“INFORME ANUAL DE COYUNTURA DEL SECTOR OLEÍCOLA”

Dirigido por Manuel Parras Rosa
Caja Rural de Jaén, 2021

Las cifras del último Anuario de Estadística del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ponen claramente de manifiesto la relevancia del sector oleícola en España: 2.601.901 hectáreas de cultivo (16,7 por cien del total de tierras labradas), 211.988 explotaciones especializadas en el cultivo de olivar (22,7 por cien del total de explotaciones), y una producción anual promedio de 1,6 millones de toneladas de aceites de oliva (la mitad de la producción mundial) con un valor que ronda los 2.500 millones de euros. Esta relevancia es mucho más acusada en la Comunidad Autónoma de Andalucía, donde se concentran dos terceras partes de la producción nacional y, muy especialmente, en la provincia de Jaén, donde el olivar y su industria asociada suponen el primer sector de actividad económica.

La importancia del sector oleícola en Jaén ha sido la principal motivación para que las principales instituciones financieras y académicas de la provincia, la Caja Rural de Jaén y la Universidad de Jaén, unan sus esfuerzos para fomentar la generación y transmisión de conocimiento útil hacia los distintos agentes implicados en la cadena de valor de los aceites de oliva, a sabiendas de que la información precisa y pertinente es un elemento clave para mejorar su competitividad. Así fue como en 2019 nació la Cátedra Caja Rural de Jaén José Luis García-Lomas Hernández, de Economía, Comercialización y Cooperativismo Oleícola –en adelante, la Cátedra– (https://www.catedraaceitesdejaen.com), con una clara vocación de promover la cooperación académica-empresarial en el ámbito oleícola a través de la formación, la investigación, la transferencia y la divulgación. Con este objetivo, la Cátedra se ha constituido como un observatorio permanente de progreso y desarrollo del sector oleícola jiennense, actividad que trata de documentar mediante la elaboración y publicación de un anuario de coyuntura del sector oleícola. Esta andadura comenzó con la publicación del primer informe en el año 2020 (https://www.catedraaceitesdejaen.com/informe-anual-de-coyuntura-del-sector-oleicola/), que ha tenido continuación, a pesar de las dificultades derivadas de la Covid-19, este año 2021 con el anuario del año 2021 ahora reseñado (https://www.catedraaceitesdejaen.com/informe-coyuntura-2021/).

Pero antes de adentrarse en el contenido de la obra, es necesario detenerse a analizar la figura clave de su director, el profesor D. Manuel Parras Rosa, catedrático de comercialización e investigación de mercados de la Universidad de Jaén. En este sentido, no es aventurado afirmar que la puesta en marcha de este proyecto editorial no habría sido posible sin el bagaje profesional del profesor Parras. Efectivamente, solo una figura como la suya, con una larga e intensa trayectoria profesional caracterizada por su vocación de servicio a su entorno social, honestidad, capacidad de trabajo, rigurosidad intelectual e inteligencia emocional, ha podido liderar el equipo de trabajo para la realización de esta obra necesariamente colectiva. Su actividad académica comenzó ya en los años ochenta del pasado siglo, antes de la creación de la propia Universidad de Jaén, estando siempre ligada a la economía, marketing y cooperativismo oleícola, temáticas en las que se ha erigido en la máxima autoridad nacional. Pero quizá su mayor contribución en esta línea haya sido liderar la formación del equipo de trabajo que compone hoy día la Cátedra aceites de Jaén, sin duda uno de los grupos más activos y productivos en esta temática a nivel internacional. Así, su liderazgo natural le ha permitido coordinar el trabajo de un excelente equipo académico, todos ellos especializados en temas relacionados con los aceites de oliva, pero desde diferentes perspectivas y disciplinas científicas, que se complementan adecuadamente entre sí para analizar de manera integral la evolución del sector. En este sentido, dentro del equipo redactor del informe cabe destacar (por orden alfabético) las aportaciones de los profesores Enrique Bernal Jurado, Vicente Gallego Simón, María Gutiérrez Salcedo, Juan Ramón Lanzas Molina, Adoración Mozas Moral, Eva Murgado Armenteros, Juan Carlos Rodríguez Cohard, José Domingo Sánchez Martínez, Francisco José Torres Ruiz, Manuela Vega Zamora o Juan Vilar Hernández, entre otros. Así, la calidad y rigurosidad del informe reseñado, como posteriormente se comenta, es la consecuencia directa de contar con este espléndido plantel académico bajo la batuta del profesor Parras.

El Informe anual de coyuntura del sector oleícola –en adelante, el Informe– nace con la vocación de ser un documento dinámico para conocer y analizar la evolución del sector, que resulte de utilidad para todos los agentes de la cadena de valor de los aceites de oliva en su toma de decisiones. Así, este Informe trata de cubrir una importante carencia documental para que el sector jiennense y español ejerza adecuadamente su liderazgo global. En este sentido, una de las mayores contribuciones del Informe es recopilar de manera ordenada e integradora toda la estadística del sector, generada por diversas oficinas, tanto públicas como privadas, relacionada con los aceites de oliva. La otra gran aportación del Informe es reportar estas estadísticas de una manera didáctica y crítica, convirtiendo los datos en información, con el propósito de que el lector pueda comprender adecuadamente la significación de las estadísticas y su evolución en el tiempo.

Teniendo presente la finalidad anterior, el Informe se estructura en torno a cuatro grandes apartados. La primera parte se dedica a presentar la estructura de la cadena de valor de los aceites de oliva, analizando los agentes que la conforman, sus relaciones de intercambio y su comportamiento comercial. Resulta destacable la claridad y precisión de esta presentación, a pesar de su carácter sumario, evidenciando la amplia experiencia del equipo redactor en este tema, en la medida en que han sido los responsables de elaborar los informes de la cadena de valor del aceite de oliva virgen extra para el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación estos últimos años (https://www.mapa.gob.es/es/alimentacion/temas/observatoriocadena/cadenas-valor/default.aspx).

La segunda parte está dedicada al análisis de la oferta, abordando tanto la estructura como la coyuntura (última campaña) de la producción de aceitunas y de aceites de oliva. El análisis realizado resulta adecuado pues suministra información a diferentes escalas espaciales (global, España, Andalucía y Jaén), diferenciando por tipos de olivares (tradicional, en copa y en seto) en el caso de la producción de aceituna y por tipos de aceites de oliva (virgen extra, virgen y lampante) en el caso de la producción de aceites. Así, el lector comprende perfectamente cómo en la actualidad el sector está experimentando un doble proceso de cambio. Por un lado, cabe afirmar que el sector oleícola se encuentra en una fase de expansión productiva (incremento de la oferta global), consecuencia de las nuevas plantaciones a nivel mundial, caracterizadas por emplear modernas tecnologías de producción (olivar en copa y en seto). Por otro lado, al objeto de poder afrontar precios internacionales a la baja por el incremento de la oferta, el olivar tradicional está abordando un lento proceso de reconversión, siguiendo estrategias de reducción de costes para frenar el continuado deterioro de su rentabilidad.

La tercera parte del Informe está centrada en el análisis de la demanda, describiendo la evolución del consumo de aceites y grasas en España y el mundo, el comercio internacional de los aceites de oliva y, finalmente, las tendencias en el comportamiento del consumidor de estos aceites. Los últimos datos disponibles y la información aportada en esta parte del documento muestran claramente que el sector oleícola está fuertemente internacionalizado, con un activo comercio para satisfacer la demanda de consumidores en países no productores. En este sentido, queda patente el gran potencial de crecimiento de la demanda mundial de esta grasa vegetal, base de la dieta mediterránea, sobre la base de sus atributos relacionados con la salud, la sostenibilidad y el hedonismo. En cualquier caso, este crecimiento requiere desarrollar un importante esfuerzo comercial en materia de diferenciación de los productos y promoción.

En la parte cuarta se analiza la presencia y el uso de las TIC en el sector de los aceites de oliva, con especial atención al movimiento cooperativo. En este Informe de 2021, tras la experiencia de la Covid-19, se pone de relieve cómo la digitalización supone una estrategia especialmente valiosa para las pymes oleícolas, mayoritarias en este sector, al objeto de mejorar su posición competitiva respecto a la gran distribución mediante técnicas de diferenciación, promoción y distribución por canales directos. No obstante, se constata que el sector está actualmente en evolución, y aún le queda mucho por hacer para sacar el máximo potencial a este conjunto de herramientas tecnológicas.

Estas cuatro partes, que constituyen la estructura común de los dos informes de coyuntura elaborados hasta la fecha, se complementan con una quinta parte dedicada a estudios monográficos, donde se trata de analizar y emitir opinión sobre determinados temas de actualidad del sector. Así, esta quinta parte adquiere especial relevancia, pues aporta un gran valor añadido al Informe al tratar de manera específica temas de interés para los diferentes agentes de la cadena. En el primer Informe (año 2020), estos estudios estuvieron dedicados a los nuevos modelos de negocios oleícolas y al oleoturismo. En el Informe de 2021 se recogen tres trabajos, dedicados a las nuevas iniciativas legislativas que afectan al sector oleícola, al proyecto agroambiental “Olivares Vivos”, y al análisis de los proyectos de investigación y transferencia enmarcados dentro de los Grupos Operativos financiados por Asociación Europea de Innovación (AEI).

Por todo lo comentado anteriormente, resulta evidente el interés, la calidad y la pertinencia del Informe reseñado, que rebasa el ámbito académico para contribuir de manera efectiva a la mejora de la competitividad del sector oleícola jiennense y español. Prueba de ello ha sido el acto de presentación del Informe el pasado 25 de octubre en el Palacio de Congresos de IFEJA de Jaén, todo un éxito de público y crítica, tal y como se ha resaltado en toda la prensa especializada. En este sentido, no me queda más que felicitar al profesor Parras y su equipo por la iniciativa editorial desarrollada y desear que esta siga contribuyendo, de manera efectiva y sostenida en el tiempo, a soportar la toma de decisiones estratégicas y tácticas de los agentes del sector.

No obstante, el que suscribe esta reseña, también apasionado del sector oleícola como los redactores del Informe, no quisiera desaprovechar la oportunidad que ofrece esta tribuna para apuntar algunas de las sugerencias que le han venido a la mente durante su lectura. En este sentido, en primer lugar, cabría recomendar que los contenidos relacionados con el marco regulador del sector de los aceites de oliva y el de “noticias destacadas” queden establecidos como secciones independientes y permanentes del Informe. Efectivamente, la continua evolución de la legislación del sector requiere un análisis crítico anual, que reflexione sobre cómo la normativa reguladora del sector debe desarrollarse para contribuir al interés general. Asimismo, resultaría de interés que un anuario como este recoja debidamente un “cuaderno de bitácora” del sector sobre la base de las principales noticias que este vaya generando.

La segunda sugerencia de cara a futuras ediciones del informe es que la sección dedicada a los estudios monográficos cuente con contribuciones invitadas de personas relevantes del sector ajenos al equipo de la Cátedra, que puedan complementar sus conocimientos y experiencia. En este sentido, las posibilidades son muy amplias; por ejemplo, dedicando estas monografías a ilustrar iniciativas empresariales e institucionales de éxito del sector, características y oportunidades de mercados internacionales concretos, avances científicos (proyectos de investigación) que incrementen el conocimiento del sector, etc. La única limitación sería, conforme al objetivo del anuario, que las temáticas tratadas sean útiles para un espectro amplio de los agentes del sector.

Por último, quisiera apuntar que la valiosa información que contiene el Informe se podría comunicar de manera más efectiva y atractiva a un mayor número de interesados mejorando su diseño editorial. Efectivamente, para todos aquellos que pertenecemos al ámbito académico, el diseño actual resulta familiar y adecuado para la transmisión de información. Sin embargo, hay que ser conscientes de que, para muchos de los profesionales del sector, a los que también va dirigido el Informe (p. ej., miembros de los consejos rectores de cooperativas, técnicos de organizaciones agrarias, etc.), puede que esto no sea así. Para mejorar en este sentido se recomienda un diseño más enfocado a la divulgación, similar al que usan las revistas técnicas (diseño gráfico en tablas y figuras, uso de recuadros con texto destacado, utilización de material fotográfico de apoyo, etc.). Presupongo que el actual diseño del Informe es consecuencia de las restricciones presupuestarias para contratar servicios avanzados de diseño, pero animo al patrocinador de la Cátedra a dotar a los redactores del informe con tales recursos, a sabiendas de que se trataría de un dinero bien invertido, ya que posibilitaría que la lectura de este Informe, de consulta obligada de cualquier profesional del sector, resulte más atractiva y amigable para un mayor número de destinatarios.

José Antonio Gómez-Limón
Departamento de Economía Agraria, Finanzas y Contabilidad
Universidad de Córdoba