluar a varios deportistas al mismo tiempo (ej.: un equipo de fútbol compuesto por 18 jugadores), en una misma franja horaria y día, se propone llevar a cabo el desarrollo de las diferentes pruebas adoptando una estructura en forma de circuito para optimizar el tiempo destinado a este fin. En particular, el circuito propuesto constaría de 8 postas, siendo necesarios alrededor de 15 evaluadores (figura 1). Cada posta estaría compuesta por una o varias pruebas físicas cuya duración total es de aproximadamente 15 minutos. En cada posta empezarían 2-3 deportistas distintos y, una vez transcurridos los 15 minutos establecidos, todos los deportistas se desplazarían a la siguiente posta del circuito (siguiendo el sentido de las agujas del reloj). La duración total estimada para la valoración de todas las pruebas utilizando este formato en circuito es de 2 horas (2 horas y 30 minutos teniendo en cuenta los periodos de descanso entre pruebas).

 

Tabla 2. Cuestionarios y variables analizadas para la valoración de constructos psicológicos en jóvenes deportistas.

Cuestionario

Variables

POMS

Tensión

Depresión

Enfado

Vigor

Fatiga

Confusión

Compañerismo

CPRD

Control del estrés

Influencia evaluación del rendimiento

Motivación

Habilidad mental

Cohesión de equipo

STAI

Ansiedad estado

Ansiedad rasgo

POMS: escala Profile of Mood States; CPRD: cuestionario de Características Psicológicas Relacionadas con el Rendimiento Deportivo; STAI: cuestionario State-Trait Anxiety Inventory.

 

 

Nota: Se recomienda dejar 3 minutos de descanso entre postas para que los deportistas se rehidraten y se sequen el sudor antes del comienzo de la siguiente valoración. FIM: fuerza isométrica máxima; ROM: rango de movimiento; CMAS: Cutting Movement Assessment Score; DVJ: Drop Vertical Jump; CMJ: Countermovement Jump; TJA: Tuck Jump Assessment; SH: salto horizontal; SLHT: Single-Legged Hop test.

Figura 1. Estructura del circuito de valoración propuesto

Pruebas de salto

Las acciones de salto han sido frecuente-mente identificadas como patrones motores primarios de lesiones de rodilla y tobillo, como puede ser la ruptura o desgarro del ligamento cruzado anterior (LCA) (Hewett et al., 2005). Además, investigaciones previas han demos-trado que el rendimiento y la cinemática durante un salto depende de la acción específica (Dingenen et al., 2015; Taylor et al., 2016) y, por ello, se ha sugerido el empleo de varias moda-lidades de salto al analizar el desempeño de los jóvenes jugadores en estas tareas (Read et al., 2019). Por tanto, dentro del protocolo de valoración que aquí se propone se incluyen hasta seis pruebas distintas de salto vertical y dos pruebas de salto horizontal para una evaluación exhaustiva del rendimiento físico, mecánica del aterrizaje y capacidad neuromuscular de los jóvenes deportistas durante este tipo de acciones (tabla 3). Con el objetivo de que la medida tomada sea consistente, se recomienda realizar de tres a cinco intentos válidos para cada uno de los test de salto descritos a continuación, con la excepción del Tuck Jump Assessment donde la exigencia de la prueba podría aconsejar la ejecución de un único intento válido.

Pruebas de salto vertical

Drop Vertical Jump (DVJ)

Se propone la realización del DVJ tanto en su modalidad bilateral como unilateral. Los participantes se dejarán caer desde un cajón de 40 cm de altura sobre una plataforma de contacto2 situada 20 cm delante de este para, posteriormente, realizar un salto vertical máximo, minimizando el tiempo de contacto con el suelo (Thomas et al., 2009). Se limitará la acción de los brazos posicionando las manos sobre la cadera a lo largo de todo el movimiento. Para la valoración de la función del ciclo estiramiento-acortamiento (CEA) se utilizará tanto la altura de salto como el índice de fuerza reactiva (RSI = altura del salto / tiempo de contacto) (Flanagan y Comyns, 2008). Igualmente, y dado que el DVJ ha sido el test más utilizado para analizar las mecánicas de aterrizaje de los deportistas (Pedley et al., 2020), la valoración en esta prueba irá acompañada de un análisis cinemático. Para ello, se utilizará una cámara de vídeo en el plano frontal y otra cámara en el plano sagital, permitiendo la grabación de la prueba y evaluación de la mecánica de cada jugador de manera retrospectiva mediante el uso de Kinovea (software de libre uso: https://www.kinovea.org). La grabación frontal posibilitará el análisis del valgo dinámico de rodilla en el punto de máxima flexión de rodilla (frontal plane projection angle [FPPA]), mientras que la grabación realizada en el plano sagital permitirá analizar los ángulos de flexión de cadera (HF), rodilla (KF) y tobillo (AF) en el momento del contacto inicial (esto es, el primer fotograma en el que se observa contacto con el suelo) y máxima flexión (posición más baja, donde no se produce movimiento en cadera, rodilla y tobillo), así como el rango de movimiento (ROM = máxima flexión – contacto inicial) en estas tres articulaciones, siguiendo la metodología descrita por Robles-Palazón et al., (2021). La presencia de un valgo dinámico de rodilla elevado (FPPA > 10º) ha sido identificado como un factor que podría elevar de forma sustancial la probabilidad de sobrecargar la rodilla, y en particular el LCA (incremento del momento de abducción de rodilla) (Herrington y Munro, 2010). Igualmente, mecánicas de salto caracterizadas por pobres valores de flexión de cadera, rodilla y/o tobillo han sido consideradas como potencialmente dañinas para la integridad de la rodilla (Pollard et al., 2010).

Countermovement Jump (CMJ)

La capacidad de salto también será evaluada por medio del CMJ bilateral y unilateral. Para el desarrollo de la prueba, se limitará la acción de los brazos posicionando las manos en la cadera. Dado que estudios previos han relacionado desequilibrios de fuerza de reacción vertical máxima generada sobre el suelo (peak vertical ground reaction force [pvGRF]) entre extremidades inferiores con una mayor probabilidad de sufrir una lesión deportiva (Read et al., 2018a), la caída en esta prueba se realizará sobre una plataforma de fuerzas. Además del registro de la altura de salto y del análisis cinemático (que se realizará siguiendo misma metodología explicada anteriormente en el DVJ) se añadirá, por tanto, el cálculo del pvGRF durante el despegue y durante el ate-rrizaje en esta prueba. Igualmente, y teniendo en cuenta que los vídeos de lesiones de LCA de la rodilla estiman que la rotura se produciría aproximadamente durante los 50 milisegundos siguientes al contacto inicial (Krosshaug et al., 2007), el tiempo desde que se detecta el contac-to con la plataforma hasta que se produce el pvGRF durante el aterrizaje (pLFT) también será registrado. Se examinarán posibles diferencias bilaterales (esto es, asimetrías) entre piernas dominante y no dominante para todas las varia-bles (altura, pvGRF en despegue y aterrizaje, y tiempo hasta pvGRF en el aterrizaje), teniendo como punto de referencia para identificar diferencias potencialmente peligrosas aquellas que sean >10% (Oliver et al., 2020).

Tuck Jump Assessment (TJA)

La prueba TJA consiste en realizar saltos verticales profundos (lo más alto posible y llevando rodillas al pecho durante el vuelo) de forma repetida durante 10 segundos (Myer et al., 2008). Para su ejecución, los deportistas se colocarán sobre dos tiras verticales de cinta separadas 35 cm y conectadas por una línea horizontal, formando una figura que simula una H cuya función es asegurar el correcto posi-cionamiento de los pies (Lloyd et al., 2019). Los participantes iniciarán la prueba con un salto con contramovimiento, tratando de aterrizar sobre la misma huella y minimizando el tiempo de contacto con el suelo entre repeticiones. Dada la inconsistencia en los resultados de fiabilidad documentados (Gokeler y Dingenen, 2019; Lindblom et al., 2021; Racine et al., 2021) para el análisis cualitativo del TJA utilizando la hoja de observación tradicional (puntuación dicotómica [0 o 1]) propuesta por Myer et al. (2008) o la modificada (puntuación policotómica [0, 1 o 2]) propuesta por Fort-Vanmeerhaeghe et al. (2017), se recomienda acompañar la valoración cualitativa de esta prueba con un análisis cinemático cuantitativo (Robles-Palazón et al., 2021). Para ello, se utilizará una cámara de vídeo en el plano frontal y otra cámara en el plano sagital, y posteriormente se llevará a cabo un análisis del valgo dinámico de rodilla (FPPA) y de los ángulos de flexión de cadera (HF), rodilla (KF) y tobillo (AF) durante el aterrizaje siguiendo la metodología descrita previamente para el DVJ (Robles-Palazón et al., 2021). La presencia de valgo dinámico de rodilla <10º, 10º-20º o >20º se considerará como riesgo menor, moderado o severo (Read et al., 2018b), respectivamente, mientras que reducidos ángulos de flexión de cadera, rodilla y/o tobillo también serán considerados como mecánicas potencialmente dañinas (Pollard et al., 2010).

20 Sub-maximal Two-Legged Hopping test

Inadecuados niveles de rigidez (stiffness) muscular (entendida como la capacidad biome-cánica del músculo de oponerse al estiramiento) podrían conllevar una excesiva carga articular (Fort-Vanmeerhaeghe et al., 2016), por lo que la evaluación de la función del CEA se completará a través de la valoración de esta rigidez muscular. A los participantes se les indicará: que mantengan las manos en las caderas en todo momento, evitando así la interferencia de la parte superior del cuerpo; que salten y aterricen en el mismo lugar; que aterricen con las piernas totalmente extendidas; y que miren hacia delante a una posición fija para ayudar a mantener el equilibrio (Lloyd et al., 2009). Sobre una plataforma de contacto, se realizarán 20 saltos sub-máximos con dos piernas siguiendo una frecuencia de 2,5 Hz (Lloyd et al., 2009). Para el mantenimiento de la frecuencia de salto se utilizará un metrónomo. El tiempo de vuelo y el tiempo de contacto de diez saltos consecutivos que sean considerados “aceptables” (normalmente, de la sexta a la décimo quinta repetición) serán utilizados para el análisis. La rigidez muscular se calculará por medio de la ecuación descrita por Dalleau et al., (2004):

(1)

“Donde Tf es el tiempo de vuelo y Tc es el tiempo de contacto con el suelo.”

Pruebas de salto horizontal

Salto horizontal bilateral

Para valorar el rendimiento de los parti-cipantes en el salto horizontal se propone la prueba de salto horizontal bilateral. En ella, se utilizará una cinta métrica estándar para medir la distancia de salto alcanzada desde la línea de salida hasta el talón del deportista (el más próximo a la línea de salida) en el aterrizaje. Para el correcto desempeño de las pruebas de salto horizontal, se permitirá el movimiento libre de los brazos en todos los test.

Batería Single-Legged Hop tests

Tradicionalmente, la batería Single-Legged Hops ha sido utilizada para diagnosticar asimetrías bilaterales (pierna dominante vs. pierna no dominante) en las extremidades inferiores de pacientes que han sufrido una lesión de LCA (Grindem et al., 2011; Noyes et al., 1991). Esta batería está compuesta por cua-tro pruebas de salto horizontal unilateral que permiten la valoración de la fuerza, coordinación y estabilidad de los deportistas en acciones de salto (Noyes et al., 1991). De las cuatro pruebas, para el Programa Stop & Go sugerimos el uso de las tres siguientes: single hop for distance (SHD [salto único]), triple hop for distance (THD [triple salto]) y crossover hop for distance (CHD [triple salto cruzado]). El SHD consiste en la realización de un salto único unilateral tratando de alcanzar la mayor distancia posible sin perder el control y el equilibrio durante el aterrizaje. El THD valora la distancia máxima alcanzada tras la realización de tres saltos consecutivos sobre una misma pierna. Siguiendo una dinámica similar a la del THD, el CHD evalúa la distancia máxima alcanzada tras la realización de tres saltos con-secutivos cruzados sobre una misma pierna (apoyando de manera alterna a cada lado de la línea donde se sitúa la cinta métrica). La distancia de los saltos será medida con una cinta métrica estándar y tomando como referencia el talón del participante. Para determinar la distancia relativa saltada, la distancia absoluta alcanzada en cm se normalizará y se analizará como porcentaje de la longitud de la pierna (medida tal y como se describe en el apartado de variables personales [ASIS-maléolo tibial medial]): distancia / longitud de la pierna × 100 = %longitud de la pierna (Munro y Herrington, 2011). Igualmente, se evaluarán posibles asimetrías entre piernas dominante y no dominante. Aunque aún en proceso de debate por la comunidad científica, se podría sugerir que una asimetría bilateral mayor del 10-15% en estas pruebas podría ser identificada como un factor de riesgo de lesión del tejido blando de la extremidad inferior (Noyes et al., 1991; Oliver et al., 2020).

Acciones de carrera a máxima velocidad

El Programa Stop & Go implementa tres pruebas de carrera a la máxima velocidad des-tinadas a la evaluación del rendimiento físico y neuromuscular de los deportistas durante las mismas (tabla 4).

 

Tabla 3. Pruebas de salto incluidas en el Programa Stop & Go.

Pruebas de salto vertical

Parámetros analizados

Drop vertical jump

Countermovement jump

Tuck jump

20 Sub-maximal Two-Legged Hopping test

Mecánica del aterrizaje

Valgo dinámico de rodilla (FPPA) (º)

Ángulos de flexión de cadera, rodilla y tobillo en el momento del contacto inicial y máxima flexión.

Rango de movimiento de la flexión de cadera, rodilla y tobillo (máxima flexión – contacto inicial)

Rendimiento del salto

Altura de salto (cm)

Capacidad neuromuscular

Índice de fuerza reactiva

Diferencias bilaterales

Pico máximo de fuerza reactiva vertical (pvGRF)

Tiempo hasta el pvGRF en aterrizaje

Diferencias bilaterales

Déficits (SI/NO):

Dominancia ligamentosa

Dominancia cuádriceps

Dominancia del tronco

Dominancia de una pierna

Fatiga neuromuscular

Déficit feedforward

Rigidez muscular

Pruebas de salto horizontal

Parámetros analizados

Salto horizontal bilateral

Batería Single-Legged Hop tests

Single hop

Triple hop

Crossover hop

Rendimiento del salto

Distancia de salto (cm)

Capacidad neuromuscular

Diferencias bilaterales en la distancia alcanzada

Diferencias bilaterales en la distancia alcanzada

Diferencias bilaterales en la distancia alcanzada

FPPA: Frontal Plane Projection Angle.

 

Sprint lineal de 30 m

El rendimiento de los deportistas en el desplazamiento lineal a máxima velocidad se valorará mediante un sprint de 30 metros (m). El tiempo de paso a los 5, 10, 15, 20, 25 y 30 m se registrará a través de fotocélulas. Igualmente, la capacidad mecánica de los deportistas para producir fuerza durante la carrera a máxima velocidad se analizará utilizando el método descrito por Samozino et al. (2016) y obteniendo: fuerza máxima teórica (F0), velocidad (V0), potencia máxima (Pmax) y eficacia mecánica de la aplicación de fuerza en el suelo (ratio de fuerza [RF] y disminución de la RF sobre la aceleración [DRF])3.

Sprint con cambio de dirección

Las acciones de cambio de dirección han sido identificadas como unas de las de mayor riesgo de lesión en el deporte (Waldén et al., 2015). De hecho, el reciente estudio publicado por Della Villa et al., (2020) muestra que aquellas situaciones de desaceleración y/o cambio de dirección podrían ser responsables de hasta un 34% de las lesiones de LCA que se producen durante la práctica profesional del fútbol. Por tanto, el análisis de las mecánicas de cambio de dirección resulta especialmente relevante para la evaluación del riesgo de lesión de rodilla, en general, y de LCA, en particular, en jóvenes deportistas.

Para la valoración de estas mecánicas se plantea la evaluación del Cutting Movement Assessment Score (CMAS), una prueba que consiste en ejecutar una carrera de apro-ximación de 5 m en línea recta, seguida de la realización de un cambio de dirección de 90º y la posterior re-aceleración en la nueva dirección hasta completar una nueva distancia de 5 m (Dos’Santos et al., 2019) (figura 2). El tiempo que el participante necesita para completar la prueba se registrará mediante un sistema de fotocélulas. Además, todas las repeticiones serán grabadas desde el plano frontal y sagital con el objetivo de completar la valoración cualitativa propuesta por Dos’Santos et al., (2019) con un análisis cinemático de la acción por medio del software Kinovea (igual que para las pruebas de salto). Para este análisis se seguirá el procedimiento descrito previamente por Weir et al., (2019), y se registrarán los ángulos de flexión lateral del tronco, de abducción de cadera y de valgo dinámico de rodilla en el momento del contacto inicial y máxima flexión en el plano frontal, además de la flexión de tronco, cadera, rodilla y tobillo en el contacto inicial y punto de máxima flexión en el plano sagital (figura 3). El rango de movimiento (ROM = máxima flexión – contacto inicial) de las articulaciones desde que se produce el apoyo hasta el momento de máxima flexión identificada también será registrado.

La agilidad de los deportistas para realizar acciones de sprint y cambios de dirección se evaluará mediante el Illinois Agility test, una prueba utilizada habitualmente en el contexto del deporte juvenil (Faude et al., 2017). La zona para la ejecución del test estará delimitada por una longitud de 10 m y una anchura (distancia entre los puntos de salida y llegada) de 5 m. Cuatro picas en el centro de la zona (a 2,5 m, punto medio entre la salida y la llegada) separadas a una distancia de 3,3 m entre sí señalarán la zona de desplazamiento en zigzag. Se utilizarán cuatro conos para marcar la salida, la llegada y dos puntos de giro situados en línea recta desde estos puntos que señalan el inicio y fin de la prueba (figura 4). El participante tratará de completar la prueba en el menor tiempo posible. Para ello, un sistema de fotocélulas será utilizado.

 

Figura 2. Estructura de la prueba Cutting Movement Assessment Score (CMAS)

 

 

Figura 3. Valoración cinemática cuantitativa sugerida para la prueba Cutting Movement Assessment Score (CMAS)

 

 

Tabla 4. Acciones de carrera a máxima velocidad incluidas en el Programa Stop & Go.

Pruebas de carrera a máxima velocidad

Parámetros analizados

Sprint lineal de 30 metros

Sprint con cambio de dirección

CMAS

Illinois Agility test

Mecánica del movimiento

Cambio de dirección 90º:

Ángulos de flexión lateral del tronco, abducción de cadera y valgo dinámico de rodilla (FPPA) en el momento del contacto inicial y máxima flexión

Ángulos de flexión de tronco, cadera, rodilla y tobillo en el momento del contacto inicial y máxima flexión.

Rango de movimiento de la flexión de tronco, cadera, rodilla y tobillo (máxima flexión – contacto inicial)

Rendimiento en la acción

Tiempo en completar la prueba (s)

Capacidad neuromuscular

Fuerza máxima teórica (F0)

Velocidad (V0)

Potencia máxima (Pmax)

Eficacia mecánica de la aplicación de fuerza en el suelo: ratio de fuerza (RF) y disminución de la RF sobre la aceleración (DRF)

Déficits (SI/NO):

Déficit estrategia de deceleración

Dominancia ligamentosa

Déficit control de tronco

Dominancia cuádriceps

Dominancia de una pierna

CMAS: Cutting Movement Assessment Score

 

 

Figura 4. Estructura del Illinois Agility test

 

Fitness Postural

El grupo de investigación Aparato Locomotor y Deporte de la Universidad de Murcia, liderado por los profesores Fernando Santonja y Pilar Sainz de Baranda, ha reunido un conjunto de pruebas que valoran la postura de los deportistas en una batería denominada Fitness Postural. Las pruebas incluidas en esta batería permiten evaluar parámetros tan relevantes para la predicción del riesgo de lesión como la estabilidad dinámica y estática del tronco y de extremidades inferiores, la fuerza y resistencia muscular del tronco y de la musculatura de la cadera, la flexibilidad de extremidades inferiores y el morfotipo raquídeo. A continuación, se presenta una descripción detallada de cada una de las pruebas.

 

Y-Balance test

Estudios previos han mostrado una relación entre déficits y desequilibrios en el control postural dinámico y la probabilidad de sufrir una lesión deportiva (Plisky et al., 2006). Una de las pruebas más utilizadas para la valoración de este constructo es el Y-Balance test (Shaffer et al., 2013). Este test analiza el control en las extremidades inferiores durante la ejecución de tres movimientos: anterior, posteromedial y posterolateral (figura 5). Para ello, el ejecutante se coloca sobre la plataforma, situando el extremo distal del pie evaluado sobre la línea de partida. A continuación, trata de alcanzar la mayor distancia posible desplazando el cajón correspondiente con la pierna libre, siempre realizando movimientos controlados y manteniendo las manos en la cadera. Una vez finalice el movimiento y vuelva de manera controlada a la posición de inicio, el evaluador re-gistrará la distancia alcanzada en cada dirección (anterior, posteromedial y posterolateral). Esta distancia será posteriormente normalizada en función de la longitud de la pierna del deportista (siguiendo descripción aportada en el apartado de variables personales): distancia / longitud de pierna × 100 = %longitud de pierna (Shaffer et al., 2013). Además de las distancias alcanzadas de forma individual para cada dirección, también se podrá obtener una medida global (puntuación compuesta) de la prueba para cada pierna a través del promedio de los datos registrados para cada dirección. Igualmente, se examinarán posibles diferencias bilaterales entre piernas dominante y no dominante de forma individual para cada dirección y sobre el valor compuesto. Aquellas diferencias mayores del 10-15% podrían ser consideradas como posible factor de riesgo de lesión del tejido blando de la extremidad inferior (López-Valenciano et al., 2018).

Rotary Stability y Trunk Stability Push-Up.

La estabilidad dinámica de la musculatura del tronco se analizará mediante los test Rotary Stability y Trunk Stability Push-Up, perte-necientes a la conocida batería Functional Movement Screen (FMS [Cook et al., 2006]). El test Rotary Stability evalúa la estabilidad del tronco en varios planos durante un movimiento combinado de las extremidades superiores e inferiores, mientras que el Trunk Stability Push-Up pone a prueba la capacidad de estabilizar la columna vertebral en un plano anterior y posterior durante un movimiento de cadena cinética ce-rrada de la parte superior del cuerpo (figura 6). Para la adecuada valoración de estas pruebas, se realizará una grabación de vídeo frontal y sagital y, posteriormente, se categorizará la ejecución en cada prueba en una escala de 0-3, siendo 0 la peor puntuación y 3 la mejor puntuación posible.

La ejecución mostrada en la imagen (a) de la figura 6 sería un ejemplo de movimiento calificado con un “2” para el Rotary Stability, mientras que la imagen (b) muestra un ejemplo de ejecución a la que se otorgaría un valor de 3 puntos para el Trunk Stability Push-Up.

 

Figura 5. Y-Balance test: (a) distancia anterior, (b) posteromedial y (c) posterolateral

 

Figura 6. Rotary Stability (a) y Trunk Stability Push-Up (b)

 

Single Leg Stance (SLS)

La prueba SLS se utilizará para valorar la estabilidad estática de los deportistas durante el apoyo unipodal. En esta prueba, el participante mantendrá durante 20 s la postura, tratando de realizar el menor movimiento posible mientras se encuentra apoyado en su pierna dominante y sobre una plataforma de fuerzas (Donath et al., 2012). El desplazamiento acumulado del centro de presiones servirá como medida de estabilidad del deportista.

Test de flexo-rotación

La aparición temprana de fatiga en la musculatura del tronco podría desencadenar severos problemas de coordinación muscular, control postural y estabilidad del raquis (Juan-Recio et al., 2014; Van Dieën et al., 2012), y como consecuencia, una mayor probabilidad de sufrir una lesión deportiva. Para la valoración de la fuerza resistencia de la musculatura del tronco se propone el test de flexo-rotación (Flexion Rotation Trunk Test [Brotons-Gil et al., 2013]), una prueba que evalúa no solo la capacidad de resistencia de los flexores sino también la de los rotadores del tronco. Durante la ejecución de la prueba, el participante se situará en decúbito supino, con la cabeza y espalda apoyadas en el suelo, las piernas flexionadas 90º y los brazos extendidos sobre el tronco de manera que las manos queden apoyadas sobre muslos con ambos pulgares entrelazados. El examinador será el encargado de ayudar al ejecutante a mantener las rodillas en la posición de partida durante todo el desarrollo del test, situando sus manos a ambos lados de estas. El deportista tratará de realizar el mayor número de repeticiones posible durante los 90 s de duración del test. Para que las repeticiones sean contabilizadas, el participante deberá tocar la mano del examinador realizando un movimiento de flexo-rotación y retornar a la posición de partida (apoyando la cabeza en el suelo) antes de volver a ejecutar la siguiente repetición hacia el lado opuesto (de acuerdo con el procedimiento descrito por Brotons-Gil et al. (2013) (figura 7).

Fuerza isométrica de la abducción y aducción de cadera

Los déficits y los desequilibrios de fuerza muscular también han sido resaltados en investigaciones previas como potenciales factores de riesgo de lesión en jóvenes deportistas (De Ridder et al., 2017). La fuerza de abducción y de la aducción de cadera ha sido, además, relacionada con la capacidad de los deportistas para controlar el centro de masas corporal y la alineación de las extremidades inferiores durante acciones dinámicas (Myer et al., 2012). Por esta razón, en el Programa Stop & Go consideramos la evaluación de la fuerza isométrica de la abducción y aducción de cadera como otro aspecto clave dentro de las estrategias de valoración pre-participación. Para su evaluación se propone el protocolo descrito por Thorborg et al., (2010), donde el participante efectuará una máxima contracción voluntaria isométrica (MVIC) unilateral de la abducción y aducción de cadera durante 5 s contra un dinamómetro manual. Para ello, el participante se situará en decúbito supino y con la cadera en posición neutra (0º de flexión y abducción), mientras que el examinador se encargará de fijar el dinamómetro en el maléolo externo (para la abducción de cadera) y maléolo interno (para la aducción de cadera) del tobillo. Los resultados individuales para cada medida de la abducción y aducción de cadera serán normalizados en función del peso corporal del deportista (fuerza isométrica normalizada = fuerza isométrica máxima [N] / peso corporal [kg]) (Cejudo et al., 2021; Sigward et al., 2008). La estimación del momento del brazo de palanca o torque máximo también se calculará multiplicando el valor de fuerza isométrica máxima por la longitud de la tibia (m) y, posteriormente, dividiendo el resul-tado obtenido por la masa corporal (Cejudo et al., 2021; Sigward et al., 2008). Finalmente, se examinarán posibles desequilibrios de fuerza bilateral (entre piernas dominante y no dominante) y unilateral (entre agonista y anta-gonista). Diferencias bilaterales superiores al 10% podrían ser consideradas como un factor de riesgo de lesión de la extremidad inferior (López-Valenciano et al., 2018).

 

Figura 7. Test de flexo-rotación

 

Fuerza isométrica de la rotación interna y externa de cadera

Para la valoración de la fuerza isométrica de rotadores internos y externos de cadera se seguirá un protocolo similar al anterior. En este caso, el participante también efectuará una máxima contracción voluntaria isométrica (MVIC) unilateral de la rotación interna y externa de cadera durante 5 s contra un dina-mómetro manual, pero desde una posición de decúbito prono con cadera neutra (o a 0º) y la rodilla flexionada a 90º (Cejudo et al., 2021). El examinador fijará el dinamómetro de acuerdo a las indicaciones descritas anteriormente, mien-tras que un segundo evaluador asistente se encargará del control de posibles movimientos compensatorios que pueda ejecutar el participante y que pudieran alterar la medida obtenida. Concretamente, en la evaluación de la rotación interna de cadera se evitará la elevación de la hemipelvis contralateral y movi-mientos como la abducción o extensión de cadera, mientras que en la rotación externa de cadera se impedirá la elevación de la hemipelvis homolateral y movimientos de cadera como la aducción o extensión. El test será repetido si el evaluador asistente no es capaz de controlar los movimientos compensatorios. Igual que para la fuerza isométrica de la abducción y aducción de cadera, los resultados individuales para cada medida de la rotación interna y externa de cadera serán normalizados en función del peso corporal del deportista, y se estimará el momento del brazo de palanca o torque máximo multiplicando el valor de fuerza isométrica máxima por la longitud de la tibia (m) y dividiendo posteriormente el resultado obtenido por la masa corporal (Cejudo et al., 2021; Sigward et al., 2008). Finalmente, se examinarán posibles desequilibrios de fuerza bilateral (entre piernas dominante y no dominante) y unilateral (entre agonista y antagonista).

Morfotipo sagital del raquis

Estudios previos han demostrado que aquellos movimientos y posturas específicas y repetitivas de cada deporte podrían influir en las curvaturas de la columna vertebral (Rajabi et al., 2008; Wodecki et al., 2002), y estas alteraciones, a su vez, podrían incrementar el riesgo de sufrir una lesión (especialmente de aquellas que acontecen en la musculatura del tronco). Por ello, existe la necesidad de integrar la evaluación de la disposición del raquis en los protocolos de identificación del riesgo. En este sentido, la metodología propuesta por Santonja (1996) para la medición integral del morfotipo sagital del raquis permite la evaluación de las curvaturas sagitales de la columna vertebral en bipedestación (Sainz de Baranda et al., 2010; Sanz-Mengibar et al., 2018), sedestación asténica (Sainz de Baranda et al., 2010) y flexión máxima del tronco (Sanz-Mengibar et al., 2018), proporcionando un diagnóstico preciso de la desalineación sagital de la columna vertebral (figura 8). Para su evaluación, será necesario que antes de la recogida de datos se señale en la piel del participante las apófisis espinosas de la primera vértebra torácica (T1), la 12ª vértebra torácica (T12) y la quinta vértebra lumbar (L5) (Sainz de Baranda et al., 2010). Para evaluar la bipedestación, el participante se colocará de pie y relajado, mientras el examinador posiciona un inclinómetro en la primera marca (T1) y lo calibra a 0º (Sanz-Mengibar et al., 2018). A continuación, el examinador perfilará la curva-tura hasta alcanzar la máxima angulación de la curvatura torácica, y registrará ese valor del ángulo. Posteriormente, en este punto máximo, se calibrará de nuevo el inclinómetro a 0º, y se perfilará la curvatura lumbar hasta alcanzar el máximo ángulo, que también será registrado. Para medir la sedestación, el participante se sentará en una camilla manteniendo una postura relajada, con los antebrazos apoyados en los muslos, las rodillas flexionadas y sin apoyo de los pies (Sainz de Baranda et al., 2010). El examinador, primero, situará el inclinómetro en la primera marca (T1), y lo calibrará a 0º; después, colocará el inclinómetro en la segunda marca (T12) y registrará los grados de la curva torácica; finalmente, calibrará el inclinómetro a 0º en esta segunda marca y dirigirá entonces el inclinómetro hasta la tercera marca (L5), donde registrará el valor de la curva lumbar. Por último, las curvaturas torácica y lumbar durante la flexión máxima del tronco se evaluarán de forma similar al procedimiento empleado para la sedestación, con la única excepción de la posición del participante, quien se situará en posición de máxima flexión de tronco con las piernas totalmente extendidas (Sanz-Mengibar et al., 2018). De esta evaluación integral se obtendrán los valores de angulación de las curvaturas torácica y lumbar en bipedestación, sedestación y flexión máxima del tronco.

ROM-Sport (miembro inferior)

Una limitada flexibilidad muscular ha sido evidenciada como un posible factor de riesgo de lesión en el deporte (Ruiz-Pérez et al., 2021), por lo que su evaluación debe ser un componente clave en todo protocolo de identificación del riesgo. Para la valoración del perfil de flexibilidad de las extremidades inferiores se sugiere la batería ROM-Sport, compuesta por un total de 11 pruebas que determinan el grado de flexi-bilidad de los principales grupos musculares a través del análisis del rango de movimiento (ROM) pasivo máximo (Cejudo et al., 2020). En la cadera, esta batería analiza el ROM de la flexión con rodilla extendida (FCRE) para isquiosurales, la flexión con rodilla flexionada (FCRF) para glúteo mayor, la extensión para psoas-ilíaco (EC), la aducción de la cadera con rodilla en flexión (ADD) para piramidal, glúteo medio y glúteo menor, la abducción con rodilla neutra (ABD) para aductores, la abducción con la rodilla en flexión (ABDRF) para aductores monoarticulares (pectíneo, aductor menor, aductor mediano o largo y aductor mayor), la rotación interna con rodilla flexionada (RIC) para rotadores externos de cadera (piramidal, obturador interno, obturador externo, gemelo superior, gemelo inferior, cuadrado femoral) y la rotación externa con rodilla flexionada (REC) para rotadores internos de cadera (glúteo medio, glúteo menor y tensor de la fascia lata). En la rodilla, valora el ROM de su flexión (FR) para cuádriceps. Y en el tobillo, mide la dorsiflexión con rodilla extendida (DFTRE) para gemelo y la dorsiflexión con rodilla flexionada para sóleo (DFTRF). Para la evaluación del ROM, será necesaria una camilla ajustable, un inclinómetro con varilla telescópica extensible, un goniómetro y un lumbosant (soporte lumbar para estandarizar la curvatura lumbar)4. Además de los resultados individuales para cada medida del ROM, esta batería también permitirá identificar posibles asimetrías entre piernas dominante y no dominante. Tomando como referencia los valores sugeridos por Fousekis et al., (2011) y Ellenbecker et al., (2007), aquellas diferencias bilaterales superiores a 8º podrían ser consideradas “de riesgo”.

 

Figura 8. Evaluación integral del morfotipo sagital del raquis: (a) bipedestación, (b) sedestación asténica y (c) flexión máxima del tronco

 

Las fuentes de mayor tamaño indican el nombre de las pruebas, mientras que las de menor tamaño señalan su información más relevante. ROM: rango de movimiento; DVJ: Drop Vertical Jump; TJA: Tuck Jump Assessment; SLCMJ: Single Leg Countermovement Jump; CoD: cambio de dirección; IMC: índice de masa corporal.

Figura 9. Batería básica para la valoración del riesgo de lesión en jóvenes deportistas propuesta por el Programa Stop & Go.

Aplicaciones

Aplicaciones prácticas


La implementación de estrategias que ayuden a reducir la incidencia y severidad de las lesiones que acontecen durante la participación de niños y adolescentes en el deporte requiere de protocolos de valoración válidos y fiables que permitan identificar aquellos jugadores en situación de alto riesgo. Tradicionalmente, estos protocolos han requerido el uso de equipamientos especializados y altamente costosos, que además implican un registro, filtrado y análisis de datos que requiere de una extensa formación y trabajo. Esto limita la capacidad de examinar a un gran número de jugadores en cortos periodos de tiempo; algo que, sin embargo, representa el contexto real de la práctica deportiva en etapas formativas. Los test de campo se erigen, por tanto, como una buena alternativa para su utilización en el deporte base. En el Programa Stop & Go, presentamos una extensa batería que per-mite evaluar numerosos factores de riesgo personales, psicológicos y físicos propuestos previamente por la literatura científica a través de cuestionarios y test de campo. La aplicación de esta batería en pretemporada (y otros periodos de descanso a lo largo de la temporada, como fin de año o vacaciones de primavera) podría ayudar a identificar aquellos patrones de movimiento deficitarios y factores que puedan incrementar sustancialmente el riesgo de lesión en los jóvenes deportistas y, por tanto, a la toma de decisiones eficaces por parte de clubes, entrenadores y preparadores físicos que posibiliten la reducción de lesiones en sus respectivos equipos.

No obstante, somos conscientes de la gran cantidad de pruebas recogidas por la batería completa del Programa Stop & Go, y de las restricciones temporales y de recursos humanos habitualmente existentes en el deporte base. Por ello, y para cuando existan estas limitaciones, recomendamos utilizar la batería básica para la valoración del riesgo (figura 9), que incluye aquellas pruebas con-sideradas fundamentales por la relevancia de la información aportada. El tiempo esti-mado para realizar la valoración básica a un único deportista es de 15 min, por lo que la aplicación de esta versión reducida en modo circuito permitiría la evaluación de un grupo de 15-20 deportistas en aproximadamente 1h.

Una vez identificados aquellos patrones de movimiento deficitarios y factores que puedan predisponer al riesgo de lesión, el siguiente paso será la implementación de ejercicios que mejoren los déficits individuales detectados durante las valoraciones (van Mechelen et al., 1992). Tras un entrenamiento adecuado, el rendimiento en las pruebas debería mejorar y, en consecuencia, los déficits deberían redu-cirse, minimizando así el riesgo de lesión del joven deportista (Read et al., 2016).




Financiación

Financiación


Este trabajo es resultado de los proyectos de I+D titulados “Estudio del riesgo de lesión en jóvenes deportistas a través de redes de inteligencia artificial” (DEP2017-88775-P) y “El fútbol femenino importa: Identificación del riesgo de lesión a través de la inteligencia artificial” (PID2020-115886RB-I00), ambos financiados por la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Uni-versidades de España y cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Francisco Javier Robles-Palazón es beneficiario de un contrato predoctoral para la forma-ción de personal investigador (20326/FPI/17), financiado a través de la Fundación Séneca-Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia. La investigadora Alba Aparicio-Sarmiento ha participado en el presente trabajo gracias a la Ayuda del programa de Formación de Profesorado Universitario del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (Re-ferencia: FPU18/00702). Francisco Ayala es beneficiario de un contrato posdoctoral Ramón y Cajal (RYC2019-028383-I), financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).



Notas

1 Aunque, como se ha indicado, cualquiera de las dos ecuaciones aquí citadas ofrecen información precisa y valiosa para profesionales que trabajan con deportistas en proceso de crecimiento y desarrollo madurativo, una práctica común en entornos de investigación para reducir el error estándar reportado para la ecuación de Mirwald et al., (2002) (±6 meses) es modificar esta interpretación, de manera que aquellos jugadores con valores < -1, -0,5–0,5, y > 1 sean clasificados como pre-, circa- y post-puberales, respectivamente. En estos casos, aquellos jugadores con valores entre -1 y -0,5 o entre 0,5 y 1 son habitualmente eliminados del conjunto de datos con el fin de reducir la probabilidad de error en la categorización del estado madurativo del deportista.

2 Para el contexto aplicado existen alternativas muy económicas que facilitan la valoración del rendimiento en acciones de salto, como es el caso de la aplicación My Jump y My Jump 2, disponibles para iPhone y Android (Balsalobre-Fernández et al., 2015; Sharp et al., 2019).

3 Para el cálculo del tiempo de paso a los 5, 10, 15, 20, 25 y 30 m y posterior análisis del rendimiento mecánico durante el sprint, una alternativa válida, fiable y económica para el contexto práctico es la grabación del sprint y el análisis a través de la aplicación My Sprint (Romero-Franco et al., 2017), disponible para iPhone.

4 Desde un punto de vista práctico, existen alternativas válidas, fiables y económicas para la valoración de la flexibilidad a través del ROM, como pueden ser la aplicación My ROM (antes Dorsiflex [Balsalobre-Fernández et al., 2019]) para iPhone o Clinometer (Mohammad et al., 2021) para Android y iPhone.

5 Cuestionario propuesto en Andrade, E., Arce, C., Armental, J., Rodríguez, M., de Francisco, C. (2008). Indicadores del estado de ánimo en deportistas adolescentes según el modelo multidimensional del POMS. Psicothema, 20(4), 630-635.

6 Cuestionario extraído de Gimeno, F., Buceta, J. M. & Pérez-Llantada, M. C. (2001). El cuestionario «Características psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo» (CPRD): características psicométricas. Análise Psicológica, 19(1), 93-113.

7 Cuestionario extraído de Buela-Casal, G., Guillén-Riquelme, A., & Seisdedos Cubero, N. (2011). Cuestionario de ansiedad estado-rasgo: adaptación española. Madrid: TEA Ediciones.



Referencias

Referencias


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