La tan demandada, prometida y necesaria Ley Estatal de Regulaciones Profesionales del Deporte, que a día de hoy no tiene visas de su verdadero diseño y aplicación a nivel nacional, ha dado lugar estos últimos años a una profunda reflexión y revisión, no solo de los posibles perfiles profesionales de las profesiones relacionadas con las ciencias de la actividad física y del deporte (titulados federativos, técnico deportivos, certificados de profesionalidad, formación profesional, graduados, máster, doctorados, etc.), si no de las competencias, resultados de aprendizaje, procesos de formación, e incluso del nombre de las ocupaciones y/o profesiones.

La implantación de algunas leyes autonómicas (actualmente aprobadas las de Cataluña (2008), La Rioja (2015), Extremadura (2015), Madrid (2016), Andalucía (2016), Región De Murcia (2018), Aragón (2018), Castilla León (2019) y Navarra (2019); en trámite parlamentarias las de País Vasco y Valencia; y en elaboración las de Canarias, Galicia, Castilla la Mancha, Cantabria, y Asturias), que incluso en su definición y aprobación inicial ya ha sido cuestionadas y criticadas por los propios diseñadores, también ha generado multitud de reflexiones, debates y opiniones.

En esta necesidad de una adecuada normativa que permita regular y ordenar las funciones y responsabilidades de las diferentes profesionales de las ciencias de la actividad física y del deporte, se ha generado un gran y enriquecedor debate entre diferentes agentes sociales vinculados con la formación de estos profesionales, especialmente entre el mundo académico, liderado por la Conferencia Española de Institutos y Facultades de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y por otro lado en el ámbito profesional el Consejo General de la Educación Física y Deportiva, con una participación destaca de la Asamblea Nacional de Estudiantes de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de España y de la Asociación Española de Ciencia del Deporte.

Este profundo, e interminable debate, a día de hoy no ha sido capaz de llegar a finalizar en un rotundo acuerdo que nos permita establecer propuestas concretas, y sólidas, ante los diferentes responsables políticos.

A pesar de que no se aprecia a medio plazo un acuerdo entre las diferentes instituciones (desde aquí considero imprescindible que todas las partes sean generosas y acerquen posturas), sí que creo que dicho debate ha sido imprescindible para replantear posicionamiento importantes y relevantes. En este sentido, desde hace casi una década, desde las ciencias de la actividad física y el deporte, y desde sus diferentes responsables se están realizando importantes aportaciones y reflexiones que si bien, aún no han generado acuerdos sólidos, sí que ha permitido llegar a planteamientos teóricos que, en un futuro cercano, espero, sirvan de evidencias para consolidar posiciones antes los responsables políticos.

Entre las aún, muchas diferencias, podríamos hacer alusión a la nomenclatura de la profesión, en donde recientemente el Consejo COPLEF aprobó cambiar de Licenciados en Educación Física o en Ciencias De La Actividad Física y del Deporte, a Educadores Físico-Deportivos, sobre la base de las competencias atribuidas al Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Resolución del Consejo de Universidades. Bases definidas por la conferencia de decanos, que sin embargo no valora positivamente el cambio de la nomenclatura de la profesión.

Sin embargo, también se aprecian muchos e importantes acuerdos, que a día de hoy están muy consolidados por las diferentes partes. Dentro de los acuerdos que todas las partes tienen muy consolidadas y que todos ellas las defienden, es la necesidad de que los/as profesionales de las ciencias de la actividad física y el deporte, presten sus servicios a partir del estado actual de los conocimientos científicos de cada momento, y que los estudiantes universitarios de ciencias de la actividad física y el deporte (graduados, máster y doctorados, en sus diferentes niveles ), entre su principal característica y área competencial, se encuentra la vinculada con el “Método y evidencia científica en la práctica”; es decir, en función de su grado académico dispondrán de competencias relacionadas con ser capaz de utilizar, planificar y generar evidencias científicas en el entorno de las ciencias de la actividad física y el deporte que le permitan tomar decisiones adecuadas, etc. La competencia científica del estudiante universitario de ciencias de la actividad física y el deporte, se considera imprescindible para el desarrollo de su ejercicio profesional.

Los diferentes agentes están tan de acuerdo en este apartado, que se ha llegado al acuerdo de incluir este área competencial en el Grado de Ciencias de la actividad física y del deporte, es decir, a un nivel MECES 2, si bien las competencias vinculadas con la investigación se encuentran enmarcadas en los niveles MECES 3, es decir a partir de los Máster universitarios (Real Decreto 1027/2011, de 15 de julio, por el que se establece el Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior). Este sólido acuerdo, entre todos los implicados, permite incluir contenidos relacionados con las competencias científicas en los títulos de grado, algo poco habitual y casi exclusivo de solo algunas titulaciones donde el perfil profesional está muy vinculado con la competencia científica (sociología y psicológica, por ejemplo).

En este sentido, y tras largo y enriquecedores debates, la Conferencia de Decanos a partir del extraordinario trabajo de los profesores Martín Acero, Antonio Campos y Aurelio Ureña, aprueba el “Manual de la Conferencia Española de institutos y Facultades de ciencias de la actividad física y del deporte para un enfoque de los planes de Grados y Máster basado en la evaluación de competencias” (Manual CE CC AFD).

En dicho Manual, se aprueba un total seis áreas de competencia (capacidad profesional fundamental) y veintidós competencias profesionales, dentro de las cuales se encuentra el área competencial de Método y Evidencia Científica en la Práctica , con dos competencias profesionales (Figura 1).

Figura 1: Propuesta de área competencial descrita en el Manual CE CC AFD

Además del área competencial y competencias, en el Manual se define los resultados de aprendizaje del graduado para esta competencia (Figura 2).

Figura 2: Propuesta de Resultados de Aprendizaje del área competencial descrita en el Manual CE CC AFD

Este Manual CE CC AFD, ha sido la base sobre la cual, los diferentes agentes vinculados con la formación y profesión en ciencias de la actividad física y el deporte han diseñado la propuesta presentada al Consejo de Universidades, sobre diseños de títulos oficiales de Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

El 20 de septiembre del 2018, se publica en el Boletín Oficial del Estado, la Resolución de 18 de septiembre de 2018, de la Secretaría General de Universidades, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Universidades de 17 de septiembre de 2018, por el que se establecen recomendaciones para la propuesta por las universidades de memorias de verificación del título oficial de Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (Figura 3).

Figura 3: BOE donde el Consejo de Univeridades aprueba las recomendaciones sobre el título de Grado en Ciencias de la Actividad Física el Deporte

Si bien, el Consejo de Universidades ha aprobado una recomendación, no una Orden Ministerial (Orden ECI) que regula la formación de profesionales reguladas, esta aprobación, aporta base jurídica para seguir profundizando en perfiles de formación, profesión etc.

Dentro de esta recomendación aprobada por el Consejo de Universidades se describen un total de siete áreas competenciales (figura 4), dentro de las cuales se encuentra la denominada “ Método y Evidencia Científica en la práctica ”. Dentro de esta área competencial en la recomendación aprobada por el Consejo de Universidades se describen cuatro grandes competencias (figura 5)

Figura 4: Áreas Competenciales descritas en el BOE y aprobadas por el Consejo de Universidades, sobre el título de Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

Figura 5: Competenciales descritas en el BOE y aprobadas por el Consejo de Universidades, sobre el título de Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

Por lo tanto, a partir de esta aprobación queda constatada por parte de los diferentes agentes vinculados con la formación y profesiones de las ciencias de la actividad física y el deporte, así como por el propio Ministerio de Universidades, la competencia científica como aspectos propios del Graduado en Ciencias de la actividad física y el deporte.

Desde una perspectiva más aplicada, diferentes trabajos de investigación han indagado sobre las competencias profesionales de los graduados en ciencias de la actividad física y el deporte. En este sentido los estudios con carácter más general del profesor Campos-Izquierdo sobre las ocupaciones, competencias y perfiles de los graduados en ciencias de la actividad física y el deporte señalan cuatro grandes ámbitos de actuación (figura 6) (Campos-Izquierdo, 2010; Campos-Izquierdo, 2019; Campos-Izquierdo, González-Rivera, y Taks, 2016; Campos-Izquierdo y Martin-Acero, 2016).

Figura 6: Profesionales y ámbito funcional del graduado en CAFD /Tomado de Campos-Izquierdo, 2019)

En este sentido, el profesor Campos-Izquierdo, establece como competencia básica y diferenciadora del graduado en ciencias de la actividad física y del deporte, con el resto de formaciones/ocupaciones del ámbito del deporte, la competencia científica, área exclusiva de los estudiantes universitarios de ciencias de la actividad física y el deporte (graduados, máster y doctores). De manera más precisa Campos-Izquierdo y Martín-Acero (2016) señalan que la aplicación del método y la evidencia científica en la práctica profesional específica de cada ocupación, es un elemento diferenciador de calidad, profesionalidad, de eficiencia y rigurosidad en los servicios prestados (p.344)

Desde una perspectiva más específica, diferentes trabajos de investigación han indagado sobre las competencias profesionales de los graduados en ciencias de la actividad física y el deporte, apreciando en diferentes y variados contextos laborales que una de sus principales valores diferenciados con el resto de profesiones y formaciones, precisamente es su competencia científica, entendida como su capacidad de utilizar el método científico en la práctica profesional, para la toma de decisiones (Campos-Izquierdo, 2010; García-Tascón et al., 2018).

En ese sentido, se han apreciado estos principios en entornos relacionados con la educación física (González-Villalobos, et al., 2019; Zaragoza-Sevilla, y Martínez-Baena, 2018), la iniciación deportiva (Lara, y Broqué, 2016; Fraile, de Diego, y Boada, 2011), el entrenador deportivo (Dopico, Fernández, y Baza, 2017), monitores de fitness y actividad física (Bernabé, 2017), o la gestión de equipamientos e instalaciones deportivas (García-Tascón et al., 2018).