Marco Martínez, L. (2024). La evolución de la lexicografía pedagógica desde los años 90 hasta el entorno digital: un análisis de materiales en abierto. RILEX. Revista sobre investigaciones léxicas, 7/II. pp. 7-32
Lucía Marco Martínez
Universidad Autónoma de Madrid
RESUMEN
El diccionario es una herramienta con una función didáctica clara: explicar las características intrínsecas de los términos en un contexto concreto, con el objetivo de que el usuario sea capaz tanto de entender como de usar las palabras adecuadamente. Sin embargo, desde la introducción de las nuevas tecnologías y el internet, la forma de enfrentarse a la labor lexicográfica ha cambiado, al igual que las maneras de consulta. Si bien antes los diccionarios se conceptualizaban como grandes libros en papel, ahora son plataformas en línea enriquecidas e interconectadas.
El tema propuesto en el presente texto podría ser de interés para explicar el panorama de la lexicografía pedagógica actual y conocer qué recursos lexicográficos en abierto pueden utilizar los estudiantes y profesores de español como lengua materna (L1) y segunda lengua (L2) o lengua extranjera (ELE); puesto que, gracias a estas bases de datos, se proporciona una muestra representativa del lenguaje en uso.
Palabras clave: lexicografía pedagógica, lexicografía electrónica, diccionarios en abierto, transición digital.
ABSTRACT
The dictionary is a tool with a clear didactic function: explaining the intrinsic characteristics of the terms in a specific context, with the objective that the user can both understand and use words appropriately. However, since the introduction of new technologies and the internet, the way of dealing with lexicographical work has changed, as have the ways of consultation. While dictionaries used to be conceptualized as large paper books, they are now enriched and interconnected online platforms.
The proposed topic in the present text may be of interest to explain the current pedagogical lexicography landscape and to know what open lexicographic resources can be used by students and teachers of Spanish as a mother language (L1) and as a second language (L2) or as a foreign language (ELE); since, thanks to these databases, a representative sample of the language in use is provided.
Keywords: learner’s lexicography, electronic lexicography, open dictionaries, digital transition.
Recibido: 29-03-2024
Aceptado: 29-05-2024
DOI: https://doi.org/10.17561/rilex.7.2.8794
La presente investigación es un estudio descriptivo y crítico sobre los diccionarios pedagógicos monolingües en línea y gratuitos. La hipótesis de partida presupone que, aunque la lexicografía pedagógica monolingüe en español comienza a desarrollarse en España durante la década de los 90, el número de diccionarios pedagógicos en línea y gratuitos es escaso y poco conocido, por lo que los estudiantes optan por recursos generales. A partir de esta observación, se ha decidido llevar a cabo una reflexión sobre qué diccionarios pueden utilizar los estudiantes de español como L1, como L2 y de ELE. Para ello, además de contextualizar el panorama de la lexicografía pedagógica, se analizan dos obras lexicográficas en abierto y una herramienta lexicográfica a través de una tabla de cotejo con base en el estudio de Egido y Meliss (2023).
El artículo está dividido en tres apartados. Se empieza con la caracterización de los diccionarios pedagógicos durante los años 90, década en la que se produce una revolución lexicográfica donde estos materiales dejan de ser meras reducciones de los diccionarios generales. Consiguientemente, se aborda la situación de la lexicografía electrónica en español y, a partir de la clasificación de Tarp (2011), se recogen algunos diccionarios para estudiantes. A continuación, se caracterizan dos diccionarios en abierto y una herramienta con el objetivo de analizar los recursos para conocer cuál es la obra que más se adapta a la lexicografía pedagógica. Finalmente, se presentan las conclusiones del estudio.
A partir de la década de los 90 en España, se produce un incremento de las publicaciones de los diccionarios de pedagógicos1 que fomenta la divulgación de investigaciones sobre la lexicografía pedagógica. Durante este período, se presentan varias decenas de diccionarios dirigidos a estudiantes de español como L1 (educación primaria, secundaria y de bachillerato) y de español como L2 o de ELE (Lahuerta, 2023). Al respecto, se debe mencionar que la elaboración de una obra de este tipo no implica adaptar el diccionario general al uso educativo a través de la reducción del número de entradas o al incluir algunos datos sobre el uso o la gramática (Pérez, 1998); como ejemplo, se tienen las publicaciones del Diccionario para la enseñanza de la lengua española (DIPELE, 1995), el Diccionario Salamanca de la lengua española (DSLE, 1996), el Diccionario de uso del español actual-Clave (DUEA-CLAVE, 1996) o el Diccionario de la lengua española. Lema (Lema, 2001).
En primer lugar, en 1995 aparece el primer diccionario pedagógico para estudiantes de ELE/L2, el DIPELE, dirigido por Alvar Ezquerra y publicado por la editorial VOX-Bibliograf. Esta obra cuenta con 22.000 entradas seleccionadas a partir de criterios de frecuencia, de manuales de enseñanza y del corpus VOX-Bibliograf, con el objetivo de que el usuario perfeccione el español o complete su formación lingüística. El DIPELE pretende facilitar la enseñanza del idioma y, para ello, se presentan definiciones redactadas a partir de 2.000 términos definidores, lematizados y explicados a su vez en el diccionario. Asimismo, se recogen diversos datos gramaticales, pragmáticos y estilísticos como el apéndice gramatical, la división silábica de los lemas, la transcripción fonética del lema a partir del alfabeto fonético internacional, las abreviaturas sobre aspectos morfológicos, las acotaciones sobre el contorno morfosintáctico y semántico de los lemas, las relaciones semánticas de sinonimia y antonimia y las notas gramaticales complementarias que se incluyen al final de las acepciones o del lema.
Un año después, en 1996, la editorial Santillana/Universidad de Salamanca publica el DSLE. Como se indica en la introducción de este texto, el diccionario se dirige a “todos los estudiantes, sean o no extranjeros, que quieran mejorar su dominio de la lengua española”. Asimismo, la obra está destinada a los profesores de español como L1 y como L2, con el objetivo de que estos sepan explotar el recurso en sus clases. El objetivo principal del diccionario es la incorporación de vocabulario por parte de estudiantes de lengua castellana; para ello, el documento ofrece unas explicaciones sintácticas y morfológicas más completas que un diccionario generalista. Dichas novedades se ven reflejadas en la incorporación de hispanoamericanismos habituales, locuciones y frases hechas, neologismos actuales y frecuentes, abreviaturas y siglas comunes de la prensa contemporánea española, refranes, sinónimos y antónimos, marcas de uso con indicaciones en su construcción, e indicaciones sistematizadas sobre el registro.
Respecto a la información gramatical, el DSLE pretende ayudar a los usuarios con sus datos morfológicos y sintácticos y con la adquisición activa del léxico. De ese modo, las observaciones morfológicas e informaciones sintácticas ayudan a resolver dudas de uso y a construir oraciones gramaticales. Asimismo, las definiciones verbales permiten la incorporación activa de los verbos; y, a partir de la inclusión de ejemplos, los estudiantes pueden observar el modelo de construcción sintáctica del verbo a consultar, es decir, los estudiantes pueden aprender a emplear los términos con seguridad en su vida cotidiana.
Otro elemento que se debe tener en cuenta al hablar del DSLE es la integración de un apéndice del paradigma verbal de ciertos grupos verbales. Este está formado tanto por verbos regulares como irregulares, lo cual resulta de gran utilidad para los estudiantes de español como L2 y para los hablantes nativos de dicha lengua. Además, el DSLE incluye un índice de todos verbos irregulares recogidos en el diccionario.
Ese mismo año aparece el DUEA-CLAVE, publicado por la Editorial SM. El equipo de redacción estuvo compuesto por 16 lexicógrafos y 26 expertos para la revisión científica del diccionario; y, entre ellos, cabe destacar la dirección de Maldonado González y la colaboración de Hernández Hernández como asesor y revisor del proyecto. Así, el DUEA-CLAVE se caracteriza por recoger términos y expresiones de uso cotidiano para comprender y producir textos orales y escritos de manera correcta. Este diccionario está dirigido a un usuario amplio que valore el español y lo considere “como el mayor legado de nuestros antepasados, merecedora de un respeto y de una valoración similares al de su larga tradición cultura y a su incuestionable papel de nexo entre pueblos muy diversos” (DUEA-CLAVE, 1996, p. 13). En otras palabras, esta obra pretende ser un diccionario que refleje las características del español castellano (español del centro-norte peninsular) y del español meridional (español del sur peninsular, las Islas Canarias e Hispanoamérica). Si bien el DUEA-CLAVE es un diccionario de uso, el público meta son los usuarios mayores de 16 años. Cabe resaltar que el DUEA-CLAVE también estuvo disponible en línea de manera gratuita hasta el 31 de diciembre del año 2021.
Ahora bien, en lo que concierne a sus características lexicográficas, en el DUEA-CLAVE se incluyen numerosos neologismos, siglas, americanismos, extranjerismos de uso frecuente, prefijos y sufijos y locuciones. Asimismo, en los artículos lexicográficos se presentan notas que complementan la información gramatical implícita de la obra. Por ejemplo, se ofrecen datos aclaratorios sobre etimología, pronunciación, ortografía, morfología, sintaxis, semántica y uso.
Por otra parte, la editorial VOX publica el diccionario Lema en el 2001. Este está dirigido a un usuario “que ha recibido una educación obligatoria, que puede tener estudios o formación posterior, y que es un miembro activo en el grupo social donde se mueve o lo puede ser porque tiene derecho a serlo”. En ese sentido, Lema es un diccionario descriptivo que refleja la lengua española de hoy. Para ello, se presenta una obra de nueva planta que se basa en el análisis de un corpus actual para incorporar términos que no se habían mostrado en las obras de referencia. Por ejemplo, el diccionario indica que se recogen voces comunes durante los últimos años, pero que estas no son normativas; además, debido a la inclusión de palabras del español actual (siglas, acrónimos, neologismos, etc.), este material se caracteriza por compartir explicaciones sintácticas y morfológicas completas.
En Lema se subraya la información léxico-semántica y sintáctica relativa a los verbos en las definiciones y los ejemplos. Si bien estos datos pueden aparecer codificados, la mayoría de la información se puede interpretar sin la necesidad de acudir a la lista de abreviaturas. Aun así, en la guía de uso se explican algunos códigos, como el uso de corchetes o la fecha. De otra parte, sus notas, observaciones, cuadros y apéndices gramaticales son apartados que aportan gran información gramatical tanto para el usuario general como para el especializado. Por ejemplo, el lema verbo se presenta en la macroestructura del diccionario con un cuadro explicativo sobre las características morfológicas de esta categoría; estos datos se complementan con un apartado final sobre la conjugación verbal, donde se muestra el paradigma de los verbos regulares e irregulares.
Para concluir, de acuerdo con lo señalado, se puede afirmar que el objetivo lexicográfico es crear diccionarios didácticos que dejen de ser reducciones de las obras generales, donde se afiance el uso de corpus electrónicos para elaborarlos, se controle el vocabulario y se fomente una mayor inclusión de información gramatical y ejemplos (Rundell, 1998). No obstante, a pesar de las mejoras, todavía hay mucho trabajo por hacer, puesto que la información incluida en los diccionarios no se ha adaptado a las necesidades específicas del usuario, o la lexicografía pedagógica no ha enfatizado en la lexicografía digital (Nomdedeu, 2017). Según el autor, la mayoría de los diccionarios pedagógicos creados a partir del siglo XXI han sido concebidos para su publicación en papel, por lo que precisan obras más accesibles y adaptadas al usuario, de forma que sean proveedoras de servicios lingüísticos y extralingüísticos.
Como se observa, la introducción de las nuevas tecnologías y del internet ha supuesto una manera diferente de enfrentarse a la labor lexicográfica y de consultar por parte del usuario. En relación con la lexicografía electrónica en español, el aumento en las últimas décadas de las tecnologías de la información ha posibilitado la inclusión de datos que fomentan “el desarrollo de las habilidades lingüísticas y de las capacidades comunicativas de los usuarios” (Camacho Niño, 2022, p. 212). Siguiendo la terminología de Tarp (2011), los diccionarios en línea pueden clasificarse en cuatro grupos según su aprovechamiento de la tecnología: “réplicas al carbón”, “caballos más rápidos”, “modelos T Ford” y “Rolls Royce”.
En primer lugar, los diccionarios que se engloban bajo la etiqueta de “réplicas al carbón” fueron más frecuentes durante el inicio de la lexicografía electrónica, hace 20 años, aunque aún se siguen publicando obras con características tecnológicamente antiguas (Tarp, 2013). Por ejemplo, la década de los 90 fue un momento de explosión de los diccionarios electrónicos en CD-ROM, donde se presentaba una serie de imágenes de las páginas del diccionario físico en papel que imposibilitaba la consulta de los datos incluidos en el artículo lexicográfico. Un ejemplo de ello fue la publicación en CD del DUEA-CLAVE, donde se reprodujo fielmente el contenido del diccionario físico (Anglada, 2005; Sánchez & Cantos, 2011). Así, la única diferencia entre ambos era el soporte; sin embargo, con la llegada del siglo XXI, las obras en CD-ROM perdieron interés en pro de los diccionarios en línea.
En segundo lugar, los “caballos más rápidos” hacen referencia a la versión actual del Diccionario del Estudiante de la Real Academia Española, el cual se caracteriza por el hecho de que los datos mostrados en la pantalla son estáticos y se organizan según los estándares de producción de los tradicionales en papel, por lo que no se han diseñado según las innovaciones tecnológicos que ofrece la informática (Egido & Meliss, 2023). El cambio trascendental de este tipo de obras es el acceso más rápido e intuitivo a través de las técnicas de búsqueda, es decir, la facilidad para acceder a la información, independientemente del lema que se introduce. En ese sentido, las diferentes formas de acceso han superado las complicaciones características del orden alfabético y de otros hechos relacionados con la forma, como la flexión y las formas irregulares de los verbos. A pesar de esto, la cercanía entre los diccionarios en papel y los electrónicos es evidente (Águila, 2009).
Por el contrario, los “modelos T Ford” son diccionarios creados a partir del uso de las tecnologías existentes con el objetivo de presentar artículos y datos dinámicos según las necesidades de los usuarios. Así, el proyecto lexicográfico del Diccionario de Aprendizaje de Español como Lengua Extranjera (DAELE) o la Base de Datos de Alternancias de Diátesis y Esquemas Sintáctico-Semánticos del Español (ADESSE) son un buen ejemplo de este tipo de obras concebidas en un formato digital, donde se incluye una gran cantidad de datos gramaticales: patrones sintácticos, régimen preposicional o alternancia pronominal (Bosque & Barrios, 2018).
Finalmente, los “Rolls Royce” representan las obras lexicográficas que permiten una consulta individualizada e integradora (Tarp, 2011; Bosque & Barrios, 2018). En otras palabras, los diccionarios ofrecen la cantidad de datos que requiere el usuario, según su interés en la información etimológica, geográfica, de conjugación o de contexto lingüístico. Además, la obra se puede combinar con bases de datos relevantes con el objetivo de enriquecer el diccionario con otras plataformas o recursos, como corpus, vídeos, imágenes, información enciclopédica o gráfica; ello, a fin de favorecer el intercambio de información. A pesar de esto, como apuntaron Tarp (2011) y Bosque y Barrios (2018), tales recursos aún no han visto la luz.
En ese orden de ideas, el desafío actual se centra en la evolución de los artículos lexicográficos estáticos a las soluciones dinámicas adaptadas a la consulta individualizada para satisfacer las necesidades exactas del usuario en cada momento (Bargalló, 2023). Esta solución se fundamenta en las bases de datos que contienen la información del diccionario y que permiten tener un acceso flexible al contenido para que estos se organicen de forma personalizada. En consecuencia, la base de datos debe incorporar la mayor cantidad de información gramatical posible para responder ante cualquier duda del potencial usuario; con ello, el usuario no tendría que consultar diversos diccionarios para documentarse sobre las distintas propiedades gramaticales de las palabras o sobre las colocaciones más comunes (Bosque, 2023), sino que solo vería los datos que precisa para satisfacer sus necesidades lingüísticas (Tarp, 2011).
En palabras de Fuertes-Olivera (2019, p. 25), “it is necessary to move upstream in the value chain and develop lexicographic services instead of lexicographic products”, dado que los datos lexicográficos, de gran valor, pueden ser útiles para muchas aplicaciones: diccionarios, plataformas, asistentes, entre otros (Tarp, 2019a, 15). Sin embargo, a diferencia de lo que sucede con otros idiomas, como el inglés, el alemán o el francés, la lexicografía hispánica se encuentra al inicio de dicha evolución (Bargalló, 2023; Egido & Meliss, 2023). Como apunta Bosque (2023), aunque actualmente los lexicógrafos están de acuerdo con la creación de diccionarios integrados e integradores donde se proporcionen datos más acordes con los conocimientos y necesidades de los usuarios, los resultados de muchos proyectos lexicográficos aún no se han materializado.
A pesar de esto, existe una evolución y, por ejemplo, en el DSLE y en el DUEA-CLAVE ya se incluyen las estructuras argumentales de los verbos o, en general, en las obras se presenta la categoría gramatical mediante abreviaturas. Además, en el proyecto del DAELE se ofrece una gran cantidad de datos gramaticales enfocados en el análisis sintáctico-semántico, y en el proyecto Diccionario audiovisual de gestos españoles: hablar en español sin palabras, de la Universidad de Alcalá, se expone información metalingüística por niveles, centrada en la información gestual.
Además de la revolución tecnológica en la que se encuentra la lexicografía, como apuntan Fuertes-Olivera (2009), Hanks (2012) y Maldonado González (2013), entre otros, es relevante tratar la democratización de los diccionarios. Como expone Maldonado González (2018), las editoriales “no están invirtiendo en lexicografía digital, que es la lexicografía que ahora demandan los usuarios”, debido a que las empresas no pueden asumir “los costes de desarrollo editorial de ningún proyecto” (Maldonado González, 2018, pp. 258-259), por lo que las novedades que se presentan se centran en las reediciones o en la digitalización de las obras existentes.
Asimismo, la autora indica que “la digitalización de DUEA-CLAVE en 2001 había confirmado que, una vez disponible una obra en digital de forma gratuita, el usuario no está dispuesto a pagar más por su consulta” (Maldonado González, 2019, p. 106). No obstante, si bien la oferta de diccionarios pedagógicos de español como L1 y L2 “se presenta en formato papel o, en el mejor de los casos, en versiones digitalizadas” (Nomdedeu Rull, 2018, p. 283), los estudiantes no adquieren un diccionario en específico, excepto cuando lo exige el profesorado y, en consecuencia, estos acuden a los múltiples recursos gratuitos disponibles en internet. Por lo tanto, el usuario debe desarrollar una capacidad mayor de selección del recurso lexicográfico ante sus necesidades, debido al incremento de los productos lexicográficos en línea y a su fácil acceso (Egido & Meliss, 2023).
En este apartado se analizan dos diccionarios y una herramienta lexicográfica en línea, a fin de conocer si son adecuadas para estudiantes de español como L1, L2 y ELE. Para ello, se responden las preguntas propuestas por Egido y Meliss (2023) en su investigación, y estas sirven como pautas para la selección de un diccionario en línea, la cual es fundamental para garantizar una búsqueda satisfactoria, porque el usuario debe ser consciente de los recursos disponibles y de su objetivo al realizar la consulta. De esa manera, las autoras plantearon ocho dimensiones para dar respuesta a las preguntas que un usuario tendría que hacerse a la hora de seleccionar una herramienta en línea:
•D1. Transparencia informativa: ¿es posible fiarse de la información lexicográfica que aporta el diccionario?
•D2. Explicitación del destinatario y de la situación de uso: ¿quién usa el diccionario y para qué?
•D3. Fuentes empíricas: ¿cuál es la base empírica del diccionario?
•D4. Presentación de la información: ¿cómo se presenta la información?
•D5. Tipos de acceso: ¿cómo se accede a la información?
•D6. Estructura hipertextual: ¿cómo está estructurada la información?
•D7. Carácter multimedia: ¿qué recursos multimedia ofrece?
•D8. Carácter colaborativo: ¿qué posibilidades de interacción y participación colaborativa existen?
Con el objetivo de tratar todas las dimensiones, se han elegido el DAELE, el Diccionario Básico Escolar (DBE) y el WordReference2 (WR), a fin de saber cuál es el recurso digital más adecuado para los estudiantes. A continuación, se presentan las obras lexicográficas para, posteriormente, llevar a cabo el análisis.
El DAELE es un proyecto lexicográfico digital monolingüe dirigido a estudiantes de ELE con un nivel avanzado en el idioma. Este diccionario, desarrollado por el Instituto Universitario de Lingüística Aplicada de la Universitat Pompeu Fabra, se caracteriza por describir las características semánticas, sintácticas, léxicas, morfológicas, ortográficas y pragmáticas de 363 verbos según criterios de frecuencia y uso (Battaner & Renau, 2010). Entre sus novedades, cabe destacar la inclusión de la familia léxica de las palabras, el tratamiento de las subcategorías gramaticales y la inclusión de ejemplos reales de diversos corpus.
Adicionalmente, una de las características más reseñables se encuentra en el tratamiento de la alternancia pronominal de los verbos, pues el DAELE hace explícita la alternancia pronominal en el lema. En este caso, el diccionario emplea el recurso del lema doble para indicar las dos construcciones morfológicas de la unidad (derrumbar/se, levantar/se, abstraer/se o cansar/se, por ejemplo).
Así, en el DAELE las acepciones de los verbos se organizan con base en el criterio semántico, por lo que se entiende que estas se dividen en bloques conceptuales y, a su vez, en subacepciones, según su proyección sintáctica. De esta manera, se indica el cambio semántico y la construcción de las formas pronominales. A continuación, se ejemplifica cómo el DAELE divide el artículo de derrumbar-derrumbarse en bloques conceptuales:
1. Hacer caer/caer al suelo.
Transitivo.
Derrumbarse: pronominal (cambio de OD a sujeto).
2. Perder el control emocional.
Derrumbarse: pronominal (cambio de OD a sujeto), se medio (DAELE, s.v. derrumbar-derrumbarse)
Como se ve en ejemplo anterior, la definición de los verbos derrumbar-derrumbarse tiene dos etiquetas semánticas (hacer caer/caer al suelo) que presentan los significados genéricos del verbo para guiar al usuario en la consulta del artículo. Si bien en el primer bloque se permite la alternancia transitivo-causativa y se indica que esta última se da en un valor pronominal, en la segunda opción se observa que derrumbarse presenta una ampliación metafórica del significado y, además, en ella se produce un cambio argumental, por eso el evento es intransitivo y pronominal. Además, cada apartado se compone de subacepciones, con significados más concretos, y se presentan las alternancias del evento en su contexto (pronominal y se medio).
De igual forma, las subcategorías gramaticales de derrumbar-derrumbase son más específicas que las propuestas anteriores. En el DAELE se incluyen marcas, como la pronominal (cambio de objeto directo a sujeto) o se medio, para hacer referencia a las características léxico-semánticas del verbo. Esta propuesta implica el aumento del listado de las subcategorías: impersonal, intransitivo, pronominal por alternancia causativa-incoativa, pronominal puro, pronominal semántico y se medio (Bernal, 2013).
Asimismo, gracias a la incursión de las nuevas tecnologías, los datos gramaticales se presentan sin abreviaturas y están enriquecidos con ejemplos donde se indica la estructura argumental del verbo y sus alternancias; por ejemplo, se conservan la categoría (verbo) y la subcategoría gramatical (intransitivo y transitivo), pero también se especifican las voces gracias a anotaciones como las de se impersonal, se medio y pasiva/impersonal con se. Además, se recogen ejemplos reales donde se muestran las características léxico-semánticas del verbo para que el usuario comprenda la voz pasiva o impersonal con se (pasado el río se camina un dilatado trecho entre dos montes).
El DBE es una obra desarrollada por el Centro de Lingüística Aplicada de Santiago de Cuba, el cual fue fundado en 1971 por Julito Vitelio Ruiz Hernández y Eloína Miyares Bermúdez. En el año 2005, se publica la primera edición del DBE en su versión electrónica, pero actualmente este consta de cinco versiones. Esta obra de nueva planta está basada en un corpus de 700.000 palabras codificadas de textos orales y escritos elaborados por estudiantes cubanos de enseñanza primaria y media, lo que ayuda a conocer “a profundidad las dificultades y necesidades reales de este grupo” (Ruiz, Muñoz Alvarado, Álamo Suárez, Ocaña Dayar, Castro Castro, Artola Zubillaga y Arregi Iparragirre, 2023, p. 3), además de identificar el nivel sintáctico-semántico del idioma (Fernández, 2021). Así las cosas, en el DBE se permite buscar un término a través de cuatro criterios: la categoría gramatical, el tipo de uso, la información geográfica y el área de conocimiento, y se ofrece un apartado de estadísticas generales sobre las entradas, las acepciones y el número de entradas por categorías para analizar cuantitativamente la información que proporciona el diccionario según el ítem.
Por su parte, Ruiz, Muñoz Alvarado, Álamo Suárez, Ocaña Dayar, Castro Castro, Artola Zubillaga y Arregi Iparragirre (2023) expone las novedades de la quinta edición del DBE, entre las que se describieron las mejoras funcionales: la reproducción en audio de las entradas lexicográficas; la inclusión de elementos compositivos y un anexo de afijos; la búsqueda avanzada para seleccionar entradas a partir de las etiquetas con prefijos, con sufijos, con prefijos y sufijos, o con prefijos o sufijos; o la generación de sugerencias de escritura en caso de una búsqueda errónea. Respecto al artículo lexicográfico, además de incluir los ejemplos o la división de sílabas, este se caracteriza por presentar imágenes o vídeos en la obra con el objetivo de ampliar la información recogida en la definición y, así, subrayar la potencialidad del uso de recursos audiovisuales en los diccionarios de aprendizaje. Además, la herramienta está enriquecida con hipervínculos para acceder directamente a los elementos compositivos de los lemas o entradas correspondientes de las palabras que se emplean en los ejemplos. Por tanto, se incluye información codificada en abreviaturas que se despliegan a través de etiquetas emergentes para conocer el contenido de dichos datos.
La herramienta multilingüe WR es un portal que permite acceder a diversos diccionarios monolingües y bilingües en línea. En este caso, la información que se incluye en las búsquedas en español está enlazada con los datos ofrecidos por el diccionario monolingüe Diccionario de la lengua española de la editorial Espasa-Calpe (2005). Si bien el público meta de este diccionario no es el estudiantil, se ha seleccionado este recurso, puesto que es uno de los recomendados por los docentes (Marco, 2022). Además, como indican Domínguez Vázquez y Valcárcel Riveiro (2015), el WR también es un recurso común para resolver las dudas de bilingüismo, al igual que las herramientas de traducción automática o las páginas con textos paralelos, como Linguee.
A diferencia de otros diccionarios, en el WR se ofrecen facilidades de búsqueda por palabras exactas o por aproximaciones ortográficas. En este caso, la herramienta acepta como el lema cualquier palabra y ofrece las voces más próximas a su forma flexionada. Por ejemplo, la búsqueda de un verbo según su forma pronominal remite a su entrada común. Ante esto, en el material se incorpora un apartado de análisis morfológico que proporciona una lista de palabras más próximas a la palabra buscada, por lo que el usuario solo escoge el lema que se le propone entre una lista de formas posibles y, en consecuencia, ello permite subsanar algunos errores ortográficos durante la búsqueda. Además, el WR se caracteriza por incorporar un conjugador verbal; material audiovisual explicativo del lema de Google Imágenes; la pronunciación con diversas variedades dialectales (mexicano, rioplatense y español) a distintas velocidades (100%, 75% y 50%); sinónimos; ejemplos reales recogidos en el buscador de Google; y un grupo de palabras en cuyas microestructuras se incluye el lema buscado.
Por otro lado, una de las novedades más relevantes es la inclusión de los foros colaborativos. Como señalan Meyer y Abel (2018), los datos lexicográficos de los expertos se pueden combinar con la información elaborada por los consumidores del recurso, porque eso posibilita el contacto directo con otros usuarios a través de estos foros. Por ejemplo, los participantes proponen ciertos temas relacionados con las características gramaticales del lema o las colocaciones. En consecuencia, para Dziemianko (2018), la interacción y la retroalimentación entre los usuarios y su carácter colaborativo deberían estar implicados en los objetivos actuales de la lexicografía en línea. No obstante, a pesar de que el diccionario monolingüe pertenece a una editorial con prestigio, el carácter anónimo del WR no garantiza el control ni las actualizaciones sobre los datos que se recogen en los foros o cuadros sobre fraseología. Respecto a su gratuidad, a diferencia de los diccionarios anteriores, en la hiperestructura de la herramienta se incluyen anuncios multimedia que pueden distraer al usuario al presentar la publicidad con imágenes en movimiento o vídeos y colores vivos.
Como ya se señala al inicio del apartado, el análisis crítico de los recursos lexicográficos en abierto se sustenta sobre los siguientes ocho pilares:
a) Transparencia informativa.
b) Explicitación del destinatario y la situación de uso.
c) Fuentes empíricas.
d) Presentación de la información.
e) Tipos de acceso.
f) Estructura hipertextual.
g) Carácter multimedia.
h) Carácter colaborativo.
Según se muestra en la descripción de los materiales, la transparencia informativa es un aspecto básico relacionado con la calidad de la obra lexicográfica (Gelpí, 2003). En este caso, el usuario debe acceder de forma fácil e intuitiva a los datos acerca de la autoría del diccionario, de la procedencia de la información recogida, de la dinamicidad del recurso y de la frecuencia de actualización de los datos. Por ejemplo, tanto en el DAELE como en el DBE se puede encontrar esta información bajo las etiquetas “Presentación”. Si bien en el DAELE se muestra esta información en su página de inicio de forma concisa y directa, los datos que se aportan en el DBE son más específicos. En este caso, se incluyen tales datos en su página de inicio, que corresponde a la pestaña “Información”, al igual que en el DAELE; sin embargo, el acceso a esta información es menos intuitivo, pues se comparte en distintos apartados del diccionario. Por otra parte, la herramienta WR no es transparente, porque solamente se incluye un apartado bajo el nombre “About WordReference.com” escrito por el fundador de la empresa, Michael Kellogg, donde se introduce el origen de la herramienta lexicográfica, pero se desconoce quién o qué grupo está detrás del proyecto o la financiación del mismo.
Atendiendo a la explicitación del destinatario y de la situación de uso, en el DAELE y en el DBE se incluye esta información en sus interfaces. En primer lugar, en la presentación del DAELE se señala que el diccionario está dirigido a “estudiantes de nivel avanzado, pensado principalmente para la producción”. En segundo lugar, en el DBE se ofrece una introducción amplia en la que se indica, por ejemplo, “la publicación de esta cuarta edición del Diccionario Básico Escolar (DBE) ha llenado de regocijo al Centro de Lingüística Aplicada debido a la gran acogida de esta obra por alumnos, padres, maestros y pueblo en general”. Además, en la web se pueden encontrar citas como “muchas veces los educandos presentan dificultades en […]”, donde se interpela directamente al usuario, a los estudiantes. Por último, en el WR no se explicita ni el destinatario ni la situación de uso de manera explícita, pero la herramienta favorece la reflexión del usuario sobre el proceso de búsqueda mediante un sistema de filtros (diccionario monolingüe, sinónimos, gramática, etc.), por lo que, aunque no se acote el tipo de usuario, el material permite múltiples opciones de búsqueda que se pueden adaptar a un amplio número de usuarios meta. Asimismo, en las búsquedas en español, el recurso indica que la microestructura está extraída del Diccionario de la lengua española de la editorial Espasa-Calpe (2005) y, en consecuencia, el usuario podría sobreentender que es un diccionario de tipo general o de uso.
En cuanto a las fuentes empíricas, es relevante conocer los corpus lingüísticos en los que se basa la obra, al igual que la manera en la que se procesa dicha información, porque es importante saber si los datos se generan de forma automática, o si se someten a algún proceso de manipulación o redacción por parte de los lexicógrafos. Por ejemplo, en la página de inicio del DBE, se indican las características técnicas, como quiénes son los participantes en la creación del diccionario: “Las ediciones electrónicas del Diccionario Básico Escolar son producto de la colaboración entre el Centro de Lingüística Aplicada de Santiago de Cuba, perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y el grupo de investigación IXA de la Universidad del País Vasco. El contenido del diccionario en esta cuarta edición ha sido aumentado y mejorado respecto a la tercera”. Igualmente, en dicha página se muestran los softwares de uso libre que se han utilizado para su elaboración, por si es del interés de algún usuario: “Ada Web Server. Copyright © 2000‑2003 ACT‑Europe. Authors: Dmitriy Anisimkov, Pascal Obry, Ada_Xslt. Ada 95 binding for XSLT. Copyright © 2002 Maxim Reznik, XML/Ada. XML suite for Ada95. Copyright © 2001‑2002 ACT-Europe, Libxml2. XML C parser and toolkit developed for the GNOME (http://www.gnome.org/) project. Copyright © 1998‑2003 Daniel Veillard, Libxslt. XSLT C library developed for the Gnome project. Copyright © 2001‑2002 Daniel Veillard, Libexslt. Extension library for XSLT. Copyright © 2001‑2002 Thomas Broyer, Charlie Bozeman and Daniel Veillard y Serpent Blockcipher. Implementation of the AES candidate algorithm Serpent. Copyrigth © 1999 Gisle Sælensminde”.
Aunado a lo anterior, en el DAELE se explica en la página de inicio que los lexicógrafos trabajan “con la base de datos lexicográfica Tshwanelex. La herramienta Sketch Engine ha servido para analizar combinatoria y otros aspectos en el Spanish Web Corpus”. Sin embargo, en el WR solo se indica que las definiciones del diccionario monolingüe están extraídas del Diccionario de la lengua española, por lo que se remite a ese diccionario para que el usuario investigue por su cuenta si está interesado en conocer esta información.
En lo relativo a la presentación de la información, se tienen en cuenta las distintas variables que influyen en la usabilidad del diccionario en línea y lo intuitivo del proyecto para el usuario: la adaptabilidad al usuario, el número de clics necesarios para obtener una respuesta, los contenidos atractivos, la transparencia en los códigos, etc. En este sentido, el DAELE permite decidir al usuario si quiere acceder a una versión reducida o extendida de los datos recogidos en la microestructura. A pesar de esto, en el DBE y en el WR no se presenta esta característica, pero, a diferencia del DAELE, en ambos se incluyen diversos enlaces para obtener información concreta, como los recursos audiovisuales (fotografía y vídeo) o ejemplos del término en un contexto real.
También es relevante conocer cómo se puede acceder a la información recogida en este tipo de diccionarios. Si bien las tres obras poseen una barra de búsqueda, donde se teclea el término y se selecciona la palabra de una lista proporcionada por la herramienta, en el DBE se permite la búsqueda avanzada a partir de las siguientes etiquetas “con prefijo(s)”, “con sufijo(s)”, “con prefijo(s) y sufijo(s)” o “con prefijo(s) o sufijo(s)”. Además, en el DBE y en el WR se incluye la opción de generar sugerencias de escritura, en caso de una búsqueda errónea, por lo que se pueden subsanar los errores ortográficos cometidos por el usuario.
Respecto a la estructura hipertextual de los recursos lexicográficos, cada diccionario posee una estructura determinada (hiperestructura, macroestructura y microestructura), en tanto que el usuario debería poder reconocer los diversos apartados de organización de la información con el objetivo de aprovechar la obra al máximo. En el caso de los diccionarios en línea, el usuario debe prestar atención a las posibilidades que aportan los enlaces y conocer los recursos que ofrecen estos hipervínculos. Por ejemplo, en el DAELE se incluye una herramienta de conjugación verbal, mientras que en el DBE se presentan hipervínculos en todas las palabras que se muestran en el artículo lexicográfico del término y, además, se enlazan recursos audiovisuales (fotografía y vídeo).
En lo que concierne a la hiperestructura, esta es uno de los puntos débiles del WR, pues resulta complicado distinguir los diversos apartados que lo integran, dado que se accede desde la misma página. Igualmente, este no tiene un índice dónde ver qué ofrece el diccionario ni una introducción o guía de usuario para conocer la estructura del diccionario o los datos que se recogen en la microestructura. En lo relativo a los hipervínculos, en el WR se incluyen en las palabras del artículo lexicográfico y en los enlaces audiovisuales, en el conjugador, en los ejemplos reales contextualizados y en las relaciones semánticas (sinónimos). Del mismo modo, en el material se ofrece la búsqueda de la palabra en su foro con las dudas relacionadas más comunes, y se incluye un apartado donde se muestra en qué artículos lexicográficos se encuentra recogida la palabra. Además, la herramienta está enriquecida con conexiones directas a la versión en línea del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, a sus traducciones en inglés y francés, y a una gramática.
Al considerar el carácter multimedia del recurso, además de la integración de vídeos e imágenes que se han tratado en el punto anterior, se encuentra que en el DBE también se recogen archivos de audio. En este caso, el WR es el recurso más completo, en tanto que integra imágenes enlazadas a Google Imágenes y archivos de audio con diversas variedades dialectales (mexicano, rioplatense y español); y este permite modificar la rapidez de la escucha para una mejor comprensión. Aun así, en el DAELE no se ofrece ningún recurso multimedia.
Por último, el carácter colaborativo de los diccionarios en línea es una dimensión aún por explorar en la lexicografía en español. Si bien el WR ofrece un foro colaborativo donde los usuarios pueden elaborar y responder preguntas o hilos relacionados con un término, el DAELE y el DBE no tienen esta opción. Además, ninguna de las herramientas permite contactar con el equipo de redacción del diccionario.
En conclusión, en términos de transparencia informativa, se observa que tanto el DAELE como el DBE cuentan con información detallada sobre autoría, procedencia de la información y dinamicidad del recurso, lo que facilita la confianza del usuario en la calidad del contenido. Sin embargo, el WR resulta menos transparente al proporcionar solo una breve descripción de su origen sin detalles adicionales. La explicitación del destinatario y la situación de uso es una característica importante para orientar al usuario hacia el diccionario más adecuado para sus necesidades; en este sentido, el DAELE y el DBE ofrecen información clara sobre su audiencia y propósito, mientras que el WR carece de esta especificación, aunque su sistema de filtros sugiere una adaptabilidad amplia.
En ese orden de ideas, las fuentes empíricas juegan un papel fundamental en la credibilidad de los diccionarios. Tanto el DBE como el DAELE detallan sus corpus lingüísticos y procesos de creación, con lo que proporcionan una mayor transparencia en la metodología utilizada. En contraste, el WR remite a un diccionario externo, sin ofrecer detalles sobre sus propias fuentes, lo que puede plantear dudas sobre la fiabilidad de la información.
Para concluir este punto, se ha hallado un área por mejorar para los diccionarios académicos y sus opciones de visualización. El DBE y el WR ofrecen enlaces a recursos adicionales, aunque este último carece de una estructura clara y guía de usuario, lo que puede dificultar la navegación. Por otro lado, el acceso a dicha información se facilita en todos los diccionarios mediante barras de búsqueda, aunque el DBE ofrece funcionalidades avanzadas y sugerencias de escritura, lo que mejora la experiencia.
Ahora bien, la estructura hipertextual es clave para una navegación efectiva. Mientras el DAELE y el DBE presentan una organización clara con enlaces útiles, el WR carece de una hiperestructura definida, lo que puede dificultar la ubicación de la información deseada. Además, en términos de carácter multimedia, el DBE se destaca al ofrecer audio además de imágenes y vídeos, mientras que el WR es el más completo, en tanto que integra imágenes, audios y opciones de ajuste de velocidad de reproducción. Sin embargo, el DAELE no ofrece recursos multimedia, lo que podría limitar su utilidad en ciertos contextos.
Finalmente, en cuanto a la dimensión colaborativa, se observa que en el WR se ofrece un foro colaborativo, mientras que el DAELE y el DBE carecen de esta función y no permite un contacto directo con el equipo de redacción del diccionario, puesto que la colaboración entre usuarios y expertos puede enriquecer significativamente el contenido y la utilidad del recurso. En resumen, cada diccionario presenta fortalezas y debilidades en aspectos clave de transparencia, usabilidad, contenido y colaboración, lo que destaca la importancia de considerar las necesidades y preferencias específicas del usuario al elegir un diccionario en línea. Además, se identifican áreas de mejora para futuras investigaciones y de desarrollo en el campo de la lexicografía digital en español.
En el presente artículo se ha contextualizado el panorama lexicográfico en línea actual y se ha analizado la oferta de diccionarios y herramientas en abierto. Como se ha indicado, la producción lexicográfica ha sido fructífera desde la década de los 90, ya que las obras en papel son destacables y, además, son numerosas las editoriales que ofrecen materiales de tipo escolar para estudiantes de educación primaria y secundaria y aprendientes de español como L2 o ELE. Sin embargo, los diccionarios pedagógicos en abierto son escasos, pues parte de las versiones en línea de las obras que se ofrecen y ofrecían no están creadas para un entorno digital, no son gratuitas o ya no están disponibles, como en el caso del DUEA-CLAVE.
A partir de los datos obtenidos en el análisis lexicográfico de dos diccionarios de tipo “modelos T Ford” y de una herramienta, se ha podido responder a los objetivos planteados en la introducción. Por un lado, el DAELE y el DBE muestran un nivel similar de transparencia informativa, explicitación del destinatario y situación de uso, y presentación de la información, aunque hay algunas diferencias en cuanto a la profundidad de los detalles proporcionados. Ambos superan al WR en estos aspectos; a pesar de ello, el DBE destaca por una estructura hipertextual más completa y la inclusión de recursos multimedia. En consecuencia, en el DAELE y en el DBE se tendría que incorporar un espacio de comunicación entre usuarios, al igual que mejorar la integración de archivos e hipervínculos para enriquecer la información recogida en ambos diccionarios.
Por otro lado, a parte de los diccionarios pedagógicos, se ha analizado la herramienta WR. Como se ha explicado, la información que ofrece el WR, si bien se desconoce la autoría de algunos de los datos que incorpora, es completa al recoger múltiples elementos audiovisuales (fotografías y audio) o ejemplos reales y contextualizados. Además, el WR, a diferencia de las obras pedagógicas, sobresale por su carácter colaborativo a través de los foros de usuarios. Por lo tanto, el WR es una herramienta destinada a un público general, no a estudiantes de español, caracterizada por los datos audiovisuales integrados y por su carácter colaborativo, pero necesita mejorar la transparencia informativa y la presentación de la información, al igual que las fuentes.
Para terminar, se debe mencionar que ambos diccionarios pedagógicos en línea, el DAELE y el DBE, cumplen con la mayoría de los requisitos propuestos por Egido y Meliss (2023), cuyo objetivo es tanto servir de ayuda a los usuarios como aprovechar el valor añadido que aporta el entorno digital y, así, democratizar y acercar el uso del diccionario a los estudiantes.
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1 Con el término de “diccionarios pedagógicos” se hace referencia a todas las obras lexicográficas destinadas a aprendientes de una lengua, esto es, diccionarios para estudiantes de español como L1 y para estudiantes de L2 o ELE (Azorín-Fernández, 2000).
2 Para conocer más herramientas lexicográficas en línea se recomienda consultar las investigaciones de Bosque y Barrios (2018) y Egido y Meliss (2023), donde se incluyen algunos proyectos en desarrollo como el Diccionario de colocaciones del español (DiCE), el Diccionario de partículas discursivas del español (DPDE), entre otros, además de algunas bases de datos como ADESSE o Verbario.