EDITORIAL

Este es el primer número del año 2022, una vez realizada la modificación de la fecha de salida del año. De ahí que éste sea la continuación del especial sobre la pandemia de la COVID-19, en la que seguimos inmersos, aunque se atisben quizá esperanzas sobre su endemización. Como sabemos, lamentablemente, el asunto es aún de total actualidad.

El Consejo Editorial de la Revista de Estudios Empresariales. Segunda Época presenta, por tanto, el volumen 1 de 2022, que, además de las secciones habituales, Tribuna y Reseñas bibliográficas, recoge en la sección especial, al cuidado del profesor José Antonio Camacho Ballesta, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Granada, cuatro artículos sobre la COVID-19 y la situación económica que son continuación del (I) que se inició en el mes de diciembre pasado, dado el cambio en las fechas de salida establecido. En la sección de Tribuna se publica 1 artículo y en la de Reseñas otro trabajo más.

SECCIÓN ESPECIAL

COVID, ESTADO Y MERCADO: POLÍTICAS, EMPRESAS Y CIUDADANOS (I)

José Antonio Camacho Ballesta
Editor especial
Departamento de Economía Internacional y de España
Instituto de Desarrollo Regional
Universidad de Granada

INTRODUCCIÓN

Estamos viviendo unos momentos críticos desde la perspectiva sanitaria global, con un alcance difícil de medir debido a la indefinición del periodo de tiempo necesario para su mitigación. Desde una perspectiva económica, en principio, se pensaba en una duración limitada y su tratamiento como un shock transitorio con un efecto en “V” que permitiría una recuperación inmediata de los niveles de actividad económica previos a la crisis. Pasado un año desde el confinamiento domiciliario, con repetidas oleadas golpeando y los procesos de vacunación a ritmos muy bajos, entendemos que es el momento de pulsar en el ámbito científico las opciones de cara al futuro.

En este escenario de crisis sanitaria, económica y social, la reivindicación del papel de lo público es incuestionable para hacer soportable esta situación y orientar la salida de esta, con el apoyo del resto de agentes económicos y sociales. Aunque el conjunto del sistema productivo se está viendo seriamente golpeado, el efecto sectorial está siendo muy asimétrico, ya que la sensibilidad y comportamiento de los gobiernos regionales respecto a la movilidad, al cierre perimetral o a las limitaciones horarias de atención al público está siendo muy dispar, al igual que ocurre a escala internacional.

Más allá del marco regulador, esta pandemia ha provocado una transición inmediata a la digitalización, probablemente el paradigma ha sido la enseñanza, sin embargo, aquellas actividades con mayores dificultades para la digitalización están viéndose golpeadas más seriamente. Esto último ocurre con independencia de que esta limitación se deba a la singularidad de la actividad productiva (servicios de proximidad y personales) o bien por disponer de capital humano escasamente capacitado para las nuevas tecnologías o por cuestiones de orden financiero asociadas al tamaño empresarial (en especial las PYMES) o a otras dificultades de financiación.

Desde una perspectiva social, más allá de la tragedia de la pérdida de vidas humanas, estamos asistiendo a una precarización de las condiciones de vida de una parte importante de la población. Los trabajadores que se quedan sin empleo, otros que ven cómo se agotan los recursos y ayudas a los que tenían acceso y emprendedores y autónomos que ven desaparecer su fuente de ingresos o no les permite llegar al mínimo vital.

La acción del sector público debe tener como finalidad la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos, compensando los efectos negativos del sistema existente, para la mejora del progreso económico y social. Así, se deben establecer las prioridades en cuanto a los objetivos a alcanzar y la batería de instrumentos más adecuada a utilizar, de acuerdo con el tempo de la recuperación.

Indudablemente, es necesaria una clara organización institucional que facilite el desarrollo de la gobernanza territorial a escala local, regional y nacional, para un mayor aprovechamiento del esfuerzo inversor y una mejor coordinación de los recursos y las estrategias.

Desde el plano internacional, los acuerdos de cooperación, el acceso a los mercados, la disponibilidad de vacunas, o el acceso a los recursos financieros extraordinarios, como los propuestos por la UE son cuestiones de la máxima importancia para reforzar el resto de las estrategias de escalas territoriales más próximas.

En este contexto, cerramos con cuatro aportaciones el número especial. Por una parte, un artículo de Antonio García Sánchez y Miguel Montes Luna, de la Universidad de Sevilla, centrado en el análisis del concepto de resiliencia económica territorial frente a perturbaciones que supongan un shock para una economía, como es el caso de la COVID-19, que permite realizar un análisis comparativo de diferentes territorios respecto a la capacidad de resiliencia mostrada por el ejemplo inmediato de shock, como fue la crisis financiera de 2008. Para ello utilizan indicadores asociados a las dimensiones del proceso de resiliencia económica territorial. Sus resultados de la crisis previa para las regiones españolas ponen de manifiesto la relevancia de la capacidad de resiliencia y su asimetría regional, lo que supone un reto en términos de política regional.

El segundo trabajo, elaborado por un equipo de trabajo de la Universidad de la Laguna integrado por Lilia Clara Alonso Gutiérrez, Flora María Díaz Pérez y María Olga González Morales, se centra en analizar las diferencias entre mujeres y hombres en cuanto a la ocupación, el empleo temporal y la influencia del nivel educativo, en un periodo que abarca tanto la crisis de 2008 como la de la COVID-19. Este análisis del mercado de trabajo, se complementa, para identificar sus implicaciones, desde una perspectiva de política económica, analizando el marco regulador del mercado de trabajo. Los resultados permiten concluir que un mayor nivel educativo favorece el logro y mantenimiento del empleo, especialmente en las mujeres. Por otra parte, la tasa de temporalidad está más asociada a periodos de expansión económica.

El tercer trabajo, elaborado por la profesora de la Universidad de Málaga Beatriz Benítez-Aurioles, está focalizado en las implicaciones de la COVID-9 en las actividades turísticas y las acciones de política económica a través de los programas implementados para la reactivación del turismo. Se analizan las medidas implementadas, que se han orientado en un primer momento en una doble dirección: el ámbito empresarial, con instrumentos fiscales y financieros, y el ámbito laboral, con el objetivo de mantener el empleo y la renta de los trabajadores. Posteriormente, una vez superados los momentos más difíciles de la pandemia, el objetivo prioritario ha sido recuperar la confianza de los clientes por medio de políticas de promoción turística.

Para cerrar este especial, en cuarto lugar, contamos con el trabajo elaborado por Henry Daniel Vera Ramírez, de la Universidade Nova de Lisboa y Ferly Antonio Valencia Serna, del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) de Colombia. Su investigación se centra en el análisis del comportamiento de las acciones de las principales farmacéuticas que realizan investigaciones para obtener vacunas con un alto grado de eficacia para la COVID-19. Se propone un modelo econométrico de regresión múltiple, que relaciona los precios de las acciones con el impacto que tiene sobre los mismos el desarrollo de las vacunas. Los resultados apuntan a las implicaciones en las cuentas de resultados del sector y de las empresas concretas que han desarrollado las vacunas COVID-19.

SECCIÓN TRIBUNA

La sección cuenta con el artículo titulado “Determinantes del consumo de energía renovable en la Unión Europea: un análisis entre UE-15 y los 13 nuevos países”, de Lucas Da Silva Almeida, de la Universidad de Granada, quien en el marco del cambio climático evalúa el consumo de energía renovable en Europa, encontrando patrones diferentes en su consumo, que depende de las propias características económicas y sociales de los países, lo que le lleva a proponer la implementación de planes que tengan en cuenta una discriminación derivada de las variables que afectan a cada una de las sociedades.

RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS

El número finaliza con la reseña escrita por José Antonio Gómez-Limón, del Departamento de Economía Agraria, Finanzas y Contabilidad de la Universidad de Córdoba, quien presenta el libro “Informe anual de coyuntura del sector oleícola”, editado por la Caja Rural de Jaén en 2021.

Juan Carlos Rodríguez Cohard