Montero Curiel, M.ª L. (2021). El extraño alomorfo de post-: pestorejo, pespunte, pescuezo, pescuño, pescola y sus derivados.
RILEX. Revista sobre investigaciones léxicas, 4/I, pp. 97-114.

EL EXTRAÑO ALOMORFO DE POST-: PESTOREJO, PESPUNTE, PESCUEZO, PESCUÑO, PESCOLA Y SUS DERIVADOS

THE STRANGE POST- ALLOMORPH: PESTOREJO, PESPUNTE, PESCUEZO, PESCUÑO, PESCOLA AND ITS DERIVATIVES

María Luisa Montero Curiel

Universidad de Extremadura

Lmontero@unex.es

RESUMEN

El prefijo pos- (o su alomorfo post-) es un afijo que procede del latín post y que, normalmente, ofrece valores que oscilan entre lo temporal y lo locativo, al indicar posterioridad en el tiempo, ‘después de’, y en el espacio, ‘detrás de’. Se une a bases nominales y verbales y, aunque su productividad es relativa, sí logra crear un conjunto interesante de palabras en castellano.

Sin embargo, en algunas ocasiones, este prefijo presenta una evolución diferente y se convierte en el alomorfo pes(t)-, que, aunque poco estudiado en trabajos científicos, se documenta con claridad en palabras como pestorejo, pescuezo, pespunte, pescuño y pescola, formas que se analizarán en el presente estudio, junto con sus derivados, para entender las razones de esa transformación y conocer las causas que pudieron provocarla. Desde una perspectiva diacrónica, sin perder de vista la situación actual, explicaremos las primeras documentaciones de estas voces en castellano, la lexicalización que llevó en ellas al triunfo de la vocal e frente a la o y los derivados a los que dio lugar ese extraño y poco productivo afijo a lo largo del tiempo.

Palabras clave: prefijo, post-, alomorfo, castellano, diacronía

ABSTRACT

The prefix pos- (or its allomorph post-) is an affix that comes from Latin post and that normally offers values that oscillate between temporal and locative, by indicating posterity in time, 'after', and in space, 'behind'. It joins nominal and verbal bases and, although its productivity is relative, it manages to create an interesting set of words in Spanish.

However, on some occasions, this prefix follows a different pattern and becomes the allomorph pes(t)-, which, although it has been little studied in scientific works, is clearly documented in words such as pestorejo, pescuezo, pespunte, pescuño and pescola, forms that will be analyzed in this study, together with their derivatives, to understand the reasons for this transformation and to know the causes that could have caused it. From a diachronic perspective, without losing sight of the current situation, this study will explain the first documentations of these voices in Spanish, the lexicalization that led to the triumph of the vowel e over the o, and the derivatives that this strange and unproductive affix gave rise to over time

Keywords: prefix, post-, allomorph, Spanish, diachrony

Recibido: 03-03-2021
Aceptado: 17-03-2021

DOI: https://doi.org/10.17561/rilex.4.1.6189

1. INTRODUCCIÓN

El prefijo pos- (o su alomorfo post-), procedente del latino PŎST-, no ha tenido en español una gran productividad, como le sucedió a su antecesor en la lengua culta de Roma. Estas dos variantes formales, documentadas desde los orígenes del castellano, no se usan indistintamente en la sincronía actual: los repertorios lexicográficos prefieren, frente a post-, la variante evolucionada pos-. La primera, más próxima al étimo latino, es de uso más restringido por cuestiones articulatorias relacionadas con la confluencia de tres fonemas consonánticos en la misma secuencia si la base a la que se une empieza por consonante. Así lo expresa el Diccionario Panhispánico de Dudas (s.v.):

pos-. 1. Forma simplificada del prefijo de origen latino post-, que significa ‘detrás de’ o ‘después de’. Puesto que la t precedida de s en posición final de sílaba, cuando va seguida de otra consonante, es de difícil articulación en español, se recomienda usar la forma simplificada pos- en todas las palabras compuestas que incorporen este prefijo, incluidas aquellas en las que el prefijo se une a voces que empiezan por vocal (aunque en ese caso la articulación de la -t- presente menos dificultades): posmoderno, posdata, posoperatorio, etc. No obstante, se consideran también válidas, aunque no se recomiendan, las grafías que conservan la forma etimológica post-: postdata, postoperatorio, etc. Solo en los casos en que este prefijo se une a palabras que comienzan por s- se aconseja conservar la t, para evitar la confluencia de dos eses en la escritura: postsocialismo, postsurrealismo. Naturalmente, cuando este prefijo se une a una palabra que comienza por t-, se mantiene la secuencia -st-: postraumático, postónico.

Pos(t)-, como elemento afijal, no cuenta con demasiados estudios, tal vez por su escasa productividad; como trabajos específicos encontramos explicaciones más o menos amplias en los artículos de Martín García (2012) y García Sánchez (2017). En cambio, entre las obras dedicadas a la formación de palabras, ya en el clásico Tratado de la formación de palabras en la lengua castellana de Alemany Bolufer (1920, p. 201), localizamos algunos datos relativos a su origen y comportamiento que resultan importantes para nuestros fines:

POS y POST. Del latín post, adv. y prep., que significa después, detrás, y que tenemos como prefijo en compuestos latinos, como posponer, de postponĕré; en parasintéticos, como postergar, de postergare, y en derivados, como pospositivo, de postpositivus. En castellano lo tenemos en algunos pocos vocablos; como en los compuestos1 pospierna, posfecha, pospelo, postdata, postfijo, y en los parasintéticos, postdiluviano y postónico, de diluvio y tono. Tomó la forma pest, en pestorejo, de post auriculam; y pes, en pescuezo.

En trabajos posteriores que se ocupan de manera amplia de la formación de palabras, los datos sobre este prefijo son muy escasos y casi siempre referentes a su origen, a las bases a las que se adjunta y a algunos de los ejemplos que crea. Lang (1993) ni siquiera menciona este prefijo; sí lo había considerado en su trabajo Thiele (1992, pp. 84 y 87), que lo analizó en dos grupos: entre los prefijos que tienen valor espacial, considerado por el autor más escaso, y como prefijo de valor temporal, mucho más frecuente:

Pos(t)-: im Nominalbereich selten: pospierna, a pospelo, post scriptum. Posposición ist ein deverbales Derivat von posponer. Dieses Präfix ist häufiger in Verbindung mit Stämmen, die Zeitbegriffe beinhalten, jedoch ist eine eindeutige Abgrenzung von Räumlichen bisweilen problematisch.

Datos similares proporciona Miranda (1994, pp. 87-90) que estudia los valores locativo y temporal del prefijo, con nociones como su valor semántico, los aspectos formales (alternancia libre entre la forma culta y la moderna) y datos sobre las combinaciones: en el caso del valor espacial “se combina fundamentalmente con adjetivos; en ocasiones con sustantivos”; en el caso del valor temporal, “se combina especialmente con adjetivos y sustantivos; en ocasiones, con verbos”. Almela (1999, p. 69) lo incluye en su elaborado catálogo de prefijos y, aparte de señalar su origen latino y proporcionar nuevos ejemplos, añade que las bases preferidas son “S, A, V con el valor semántico de ‘después de’” y “S, A con el valor semántico de ‘detrás de’”. El profesor murciano lo cataloga, pues, como un prefijo que semánticamente navega entre lo temporal y lo locativo, como venían haciendo los demás estudiosos. Torres (2009) en su excelente repaso sobre el tratamiento que las gramáticas y los diccionarios han dado a la prefijación, documenta el prefijo post- como un elemento “no separable” con origen en una preposición latina, hoy sin correlato preposicional en español, y con los valores temporal y locativo; además, esta autora recoge en Rivodó la referencia a las tres variantes del prefijo: pos-, post- y pest-.

Puede decirse que este prefijo indica, como valor primario, ‘posterioridad en el tiempo’ (‘después de’), presente en verbos, sustantivos o adjetivos del tipo posponer, postergar posgrado, posparto, poselectoral, posgraduado, poscongresual o posromántico. Pero, además de ese significado temporal, pos- puede también mostrar un valor locativo, de ‘posterioridad en el espacio’ (‘detrás de’), contenido semántico que ya tenía en latín y que, en español, parece proceder más de la base que del propio prefijo; es una construcción más frecuente con adjetivos que con sustantivos o verbos: postónico, pospalatal, posdorsal o posdata son algunas voces en las que se ve el significado locativo de ‘detrás de’. Dice Martín (2012, p. 21) que con este sentido espacial no es un “prefijo productivo en el español actual; de hecho, solo contamos con unas pocas formaciones heredadas del latín, donde los prefijos pre- y pos- eran ya solo productivos con el valor temporal”, idea que reitera García Sánchez (2017, p. 1190) casi en los mismos términos cuando afirma que:

[…] el prefijo pos- es mucho más usual y productivo con bases nominales y adjetivales (posgrado, posguerra, posparto, posromanticismo, posventa, poscolonial, postónico), incluidas las de origen latino (esp. Posdata, postilla), con predominio del uso temporal.

A partir de estas nociones básicas del prefijo pos- y sus preferencias sobre las bases a las que se une y los significados que aporta, queremos ofrecer un pequeño grupo de formas (pestorejo, pespunte, pescuezo, pescuño y pescola) que, desde el mismo étimo latino (POST-), han evolucionado en castellano de manera diferente a como lo ha hecho este elemento afijal en las demás palabras, ya que toma las formas pest- / pes-, con un aparente y anómalo cambio vocálico cuyo origen nos proponemos aclarar en las páginas siguientes.

2. PES(T): EL EXTRAÑO ALOMORFO DE POS(T)

Son solamente cinco las palabras que forman parte del estudio que planteamos, tres de ellas (pestorejo, pespunte y pescuezo) de uso generalizado y relativamente amplio y las otras dos (pescuño y pescola) restringidas a un ámbito del vocabulario muy específico.

Para el análisis de la evolución y productividad de cada una de las palabras vamos a ayudarnos, en gran medida, de la información que proporcionan diferentes obras lexicográficas, desde el Diccionario de la Lengua Española (DLE, 2020) de la RAE, el Diccionario de Uso del Español de María Moliner (DUE, 1987), hasta el Diccionario Castellano con las voces de ciencias y artes de Terreros y Pando (Terreros, 1987) o el Diccionario de Autoridades (Autoridades, 1990 ), sin olvidar, por supuesto, el Diccionario Crítico y Etimológico Castellano e Hispánico, de Corominas y Pascual (DCECH, 1980-1991), que nos allanarán el camino para descubrir los pasos seguidos por estas voces en las que el PŎST latino no ha mantenido la evolución de las demás formas castellanas en las que aparece. Por último, los estudios sobre prefijación también han servido de gran ayuda.

2.1. PESTOREJO

Etimológicamente pestorejo viene del latín POST AURICŬLAM, con la acepción literal de ‘detrás de la oreja’, referido a la parte exterior de la cerviz. María Moliner (DUE, s.v.) lo considera un compuesto “con ‘pes-‘, por ‘post-‘ y ‘oreja’”, con el significado de ‘cogote’, ‘nuca’. Es, desde el punto de vista formal, un sustantivo procedente de la unión de un afijo antepuesto a un sustantivo; el valor que presenta el prefijo en este caso es espacial, que –como se ha visto– es menos habitual que el temporal en las formaciones nominales.

Pestorejo se documenta desde fechas tempranas según Corominas y Pascual (s.v. oreja), que lo registran como compuesto de oreja para designar la “parte posterior del pescuezo, carnuda y fuerte”. Lo recogen por primera vez en el Libro de Alexandre; además, consta su presencia en Nebrija, Covarrubias y Autoridades (esta última obra, s.v., dice de pestorejo que es la “parte posterior del pescuezo, carnúda y fuerte”, en la tradición de Covarrubias).

Sobre el alomorfo pest- el DCECH (s.v. oreja, nota 7) habla de disimilación de post-orejo, del lat. POST ‘detrás’, y añade en nota que “tampoco hay por qué postular una forma *puestorejo, como hacía Ford, Old Spanish Readings, supuesto gratuito según observa Hanssen, BDR III, 122”.

A pesar de que el diccionario etimológico no considera posible la existencia del hipotético *puestorejo que defiende Ford (1906), quizá no pueda descartarse por completo esa forma, teniendo en cuenta que, incluso hoy día, se puede encontrar en las redes sociales la palabra puestorejo, según se aprecia en el siguiente texto de 20162: “Según todos los indicios este xdescerebrado era un musulmán de caldillo, oreja, puestorejo, panceta, chorizo, y jamón, con mucho alcohol, separado,y de poca mezquita”.

El término se incluye en un texto repleto de errores ortográficos, pero parece difícil que una persona que diga pestorejo escriba puestorejo, ya que normalmente los diptongos son más difíciles de transcribir que una sílaba con una sola vocal nuclear, más aún para personas de escasa formación, como podría ser el autor del texto.

Además, la idea de la existencia de puestorejo en la historia de la lengua española es defendida por algunos autores, como Bolaño en su Manual de Historia de la Lengua Española (1959, p. 35): “en fonética sintáctica y posición proclítica, el diptongo ue también se redujo a e: hoste antigua < uest antigua < estantigua3, post auriculu < pestorejo, poscocceu < pescuezo”; y también vemos una hipótesis similar en Cos Ruiz y Ruiz Fernández (2003, p. 83) que consideran que el diptongo -ué- puede reducirse a -e- por varias causas:

c) Por quedar átona en composición la palabra que lleva ué: hŏste antiquu (‘el viejo enemigo’, que los Padres de la Iglesia aplicaron al demonio) < *huest antíguo < huest antígua (aplicado al diablo [1220-50] o a un ejército de demonios o de almas condenadas [h. 1260]; tomó el género femenino a causa del género de hueste ‘ejército’, h. 1140) < estantigua (‘fantasma’, h. 1490; ‘persona muy alta, seca y mal vestida’, princ. S. XVII); *pŏstaurĭcŭlu < puestorículo < puestorejo < pestorejo (‘exterior de la cerviz [parte dorsal del cuello’]’).

La posibilidad de que existiera una forma puestorejo es sugerente para la derivación hacia pestorejo, ya que la caída de la velar -u- podría ser una hipótesis verosímil, tal y como ocurrió en otras palabras. No obstante, el CORDE no recoge en ninguna ocasión la voz diptongada y sí la documenta, en cambio, con el prefijo pest- en 155 casos pertenecientes a 31 documentos; el primero de ellos data de 1464-1474 (Coplas de Mingo Revulgo) con la forma actual:

Numen del vientre (el colgajo de tu cogullada
remeda el caer insigne de mi pestorejo):
no dejes de decir que hay pasiones funestas,
como la antomanía.

Hoy en día, el término pestorejo sigue muy vivo, aunque, más que con la definición académica de “parte exterior de la cerviz, cuando es gruesa y abultada”, se mantiene como un plato típico, especialmente de Extremadura, en el que se cocina la careta del cerdo compuesta por el morro, la jeta y la oreja, receta cuyo origen se encuentra en los rituales gastronómicos de la matanza tradicional.

La fortaleza de esta palabra se aprecia en la constelación de derivados que ha surgido de ella, como pestorejazo y pestorejón, con idéntico significado: “Golpe dado en el pestorejo”, según el diccionario académico. No son palabras de uso amplio, a juzgar por las dos únicas documentaciones que ofrece el CORDE en el mismo autor y obra (Terrones del Caño, Instrucción de predicadores, 1605):

Diole el león un pestorejazo, que casi lo aturdió, y vuelto a la zorra, le preguntó: "¿Cómo los repartiríades vos?" Ella dijo: "El buey para Vuestra Majestad, el carnero para mi señora la leona, y la gallina para los leoncitos, que jueguen con ella". Respondióle el león: "Hi de puta traidora, ¿quién os enseñó tanta bachillería?" Y ella le dijo: "El pestorejazo de mi compañero". De manera que los pestorejazos que se dan a algunos predicadores por decir verdades enseñan a otros a decir lisonjas.

Puede afirmarse que en la actualidad tanto pestorejazo como pestorejón funcionan como sinónimos de colleja4:

(De pestorejo); sust. m. 1. Golpe dado en el pestorejo, o parte exterior de la cerviz: algunos niños tienen la mala costumbre de dar un pestorejón a cualquier persona que se descuida para gastarle una broma, sin darse cuenta de que pueden hacerle daño. Sinónimos Pestorejazo, colleja. Antónimos Caricia.

En cualquier caso, sí que es una forma que continúa vigente y la única en la que el prefijo ha mantenido el alomorfo más culto, con -t- final, posiblemente para mantener la conciencia del prefijo, ya que, de lo contrario, habría evolucionado a un hipotético *pesorejo, en el que el corte silábico (*pe-so-re-jo) habría disuelto el elemento afijal.

2.2. PESCUEZO

También procede etimológicamente del latín post y del antiguo cuezo, ‘cogote’, según refiere el DLE (s.v.), que, además, lo define como la “parte del cuerpo del animal o humano desde la nuca hasta el tronco”; como segunda acepción, lo asocia a “altanería, vanidad o soberbia”. María Moliner (DUE, s.v.) considera que “seguramente, fue antes ‘poscuezo’, compuesto con ‘pos-‘, por ‘post’, detrás, y ‘cuezo’, caldero”.

El raro alomorfo de esta palabra, frente al habitual pos-, de nuevo es justificado por Corominas y Pascual (s.v. pescuezo) como el resultado de un proceso de disimilación:

Sale por disimilación de un arcaico *poscoço, derivado (con el prefijo lat. POST ‘detrás de’) de coço (más tarde cueço) que se encuentra con el mismo sentido, y es probablemente la misma palabra, de origen incierto, que ha dado el moderno CUEZO ‘tina, artesa, cacharro’, aplicado por comparación a la forma cóncava del cogote, como colodrillo es derivado de colodra.

El diccionario etimológico, que la considera una forma abundante en los textos medievales, localiza la primera documentación de esta palabra en el siglo XIII, en el anónimo Elena y María y en el Libro de los Juegos de Alfonso x. Y, más adelante, en la misma entrada, leemos la teoría de la disimilación y el análisis de esta voz en relación a otras con el mismo afijo:

Está claro que pescoço, pescuezo, son palabras derivadas de coço, cuezo, con el prefijo pos-, procedente del latino POST ‘detrás de’, como ya advirtieron Ménage, Diez (Wörterbuch, 476) y M-L. (REW, 2011.3 y 6684); para derivados semejantes, vid. pestorejo, pescuño, pespunte; la disimilación de poscoço en pescoço (< -ueço) no presenta dificultad.

Y recalca en nota que “No hay que suponer un *puescueço, como hacía Ford, según advierte Hanssen, BDR III, 122” (DCECH, s.v. pescuezo, nota 2). Autoridades (s.v. pescuezo), siguiendo a Covarrubias, también había justificado su origen desde el “Latino Post y Collum, i, y corrompido Pescuezo” y, aunque aporta la etimología proporcionada por El Brocense desde “Post caput”, considera que es más cierta la ofrecida por Covarrubias, pues “parece etymologia mas naturál”.

Una vez más, recurrimos a la búsqueda en los corpus académicos para intentar rastrear algún posible ejemplo con diptongo, con el propósito de contrastar la teoría del DCECH y nos encontramos en el CORDE un único pero interesante caso documentado en un texto de Vicente Pérez Rosales (Chile, 1882), mientras que el CREA (2021) y el CORPES XXI (2021) no recogen ninguno:

Rifle, pistola de seis tiros, navajas, polvorines y caramayolas, botas granaderas y un cargamento de botellas de brandy, al áspero pendenciero oregonés. Un sombrero parasol de papel barnizado, un guardazancudos arrollado en el puescuezo, un yatagán árabe en la cintura, zapatos de diez suelas de cartón, dos sacos de arroz suspendidos en el extremo de un palo puesto al hombro, al hijo del Celeste Imperio. Sólo el ajuar del yanqui y el de los demás países europeos, barajados hasta no poder más entre sí, no revelaban nacionalidad.

También la búsqueda en Internet aporta una nueva referencia en un rap cubano del dúo Los Aldeanos5, con numerosas peculiaridades fonéticas; en él llama la atención el diptongo al no ser necesario ni por cuestiones de rima ni por cómputo silábico:

Cualquiera me sirve de armuerzo
Y yo los cojo los trituro
Los muelo y los hago pienso
Cualquiera me sirve de armuerzo
Los mato como a las gallinas
Dandole vuelta al puescuezo
Cualquiera me sirve de armuerzo
Dile que soy de buen comer
Y que estoy pa subir de peso
Cualquiera me sirve de armuerzo

En un texto procedente de España, publicado en 2006 en la red, sobre rituales de brujería6 aparece también la forma puescuezo referida a una parte del animal:

Por las mañanas y durante algún tiempo, las mujeres de una familia presentaban moratones o mordeduras en brazos y piernas. Efecto causado, según cuentan quienes me lo describen, por el poderío o la brujería de aquel personaje. Durante varios días los hombres del pueblo permanecieron de guardia por la noche pues las vacas, misteriosamente, aparecían sueltas a la mañana siguiente. Se puede argumentar que alguno tuvo la tentación de meter miedo y dejó a los animales sin prender al pesebre, pero quienes formaban parte de aquellas guardias lo habían verificado en ese punto y pudieron oír cómo todos los collares se desprendían del puescuezo de los animales y caían al suelo.

Al igual que pestorejo, también pescuezo ha derivado: pescozada, pescozudo, pescocear / pescuecear, pescozón, pescueceo y pescuecero, todas con prefijo pes- y, como se aprecia, como formaciones sustantivas, adjetivas y verbales; algunas de ellas resultan ya muy antiguas, según las informaciones de Corominas-Pascual, que identifican pescozón, pescozudo y pescocear en testimonios tempranos, como la Crónica, de Alfonso XI, en la que describe la ceremonia de hacerse caballero con el ritual de la pescozada7:

Et ciñose la espada, tomando él por sí mismo todas las armas del altar de Sanctiago, que ge las non dio otro ninguno: et la imagen de Sanctiago, que estaba encima del altar, llegose el rey a ella, et fízole que le diese la pescozada en el carriello. Et desta guisa recibió caballería este Rey Don Alfonso del Apostol Sanctiago

Las demás formas están presentes en el Diccionario académico como derivadas de pescuezo y algunas con diferentes acepciones en España e Hispanoamérica; así sucede con pescuecero, -ra, que el DLE define como voz propia del ámbito de la tauromaquia: “dicho de una banderilla, de una estocada, de un puyazo, etc.: Asestado en el pescuezo del toro”. Y, sin embargo, en México, el significado parece ser otro: “Comerciante que encarece su mercancía y altera su báscula a su favor”8. E incluso, en el ámbito náutico, pescuecero da nombre a un tipo de nudo o lazo.

2.3. PESPUNTE

Según la información que ofrece el diccionario académico, observamos que la definición no viene precedida de la etimología completa, simplemente dice que procede de pespuntar y es un sustantivo que indica “Labor de costura, con puntadas unidas, que se hacen volviendo la aguja hacia atrás después de cada punto, para meter la hebra en el mismo sitio por donde pasó antes” (DLE, s.v.). La definición nos lleva a pespuntar y en esta voz sí observamos la presencia de post en su etimología, al hacerlo proceder del latín post, ‘después, detrás’ y punctus ‘punto’. Con términos semejantes lo había expresado Autoridades (s.v. pespunte), a partir de la definición de Covarrubias: “quiere Covarr. que tome la etymologia, y se componga de la voz Latina Post punctum”. Idénticas reflexiones hallamos en tiempos modernos en el diccionario de María Moliner.

Sobre la voz pespuntar, el DCECH (s.v. punto) habla, una vez más, de un proceso de disimilación:

Pespuntar ‘coser con puntadas unidas, que se hacen volviendo la aguja hacia atrás después de cada punto, para meter la hebra en el mismo sitio por donde pasó antes’ [Oudin; Covarr.; Vz. de Guevara, El Rey en su Imag. v. 1660, y otro ej. del mismo, p. 149], disimilación de *pospuntar ‘dar puntos hacia atrás’.

Refiere el diccionario etimológico que la voz pespunte se documenta por vez primera en la obra de Pere Guillén de Segovia, autor representante de la lírica cancioneril del siglo XV.

De pespunte sí muestra documentación el CORDE, con 84 casos repartidos en 46 documentos que adelantan la datación de Corominas y Pascual en casi un siglo (crónica anónima de 1344):

ueron acabadas fue toda la fazienda vençida /. Et despues el Caualero con verguença non osaua salljr dela iglesia Et quantas feridas dieron al Cauallero en(n)la fazienda al que semejaua al Cauallero todas las el tenja enel pespunte & quantas aquel le paresçian tenja en su loriga & en todas sus armas tantas tenja el en(n)la suyas /.

También el CREA recopila 51 casos en 20 documentos, muchos de ellos con un valor metafórico más que literal, como se aprecia en un texto de Caballero Bonald (Toda la noche oyeron pasar pájaros, 1981):

Venía en dirección contraria la recua de los areneros, un muchacho bruno en camiseta arreando tediosamente a un burro rezagado, los serones rebosantes dejando en el camino polvoriento un pespunte de agua.

De esta palabra no hemos localizado prácticamente información; queremos creer que en ella se puede haber producido también la reducción de un hipotético *puespunte, pero la ausencia total de ejemplos con diptongo en todos los repertorios lexicográficos consultados nos hace dudar sobre esa posibilidad. Sin embargo, otra puerta a esa explicación la abre la búsqueda de puespunte en Internet, donde se localizan bastantes ejemplos con el significado de pespunte, tal y como podemos ver en la red social visual Pinterest, en anuncios como el siguiente:

PAÑUELO SEÑORA9

Pañuelo estampado.

Confección: puespunte.

Composición: 100% Algodón

Formato: Bolsa con 12 unidades surtidas.

Medidas: 36 cm

O en la página de Facebook cuya titular se presenta como “Ayudante de modista en EL PUESPUNTE10, que parece ser un taller de costura malagueño.

Vemos otro ejemplo en la empresa de ropa de segunda mano Wallapop11 donde una usuaria desde Vigo escribe:

Americana Chaqueta Blazer mujer de ante marca CAROLL. Estado impecable! Adquirida en El Corte Inglés Corte cazadora. Muy poco uso. Estado impecable! Excelente calidad de material y acabado. Piel Legítima tipo ante muy agradable al tacto Muy actual y atemporal. Extremadamente suave y flexible. Color marrón con puespunte vista color hueso. 4 bolsillos Cierre con botones. Botonera en puño y mangas para poder recogerlas Incluye cinturón. Aprovecha para Navidad!

En este mismo tono son muchos más los ejemplos documentados en blogs personales de costura, opiniones en páginas de moda, descripciones de vestimentas, etc. en los que con frecuencia encontramos la variante puespunte. Quizá podría decirse que estas voces contienen erratas, pero parece poco probable –como se ha indicado en páginas anteriores– que, sin existir un diptongo, se transcriba. Tal vez estos ejemplos reiterados en la red podrían indicar que en algún momento pudiera haber existido esa voz diptongada. Es, sin embargo, una simple hipótesis.

También pespunte y pespuntar ofrecen otros derivados como el verbo pespuntear (‘hacer pespuntes’) como variante del anterior o el adjetivo pespuntador/-a (‘que pespunta’) con un uso similar al de la voz original.

2.4. PESCUÑO

La cuarta voz en la que el prefijo post- se convierte en pes- es pescuño, con una posible etimología desde el latín post ‘detrás’ y cuneus ‘cuña’, según indican el DLE y el DUE. Es vocablo de uso restringido al ámbito agrícola, con el significado de “cuña gruesa y larga con que se aprietan la esteva, reja y dental que tiene la cama del arado” (DLE, s.v.). Como parte de un léxico muy especializado, no refiere prácticamente citas en las fuentes manejadas, salvo la aportación del DCECH (s.v. cuño), que documenta pescuño, como voz relacionada con cuña, por primera vez en la Academia en 1817 y, una vez más, considera que esta palabra responde a un proceso de “disimilación de *poscuño, compuesto con POST ‘detrás’”; de nuevo, la disimilación parece ser la que ha provocado la aparición del alomorfo pes-, según Corominas y Pascual.

El CORDE aporta solamente 6 casos de la voz pescuño en 3 documentos. El primero de ellos, localizado en la Historia general de las cosas de Nueva España, de Fray Bernardino de Sahagún (1576-1577), resulta interesante ya que en la voz pescuño/pescuños parece descubrirse un cruce semántico con pezuña, que es el significado que puede entreverse en el texto:

Hay un animal en estas partes que se llama maçamiztli; quiere dezir "ciervo león", el cual no sé si le hay en ninguna otra parte. Es del tamaño del ciervo y tiene la color del ciervo, y tiene sus uñas como ciervo; y los machos tienen cuernos como el ciervo, pero tiene pescuños como el lean, muy agudos, y los dientes y culmillos como león. No come yervas; anda entre los otros ciervos, y cuando quiere comer abráçase con un ciervo y con el pescuño ábrele por la barriga, començando desde las piernas hasta la garganta, y así le echa fuera todos los intestinos y le come. En ninguna cosa le conoscen los otros ciervos, sino en mal hedor que tiene.

Los demás ejemplos, todos del siglo XX, se encuentran en libros específicos de agricultura (Agricultura elemental española, de 1933, de Dantín Cereceda, y Tecnología popular española, de Caro Baroja, de 1969), con el significado actual.

Ni el CREA ni el CORPES XXI aportan testimonios, lo que indica que es una palabra en desuso, como en desuso está actualmente el arado del que forma parte. Tampoco Autoridades da noticias sobre esta voz.

Completamos la búsqueda de documentación en Internet, donde encontramos el Vocabulario popular serrano de Guadalajara12 de la Asociación Serranía de Guadalajara que, con el mismo valor que pescuño, recoge la voz pezcuño con esa variante fonética dialectal tal vez procedente del cruce con algún otro término.

También en la red sorprende un posible significado de pescuño que, en principio, nada tiene que ver con el sentido originario; es la segunda acepción de la definición que aporta José Luis Delicado (de El Salobral, Albacete)13 como “Pieza en forma de cuña que sujeta parte del arado por detrás. Familiarmente, mierda o defección alargada de grandes dimensiones”, y aporta el siguiente ejemplo [la ortografía es del autor]:

No se como te las gobiernas, está es la tercera vez que te vas a arar y pierdes el pescuño, eso sí la bota no dirás que la pierdes"./// "El Juanico de ha desahogao bien, ¡Menudos pescuños ha plantao entre el lantisco!

2.5. PESCOLA

La última palabra que nos ocupa es pescola, que el diccionario académico (DLE, s.v.) circunscribe a Andalucía con el significado de “Punta de besana [“labor de surcos paralelos que se hace con el arado. 2.f. Primer surco que se abre en la tierra cuando se empieza a arar”]” y cuya etimología atribuye a la anteposición del “desus. pos ‘después, tras’ y cola”. Una vez más, la etimología nos sitúa ante el prefijo pos- evolucionado a pes-.

Es, sin duda, una voz de uso escaso, restringido al ámbito agrícola andaluz, pues no se localiza en ninguno de los corpus de la Real Academia Española, salvo en el DLE, según se ha indicado; el CORDE, el CREA y el CORPES XXI no ofrecen ni un solo testimonio de esta palabra. Como tampoco lo recogen María Moliner, el diccionario etimológico de Corominas-Pascual ni Autoridades. Pero sí el gran cajón de sastre de Internet, única alternativa para encontrar ejemplos; de hecho, en la página Deficiona.com14 se lee lo siguiente a propósito de pescola:

Sustantivo femenino. Este vocablo es usado en la comunidad autónoma de Andalucía en España, se refiere a un remate, punta, acabado, coronamiento o extremidad de la besana o el primer surco que se abre la tierra o el terreno cuando empieza o comienza a labrar, era común en los agricultores o dedicados al cultivo de vegetales. (…) Este vocabulario etimológicamente procede del español antiguo «pos» después o tras y del sustantivo «cola».

Y esta es prácticamente toda la información que hemos podido encontrar de pescola. Puede que en alguna monografía dialectal andaluza la palabra manifieste algo de vitalidad. Sí hay que decir que en ninguna de nuestras búsquedas ha aparecido la hipotética y originaria *puescola, tal vez porque la palabra es testimonio de un léxico moribundo.

3. CONCLUSIONES

Tras el análisis de cada una de las voces con la ayuda de referentes lexicográficos, hay que ver por qué en ellas el prefijo latino pos(t)- ha evolucionado a pest-/pes- y no ha mantenido las directrices evolutivas de este elemento en las demás palabras castellanas de génesis similar.

En principio, hay que señalar que en todas las voces en las que el español contiene este prefijo la evolución ha sido a pos- o post, nunca con diptongo (salvo en la conjunción pues < post) sencillamente porque en todas ellas pos- es átono, al ceder la tonicidad que, como palabra independiente, pudiera tener a la base a la cual se adjunta.

Una primera teoría que explica el prefijo pest-/pes- en estos cinco sustantivos es la que sostienen Corominas y Pascual, como un proceso de disimilación de pos(t) < pes capaz de explicar este anómalo alomorfo. Sin embargo, en contra de la documentación aportada por estos autores, tal vez también podemos imaginar un hipotético paso previo con diptongación: *puestorejo, *puespunte, *puescuezo, *puescola y *puescuño y la posterior caída de la -u-, según ha sucedido en otras palabras del español, como la forma estantigua, o incluso los hipocorísticos Manel o Mané (por Manuel). Incluso la vocal u se pierde en otros grupos vocálicos más conocidos, como ocurre en calidad (< del lat. qualĭtas, -ātis, ‘cualidad’). Es solo una hipótesis, pero que –como se ha visto– en algunas de las palabras podría entenderse como realización real, ya que está documentada en varios testimonios escritos, bien antiguos (en los corpus académicos) o, más recientes, en el universo de Internet.

Además, la pérdida de la -u- se da en varias palabras que semánticamente están próximas: por un lado, pestorejo y pescuezo comparten el campo semántico del cuerpo humano y animal, al pertenecer a una parte de la cabeza, además muy próximas en su espacio físico; y, por otro, pescola y pescuño comparten el ámbito agrícola, una como parte del arado y la otra como el terreno ya arado. La única palabra que queda al margen de esas cercanías semánticas es pespunte. Esto no deja de ser significativo, ya que no puede descartarse que la analogía pudiera haber desempeñado también un papel destacado en estas evoluciones de voces tan próximas en el uso.

La intención final de este trabajo ha sido reflexionar sobre un pequeño grupo de palabras en las que la fonética evolutiva tomó otro camino diferente al del resto de términos con el prefijo pos(t). Es difícil, con los escasos testimonios con los que contamos, afirmar que esa vocal -e- venga de la monoptongación del diptongo -ue- por una simple caída de la vocal cerrada; pero igualmente complicado puede ser afirmar que en todos los casos haya una disimilación. O quizá la causa sea otra que no llegamos a saber interpretar. Nos conformamos con dejar constancia de la existencia de pes(t)-, como alomorfo extraño para el prefijo pos(t).

4. BIBLIOGRAFÍA

Textos especializados

Alemany Bolufer, J. (1920). Tratado de la formación de palabras en la lengua castellana. La Derivación y la Composición. Estudio de los Sufijos y los Prefijos empleados en una y otra. Madrid: Victoriano Suárez.

Almela, R. (1999). Procedimientos de formación de palabras en español. Barcelona: Ariel.

Bolaño e Isla, A. (1959). Manual de Historia de la Lengua Española. México: Editorial Porrua S.A.

Cornejo, F. J. (2008). El títere y su misterio: magia, religión y teatro (incluso en el siglo XXI). Fantoche: arte de los títeres, 2, 24-50 [en línea] https://core.ac.uk/download/pdf/157760465.pdf [28/12/2020].

Cos Ruiz, F. J. de y Ruiz Fernández, F. (2003). Teoría y práctica de fonética y fonología diacrónicas del español. Cádiz: Servicio de Publicaciones Universidad de Cádiz.

Ford, Jeremiah D. M. (1906): Old Spanish Readings. Selected on the basis of critically edited Texts. [en línea] < https://archive.org/stream/oldspanishreadin00forduoft/oldspanishreadin00forduoft_djvu.txt. [07/12/2020].

García Sánchez, J. J. (2017). Modificación preverbal recibida e innovada: estudio semántico del español ante-, pre-, pos(t)- y sub- a partir de sus orígenes en latín. RILCE, 33(3), 1171-1193. https://doi.org/10.15581/008.33.3.1171-93

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Lang, Mervyn F. (1993). Formación de palabras en español. Madrid: Cátedra.

Martín García, J. (2012). Los prefijos pre- y pos- con sustantivos deverbales. En C. Sinner, E. Bernal & M. Emsel (coords.), Tiempo y espacio en la formación de palabras del español (pp. 21-31). München: Peniope.

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Thiele, J. (1992). Wortbildung der spanischen Gegenwartssprache. Leipzig: Langenscheidt.

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Referencias lexicográficas

[Autoridades] Real Academia Española. (1990). Diccionario de Autoridades. Madrid: Gredos.

[CREA] Real Academia Española: Corpus de referencia del español actual. Banco de datos [en línea]. http://www.rae.es

[CORDE] Real Academia Española: Corpus diacrónico del español. Banco de datos (CORDE) [en línea]. http://www.rae.es

[DCECH] Corominas, J. y Pascual, J. A. (1980-1991). Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico. Madrid: Gredos.

[DLE] Real Academia Española. (2020). Diccionario de la Lengua Española, versión electrónica actualizada de la 23.ª edición [en línea] https://dle.rae.es/.

[DUE] Moliner, M. (1987). Diccionario de Uso del Español. Madrid: Gredos.

[Panhispánico] Real Academia Española (2005), Diccionario Panhispánico de Dudas, versión electrónica [en línea] https://www.rae.es/dpd/

[Terreros] Terreros y Pando, E. de. (1987). Diccionario Castellano con las voces de Ciencias y Artes. Madrid: Arco-Libros.

_______________________________

1 Recordamos aquí que Alemany Bolufer considera la prefijación como un procedimiento compositivo, de ahí que hable de compuestos.

2 https://www.foro-ciudad.com/badajoz/valverde-de-leganes/mensaje-13210605.html [07/12/2020].

3 Sobre la evolución de estantigua resulta interesante el trabajo de Gómez-Tabanera (1980). También vemos una breve historia de esta palabra en https://www.elcastellano.org/envios/2020-12-30-000000 [07/12/2020].

4 http://www.enciclonet.com/articulo/pestorejon/ [Consulta: 08/12/2020].

5 Puede verse la letra completa en: https://www.vagalume.com.br/los-aldeanos/la-papa.html [08/12/2020].

6 https://origeness.blogspot.com/2006/11/costumbres-rituales-brujeria-iii.html [09/12/20202].

7 Crónica de D. Alfonso el Onceno, apud Cornejo (2008).

8 Significado que aporta Andrés Alberto Molina en https://www.significadode.org/definicion/84111.htm [09/12/2020].

9 https://www.eslaimportaciones.es/producto-tags-complementos&PAÑUELO-[SEÑORA_1553696987ebdp6vvpsuboppa30lrlfqhujv.html[09/12/2020].

10 https://www.facebook.com/lourdes.nunez.526 [09/12/2020].

11 https://es.wallapop.com/item/oportunidades-chaqueta-ante-calidad-515051988 [09/12/2020].

12 http://serraniadeguadalajara.com/DiccionarioSerrano201510.pdf [09/12/2020].

13 http://www.elbienhablao.es/significado-pescuno [Consulta: 09/12/2020].

14 https://definiciona.com/pescola/ [10/12/2020].