Rodríguez Gutierrez, Y. V., González González, P. & Elizaincín A. (2023). Los préstamos lingüísticos como registro de la historia: indigenismos en el inglés de las Islas Malvinas/Falkland
RILEX. Revista sobre investigaciones léxicas, 6/I. pp. 69-107

LOS PRÉSTAMOS LINGÜÍSTICOS COMO REGISTRO DE LA HISTORIA: INDIGENISMOS EN EL INGLÉS DE LAS ISLAS MALVINAS/FALKLAND1

LOANWORDS AS A RECORD OF HISTORY: INDIGENISMS IN FALKLAND/MALVINAS ISLANDS2

Yliana V. Rodríguez Gutierrez
Universidad de la República

ylianarodriguezgutierrez@gmail.com

Paz González González
Leiden University

p.gonzalez@hum.leidenuniv.nl

Adolfo Elizaincín
Universidad de la República

aelizain@gmail.com

RESUMEN

El presente trabajo analiza los indigenismos (i.e. palabras originadas en lenguas autóctonas de América) encontrados en el inglés hablado en las Islas Malvinas/Falkland, sobre el entendido de que el estudio del préstamo a lo largo del tiempo puede sacar a la luz aspectos insospechados de los tipos de encuentros entre inmigrantes, criollos e indígenas (Ehret, 2010). Los indigenismos en cuestión son quechuismos y guaranismos encontrados en un corpus y en el diccionario local. Este artículo es el primer estudio de caso sobre indigenismos en el inglés del archipiélago, para el que se recurre a métodos propios de la antropología, la sociolingüística y a la lingüística del corpus.

Palabras clave: indigenismos, quechua, guaraní, inglés de las Islas Malvinas/Falkland.

ABSTRACT

This paper analyzes some Indigenisms (i.e. words originated in native languages of the Americas) found in the English of Falkland/Malvinas3 Islands, under the assumption that the study of loanwords over time can bring to light unsuspected aspects of the types of encounters among immigrants, criollos and indigenous people (Ehret, 2010). The Indigenisms treated within this paper are words from the Quechua and Guarani languages which were found in a corpus and in the local dictionary. This article is the first case study on Indigenisms in the English spoken in the archipelago, for which we have resorted to methods from anthropology, sociolinguistics, and corpus linguistics.

Keywords: Indigenisms, Quechua, Guarani, Falkland/Malvinas Islands English.

Recibido: 11-09-2022
Aceptado: 26-11-2022

DOI: https://doi.org/10.17561/rilex.6.1.7405

1. INTRODUCCIÓN

Como consecuencia de los descubrimientos y colonizaciones que tuvieron lugar a partir del siglo XV, a América llegaron las dos grandes potencias de la época, España y Portugal, acompañadas de sus respectivas lenguas. La imposición de estas no sería una tarea fácil y mucho menos rápida. Es bien sabido que en este tipo de encuentros de culturas, la lengua que se impone es la del que cuenta con el poder: p. ej. el español en América (Lipski, 2007); el inglés en Australia (Romaine, 1991); el portugués y el francés en África (Chabal et al., 2002).

En el hemisferio sur existe una diversidad lingüística que excede a la dupla neolatina. Si bien otras lenguas indoeuropeas como el francés, el holandés y el inglés también han logrado hacerse lugar en el continente, el grupo occidental es ampliamente superado por el nativo. A pesar de esta diferencia, las lenguas autóctonas recién ahora están empezando a recuperar espacios, mayoritariamente en lo tocante a la educación y a la administración (considérese como ejemplo el caso del guaraní en Paraguay4). En la actualidad, casi 500 lenguas indígenas se hablan en América del Sur (ver Eberhard, Simons & Charles, 2021). Sin embargo, esto no es más que una fracción de las lenguas que se hablaban al momento de la conquista (Tsunoda, 2005). Dentro de las lenguas autóctonas que aún se hablan, encontramos al quechua y al guaraní. Ambas han tenido un rol de lengua franca, tarea que las ha llevado a establecer contactos fortísimos con otras lenguas locales y con las trasplantadas.

Dada la situación lingüística de la región sudamericana, no sorprende que tanto el español como el portugués, así como las múltiples lenguas autóctonas de América del Sur, hayan tomado prestadas palabras unas de otras ya que el contacto lingüístico es inevitable. Sus resultados son diversos y van desde el surgimiento de nuevas variedades de lenguas a la incorporación de léxico de una lengua a otra. Este último fenómeno es llamado “préstamo léxico” y es el proceso por el que una lengua toma palabras de otra. Los estudios sobre préstamos lingüísticos en América del Sur se han centrado sobre todo en el papel del español (y el portugués) en las lenguas amerindias, pero la influencia de las lenguas nativas de América en las variedades del español no ha sido estudiada con la misma atención. De entre estos trabajos podemos destacar el de Haboud (1998) sobre el español andino ecuatoriano influenciado por el quechua; el de Krivoshein de Canese y Corvalán (1987) y el de Dietrich (1995) sobre el español paraguayo influenciado por el guaraní; los de Flores Farfán (1998; 2000) sobre el español mexicano influenciado por el náhuatl y el de Rodríguez (2016) sobre préstamos del guaraní en el español hablado en Uruguay. Asimismo, fueron de gran importancia el trabajo de Ramírez Luengo (2007) con su obra "Breve historia del español de América", el de Lipski (1996) donde se resalta la importancia del sustrato indígena en las diferentes variedades del español americano, el de Lapesa (1981) donde dedica un apartado a la cuestión de las lenguas indígenas y su influencia en el español de América, el de Granda (1994) sobre el español de América, de África y hablas criollas hispánicas, y el de Lope Blanch (1968) sobre el español de América.

Prácticamente toda variedad del español (y portugués) americano presenta en su repertorio léxico palabras que se originan en lenguas autóctonas de América. Dado que estas lenguas suelen estar a su vez en contacto con otras lenguas, nos encontramos con palabras autóctonas de América en un archipiélago del Atlántico Sudoccidental donde la lengua local es el inglés.

Tanto el español como el inglés han jugado un papel importante en lo que respecta al campo de la lingüística de contacto. Destaca el caso del español por su contacto con las lenguas amerindias, y se ha argumentado que su estudio es de suma importancia. De manera similar, la expansión y difusión del inglés en todo el mundo también ofrece una oportunidad peculiar, similar a un laboratorio, para estudiar los fenómenos de contacto. Al igual que en el caso del español, el trasplante del inglés en todo el mundo vio una diversificación extrema y el surgimiento de "nuevas" variedades (Schreier, 2008). La “exportación” del inglés ofrece perspectivas fascinantes para la lingüística de contacto, ya que la incorporación del inglés en una multitud de entornos de contacto (con innumerables sistemas lingüísticos coexistentes) implicó una cantidad sin precedentes de cambios lingüísticos inducidos por el contacto (Thomason & Kaufman, 1988).

2. LA RELEVANCIA DEL ESTUDIO DEL FENÓMENO DEL PRÉSTAMO PARA RECONSTRUIR SITUACIONES LINGÜÍSTICAS

El préstamo léxico suele entenderse como una palabra transferida de una lengua a otra. En uno de los trabajos pioneros sobre el préstamo lingüístico, Haugen define un préstamo como “the attempted reproduction in one language of patterns previously found in another / el intento de reproducción en una lengua de patrones previamente encontrados otra5” (1950, p. 212). El préstamo entendido como un cambio inducido por contacto(s) requiere una visión diacrónica, el proceso es visible por la forma en que elementos extranjeros se incorporan a una lengua: desde su aparición en los idiolectos de los innovadores hasta su posterior difusión entre otros hablantes y, finalmente, a la comunidad lingüística en general (Gómez Rendón, 2008). Si bien hablar de influencia sería más apropiado, el término “préstamo” no da lugar a confusiones en la literatura especializada. Por “préstamo” hacemos referencia a una palabra que pasa de una lengua a otra y llamamos “fuente” a la primera y “receptora” a la segunda6. Los préstamos son relevantes para la lingüística general porque son una de las principales manifestaciones del cambio lingüístico (Backus, 2014), por lo que su estudio puede ayudarnos a entender mejor el fenómeno del cambio. Es más, un mejor conocimiento de la manifestación de los préstamos es fundamental para progresar en la lingüística histórica comparada (Haspelmath, 2008). En la historia de las palabras también existe un registro de los eventos culturales de la historia humana y a partir de las historias de muchas palabras juntas podemos construir una comprensión compleja de la historia de la sociedad en su conjunto (Ehret, 2011). En palabras de Ehret:

Linguistic evidence, in the form of loanwords, can show the appearance of new ideas and things in the course of history of a society and indicate their sources; and if preservable material culture is involved, the same things and their directions of spread will show up in the archaeological record as well. Furthermore, because we can argue also from linguistic evidence whether a particular language shift accompanied a situation of major cultural break or one of considerable cultural continuity, linguistics also allow us to deal with the most difficult problem of correlation - whether a significant break or the lack of it should appear in the archaeological sequence correlatable with the particular historical sequence suggested by the linguistic evidence. Moreover, relative geographies of ethnicities through time can be built up from the combining of relationship and loanword evidence, and the fitting of such linguistic mappings over archaeological maps will eventually yield correlations of near certainty of correctness. Finally, linguistic evidence can confirm whole dimensions of culture history which are only occasionally, or not at all, inferable from the material remains (1976, pp. 16-17)

Resumiendo, un análisis del préstamo léxico a lo largo del tiempo puede sacar a la luz aspectos insospechados de los tipos de encuentros entre inmigrantes, criollos e indígenas (Ehret, 2010), lo cual intentaremos demostrar en el presente trabajo.

3. EL CONTEXTO SOCIOLINGÜÍSTICO-HISTÓRICO

Las Islas Malvinas/Falkland, han sido documentadas desde principios del siglo XVI, pero según fuentes inglesas solo han sido permanentemente habitadas desde 1833, cuando fueron ocupadas por los británicos. Sin embargo, antes de esa fecha numerosos asentamientos británicos, franceses, españoles y argentinos se habían establecido en los siglos XVIII y XIX. Los primeros pobladores fueron francófonos, Louis-Antoine de Bougainville llegó a las Islas el 3 de febrero de 1764 e instaló un pequeño asentamiento en Port Louis al noreste de la East Falkland (Britain & Sudbury, 2013). Al poco tiempo, los ingleses fundan Port Egmont, pero en 1767 la Corona francesa reconoce la soberanía de los españoles (basándose en el tratado de Tordesillas7 de 1494) y entregan la colonia de Bougainville a las autoridades españolas en Buenos Aires. En ese entonces “todos los veranos se realizaba el aprovisionamiento de la colonia con barcos que partían desde el puerto de Montevideo” (Beccaceci, 2017, p. 11). Para 1774 los ingleses también abandonarían las Islas, sin renunciar por ello a su reclamo. En el siglo XVIII, uno de los barcos españoles amarrados en Montevideo era enviado a las Malvinas/Falklands cada año y su oficial al mando actuaba como comandante gobernador del asentamiento en Port Louis/Puerto de la Soledad (David, 2005). Sin embargo, debido a los procesos de independencia del Virreinato Del Río de la Plata, las Islas quedaron a la merced de marineros cazadores que aprovechaban su riqueza natural. En 1829 el gobierno de Buenos Aires funda, de la mano de Luis Vernet, una colonia en las Islas, pero cuatro años más tarde el Capitán Onslow al mando de la corbeta Clío reclamaría las islas como británicas obligando al comandante argentino don José María Pinedo a retirarse (Boumphrey, 1967).

Después de que Onslow izara la bandera británica en 1833, proclamando la soberanía británica e instalándose ininterrumpidamente hasta nuestros días, los 33 residentes argentinos y los 26 soldados que conformaban la guarnición de Argentina fueron obligados a retirarse, mientras que al resto se le dio la opción de quedarse (Pascoe & Pepper, 2008). Según Pascoe y Pepper (2008), 12 argentinos, 4 indios charrúas uruguayos; 2 británicos, 2 alemanes, 1 francés y 1 jamaiquino decidieron quedarse y otros 7 civiles llegaron más tarde ese año (incluyendo 4 gauchos). Para 1838, había 43 personas, de las cuales 14 eran marineros que trabajaban desde barcos atracados y 7 eran gauchos (Britain & Sudbury, 2010). En 1842 solo 10 aún permanecían en las islas y entre los 49 residentes no militares, había misioneros en ruta a la Patagonia, gauchos, cazadores de focas, un grupo privado de horticultores y curadores de pescado y trabajadores zafrales del gobierno (Royle, 1985). Sudbury (2001 y 2005) asegura que los colonos del siglo XIX provenían mayormente de Escocia (de las Highlands y la región de las islas del oeste) y del suroeste de Inglaterra (Somerset y Devon). Se consideraba a los escoceses colonizadores ideales, debido a las similitudes de las condiciones climáticas y agrícolas entre Escocia y las Malvinas/Falklands8. En la segunda mitad del siglo XIX, la población aumentó significativamente, en parte debido a la política del gobierno británico de fomentar la migración. Sin embargo, también hubo migrantes de América del Sur, principalmente gauchos rioplatenses (ver figura 1) que fueron empleados para trabajar en la industria ganadera (Spruce en Blake et al., 2011) y que permanecieron en las Islas hasta finales del siglo XIX.

FIGURA 1: Obra titulada “Dos gauchos en el palenque”, realizada c.1878 por Juan Manuel Blanes (Museo Nacional de Artes Visuales del Uruguay). Los gauchos que viajaron al archipiélago probablemente lucirían de un modo similar.

La presencia de los gauchos en las Islas tiene su origen en el siglo XVIII, cuando Bougainville llevó una manada de alrededor de siete terneras y dos toros, junto con algunos cerdos y ovejas, tres caballos y una cabra (Strange, 1973). Según Strange (1973), quien ha hecho un estudio pormenorizado de la historia ganadera en las Malvinas/Falklands, durante la ocupación española más ganado fue llevado a las Islas y para 1785 el Gobernador español Ramón Clairac aseguraba que los animales alcanzaban las 7774 cabezas. Entre 1826 y 1832, Vernet se establecería en las Islas, en respuesta a una propuesta del gobierno de la provincia de Buenos Aires y uno de sus principales fines era capturar ganado salvaje y faenar unas 20.000 cabezas con la ayuda de gauchos rioplatenses (Beccaceci, 2017). El trabajo de estos gauchos consistía en (a) la “agarrada” de ganado bagual, descendientes de los caballos y vacas dejados por Bougainville, (b) la construcción de corrales con turba o piedra para el encierro de animales y (c) el ejercicio de distintos oficios (Lorenz, 2014). En los contratos que celebraba Vernet con los gauchos, disponibles en el Archivo General de la Nación de Argentina, se especificaba que su labor comprendía la matanza de ganado vacuno y caballar; además cuando no se realizara esa tarea debían cuidar de la hacienda mansa, construir corrales, ranchos y hacer lazos, cinchas, caronas, maneas y componer bastos. Resulta muy ilustrativo el siguiente extracto de las notas de viaje del Capitán Robert FitzRoy, donde apunta, que

Although the climate is so much colder than that of Buenos Ayres, the gauchos sleep in the open air, when in the interior, under their saddles, just as they do in the latitude of 35°. While idling at the settlement they gamble, quarrel, and fight with long knives, giving each other severe wounds. With their loose ponchos, slouched hats, long hair, dark complexions, and Indian eyes, they are characters fitter for the pencil of an artist than for the quiet hearth of an industrious settler. Besides these gauchos, we saw five Indians, who had been taken by the Buenos Ayrean troops, or their allies, and allowed to leave prison on condition of going with Mr. Vernet to the Falklands (1839, p. 278).

Los gauchos descritos por FitzRoy fueron de los pocos que permanecieron después de los sucesos de 1831-1833. El capitán también mencionó cómo estaba compuesta la población, en base a lo que un colega que había estado en Port Louis antes le dijo y según esa fuente había alrededor de 100 personas, incluyendo 25 gauchos, 5 indios, 2 familias holandesas, 2 o 3 ingleses, una familia alemana y el resto eran españoles o portugueses.

Si bien no muchos de los primeros gauchos que Vernet llevó para trabajar con el ganado bagual decidieron quedarse en las Islas, otros comerciantes continuaron “importando” trabajadores, sobre todo desde la Patagonia y en el caso de los hermanos Lafone especialmente desde Uruguay (Lorenz, 2014). El inglés Samuel Fisher Lafone, habitante de Montevideo, creó la Falkland Islands Company (FIC) para comercializar el ganado vacuno de las Islas. El auditor colonial Boumphrey (1967), señalaba que en 1847, la gran península que forma la mitad sur de East Falkland, conocida como “Rincón del Toro” para Darwin, fue comprada por Lafone. Junto con la tierra, el empresario adquirió los derechos sobre el ganado que floreció allí. Dicha península pasó a conocerse hasta nuestros días como “Lafonia”. Lafone estableció el saladero Hope Place, lo cual llevó a la rápida disminución del ganado salvaje (Strange, 1973). Según Strange, los gauchos que Lafone llevó a las Islas construyeron una pared de turba a través del istmo que une la sección norte de East Falkland con el área de Lafone al sur, evitando que el ganado se escapara de su tierra; con esto lograron cazar ganado hasta tal punto que en un período de cuatro a cinco años prácticamente no quedó ganado salvaje (1973). En marzo de 1852 se realizó un censo poblacional que registró dieciocho personas con la profesión de “gaucho”9, otros sudamericanos figuraban como peones o trabajadores (estos censos están disponibles en The Jane Cameron National Archives). Como lugar de origen se lee: South America, Uruguay, Argentina y Montevideo (por ser el puerto del que habían zarpado). Según Beccaceci (2017) en ese entonces llegaban constantemente barcos con gauchos desde el continente.

En 1860, el gobierno británico volvió a tener la propiedad del ganado silvestre y comenzó a cobrar multas a quien hería o capturaba ganado fuera del área de Lafonia sin el permiso del gobernador. En consecuencia, el ganado fue destruido lentamente por los colonos y en cuestión de unos pocos años aproximadamente solo permanecían 300 reses en propiedad de la Corona en la East Falkland (Strange, 1973). En 1867 se adjudicaron miles de hectáreas a la cría de ovejas, convirtiendo a las Islas en una colonia pastoril del Reino Unido y trayendo inmigrantes de origen británico que fueron suplantando al gaucho rioplatense, apunta Beccaceci (2017). Según el mismo autor, para 1883 ya había medio millón de ovejas y en 1889 desaparece el puesto de “capataz de los gauchos” de la FIC. En poco tiempo dejó de haber ganado bovino en la East Falkland, mientras que en la West Falkland desapareció alrededor de 1894 (Strange, 1973).

José Hernández, el autor del Martín Fierro, viajó a las Islas y en 1869 publicó una carta con observaciones y relatos sobre su experiencia, en donde nos cuenta sobre un encuentro con un indio pampa:

He conocido Puerto Luis, antigua capital en tiempo de la posesión argentina, según se me ha asegurado allí mismo por un indio pampa que fue del Río Negro (Costa Patagónica) en calidad de peón de estancia hace 52 años, es decir, dieciseis años antes de la invasión inglesa. Suponga usted la edad que podrá tener; él mismo no lo sabe, pero dice que era hombre cuando se conchabó para ir a bordo de una goleta cargada de caballos que llevaban desde la costa firme para poblar una estancia en Malvinas.

Desde aquella época, él vive en Puerto Luis, en donde ha conseguido aquerenciar un rodeo de vacas que ha ido agarrando a lazo en las serranías que aún se hallan plagadas de ganado alzado. Se encuentra feliz y sin deseos de volver a su país; es proporcionalmente rico, se ha acostumbrado, o más bien aquerenciado, en aquellas soledades, y se ausenta para ir de tiempo en tiempo a Stanley en compañía de su mujer que es una inglesa muy madura también, a asistir a las funciones religiosas de la iglesia protestante en que fue bautizado cuando se casó. Inútil será decirle que ha olvidado totalmente el mal español que hablaba cuando recién fue; hoy se explica en tan buen inglés como la mayoría de los súbditos de S.M.B. (Hernández, 2006, p. 38)

El testimonio de Hernández da cuenta de la existencia de población indígena en el archipiélago y de su asimilación a la cultura angloparlante. Por desgracia, no existe una descripción precisa de la situación lingüística de las Islas durante esta época (esto es, cómo se desarrolló la situación de multilingüismo, en qué contextos se utilizaban las lenguas, qué distribución de las lenguas existió para que se produjese una incorporación de esas palabras, etc.). Sin embargo, sí hemos podido constatar un número considerable de personas con la profesión de “gaucho” (ver figura 2) (Rodríguez & Elizaincín b, en prensa), en la figura 1 se evidencia que una proporción importante de la población de las Islas se desempeñaba como gaucho. La presencia de gauchos hispanohablantes o bilingües puede considerarse como un posible origen de los muchos préstamos de lenguas indígenas de América (quechua y guaraní, en este caso) que llegan al inglés de las Islas.

FIGURA 2: Fuerza de trabajo con la profesión de “gaucho” comparada con el resto de la población.

4. EL INGLÉS HABLADO EN LAS ISLAS; SU COMPONENTE HISPANO-AMERICANO PRODUCTO DEL CONTACTO LINGÜÍSTICO

La variedad inglesa de las Malvinas/Falklands está poco estudiada, junto con la de Nueva Zelanda es una de las variedades más recientes del “Inner Circle” (Kachru, 1985), ya que las Islas han estado habitadas continuamente por menos de doscientos años. La variedad de las Malvinas/Falklands suele ser desconocida y difícilmente alguien pueda identificar a un isleño al escucharlo en el extranjero. Trudgill (1986), Wells (1982) y Sudbury (2000) han mencionado las similitudes del inglés de las Malvinas/Falklands con las otras variedades del inglés del hemisferio sur. Pero durante su investigación doctoral, Sudbury (2000) demostró que si bien la variedad de las Malvinas/Falklands presenta muchas características en común con el resto del hemisferio sur, es divergente en ciertos aspectos. La lingüista apunta que dentro de las variedades del inglés extraterritoriales el desarrollo del inglés de las Islas es peculiar, lo que atribuye a su demografía y al contexto de variedades en contacto (Sudbury, 2005). Las variedades del inglés que dieron origen a la de las Malvinas/Falklands son las del sur y sudoeste de Inglaterra y las del noroeste de Escocia (Britain & Sudbury, 2010). El inglés de las Islas se ha alejado de estas variedades, pero aún conserva restos gramaticales de ellas10; es más, como una variedad del Círculo Interno (Kachru, 1985) que se desarrolló en un momento similar a las variedades de Australia y Nueva Zelanda, comparte con ellas una serie de características, aunque sigue siendo un miembro un tanto periférico del “club” del hemisferio sur (Britain & Sudbury, 2013).

Lo que Sudbury (2005, p. 403) llama “pure dialect contact” no fue tal, porque al contacto entre variedades del inglés se le debe sumar el contacto con variedades del español. Siguiendo a Spruce (2011), entendemos que dentro de esta mezcla de acentos británicos, también debe considerarse “the influence of those who had worked in Patagonia and brought back their own version of the Spanish they had learned, and the seasonal workers from Chile, such as those that came to the meat works at Goose Green11 in the late 1800s and early 1900s. Direct shipping links to Uruguay and Chile also added to the smattering of South American Spanish” (p. 1). Según esta autora el mayor grupo de palabras características de las Malvinas/Falklands es probablemente el que se tomó prestado del español hablado por los gauchos rioplatenses que fueron a trabajar en la industria ganadera, y explica: “They brought with them the terminology, and the knowledge of how to make and use gear for horses, which were both transport and pack animals on the huge farms; they gave their names for streams, valleys and camps12” (p. 1) (ver Rodríguez & Elizaincín b, en prensa). Hoy en día, debido a los cambios propios de nuestra era, la industria está mecanizada, los lotes de campo reducidos, no se precisan caballos para transportarse y la cría de ganado vacuno ha sido reemplazada por la de ganado ovino. Dicho reemplazo parece haber influido en que se prescinda de la mano experta del gaucho.

Actualmente, el inglés hablado en Stanley está más en contacto con otras lenguas y variedades que el inglés hablado en algunos de los establecimientos del camp. Como resultado, hay quienes dicen que el “acento” de Stanley se parece al del inglés australiano y otros que creen que los hablantes de algunas partes del camp suenan como aquellos del sudoeste de Inglaterra (Sudbury, 2000 y 2001). Britain y Sudbury (2010) no están seguros de cómo el mayor contacto con los extranjeros e inmigrantes afectará la variedad, es decir, si convergerá o divergirá de las variedades del inglés a las que es tipológicamente similar. Con respecto a las palabras y expresiones exclusivas de las Malvinas/Falklands, Spruce (Blake et al., 2011) explica que algunas de las palabras ya no son de uso cotidiano, otras se escuchan cada vez menos, y agrega que con el estilo de vida actual y con una población que cambia rápidamente, es muy probable que también desaparezcan.

Si bien Britain y Sudbury (2010) reconocen que algunas palabras distintivas del inglés de las Islas, tienen sus orígenes en el español y suponen que es el resultado del contacto con gauchos sudamericanos, solo mencionan la palabra “camp” (de “campo”) que se usa para referir a todo territorio fuera de Stanley, así como la tierra en sí. Sin embargo, otros investigadores han registrado varios hispanismos13 (p. ej. Beccaceci, 2017; Blake et al., 2011; Lorenz, 2014; Migone, 1996; Munro, 1998; Roberts, 2002; Spruce, 1992; Strange, 1973; Vidal, 1982). Prima facie, los préstamos en cuestión parecen ser lo que Algeo (2010) llama “popular loanwords”, término que opone a “learned loanwords” (p. 248) siendo las primeras transmitidas oralmente, sin que sus hablantes sean conscientes de su origen a pesar de que son usadas a diario, mientras que las segundas, deben su adopción a la influencia literaria, científica o académica. Uno de los informantes de Vidal (1982), un ganadero de 64 años le decía: “antes había en las Malvinas más gente que hablaba castellano que inglés, y la vida de campo, hasta ahora, es como la de los criollos de la Patagonia” (p. 8).

Hoy, si bien existen hablantes de español en las Islas, el inglés es la primera lengua local. Y si a esto le sumamos que las prácticas ganaderas han desaparecido, no sorprende que muchos de los hispanismos no se usen más. Según Sudbury (2000) muchas de estas palabras están perdiendo vitalidad debido al contacto con los extranjeros, especialmente con los militares británicos asentados en las Islas. Sin embargo, el español hizo una colaboración de peso en la conformación de esta variedad, mayoritariamente en la esfera léxica. A través de este, algunos indigenismos han penetrado el inglés de las Islas. Como explicaremos a continuación, conocer estos préstamos es el principal objetivo de este artículo. Vale aclarar que en este trabajo llamaremos “indigenismos” a palabras originadas en lenguas autóctonas de América (en rigor, quechua y guaraní) que previo a su llegada al inglés de las Malvinas/Falklands fueron incorporadas a las distintas variedades del español. La literatura también llama a estas palabras “americanismos”14. En este trabajo seguimos el criterio del origen de Gútemberg (1984), según el cual son americanismos sólo los elementos léxicos nacidos u originados en América. Criterio que podría estrecharse si solo se consideran originarios de América los procedentes de las lenguas amerindias, esto es, los llamados “indigenismos”. Para otros autores algunos indigenismos son americanismos, mientras que otros no (Company Company, 2010; Ramírez Luengo, 2015). Piénsese en el caso de chocolate, su origen en el náhuatl lo hace un indigenismo en función a su etimología, un americanismo cuando se considera su expansión en América, pero una palabra propia del español todo cuando se considera su expansión en esta y muchas otras lenguas.

5. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA

En este trabajo buscamos dar cuenta de cómo las múltiples capas de préstamos en una lengua son informativas sobre los contactos que mantuvieron los hablantes de la lengua receptora y de la lengua fuente, ya que las características de las palabras que fueron incorporadas también nos hablan sobre la naturaleza del contacto (Backus, 2014). Para ello, nos embarcamos en el estudio de aspectos relacionados con algunas palabras de origen amerindio. Es decir, el foco estará exclusivamente en el préstamo, puntualmente en aquellos con origen en lenguas nativas de América. Las palabras cuentan con forma y significado, y si bien ambos componentes pueden ser transferidos a otra lengua, en este trabajo estudiamos los casos en los que tanto la forma como al menos parte del significado de una palabra son incorporados al inglés.

En la lingüística del contacto se suelen utilizar metodologías y técnicas propias de áreas del conocimiento y disciplinas adyacentes. Para este caso, tomamos un enfoque mixto en tanto que recolectamos datos cuantitativos y cualitativos, recurriendo a métodos propios de la antropología (entrevistas de tipo etnográfico), la sociolingüística (encuestas a integrantes de la comunidad de habla) y a la lingüística del corpus.

La primera etapa de esta investigación consistió en el relevamiento de un corpus metalingüístico en el que se menciona vocabulario de origen hispano. A saber, Beccaceci (2017), Blake et al. (2011), Colgate (2002), Darwin (1839), Hipólito Solari (1959), Lorenz (2014), Migone (1996), Moreno (1950), Roberts (2002), Spruce (1992), Steen (2000), Strange (1973) y Vidal (1982). Se consultó la etimología de todos los préstamos, recurriendo a los siguientes diccionarios:

el diccionario de quechua elaborado por el Ministerio de Educación del Ecuador (2009),

el diccionario de guaraní de Krivoshein y Acosta (1997),

el Diccionario Manual de Americanismos de Morínigo (1966),

los diccionarios de la Real Academia Española (RAE):

el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española (2014) (de aquí en más DLE) y

el Diccionario de Americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española (2010) (de aquí en más DAMER);

dentro de las obras lexicográficas de la lengua inglesa se consultó el Oxford English Dictionary (2021),

y el único diccionario existente sobre la variedad de inglés de las Malvinas/Falklands (Blake et al., 2011).

La segunda fase se basó en estimular la circulación de una encuesta a través de redes sociales durante el mes de julio de 2019. Su fin era conocer las percepciones y actitudes de los isleños. Las preguntas buscaban conocer el conocimiento, el uso y la aceptación de los préstamos. Se preguntó a los informantes si conocían las palabras, si se las habían oído decir a un isleño, si alguna vez las habían usado ellos mismos y si las consideraban parte del inglés de las Malvinas/Falklands. Finalmente, se preguntó si conocían el origen de las palabras y cuando la respuesta fue negativa se les invitó a hipotetizar uno. Esto último para conocer su conciencia lingüística sobre el fenómeno. Todos los informantes tienen el inglés como lengua de preferencia, el 61% son mujeres, la edad promedio es 47 (con informantes que van de 15 a 71 años). El 84% de los participantes nacieron en las Islas, el resto vivió en ellas al menos el 70% de su vida. La muestra consiste en 88 individuos. Consideramos a esta una muestra representativa dada la población del archipiélago: 3,354 de acuerdo al último censo de 2016 (Falkland Islands Government, 2007).

Por último, tuvieron lugar dos estancias de trabajo de campo (2019 y 2020) con el fin de conocer mejor las actitudes de los isleños hacia las palabras. Las herramientas constan de notas de campo, un diario de campo y una grabadora, siguiendo la premisa del trabajo de campo etnográfico (Guber, 2011). Se organizaron reuniones y entrevistas con personas de diferentes partes de las Islas (Stanley y el campo, tanto en East Falkland como en West Falkland) y de diferentes edades; especialmente informantes añosos para contemplar el fenómeno del tiempo aparente (Chambers, 2002; Eckert, 1997). Se realizaron 20 entrevistas, a todos los entrevistados se les presentó una carta de información y un consentimiento informado, ambos aprobados por los comités de ética de la Universidad de la República y de la Universidad de Leiden. Tanto en el trabajo de campo como en la redacción de este documento, se tomaron en cuenta las precauciones éticas fundamentales de la investigación académica. Se pidió a todos los participantes que firmaran consentimientos informados, se garantizó la confidencialidad a todos los informantes y a las instituciones involucradas, y se dejó una carta de información para que los informantes puedan contactar a las universidades involucradas en caso de que lo necesiten. El aval ético para el trabajo de campo se obtuvo del comité de Ética de las facultades de Humanidades y Arqueología de la Universidad de Leiden y de la Universidad de la República. Los comentarios de los informantes han sido anonimizados y se presentan seguidos de números entre paréntesis. Enumeramos las observaciones hechas por isleños sin clasificaciones individuales, el fin último es preservar al máximo la identidad de los informantes en una comunidad tan pequeña.

6. RESULTADOS, ANÁLISIS Y DISCUSIÓN

El relevamiento del corpus metalingüístico arrojó como resultado una lista de 168 préstamos del español en el inglés de las Islas (Rodríguez, Elizaincín & González, 2022). De este universo, de acuerdo a los diccionarios consultados, cuatro resultaron ser palabras autóctonas de lenguas americanas:

guanaco (del quechua “wanaku”) (DAMER),

mate (del español “mate y este del quechua “mati) (DAMER),

warrah (del español “guará y este del guaraní “aguara -"zorro") (nuestra interpretación, etimología no consignada en ninguno de los diccionarios consultados)

yapper (del quechua “yapa”) (nuestra interpretación, etimología no consignada en ninguno de los diccionarios consultados)

En los apartados 6.1.1 a 6.1.4 presentamos, palabra a palabra, los datos obtenidos a partir del relevamiento de diccionarios, del cuestionario completado por isleños y del trabajo de campo (aparecen numerados los comentarios de los isleños, sin que dicha enumeración sea significativa en sentido alguno). Otras palabras que también pueden llegar a tener un origen en lenguas amerindias son wacho, gaucho, pangaré y che. Pero dado que no hay consenso en la etimología de estos lemas, se decidió darles un análisis aparte. Los tres últimos por su origen incierto y el primero por la confusión que presenta con gaucho (ver apartado 6.1.5). Por último, en el apartado 6.2 proponemos un análisis y una breve discusión de los datos en su conjunto.

6.1. RESULTADOS

6.1.1 Guanaco

En la tabla 1 pueden verse tanto las etimologías y significados atribuidos por el diccionario quechua-castellano elaborado por el Ministerio de Educación del Ecuador, los diccionarios de la Real Academia Española (el de americanismos y el de la lengua española), el diccionario de las Malvinas/Falklands de la autoría de Blake et al. (2011) y el Oxford English Dictionary (OED). Está claro que guanaco es un quechuismo y que el significado de la palabra ha permanecido inalterado en las tres lenguas en cuestión.

Diccionario de quechua

DAMER

DLE

A dictionary of Falklands Vocabulary

OED

wanaku [wanaku] s. s. variedad de llama. Chantazushina, llamashina wiwa. Perumanta shuk wanakuta apamuni.

(Del quech. wanaku). I. 1. m. Ec, Pe, Bo, Ch, Ar. Camélido sudamericano, de cerca de 1,5 m de altura hasta la cruz y poco más desde el pecho a la grupa, cabeza pequeña, orejas largas y puntiagudas, cuello largo y erguido y cuerpo cubierto de pelo largo y lustroso, de color pardo oscuro. (Camelidae; Lama guanicoe). ◆ (huanaco).

Tb. huanaco en acep. 1, Arg., Bol. y Perú. Del quechua wanaku. 1. m. y f. Mamífero camélido, propio de los Andes, muy parecido a la llama, de la cual se diferencia en ser algo mayor. U. en m. ref. a la especie.

Lama guanicoe. The guanaco belongs to the llama family and is native to South America. It is found in Patagonia and Tierra del Fuego. Some guanaco were imported to the Falklands in the 1930s and their descendants are to be found on Staats Island.

< Quichua huanaco, huanacu. A South American mammal, Auchenia huanaco, a kind of wild llama producing a reddish brown wool.

TABLA 1: Entradas para la palabra guanaco en los diccionarios consultados.

Los isleños se familiarizaron con el guanaco cuando fueron importados en la década de 1930 por el sr. Waldron, explica la historiadora e isleña de novena generación Joan Spruce (en comunicación personal, 2021). Un pequeño número permanece en Staats Island y debido al gran número de nacimientos, se sacrifican algunos cada pocos años, dice la investigadora.

Más de la mitad de los informantes (el 88%) conoce, usó alguna vez y oyó a isleños decir la palabra guanaco. En lo que respecta a la aceptación de la palabra, esta se mantiene en el 50%. Quienes no conocen la palabra son los informantes adolescentes, un par de veinteañeros y solo una persona en sus treinta. Los comentarios mencionan el origen sudamericano del animal, que este no está solo en las Malvinas/Falklands, que la palabra se usa poco y algunos indican con especificidad en cuál de las más de 700 islas e islotes del archipiélago podemos encontrarlas.

Estos son los comentarios que hicieron ocho isleños sobre la palabra guanaco15:

(1)It is a species of imported animal. Name of a South American animal similar to a llama

Es una especie de animal importado. Nombre de un animal sudamericano parecido a la llama.

(2)A member of the South American llama family

Un miembro de la familia de la llama sudamericana.

(3)Guanaco are not unique to the Falklands

Los guanacos no pertenecen solo a las Falklands.

(4)But again not used much these days

Una vez más, no se usa mucho hoy en día.

(5)There are guanacos on some islands in the Falklands but it is not a commonly used word

Hay guanacos en algunas islas de las Falklands pero no es una palabra comúnmente usada.

(6)This is not a word that is used in everyday language

Esta no es una palabra usada en el lenguaje cotidiano.

(7)They are present on Staats Island

Están en la Isla Staats.

Queda claro que los isleños conocen el origen del animal, asociándolo a América del Sur, e insisten en que no es una palabra de uso cotidiano e incluso que está perdiendo vitalidad.

Un comentario interesante para la lingüística, sobre el que sería bueno indagar en el futuro es el siguiente:

(8)There are some on one of the remote Islands, introduced from South America years ago. I have never seen one but have had conversations about them. Some people say "I'm guanacoed" meaning I am tired (wordplay on "knackered")

Hay algunos en las islas remotas, traídos de América del Sur hace años. Nunca vi uno, pero he tenido conversaciones sobre ellos. Algunas personas dicen “I’m guanacoed” con el sentido de estoy cansado (un juego de palabras con “knackered”).

Esta apropiación del nombre como verbo, en su forma de participio merecería más atención.

6.1.2. Mate

En lo que respecta a la palabra mate, también resulta claro que es una palabra quechua (ver tabla 2). Más allá de que esta significa “calabacita”, por metonimia tanto el recipiente como la infusión comparten el lema en variedades del español americano donde su consumo es muy común. Su significado es el mismo en el inglés de las Malvinas/Falklands, salvo que allí solo se usa para la bebida y no para el contenedor, al que llaman “gourd”. El propio diccionario local de las Islas aclara que

[t]he gourd is passed from person to person and each takes a drink before passing it on. However, in the Falklands, people tended to have their own gourds and bombillas if they drank maté. A diary from Douglas Station records “Get up at 03.30. Bennie gives me a shake. After a few matés and coffee, collecting odds and ends we leave 05.00”. At one time maté was commonly drunk in the Islands, particularly by those who had worked on the Coast16, but is rarely found here today (Blake et al., 2011, p. 58-59).

Diccionario de quechua

DAMER

DLE

A dictionary of Falklands Vocabulary

OED

mati [mati] s. mate. Imatapash wishinkapak hatun pillchishina.

Kay mati hunta aswata upyachiway.

Del quech. mati, calabacita). II. 1. m. Co, Ec, Pe, Bo, Ch, Py, Ar, Ur. Infusión de yerba mate que se toma sorbiendo a través de un pequeño tubo acondicionado para ese fin llamado bombilla. ◆ amargo; verde.

Del quechua mati 'calabacita'.

1. m. Infusión de yerba mate que por lo común se toma sola y ocasionalmente acompañada con yerbas medicinales o aromáticas. Mate de poleo.

Maté. A herbal tea of South American origin where it is known as yerba maté and commonly drunk in the countryside. It is infused in a gourd and drunk through a bombilla

Mate < Spanish mate calabash (1570), infusion of maté (1740) < Quechua mati

2. A bitter infusion made from maté leaves, drunk as a stimulant for its high caffeine content. Also called Paraguay tea

TABLA 2: Entradas para la palabra mate en los diccionarios consultados.

Spruce (1992) asegura que el mate era una infusión común entre los hombres en los años 60. Esto coincide con el dato de que prácticamente todos los informantes conocen la palabra (el 94%), aunque este número va bajando cuando se les pregunta si la oyeron en las Islas y si la han usado ellos mismos (81% y 68% respectivamente). Solo la mitad la considera parte del vocabulario de las Islas (no hay un patrón de edad), algo que seguramente tenga que ver con dos cuestiones: que la práctica de tomar mate ya casi no existe en el archipiélago y la asociación que se suele hacer con Argentina. A continuación, presentamos algunas observaciones sobre esta palabra:

(9)Not many of the younger generation drink it

No muchos de la generación más joven lo toma.

(10)People from South America living here will use it and drink it, but not really a Falkland thing. We drink tea and coffee

Lo toman los sudamericanos que viven aquí pero no es algo propio de las Falklands. Nosotros tomamos té y café.

(11)Hardly ever used. I know one person on West Falkland who used to regularly drink mate these days. Mate is not widely used now and mostly I hear people speak of mate from pre-1982. I know it has been on sale in the Chandlery and I have drunk it on holiday in Uruguay but never in the Falklands. I would say it is a dying term here as no one drinks it anymore

Casi nunca se usa. Yo conozco una persona en West Falkland que solía tomarlo regularmente estos días. Hoy en día la palabra no se usa y cuando la oigo es en referencia a los años previos a 1982. Sé que está a la venta en el Chandlery y lo he tomado en vacaciones en Uruguay pero nunca en las Falklands. Diría que es un término que está muriendo aquí ya que nadie toma mate.

(12)When I was a girl it was only used among the older generation

Cuando era niña la usaba la generación más vieja (mujer de 63 años).

(13)Mate is known here but associated to South America

Aquí se conoce el mate pero se asocia con América del Sur.

(14)Not drank so much these days

No se toma mucho estos días.

De estos comentarios se desprenden tres observaciones. Primero que casi no se toma mate en las Islas, algunos afirman que nadie lo hace mientras que otros dicen que muy pocas personas lo toman. Segundo, sabemos que algunas generaciones atrás sí se tomaba, y tercero, podría pensarse que hay una asociación con el “afuera” ya que América del Sur se considera otro lugar, más allá de que las Islas son parte del continente. Esto nos lleva nuevamente a considerar el episodio bélico de 1982, a que el mate es visto como argentino y que considerar que las Islas son parte del continente es darle cabida al reclamo de Argentina.

Spruce (en comunicación personal, 2021) señala que a pesar de que hoy el mate no sea consumido en las islas, hace un tiempo, los isleños que iban a trabajar a la Patagonia o la tripulación de los barcos que iban allí y a Montevideo lo habrían probado y tal vez a algunos les gustó. Y explica que cree que el mate nunca ganó mucha popularidad en las Islas debido a que es bastante amargo y los británicos están acostumbrados al té dulce con leche.

6.1.3. Warrah

El zorro warrah –“the warrah (fox)”17 para los isleños- es el único mamífero terrestre autóctono de las Islas y fue el primer cánido en extinguirse en tiempos históricos. Consideramos evidente que el origen de su nombre está en la lengua guaraní, perteneciente a la familia tupí (ver tabla 3). Philpott (2011) asevera que el guaranismo entra al inglés en los años siguientes al arribo de los británicos en 1833, cuando los gauchos llevados por Venet convivían con los angloparlantes. Dentro del universo de los diccionarios de español e inglés consultados, solo el OED cuenta con una entrada para este lema y menciona al tupí como lengua donante. Sin embargo, nombra a la palabra “jagoará” y no a “aguara”, como creemos que es la forma original.

Diccionario de guaraní

DAMER

DLE

aguara. 2. s. Zorro americano. aguara guasu. Lobo americano.

guara. I. 1. f. Pe. Faja estrecha a modo de adorno que aparece en algunos trajes típicos masculinos. rur. II. 1. Ho, ES. guacamaya, ave. 2. f. Ho. meton. Palanca de hierro al final de una cadena gruesa que sirve para sujetar las trozas en un camión maderero. III. 1. f. RD, PR. Árbol de hasta 15 m de altura y tronco liso y gris, de copa redonda, hojas ovaladas y peludas de color castaño, flores en panícula, blanquecinas y pequeñas, y el fruto en baya con tres semillas grandes; tiene aplicaciones en la medicina popular. (Sapindaceae; Cupania americana).

guara 1 Voz indígena. 1. f. Cuba. Árbol parecido al castaño. guara 2 1. f. Col. Especie de aura o gallinazo, sin plumas en la cabeza y parte del cuello. 2. f. Hond. guacamayo. guara3 Quizá del quechua wara 'calzón, pantalón'. 1. f. Arg. Adorno en el vestido.

TABLA 3: Entradas para la palabra warrah en los diccionarios consultados.

Curiosamente, warrah es la única palabra que todos los informantes, sin excepción, han informado conocer, oír y utilizar. Solo un informante tenía dudas sobre si se trataba de una palabra de las Islas, mientras que el resto estuvo de acuerdo en que sí.

Los isleños lo asocian inmediatamente tanto con el animal como con el nombre del río, también nos contaron que un zorro warrah aparece en la insignia del equipo de fútbol local y en la moneda de 50 peniques. También hubo quienes hicieron referencia a su exterminación. He aquí algunos comentarios:

(15)It's an extinct species, and the name of a local boat. Not in everyday use

Es una especie extinta y el nombre de un bote de las Islas. No es una palabra que se use asiduamente.

(16)It is the name of an extinct animal and a river in the Falkland Islands.

Es el nombre de un animal extinto y de un río de las Islas Falkland.

(17)Of course it is. Most other people don’t know what a warrah was!

Claro que es una palabra característica de las Falklands. ¡La mayoría de las otras personas no saben lo que era un warrah!

(18)Warrah Fox, Warrah river.

Zorro warrah, río warrah.

(19)I grew up at Port Howard. There is an outside shepherd’s house called the Warrah there, so I used the word a lot.

Crecí en Port Howard. Allá hay una casa de pastores a las afueras llamada Warrah, así que usaba mucho la palabra.

(20)I fished on the Warrah River many times as I lived right next to it.

Pesqué muchas veces en el río Warrah ya que vivía al lado.

(21)It’s an extinct fox-like creature. Features on our 50p coin, a reminder of a painful lesson from our past!

Es una criatura extinta tipo zorro. Aparece en nuestra moneda de 50 p, un recordatorio de una lección dolorosa de nuestro pasado.

6.1.4. Yapper

En las obras lexicográficas inglesas consultadas, la palabra yapper no cuenta con referencias a su etimología, es más, el OED tiene una definición que corresponde a una derivación del verbo inglés “yap” (ladrar mucho), que nada tiene que ver con la palabra que ocupa nuestra atención. Sin embargo, los diccionarios de la Real Academia Española y las academias americanas reconocen en la voz un quechuismo y coinciden en el sentido que tiene la palabra en el inglés del archipiélago: algo extra, de regalo, que viene anexado a otra cosa (ver tabla 4).

Diccionario de quechua

DAMER

DLE

A dictionary of Falklands Vocabulary

OED

yapa [yapa] adv. demasiado, mucho, muy.

yapa. (Del quech. yapa, ayuda, aumento).

I.1.f. Ni, RD, Ec, Pe, Ch, Py, Ar pop + cult → espon; Co:SO, Ur p.u.; espon; Bo. pop. Obsequio de poca cuantía que, especialmente un vendedor, da a un cliente por la compra hecha. ◆ ñada.2. Bo, Ch, Py, Ar:NO, Ur. Cantidad o cosa que se añade o agrega a algo. pop + cult → espon.IV. c. ǁ para más ~. loc. adv. Pe. De yapa, por añadidura.

yapa Del quechua yapa ‘ayuda‘, 'aumento'. 2. f. Arg., Chile, Ec., Par., Perú y Ur. Añadidura, especialmente la que se da como propina o regalo. de yapa 1. loc. adv. Arg., Bol., Chile, Ec., Par., Perú y Ur. gratuitamente. 2. loc. adv. Arg., Bol., Ec., Par., Perú y Ur. además.

Spanish: yapa, llapa. A yapper is a bonus, something extra; an unexpected day off for instance, or a small additional item thrown in for free by a shopkeeper. In Patagonia a yapa/llapa also refers to the end and strongest part of the lassoo

yapper n. a dog or person that yaps18

TABLA 4: Entradas para la palabra yapper en los diccionarios consultados.

Solo un cuarto de los participantes de la encuesta conoce, ha oído y usado la palabra yapper. Solo 6 informantes aceptan la palabra como identitaria de su variedad de inglés. Las observaciones que han hecho los hablantes van en la línea de la pérdida de la vitalidad del lema.

(22)Probably only now used by older people.

Hoy probablemente la usen solo las personas ancianas.

(23)It is more of a camp word or something known to us old timers. Not sure how many youngsters would know or use.

Es más bien una palabra del campo o algo conocido por nosotros los de antes. No sé cuántos jovencitos la conocen o usan.

(24)An old expression, rarely used and dying out.

Una expresión vieja, rara vez usada y desapareciendo.

(25)I have heard it but not recently, and cannot remember the exact context or meaning.

La he escuchado pero no recientemente y no recuerdo el contexto exacto ni el significado.

(26)The word yapper would have been heard a lot 40 years ago but hardly ever heard now. I have been told it means getting something for free but not used these days.

La palabra yapper se habría escuchado mucho hace 40 años pero prácticamente no se oye hoy día. Me han dicho que quiere decir obtener algo gratis pero no se usa estos días.

(27)I have not heard this word for more than 20 years.

No he escuchado esta palabra por más de 20 años.

6.1.5. Otras palabras

Durante la recolección de datos encontramos palabras que quizás tengan también un origen en lenguas autóctonas de América del Sur. Estas son: wacho, gaucho, pangaré y che. A continuación, presentaremos algunas observaciones sobre estas palabras, a la vez que explicamos por qué no fueron analizadas como las otras cuatro (6.1.1-4).

Wacho tiene un claro origen en el quechua. Los diccionarios de la RAE inmediatamente indican su origen en la lengua andina y se constata su presencia en el diccionario de quechua. Como era esperable, las grafías varían (ver tabla 5).

Diccionario de quechua

DAMER

DLE

wakcha

wacha/wachu (guacho)

wajcha (guacho)

TABLA 5: Comparación de la grafía atribuida al quechuismo wacho en los diccionarios consultados.

La coincidencia en términos de su significado, considerando la atribuida en el diccionario del archipiélago, es significativa (ver tabla 6). En todos los casos coincide la calidad de orfandad. Para los hispanohablantes, la palabra “guacho” es atribuida a cualquier animal e incluso humano huérfano. Hoy, en el español rioplatense, las generaciones más jóvenes usan la palabra sin referencia a la orfandad, como sinónimo de “joven”. Pero en las Malvinas/Falklands la palabra se usa para referirse a un cordero sin madre. Esto responde a que la cría de ovejas es la actividad ganadera por excelencia en las Islas.

Diccionario de quechua

DAMER

DLE

A dictionary of Falklands Vocabulary

wakcha [waxča, waxču]. 3. huérfano, animal o persona. Yaya, mama illak runa, wiwapash kak. Wawaka yayamama wañukpimi wakcha kan.

guacho, -a. (Del ant. quech. y aim. wacha/wachu, huérfano). 2. Ec, Pe, Py, Ar, Ur; Bo, pop. Referido a la cría de un animal, que ha perdido la madre. rur.

guacho, cha -Del quechua wajcha 'indigente', 'huérfano'. 1. adj. Arg., Bol., Ec., Par., Perú y Ur. Dicho de una cría: Que ha perdido a su madre. U. t. c. s.

wacho: Guacho, an orphaned domestic animal. In the Falklands, a wacho is a small lamb which became motherless at an early age and is thin and under-size.

TABLA 6: Significados del quechuismo wacho en los diccionarios consultados.

Wacho es un préstamo probablemente importado por algunos de los isleños que trabajan en estancias patagónicas o algunos de los empleados chilenos, algunos hombres que se dedicaron a las labores ganaderas en las Islas aprendieron en la Patagonia (Spruce en comunicación personal, 2021).

El estudio de la palabra wacho presentó dificultades tanto en la oralidad (en el trabajo de campo) como en la modalidad escrita (en el formulario) debido a sus similitudes con la palabra gaucho. En otras palabras, los informantes confunden wacho con gaucho y por ende, no podemos saber si los ejemplos recogidos son de wacho o gaucho. Muchos informantes responden: “I think you mean gaucho / Perhaps you mean gaucho (Creo que usted se refiere a gaucho / Quizás usted quiere decir gaucho)”. Entendemos que esto puede ser indicativo de que la palabra está en desuso, pero esta confusión detectada durante la recolección de datos no nos permitió contar con datos significativos.

Con respecto a la palabra gaucho, su origen es incierto según los diccionarios de la RAE y el de americanismos de Morínigo (1966). Para los efectos de esta investigación debe apuntarse que se ha hipotetizado un origen en el quechua. Según Rona (1964), dentro del grupo de autores que han defendido dicha etimología, el primero parece haber sido Martiniano Leguizamón19, quien aseguraba que la palabra tiene su origen en el quechua “wáhča” (pobre, huérfano), apuntando que gaucho sería una variante de guacho (para una discusión a fondo ver Rona, 1964). Si bien Rona no se adhiere a esta hipótesis por considerar que los pueblos quechua hablantes no entablaron contacto con las comunidades rioplatenses, hoy, Bracco (2004) asevera a partir de un análisis detallado de documentos del siglo XVI que ambos pueblos tenían vínculos. Es más, hoy encontramos en el español del Uruguay numerosas palabras a las que se les atribuye un origen quechua20. Por su parte, Morínigo apunta hacia un posible origen guaraní (Morínigo, 1966).

También tienen un origen incierto (pero con hipótesis que comprenden lenguas amerindias) pangaré y che. La primera no cuenta con entrada en el DLE, pero sí en el DAMER (donde no se le atribuye origen) y en el diccionario de las Islas se señala que es un préstamo del español. Chans Blanco (2015), hace un detallado análisis de las diferentes hipótesis referidas al origen de la voz pangaré, en el que analiza datos sobre un posible origen africano, portugués o indígena (guaraní o quechua) y se inclina por un origen mapuche pero sin llegar a afirmarlo debido a que la documentación disponible resulta insuficiente para probar con contundencia dicha procedencia. En lo relativo a sus significados, el DAMER y el diccionario de las Islas coinciden en que es un vocablo usado para describir caballos, sin embargo, los detalles difieren (ver tabla 7).

DAMER

A dictionary of Falklands Vocabulary

adj. Py, Ar, Ur. Referido a una caballería, que tiene el pelo de un color desteñido, casi amarillento. rur.

Spanish. Used to describe a horse of any colour with a wide white blaze on the face, and very often a pink nose.

TABLA 7: Significados de la voz pangaré en el DAMER y en el diccionario de las Islas Malvinas/Falkland.

El caso del vocativo che también cuenta con una cuota de controversia. Los diccionarios de la RAE tampoco atisban a atribuirle un origen. Resulta interesante que el diccionario de las Malvinas/Falklands asegure que se trata de una palabra autóctona de América del Sur (ver Tabla 8) y su significado pareciera ser otro. Sin embargo, el trabajo de campo en el archipiélago permitió confirmar que el uso que se le da a la voz es muy similar al rioplatense (para un análisis pormenorizado del caso del che en el inglés de las Malvinas/Falklands ver Rodríguez, en preparación).

DLE

DAMER

A dictionary of Falklands Vocabulary

che2. De la interj. che, con que se llama a personas y animales. 1. interj. Val., Arg., Bol., Par. y Ur. U. para llamar, detener o pedir atención a alguien, o para denotar asombro o sorpresa.

che. a. ǁ ~. fórm. Bo, Py, Ar, Ur. Se usa al pedir o preguntar algo a una persona con la que se tiene confianza. pop + cult → espon. ¡che! I. 1. interj. Ho, Ni, RD, Bo, Py, Ar, Ur. Expresa asombro o desagrado. pop + cult → espon. ◆ ¡vaya che! 2. Ho, Py. Expresa llamada de atención o de regaño. pop + cult → espon. 3. Ho. Expresa ruego o pregunta a alguien de confianza. pop + cult → espon.

Chay/Chey/Ché. Originating in Patagonia, ché is the South American Indian word for friend, or man. The local meaning is much the same, as in “See you later chay”.

TABLA 8: Acepciones y orígenes atribuidos a la palabra che en diccionarios.

6.2. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN

En lo que refiere a sus significados, salvo por warrah y yapper, los diccionarios coinciden en las acepciones atribuidas a las palabras tanto en las respectivas lenguas amerindias, como en español y en inglés (ver tablas 1 a 4). En el caso de warrah solo contamos con la definición de un diccionario de guaraní y con la del OED. En el de yapper la forma no aparece con el significado americano en el OED, pero coincide en todos los demás casos.

En cuanto al conocimiento de los indigenismos, la única palabra que cuenta con el conocimiento de todos los informantes es warrah, seguida por mate, guanaco y yapper (ver figura 3). Esta última resulta desconocida para la mayoría de los participantes en la encuesta, lo cual va en consonancia con sus niveles de uso (ver figura 4).

FIGURA 3: Conocimiento de los indigenismos por parte de los hablantes del inglés de las Islas Malvinas/Falkland.

FIGURA 4: Uso de los indigenismos por parte de los hablantes del inglés de las Islas Malvinas/Falkland.

En lo que respecta al uso de los indigenismos, la única palabra que cuenta con absoluto consenso en cuanto a su vigencia es warrah, seguida por guanaco, mate y finalmente yapper (ver figura 4). La última parece estar perdiendo vitalidad, sobre todo en los hablantes más jóvenes.

No debe olvidarse que estos préstamos léxicos están confinados a un argot, por lo que su uso depende del contexto de las interacciones del hablante, así como de su historia de vida, y sobre todo, del tema de una conversación (Rodríguez y Elizaincín, 2022), por lo que la percepción del uso puede estar sesgada por esta frecuencia de uso tan constreñida.

Las diferencias en los grados de aceptación de las palabras están bien claras (ver figura 5). Con un nivel alto para warrah, como parte del léxico local, uno medio para guanaco y mate; y yapper, como es lógico de esperar en razón del conocimiento y uso de la palabra, no cuenta con apoyo para que esta palabra sea considerada parte de la identidad lingüística del inglés hablado en las Malvinas/Falklands. Sin embargo, cabe recordar que en el diccionario de las Islas la palabra figura como parte del acervo léxico local y con la misma acepción que en el español de América y en el propio quechua.

FIGURA 5: Aceptación de los indigenismos por parte de los hablantes del inglés de las Islas Malvinas/Falkland.

Cuando se preguntó a los isleños qué tenían en común las palabras, si bien algunos dijeron no saberlo, una cuarta parte señaló que venían del español, mientras que otro cuarto de la muestra dijo que eran palabras de América del Sur. Solo una persona mencionó al guaraní como posible origen junto con el español. Algunas personas plantearon su relación con la historia de las Islas, con los primeros colonos y los gauchos. Destacamos entre ellas el siguiente comentario:

(28)They are all South American Spanish words that were in use by the Gauchos (most of them from Uruguay) that worked here in the eighteen hundreds.

Son todas palabras del español de América del Sur que usaban los gauchos (la mayoría de ellos de Uruguay) que trabajaron aquí en el siglo dieciocho.

Quienes esbozaron una hipótesis dijeron que quizás era “imported language” (reconociendo que se trataba de préstamos), que podrían venir de España o tener raíces en el español, que eran usados por los chilenos y que parecen venir de un extracto latinoamericano. Hubo quienes plantearon acertadamente que podría dar cuenta de vínculos latinos con América del Sur, sus caballos y gauchos. También contamos con hipótesis del tipo:

(29)An attempt to justify some bit of Argie nonsense based on a sliver of ancient history?

¿Un intento de justificar un poco de sinsentido argentino basado en una pisca de historia antigua?

Es claro que no se puede abordar este tipo de temas sin tener presente –o sin que se haga presente– el conflicto de 1982.

7. REFLEXIONES FINALES Y DIRECCIONES A FUTURO

Este artículo es un primer acercamiento al estudio de cuatro voces originarias de pueblos americanos, que aquí hemos llamado indigenismos en el inglés hablado en las Islas Malvinas/Falkland. Hasta donde tenemos conocimiento es el primer trabajo que aborda este asunto, por lo que aún queda mucho trabajo por hacer. El análisis de fuentes escritas puede ser un camino a futuro, aunque nos consta que existe poco registro escrito de esta variedad. Apelar a cartas privadas y al Archivo James Cameron sería una opción a considerar.

Visitar el archipiélago y hablar con los isleños cara a cara permitió revelar cuestiones que pasan desapercibidas cuando uno está limitado a un corpus o a una encuesta en línea. Además, analizar las actitudes hacia los préstamos sin perder de vista el contexto sociopolítico e histórico es fundamental para un buen entendimiento del fenómeno.

La presencia de estos lemas puede ser entendida como evidencia de encuentros entre inmigrantes, criollos e indígenas, tal como señala Ehret (2010). El campo semántico permeado está relacionado con la fauna americana, así como con elementos culturales propios de la región, por lo que los indigenismos constituyen préstamos culturales. Si bien creemos que estas palabras llegan al inglés vernáculo a través del contacto con hispanohablantes americanos y hablantes de lenguas amerindias, las direcciones a futuro podrían indagar sobre este asunto. Asimismo, sería interesante estudiar la adaptación de estas palabras a la fonética del inglés local y analizar las actitudes lingüísticas hacia estas palabras comparándolas con vocablos hispanos.

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1 Este trabajo contó con el apoyo de la Comisión Académica de Posgrado y la Comisión Sectorial de Investigación Científica de la Universidad de la República (Uruguay). El trabajo de campo en el archipiélago fue financiado por la Embajada Británica en Uruguay, el Gobierno de las Islas Falkland y el Foreign and Commonwealth Office. Asimismo, estamos muy agradecidos con Sally Heathman por organizar la logística del trabajo de campo, así como las entrevistas con los lugareños. Finalmente, quisiéramos agradecer a nuestros informantes y a la historiadora Joan Spruce por estar siempre dispuesta a contestar nuestras interminables preguntas.

2 This work was supported by the Graduate Academic Commission and the Scientific Research Sector Commission of the University of the Republic (Uruguay). Fieldwork in the archipelago was funded by the British Embassy in Uruguay, the Falkland Islands Government and the Foreign and Commonwealth Office. We are also very grateful to Sally Heathman for organizing the logistics of the fieldwork, as well as interviews with the locals. Finally, we would like to thank our informants and the historian Joan Spruce for always being willing to answer our endless questions.

3 Los autores de este trabajo han investigado el fenómeno del doble topónimos Malvinas/Falklands, concluyendo que ambos nombres se utilizan como herramienta de reclamo de soberanía. Los isleños ven con mucho resquemor el uso del nombre hispano, y lo inverso pasa con los argentinos. Es por ello que con el fin de no herir susceptibilidades decidimos usar ambos nombres. Ver Rodríguez y Elizaincín a (en prensa). Este trabajo no tiene la intención de tomar partido en lo relativo a cuestiones políticas.

4 Aquí se puede acceder a la llamada Ley de Lenguas que le confiere calidad de oficial a las lenguas indígenas del territorio de la República del Paraguay: <http://www.cultura.gov.py/marcolegal/ley-de-lenguas-nº-4251/>

5 Aclarando que el término “reproducción” no implica que haya tenido lugar una imitación mecánica, por el contrario, dice, la naturaleza de la reproducción puede diferir mucho del original (Haugen, 1950). La traducción de esta cita y del resto de las citas en inglés son nuestras.

6 Términos acuñados en la obra de Van Coetsem (1988 y 2000). Otros términos que se han utilizado en la literatura son "lengua del donante", "sustrato", "lengua de réplica", entre otros.

7 Tratado por el cual España y Portugal se reparten el “nuevo mundo”.

8 El gaélico también habría sido hablado en las Islas.

9 En las Islas, “gaucho” es una profesión, por lo que se atestigua en documentos nombres de diferentes nacionalidades (franceses e ingleses, por ejemplo) con la profesión de “gaucho”.

10 Aquí hay dos ejemplos: Los isleños a veces usan "youse" como un pronombre de segunda persona del plural (como en las variedades del sur de Inglaterra) y hay un uso relativamente alto de "got to" (en lugar de "have to", "have got to" o "must") para expresar obligación (una característica de los dialectos del suroeste de Inglaterra).

11 Goose Green es un asentamiento en Lafonia en East Falkland. Tiene una población de aproximadamente 40 personas, es el tercer asentamiento más grande de las Islas después de Stanley y Mount Pleasant.

12 Camp(s) es la palabra utilizada en las Islas para referirse al campo y a los campos, derivada del hispanismo campo.

13 P. ej. doradillo, bicho, estancia, manea, campo, baquiano, bastos, freno y yerba.

14 El concepto de “americanismo” ha merecido y merece aún una abundante bibliografía, ver p. ej. Henríquez Ureña (1921 y 1931), Rona (1969), Boyd-Bowman (1964-1968 y 1972) y Gútemberg (1984).

15 Las traducciones de estos y del resto de los comentarios son nuestras.

16 Con la expresión “the Coast” (la costa) los isleños se refieren al sur de América Latina.

17 Llamado Dusicyon Australis en las ciencias naturales.

18 Esta definición se refiere a ‘ladrar’.

19 No hemos podido acceder al texto de Leguizamón ya que no figura en las referencias de Rona, 1964.

20 P. ej. ¡achalay!, achira, achura, cacharpas, cancha, catanga, chacra, charque, charqui, chasque, chasqui, chaura, chinchulín, chino, china, choclo, chorito, chúcaro, chúcara, chucho, chuño, chuzo, chuza, guacho, guacha, guasca, mate, molle, morocho, nana, ojota, opa, palta, paspar, payana, pitar, pucho, pupo, quincha, quinoa, tala, tambo, totora, vincha, yapa, yuyo, zapallo (Rodríguez, 2018). La presencia de estos quechuismos no constituye evidencia de un contacto de hispanohablantes y quechuahablantes en la zona.