Agua y Territorio, 16, 1-12, Julio-Diciembre 2020, Universidad de, Jaén, España

ISSN 2340-8472 ISSNe 2340-7743 DOI 10.17561/at.16.5493

water and landscape
AGUA y TERRITORIO

Proyecto Fonts del Montseny (“Fuentes del Montseny”)

Memoria de un rico patrimonio material e inmaterial en Cataluña (España)

Óscar Farrerons

Universidad Politécnica de Catalunya

Barcelona, España

oscar.farrerons@upc.edu

http://orcid.org/0000.0002.2292.6184

INTRODUCCIÓN

El agua ha sido y es un elemento fundamental para la vida. Desde hace miles de años la humanidad se ha esforzado por conseguir este preciado bien de manera diversa, una de las más importantes a través de las fuentes. Ello ha configurado unas relaciones con la naturaleza, el paisaje y la cultura del lugar que ha marcado la memoria de muchas generaciones hasta la llegada del agua canalizada a nuestras casas durante el siglo XX. En la actual sociedad de las prisas se ha olvidado el rico patrimonio material e inmaterial que nuestros abuelos construyeron, conservaron y mejoraron.

El parque natural del Montseny, aprobado en 19771, se sitúa en la Cordillera Prelitoral Catalana, de la que es el macizo más elevado, repartiéndose sus 31.000 hectáreas entre las provincias de Girona y Barcelona. Presenta pronunciados relieves y rica variedad ecológica por lo que en 1978 la UNESCO lo declaró Reserva de la Biosfera2, aumentando su superficie hasta la totalidad de los términos municipales de los pueblos que lo constituyen. Es un parque natural importante porque dispone de comunidades vegetales típicas de los tres grandes biomas europeos a pesar de su modesta superficie. Se caracteriza por la gran cantidad de fuentes naturales existentes y por la relación histórica y cultural que la gente del entorno ha mantenido con ellas. Los 557 km2 de la Reserva de la Biosfera del Montseny están repartidos entre 18 municipios3, que pertenecen a tres comarcas catalanas diferentes: Osona, la Selva y el Vallès Oriental (Mapa 1).

El Montseny, altivo sobre las planicies que lo rodean, se presenta como un bloque montañoso visible desde gran parte de Cataluña y es reconocido por su belleza desde tiempos inmemoriales. El nombre del macizo proviene del latín Mont Signus, lo que hace patente la fisonomía de su relieve. El Montseny es un mosaico de paisajes mediterráneos y centroeuropeos cuya biodiversidad y actividad humana a lo largo de los tiempos ha inspirado a artistas y a poetas, generando un gran patrimonio natural e histórico.

El macizo se estructura en dos partes geológicas diferenciadas: el zócalo, formado por rocas ígneas y metamórficas, y la cobertura, constituida fundamentalmente por rocas sedimentarias. Esta característica geológica influye de manera determinante en las fuentes del Montseny4.

Las diferencias de humedad y temperatura explican la variada vegetación que se desarrolla en el Montseny. En las partes basales del macizo encontramos formaciones vegetales mediterráneas (encinares, alcornocales y pinares) y, a medida que subimos de altitud, vegetación de montaña lluviosa (encinar montañoso y robledales), ambientes centroeuropeos (hayedos y abetales) y entornos subalpinos en las cumbres (matorrales y prados)5.

Mapa 1. Reserva de la Biosfera del Montseny

Fuente: Red Española de Reservas de la Biosfera.

La fauna del Montseny se caracteriza por la existencia de especies típicas centroeuropeas en las zonas altas y por la fauna propia de ambientes mediterráneos en las partes bajas. Hay alrededor de 270 especies de vertebrados y unos diez mil invertebrados. Encontramos el jabalí y la gineta entre los mamíferos, el azor y el petirrojo entre las aves, y varias especies de anfibios, reptiles y peces. Lo que confiere a la fauna del Montseny un carácter más singular son los géneros centroeuropeos, como la rana roja, la liebre y el lirón. El tritón del Montseny, Calotriton arnoldi, es endémico de este macizo.

La ocupación humana del Montseny data de tiempos prehistóricos como atestiguan los hallazgos de Aiguafreda y el Brull. Durante el periodo ibérico se empiezan a ocupar de forma estable los cerros, mientras que de época romana datan construcciones siguiendo las vías de penetración al macizo. En la Edad Media se generalizan los establecimientos interiores de manera dispersa y la explotación de los recursos naturales se intensifica. En el siglo XIX se inicia un lento despoblamiento. Actualmente la regresión de las actividades agrícolas, forestales y ganaderas ha propiciado un cambio hacia los servicios como el turismo rural, la restauración y la hostelería. En la Reserva de la Biosfera del Montseny viven hoy en día 51.000 habitantes.

OBJETIVO

Fonts del Montseny es un proyecto de investigación que pretende estudiar de manera teórica y empírica las fuentes del Montseny, cualquier surgencia natural de agua que la mano humana haya acondicionado para proveerse de este bien. Hemos identificado fuentes naturales con agua que brota de la tierra, pero también construcciones arquitectónicas de piedra, ladrillo o hierro, que facilitan su función con una canal, un grifo, etc.

Este artículo se inserta en el debate científico-teórico sobre el uso y valoración de las fuentes, aproximándose a la visión defendida por algunos académicos en cuanto a desarrollar la percepción del agua como un bien cultural a proteger y compartir6. Las fuentes son un patrimonio vinculado al desarrollo local, que es necesario dar a conocer, y deben formar parte de la lucha por la sostenibilidad de nuestra sociedad.

ESTADO DEL ARTE

A pesar del valor medioambiental y patrimonial intrínseco de las fuentes, no ha sido hasta iniciado el siglo XXI que han aparecido estudios científicos de diagnóstico de los sistemas fontanales. En España tenemos el ejemplo del proyecto "Conoce tus fuentes"7, iniciado en Andalucía en 2007, que ha estudiado más de doce mil fuentes con el apoyo de la Junta de Andalucía, el CSIC, la Unión Europea, la Universidad de Granada y el Instituto del Agua; el Inventari de ses fonts de Mallorca8 ha identificado casi mil setecientas fuentes desde 2011, y las experiencias de la Asociación Nacional Micorriza recuperando fuentes y manantiales de la comarca de Molina de Aragón9.

Figura 1. Código QR para acceder al plano de las fuentes del Montseny

En Catalunya existen diferentes investigaciones en marcha como el Projecte Fonts de la Institución Catalana de Historia Natural10, que desde 2013 estudia las fuentes mediante el análisis físico-químico de las aguas y su relación con las comunidades de briófitos, o el proyecto De font en font11, codirigido por la Sociedad Catalana de Educación Ambiental. También hay diferentes asociaciones locales de amigos de las fuentes en Vilassar de Dalt12, Argentona13, Peramola14, Collserola15… Y agrupaciones como Fonts Naturals de Catalunya16 y La Brolla d’en Toni17 para el conocimiento a nivel de ciencia ciudadana, y otras que colaboran con el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya, como ocurre en el proyecto Cercafonts18.

En el Montseny la primera recopilación la realizaron López y Bombí en 199119 sobre las fuentes del valle de Santa Fe. Diez años más tarde un estudio del departamento de Geoquímica de la Universidad de Barcelona, encabezado por el profesor Carmona20, relaciona las características químicas de las aguas subterráneas del Montseny y su contexto geológico. También en 2002 un equipo de la Facultad de Geología estudió las características hidrogeoquímicas de las aguas subterráneas y superficiales del Montseny. En 2003 el profesor Gallart21, de la Universidad Autónoma de Barcelona, desarrolla un método sistemático de obtención de datos físico-químicos, biológicos e histórico-culturales, aplicado a 56 fuentes del Montseny para concebir un diagnóstico y propuestas de mejora de su estado. Asimismo, el Grupo de Defensa del Ter22 lleva a cabo análisis anuales de las características físico-químicas de algunas fuentes de la cuenca del río Ter, en el Montseny, desde hace más de diez años.

METODOLOGÍA

Desde hace cinco años el proyecto Fonts del Montseny, constituido por un grupo de investigadores vinculados al Montseny, entre los que se encuentran el fotógrafo Adrià Corella y el farmacéutico Fortià Prat, comandados por el que suscribe este artículo, ha identificado y estudiado hasta el momento 870 fuentes, todas posicionadas en un plano googlemaps, con sus coordenadas GPS, consultable desde el código QR de la Figura 1.

El proyecto, que se puede seguir en las redes sociales23, incluye visitar las fuentes, trabajo de campo para comprender el territorio, detallar cada manantial con su situación, estado de conservación, modo de llegar, leyendas asociadas a la fuente si las hubiera, descripción de las historias del lugar, fotografía de cada una de ellas y análisis químico-mineral de sus aguas en un laboratorio homologado.

Durante los años 2016-2017 se llevó a cabo la visita a las principales fuentes de cada uno de los 18 municipios de la reserva de la biosfera del Montseny. En el registro de campo se constató el estado de la fuente, de los senderos de acceso, de las masías cercanas, se fotografió la fuente (a ser posible en diferentes situaciones temporales), se comprobaron las coordenadas GPS y se escribió una ficha con toda esta información. Se llegó a escribir 185 fichas completas. Dichas fichas fueron presentadas a la directora del parque natural, Joana Barber por aquel entonces, durante el verano y el otoño de 2017, en conversaciones telefónicas, por correo electrónico y con tres reuniones presenciales llevadas a cabo en la sede de la oficina del parque natural.

Con la presentación de las fichas, y sus ocasionales mejoras, se decidió montar una exposición itinerante para mostrar el patrimonio fontanal, no solo el material (las construcciones) sino también el inmaterial vinculado a las fuentes, lo que Aitana Martos ha llamado “todo lo que no se ve, y, en particular, los imaginarios sociales y las creaciones artísticas”24. Para ello se trabajó de forma conjunta con el Museo Etnológico del Montseny (MEMGA), en concreto con su director, Jordi Tura, y con el Centro de Documentación del parque natural, a través de sus responsables Gemma Font y Joaquim Mateu. La exposición fue patrocinada por las diputaciones de Girona y Barcelona y la Generalitat de Catalunya, siendo organizada en colaboración con el MEMGA y el ayuntamiento de Arbúcies. La muestra consistía en 16 paneles de 2 x 1,6 m autoportantes y 28 fotografías originales enmarcadas en cuadros de 50 × 35 cm. La inauguración de la exposición tuvo lugar el 24 de marzo de 2018 en el MEMGA, con representantes de las diputaciones de Barcelona y Girona, de varios alcaldes del Montseny, de la directora del parque natural y otras autoridades. Desde ese día hasta el 14 de marzo de 2020, cuando ha concluido en Mataró, la exposición ha estado itinerante por 16 municipios catalanes25 (Figura 2).

Figura 2. Exposición Fuentes del Montseny en Girona, enero de 2020

Fotografía de Óscar Farrerons.

Mientras la exposición seguía su itinerancia, se continuó el estudio teórico de las fuentes del Montseny, principalmente a través de la abundante información del Centro de Documentación del parque natural, y también el trabajo de campo, acompañados por los máximos conocedores locales de cada pueblo y caserío (ver agradecimientos finales). Este segundo trabajo teórico y práctico permitió llegar en un primer momento a más de setecientas fuentes, y está prosiguiendo actualmente.

También se ha procedido a completar el proyecto con un estudio químico-mineral de las aguas de las fuentes. En 2017 se analizaron cien fuentes de la zona norte26, en 2018 cincuenta y ocho fuentes de la zona oeste27, y en 2019 noventa y cinco fuentes de la zona este28. Los métodos analíticos usados fueron: potenciometría (pH), conductimetría (conductividad), volumetría ácido-base (bicarbonatos), volumetría de Möhr (cloruros), turbidimetría (sulfatos), espectrofotometría UV (nitratos), complejometría (dureza, calcio, magnesio) y fotometría de llama (sodio, potasio). Los análisis fueron realizados en el Laboratorio Clínico Prat de Torelló29, autorizado por la Dirección General de Salud Pública (R7-104-97), reconocido en el Registro de Laboratorios Agroalimentarios de Catalunya (nº 300). Durante 2020 se ha iniciado el estudio químico-mineral del agua de un centenar de fuentes del Montseny sur, a través de un Trabajo Final de Grado implantado en la Escuela de Ingeniería de Barcelona Este (UPC) codirigido entre el autor de este trabajo y la ingeniera industrial química Joana Lalueza.

EVIDENCIAS GENERADAS

El proyecto Fonts del Montseny ha pretendido generar evidencias científico-técnicas, presentando resultados desde un primer momento, para ir ampliando los conocimientos generados a posteriori.

Se ha participado en los congresos: International Conference on Water and Sustainability (Terrassa, julio 2017), International Congress of the Mountains (Granada, marzo 2018), Congreso Ibérico de Gestión y Planificación del Agua (Coímbra, septiembre 2018), Congreso Nacional del Agua (Orihuela, febrero 2019), Jornada de Investigación Campus Besos Universidad Politécnica de Catalunya (Barcelona, junio 2019) y Simposio Ibérico sobre Conservación de Ecosistemas Fontanales (Barcelona, junio 2019).

Se ha publicado en las revistas indexadas CARHUS+ Ausa (nº 178, nº 180, nº 183) y Quaderns de la Selva (nº 30), y en la revista de la industria tecnológica del agua Tecnoaqua (nº 25, nº 31, nº 37). También en revistas locales como Tagamanent (nº 85, nº 86, nº 90), Revista de Vic (nº 41, nº 42), SantFeliuDiu (nº 38), y revistas pertenecientes a clubes y federaciones: Vertex-Federació d'Entitats Excursionistes de Catalunya (nº 280), Muntanya-Centre Excursionista de Catalunya (nº 929) y Excursionisme-Unió Excursionista de Catalunya (nº 414).

Aprovechando la exposición itinerante se han editado 14 catálogos, cada uno de ellos publicando parte de las 540 fichas generadas en el proyecto. También se han publicado libros dirigidos al gran público: Racons del Montseny amb aigua (ed. Farell, 2019) y El Montseny, rutes en cotxe i a peu (ed. Farell, 2020) para dar a conocer parte de nuestro patrimonio fontanal. Todas las evidencias pueden consultarse en el repositorio de investigación de la Universidad Politécnica de Catalunya30.

Tabla 1. Fuentes identificadas, ordenadas por municipios (filas) y tipo (columnas). Relación con la superficie del municipio

Municipio

Fuentes urbanas

Fuentes boscosas

F. por encontrar

Fuentes perdidas

Total fuentes

km2

Fuentes/km2

Aiguafreda

    8

  17

    2

    1

  28

    8

3,5

Arbúcies

  18

  54

  37

    8

117

  86

1,4

Breda

  13

  10

    2

    8

  33

    5

6,6

Campins

    3

    8

    3

    0

  14

    7

2,0

Cànoves i Samalús

    3

  11

  13

    3

  30

  29

1,0

El Brull

    2

  23

  19

    2

  46

  41

1,1

Figaró-Montmany

    2

  17

    6

    1

  26

  15

1,7

Fogars de Montclús

    2

  29

  30

  12

  73

  38

1,8

Gualba

    6

  22

  10

    1

  39

  23

1,7

La Garriga

  19

  13

    2

  10

  44

  19

2,3

Montseny

    2

  18

  25

    1

  46

  27

1,7

Riells i Viabrea

    3

  16

    5

    4

  28

  27

1,0

Sant Esteve de Palautordera

    3

    6

    3

    2

  14

  11

1,3

Sant Feliu de Buixalleu

    2

  12

  19

    7

  40

  62

0,6

Sant Pere de Vilamajor

    2

  16

  22

    1

  41

  35

1,2

Seva

    4

  17

    0

    1

  22

  30

0,7

Tagamanent

    1

  27

    7

    4

  39

  43

0,9

Viladrau

  26

  98

  52

  14

190

  51

3,7

Total

119

414

257

  80

870

557

1,6

Porcentaje

13,7%

47,6%

29,5%

9,2%

Fuente: elaboración propia.

RESULTADOS

El proyecto Fonts del Montseny ha identificado hasta el momento 870 fuentes, que han sido clasificadas en cuatro grandes grupos: urbanas, boscosas, pendientes de encontrar y perdidas. Las fuentes urbanas son aquellas que, aunque hoy en día están servidas por la red municipal, tienen un origen natural, con muchos años de historia y valor patrimonial etnográfico y/o arquitectónico. Las boscosas son aquellas fuentes naturales que aún podemos localizar en el monte, que son alimentadas por manantiales que surgen de la naturaleza. Hemos clasificado como fuentes pendientes de encontrar aquellas que están vivas en el recuerdo de los mayores, o que están perfectamente identificadas en la bibliografía histórica, pero nosotros no hemos podido constatar su existencia actual, en visita de campo. Finalmente, llamamos fuentes perdidas aquellas que, estando identificadas, tenemos pleno conocimiento de que ya no existen, normalmente por cuestiones de expansión urbanística. Evidentemente es una clasificación temporal, que a medida que avanza el proyecto puede modificarse, puesto que varias de las fuentes por encontrar, al aumentar el trabajo de campo pasan a ser fuentes boscosas, e incluso a veces perdidas. En el momento de escribir este artículo, podemos afirmar que después de cinco años de estudio, no se prevén grandes cambios. Actualmente los resultados se pueden observar en la Tabla 1.

A grandes rasgos podemos afirmar que se han visitado un 61 % de las fuentes del Montseny, y que tenemos constancia de un 9 % de fuentes históricas ya perdidas. Aunque el proyecto puede mantenerse algún tiempo más, parece improbable poder reducir de forma apreciable el porcentaje de un 30 % de fuentes pendientes de encontrar.

Respecto a la situación, se demuestra que los municipios con más fuentes son aquellos situados en la vertiente septentrional, Viladrau y Arbúcies, que suman más de un tercio de las fuentes de toda la reserva de la biosfera del Montseny. Si se analiza el número de fuentes por km2, también Viladrau supone una de las ratios más significativas con 3,7 fuentes por km2 más que duplicando la media del macizo (en el caso de Breda las 6,6 fuentes por km2 quedan condicionadas por su escaso termino municipal).

LAS FUENTES DEL MONTSENY

Los primeros asentamientos humanos se relacionan con la presencia de agua como elemento absolutamente necesario para garantizar la subsistencia. En Aiguafreda, cerca de los dólmenes de Serra de l‘Arca, datados del neolítico, tenemos fuentes que quizá ya saciaron la sed a los hombres hace cuatro mil años, como la actual fuente del Saní, bajo los riscos homónimos, y la Fontica, en la Sierra de Brucdemí.

En el mundo antiguo la ocupación de nuevas tierras aptas para el cultivo en el Montseny supuso también la búsqueda y localización de agua. Los poblados de la cultura íbera, pese a situarse en colinas, siempre se encontraban en lugares cercanos a manantiales, como la fuente de ca n’Albert de Dalt al pie del castillo de Montclús, construido sobre ruinas ibéricas31, y también próxima al río Tordera la fuente Lourdes, entre las masías de Can Vila y Can Bonamic.

Los nuevos asentamientos romanos entre los siglos III y I a. de C., situaron sus villas en las planicies que bordean el macizo montañoso, cerca de las rutas de comunicación como la vía Augusta o la vía Ausa, a pie de ríos y manantiales, como la fuente d’en Mau, próxima al asentamiento romano de Can Terrers. A estas fuentes antiguas se les suponía, en algunos casos, propiedades curativas, como el caso de la fuente de Malhivern o la fuente del Bosc, ambas de la Garriga.

En la cultura antigua, las fuentes eran lugares sagrados y espacios de salud. Esta bondad de las aguas era consecuencia de mitos ligados a sus orígenes. Las surgencias entre rocas, los nacimientos de ríos y los manantiales naturales se convirtieron en santuarios de ninfas en este pretérito mundo32. En el histórico camino de Viladrau hacia el santuario de Sant Segimon, se encuentra la fuente de l’Or, donde según las leyendas pueden aparecer las ninfas del agua una noche plateada. También tiene orígenes antiguos la fuente del Mig (Figura 3) rodeada de un vergel de vegetación, difícil de encontrar a pesar de estar a unas decenas de metros de la carretera local del pueblo de Montseny.

Figura 3. Fuente del Mig, término municipal de Montseny

Fotografía de Adrià Corella, mayo de 2018.

Desde hace más de mil años, la presencia humana y los manantiales de agua del Montseny mantienen una relación intrínseca33. La fuente Fresca es de las más antiguas documentadas en el Montseny, puesto que aparece descrita ya en el 898 en el acta de consagración de la iglesia de Sant Martí del Congost. En época medieval también es muy habitual encontrar la presencia de fuentes en delimitaciones de campos y castillos, como por ejemplo las fuentes de Morer y Comafosca, al este y al sur respectivamente del castillo de Montsoriu, ambas fuentes hoy en día perdidas. La construcción de mitos étnicos y tradiciones locales basadas en las leyendas alrededor de las fuentes está muy estudiada en España34, y el caso del Montseny se inscribe en esta misma tradición.

El recurso del agua corriente ha condicionado desde tiempos inmemoriales la ubicación de la población. En todo el Montseny podemos encontrar un manantial de agua cerca de cada masía, como la fuente de Can Maynou de Gualba, la fuente de Can Suc de Mosqueroles (Fogars de Montclús), incluso en aquellas masías a más altitud, como la fuente Linyac de Tagamanent (Figura 4) o la fuente de Santandreu del Brull.

Figura 4. Fuente Linyac, Tagamanent

Fotografía de Óscar Farrerons, junio de 2017.

La mayoría de iglesias y ermitas tienen cerca un nacimiento de agua de la que a menudo toman el nombre. Así tenemos la fuente de la Rectoria de Sant Feliu de Buixalleu, la fuente de Sant Llop de Viabrea, la fuente de Sant Martí del Brull, o la fuente Bona de Sant Marçal (en el municipio de Montseny).

Pero no solo podemos ver esta relación intrínseca en las actuales fuentes, sino que la toponimia también nos ha dejado innumerables ejemplos de lugares del Montseny en los que hoy en día no existe ninguna fuente, ni ningún testimonio histórico de su existencia, pero los nombres remiten a la presencia de manantiales, como Fontalba, Fontmolsa, Fontinguells, Fontanelles, Fontanilles, etc.

En el Montseny son relevantes las fuentes a pie de carretera, como la fuente dels Gitanos de Figaró, que se relacionan con el paso del camí ral, histórico camino medieval de Barcelona a Vic, bordeando el rio Congost. Otras están situadas en los caminos históricos de montaña, y en senderos de carboneros y leñadores como la fuente de Cans de Viladrau. Las fuentes siempre han ido paralelas a la explotación humana de la montaña, como elemento inseparable de la relación del hombre con el medio. Encontramos fuentes en la mayoría de pistas forestales que conducían a núcleos de población. Algunas de estas han quedado hoy en día dentro de los núcleos urbanos, como la fuente de Sant Jordi (Figura 5), o la fuente de la calle Barcelona, ambas de Breda.

Figura 5. Fuente Sant Jordi, Breda

Fotografía de Adrià Corella, mayo de 2018.

Otras fuentes documentadas hace siglos y ligadas a la ocupación humana del Montseny son la fuente del Ferro de Arbúcies (con la fecha 1602 grabada en su estela de piedra), la fuente Sors de Seva (aparece reedificada en 1775, pero existía desde el siglo XV), la fuente de la Plaça de Aiguafreda, con piedra cincelada fechada en 1871, y la fuente de l’Obi, situada en la planicie oeste del municipio del Brull, y que acabará dando nombre a la masía próxima.

Más allá del patrimonio material, las fuentes y la pureza de sus aguas también forman parte de la propia identidad cultural del Montseny, en forma de leyendas y mitos, de origen étnico, que crean identidades y pueden influir en los ámbitos sociales. Las creencias antiguas en el Montseny consideraban de mal agüero lavarse sin recato en las fuentes. Se creía que, si se escupía u orinaba en una fuente, esta agua se volvía endemoniada. Las leyendas se suceden alrededor de fuentes como la dels Quatre (Figura 6), situada en el valle de Santa Fe, origen de la riera de Breda. Las fuentes también son punto de encuentro de seres malignos, como las brujas de la fuente de Briançó, bajo la cima de Les Agudes, donde se encontraban para organizar aquelarres y provocar granizo para arruinar las cosechas.

Figura 6. Fuente dels Quatre, valle de Santa Fe

Fotografía de Adrià Corella, marzo de 2019.

En otros casos las leyendas nos cuentan el origen y la bondad de las aguas de las fuentes. Como el relato de la fuente del Noi Gran de Viladrau. Se explica que había una vez un niño pequeño que no tenía fuerza y siempre estaba enfermo. Un año que hubo una gran sequía, los chicos del pueblo iban a la fuente a por agua, pero él no podía debido a su salud; el chico, entristecido, comenzó a escaparse de su casa a escondidas por la noche a buscar agua y cada vez que bajaba una garrafa bebía un trago. Hasta que se convirtió en un chico fuerte y grande que proveía de agua a todo el pueblo.

O la fuente dels Cinc Raigs de Sant Esteve de Palautordera, cuya historia explica que el propietario original de la fuente tenía cinco hijos, y por eso al construirla hizo los cinco caños que dan nombre a la fuente, a pesar de que hoy en día solo quedan cuatro. Una historia real, puesto que hemos conocido a uno de los nietos del propietario, quien la ha atestiguado. De leyendas sobre el origen de las fuentes hay muchas, así por ejemplo la mitología cuenta que la fuente del Ferro de Viladrau fue encontrada por un pájaro carpintero mientras estaba recogiendo la misteriosa hierba del hierro.

El Montseny sedujo a los primeros excursionistas de la Renaixença35 desde el último tercio del siglo XIX. Los noveles excursionistas deportivos y científicos provenientes de la burguesía barcelonesa siguieron los pasos de la pionera guía de Artur Osona36 y pronto se convertirían en veraneantes. Osona, socio del Centro Excursionista de Cataluña, da relevancia a las fuentes del Montseny “d’aygua, abundosa, rica y fresca37. En su primera guía excursionista del Montseny menciona veintidós de las fuentes más representativas del macizo, como la fuente de la Teula del término municipal de Fogars de Montclús y la fuente del Matagalls de la que cuenta “trepitjant herbas sense cap arbre, se baixa a la Font de Matagalls, á 1690 metros y á mitja hora de la Creu...38. También Jaume Almera39 nos habla en 1884 de la fuente de l’Escot: “es baixa a la font de Matagalls i, seguint pel barranc que l’aigua del font i la pluja van obrint, després de passar la font de l’Escot, es torna a trobar el camí que condueix a l’ermita de Sant Miquel dels Barretons40.

Muy pronto los atractivos del paisaje de la montaña hicieron aparecer hostales y fondas para alojar a estos primeros viajeros. En el valle de Santa Fe se instauró uno de los primeros centros turísticos no urbanos del Montseny para la burguesía, que buscaba la bondad del clima de la montaña y las aguas de sus apreciadas fuentes, como las fuentes del Frare, de Passavets, y del Cirerer. Muchos de estos nuevos rincones y pequeños manantiales de agua fueron adecuados al estilo de la moda arquitectónica de la época, buscando el ideario modernista, y quedaron plasmados, a partir de la década de 1920, en las fotografías de las postales que se comerciaban como recuerdo.

Muchas otras fuentes en pueblos con fuerte presencia de veraneantes se rehicieron siguiendo el mismo estilo modernista, como la fuente d’en Bosch en Arbúcies, la fuente Can Blanxó en Gualba, y la fuente de la Granota en Aiguafreda. En la Garriga, paradigma del disfrute de las aguas termales, a inicios del siglo XX las fuentes fueron remodeladas según los cánones de la arquitectura modernista similar a sus elegantes torres41. Es así como se construyó la hermosa fuente del Passeig o la impresionante fuente de Santa Digna, ambas del arquitecto Raspall42.

Durante el siglo XVIII se procede a la recuperación del culto higiénico y medicinal de las aguas termales. En los balnearios se llevaba una vida de reposo, de atención a la salud, de tertulia y de trato social alejado de la vida cotidiana, todo asociado al prestigio cultural. La Garriga es la capital de las aguas termales en el ámbito del parque natural del Montseny pero en otros pueblos como Tona o Sant Hilari Sacalm se elabora toda una visión turística de reputación literaria con imágenes idealizadas de las fuentes43. En la Garriga el agua de la fuente del Pou Calent44, que brota a 60ºC, y el manantial termal en torno a la plaza de Santa Isabel, formaron en el siglo XIV el temprano núcleo urbano. La primera explotación moderna de las aguas tiene lugar en 1840, con el balneario Blancafort, local de prestigio frecuentado por personalidades de la vida social barcelonesa como Jacint Verdaguer y Francesc Cambó.

Aunque el Montseny, por sus condiciones geológicas, no es un macizo de aguas mineralizadas, tenemos constancia de más de una quincena de fuentes ferruginosas repartidas por Viladrau, Arbúcies, Gualba, Fogars, la Garriga, y en especial en el municipio de Sant Pere de Vilamajor, que concentra hasta cinco de estas fuentes con gran cantidad de hierro. El hecho de coincidir tantas fuentes en un mismo pueblo, ha tenido como consecuencia el uso de sinónimos para designarlas, así tenemos las fuentes Ferrussa, Roja, Tosca, del Sofre y del Ferro, todas ellas circunvalando el yacimiento de hierro de Plansaparera, una pequeña cima de 760 m de altitud de Sant Pere de Vilamajor. La gente bebía las aguas ferruginosas de estas fuentes para combatir la anemia y la inflamación de la lengua.

Muchas de las fuentes curativas fueron promocionadas por los mismos médicos que recomendaban la ingesta de sus aguas. El doctor Carulla45 primero, y después el doctor Ariet46, recomendaron hospedarse en Viladrau para disfrutar de su ambiente y de sus aguas, como la fuente de les Paitides, la fuente de Gomara, o la fuente de Miquel de la que poéticamente cuenta que “els vianants que tornen de la passejada i volen beure l’aigua fresca que, con ansa de transparent cristall, regalima de l’esqueiviu"47. Dicha fuente de Miquel había sido arreglada en 1904 por el propio ayuntamiento como punto de encuentro de la colonia veraniega48. El pueblo de Viladrau ha reconocido a estos insignes doctores sus esfuerzos, dedicando una bella plaza al Dr. Carulla al lado mismo de la capilla de la Pietat, y ofrendando la fuente de Gomara, situada a 890 m de altitud, al Dr. Ariet, cuando esta fue restaurada en 1991. Otros municipios también han querido homenajear a doctores insignes, como por ejemplo Figaró al Dr. Jordi Sans49, dedicándole el entorno de la preciosa fuente d’en Llanes.

También tenían mucha fama por ser buenas para la salud las fuentes del valle de Santa Fe (en el municipio de Fogars de Montclús), como las fuentes dels Grèvols, de Maçaners, o de les Gatellades, hoy lastimosamente perdidas. De todas ellas, la que tenía fama de ser la mejor agua era la fuente Nova, tal como declaraba el escrito cincelado en la estela que presidía la fuente en 1905: Font Nova i la millor, aunque lamentablemente hoy la fuente presenta un estado de abandono, y solo podemos disfrutar de su antigua belleza a través de la postal editada a principios de siglo XX por ATV nº 2703 de la colección Montseny Pintoresc50.

En la cultura mediterránea las fuentes han sido tradicionalmente espacio de disfrute y encuentro en las calurosas tardes de verano, cuando proporcionaban un cobijo a la sombra y agua fresca. Existen muchos ejemplos de ello en España, como explica el profesor Cantero en el caso de la comarca andaluza de Aracena51. Las fontades son encuentros campestres alrededor de los manantiales del Montseny. Desde los primeros excursionistas románticos hasta la primera mitad del siglo XX la gente celebraba estas fontades con desayunos y meriendas, encuentros y fiestas tradicionales, como la “Tornaboda” después de la Fiesta Mayor de Viladrau, en la fuente de les Delícies. Hasta los años 50 en torno a las fuentes de más renombre se bailaban sardanas y se llevaban a cabo bucólicas fiestas52, como en la fuente Pintoresca de Breda, reconstruida en 1912 para uso y disfrute lúdico.

En la fuente del Lleó de Aiguafreda los veraneantes se acercaban vestidos como si fueran a un acto social de la capital. Fuentes antiguas se rediseñan siguiendo los nuevos estilos arquitectónicos y devienen inspiración para literatos. Muy pronto algunas de estas fuentes se dedicaron a escritores y poetas, como la fuente d’en Vila dedicada a Joan Maragall53 en la frondosidad del hayedo al pie del Matagalls. En 1936 Manent54, en representación de la Generalitat de Catalunya, propuso arreglar la antigua fuente de l’Oreneta de Viladrau como homenaje a Jaume Bofill55. Francesc Vendrell, propietario de Can Pons, también impulsó en 1930 la renovación de la antigua fuente de la masía por la neoclásica fuente de Montserrat del pueblo de Campins, al gusto de los veraneantes para celebrar las comidas campestres.

Existen asociaciones que se han dedicado durante el siglo XX a promover romerías civiles y religiosas en torno a ermitas y fuentes. Mención especial merece la actividad de construcción y restauración de fuentes llevada a cabo por la asociación Aplec del Matagalls, que desde 1950 cada año inaugura o repara una fuente en la montaña de Matagalls junto con la celebración de la romería. Tenemos más de una cincuentena de ejemplos: la fuente Clareta de Viladrau, o las fuentes de Santa Joaquina de Vedruna y del Sot del Rector del término municipal del Brull. En la misa se ofrece el agua de la fuente que será inaugurada.

La religiosidad también se manifestaba en torno a las fuentes, a pie de camino, cuando las procesiones hacían paradas para rezar cerca de las fuentes. Los votos religiosos de los vecinos del pueblo del Montseny se remontan al siglo XVI, en acción de gracias por haber resultado indemnes a la epidemia que asoló la comarca. En cumplimiento de lo prometido subían a la ermita de Sant Marçal el lunes de Pascua Granada, haciendo una parada intermedia en la fuente de les Illes, donde los feligreses aprovechaban para desayunar56. También la celebración de la romería del Sant Crist en Aiguafreda de Dalt se hacía en el altiplano alrededor de la fuente de l’Abadessa57 y en la procesión de Sant Martí sobre la fuente dels Enamorats se rezaba una salve58. En el siglo XVIII un piadoso habitante de Samalús viajó a Roma para volver con la imagen de la Mare de Déu de la Salut que se venera en el santuario de dicho pueblo, al lado de la fuente de la Salut de Samalús, que brotaba agua llena de milagrosa salud.

LIMITACIONES EN NUESTRO PROYECTO. ¿FUENTES PERDIDAS?

El proyecto Fonts del Montseny no solo ha estudiado las fuentes actuales, sino también aquellos manantiales que aparecen en las crónicas antiguas, en los libros de historia, e incluso en la memoria de los más viejos del lugar. Muchas veces, cuando hemos preguntado a los abuelos del pueblo por una fuente, nos acompañan hacia el lugar y señalando un zarzal nos dicen “ahí estaba la fuente…” En la mayoría de los casos las fuentes han dejado de ser básicas para garantizar el suministro a las poblaciones, por eso han desaparecido o han quedado olvidadas en la montaña, como ha ocurrido con las fuentes del Petricó o de la Perdiueta, ambas de Breda.

A veces las fuentes se pierden porque son canalizadas hacia los caseríos cercanos para aprovechar el agua en tareas agrícolas, como es el caso de las fuentes de la Llobera (Seva), d’en Rovelló (La Garriga) o dels Peixos (Arbúcies). La adaptación de viejas masías a segundas residencias supone también la canalización del agua del manantial natural, como la fuente de can Morera del vecindario de Sant Salvador de Cànoves.

La sociedad actual ha olvidado las fiestas que se llevaban a cabo alrededor de las fuentes, por esta razón está tan escondida la que en su día fue famosa fuente de Sant Fernando de Campins, y hoy hay que buscarla entre la maleza, para encontrar una ruina de muros secos. También está cubierta de zarzas, y sin agua, la fuente de Santa Eugènia, en su día alma mater del poblado de Santa Eugènia de Congost.

Hoy encontramos caños secos como consecuencia del movimiento del agua, es el caso de las fuentes de Cal Marxant o Fugarolas de Sant Feliu de Buixalleu. O bien por la escasa pluviometría asociada al cambio ambiental como la fuente de Morou, o la fuente del Terrer en Sant Pere de Vilamajor, que los mayores del lugar habían visto fluir con normalidad. Algunas fuentes habían sido catalogadas como perdidas, pero el trabajo de campo del proyecto Fonts del Montseny ha permitido “encontrarlas”, sencillamente porque el cambio de una sociedad agrícola a una urbana, había hecho perder su uso y estaban olvidadas, como la fuente Monner, situada en la riera del Cortès, o como la fuente de Can Perepoc en la maleza septentrional de Campins.

AMENAZAS A LAS FUENTES

El agua que brota de las fuentes del Montseny procede de diversos acuíferos59 de gran importancia medioambiental, que alimentan los torrentes y humedales a través de las descargas de las fuentes, pero están sometidos a una sobreexplotación que será necesaria controlar de alguna manera60.

El hombre a lo largo del tiempo ha establecido una relación de dependencia, pero también de dominio con el agua. El aprovisionamiento de agua de las fuentes y su comercialización es un buen ejemplo. La modernidad y la concentración humana en las ciudades abrieron un nuevo mercado para la venta de agua mineral embotellada. Las primeras embotelladoras estaban ligadas al negocio de los balnearios, cuya primera reglamentación en España llegó en 1816 con la declaración de utilidad pública. Más adelante, con la desamortización de Madoz de 1855 se definieron los derechos de propiedad y el preciado líquido se empezó a comercializar como agua de mesa61.

En el macizo del Montseny, desde el último cuarto del siglo XIX, aparece otra forma de explotación de las fuentes naturales: las nuevas industrias embotelladoras de agua natural. Una de las primeras aguas analizadas para el consumo humano fue la fuente del Regàs de Arbúcies. En 1887 el agua de les Fontiques fue catalogada de mineromedicinal natural de una composición equilibrada, apta para las dietas pobres en sodio. Rebautizada como Manantial Reina Regente, se inauguró el 3 de julio de 1890. En un principio se rellenaban las garrafas de vidrio a mano directamente del caño, pero en la década de 1960 la embotelladora empezó a funcionar de manera industrial. En 1973 se creó la empresa “Font del Regàs, S.A.”62.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, otras fuentes son embotelladas de forma manual en garrafas para ser transportadas hasta Barcelona, la fuente de les Pipes (1958), la fuente de coll de Té y la fuente del Plà de les Arenes (1957)63, las tres de Arbúcies, y Fournier en La Garriga. En el pueblo de Sant Esteve de Palautordera el agua de la fuente de Sant Antoni se empezó a envasar en garrafas en 1957, y hasta 2020 se comercializaba como “Aigua del Montseny”. La eclosión de la industria del agua envasada en el Montseny se inicia en el último cuarto del siglo XX. La Fontalegre se convirtió en 1968 en la planta embotelladora de “Aigua de Viladrau”64. También se embotella la marca paneuropea "Los Abetos", que tiene su origen en el manantial de Arbúcies. “Font Agudes” fue fundada en 1972 en Arbúcies y extrae el agua de la primitiva fuente dels Ametllers.

Según la Asociación Catalana de Envasadores de Aguas, el 80 % de la producción en Cataluña procede del Montseny-Guilleries65. La mayoría se concentra en la cuenca del Tordera y fuera de los límites del parque natural66, pero ¿en el futuro habrá suficiente agua para la industria embotelladora sin secar las fuentes?

A inicios del siglo XXI ha aparecido una nueva industria del agua, que potencialmente podría afectar también a las fuentes. Se trata de una embotelladora de licuados vegetales, instalada en el pueblo de Viladrau, cuya materia prima principal es, evidentemente, el agua del Montseny. Actualmente la empresa adquiere el agua a través de la red local de Viladrau y ha implantado un sistema de gestión ambiental de acuerdo con la ISO 1400167. Esperemos que dicha industria de agua no afecte a las cercanas fuentes de l’Avi, mas Molins, o del Castanyer.

Convendrá analizar en el futuro el mantenimiento de las industrias del agua, como se ha visto básicamente embotelladoras, con la preservación del patrimonio fontanal en el Montseny.

DISCUSIÓN

Existen fuentes del Montseny que se han convertido en la referencia de un pueblo o una vecindad. Son las mejor conservadas y también las más frecuentadas, ya sea por excursionistas o vecinos. Cada aldea del Montseny tiene sus fuentes más queridas, aquellas que representan un espacio patrimonial propio. Son fuentes que encontramos en caminos históricos como la fuente Borrell de Sant Pere de Vilamajor, en la subida hacia la cima de Sant Elíes; o la fuente de les Acacies, parada tradicional hacia el emblemático castaño Gros d’en Cuc en Vallforners. Otro manantial de carácter identitario es la fuente del Conill en la parte alta de la pista Garolera, cerca de Santa Fe. Algunas de ellas deben su carácter patrimonial a la abundancia de sus chorros de agua, como la fuente de María Negra de Arbúcies.

Estas fuentes presentan construcciones firmes, donde el valor natural del entorno se combina con aspectos culturales como recitales de poesía y actividades de ocio, como la fuente de Pinós, a la que se accede desde Aiguafreda por una palanca que permite cruzar el rio Congost. En el caso de Aiguafreda, desde hace más de cien años la poesía está íntimamente ligada a sus fuentes, como lo atestigua un divertido poema de 1927 de Josep Asmarats en el que narra 60 fuentes de sus entornos68.

Otras fuentes son de carácter urbano y, a pesar de haber perdido el manantial de agua natural y estar conectadas hoy a la red municipal, mantienen un interés histórico, como la fuente del Pujol en el extremo sur del casco urbano de la parroquia de Sant Julià del Montseny, o la fuente del Safareig en Joanet (Figura 7), vecindario más septentrional del término de Arbúcies. Algunas de esas construcciones fueron levantadas para conmemorar la llegada del agua potable al pueblo, como la fuente construida en 1917 en la plaza del Dr. Rovira de Breda, hoy llamada fuente del Novè Centenari. Las fuentes del Bon Humor, de Can Mero o de Can Salau, son algunas de las siete fuentes de bomba que hay en Arbúcies, que desde 1908 permiten la extracción por bombeo manual del agua de los pozos históricos de las calles.

Figura 7. Fuente del Safareig de Joanet, Arbúcies

Fotografía de Óscar Farrerons, noviembre de 2018.

Cerca de la iglesia parroquial, o en la Plaza Mayor de cada pueblo, no puede faltar nunca una fuente. Así tenemos la fuente de Sant Joan delante mismo de la parroquia homónima de Campins, con su última configuración arquitectónica de 1925, aunque ya existía mucho antes. Las rectorías también tienen su fuente, como la fuente de la Germana Josefa en Viladrau, o la fuente de la Rectoria de Gualba, detrás de la iglesia de Sant Vicenç. Finalmente, las fuentes modernas, como la actual fuente de Ca l’Enric del Figaró, hoy punto de encuentro singular para los excursionistas que se internan hacia la sombría Vallcàrquera, quizá algún día podrían convertirse en elementos patrimoniales del pueblo.

Los entornos de las fuentes del Montseny presentan ambientes naturales alterados por acciones antrópicas en diferente medida. En los altos hayedos y en frescas torrenteras las fuentes suelen estar más integradas en el medio natural, con especies típicas de entornos húmedos, como en la fuente de Can Mir de Sant Esteve de Palautordera. En cambio, las fuentes más frecuentadas, con acceso a pie de pista y buena señalización, los valores ambientales han sido relegados en favor del aprovechamiento humano, como por ejemplo en la fuente de Cal Guardià al lado de la carretera de Sant Celoni a Campins, detrás del restaurante que lleva el mismo nombre de la fuente. El patrimonio natural y humano de las fuentes del Montseny es un claro ejemplo de la relación intrínseca de ambos elementos.

CONCLUSIONES

El proyecto Fonts del Montseny ha demostrado que existe una gran cantidad de fuentes en el macizo, y una sabiduría ancestral del agua con valores culturales e históricos relacionados con ellas. Gracias a la estructura geológica del Montseny, en la que predominan materiales silíceos, y a las actividades humanas poco invasivas, sobre todo en las áreas supraforestales, podemos concluir que en general las fuentes mantienen un buen estado ambiental, si bien no podemos bajar la guardia en la preservación, puesto que lamentablemente hoy en día se puede observar cómo los chorros de agua van disminuyendo por captaciones o por disminución de los niveles de los acuíferos.

El estudio teórico de la historia y las leyendas, y su difusión en diferentes foros científicos pero también relacionados con la cultura popular, deben permitir la recuperación de la memoria y la reconstrucción y protección de las fuentes como patrimonio indisociable de la montaña del Montseny. Para ello, el proyecto Fonts del Montseny debe continuar en el estudio de las fuentes desde un ámbito pluridisciplinar.

AGRADECIMIENTOS

A todos aquellos que nos ayudaron con sus explicaciones y/o nos acompañaron hasta esa fuente que nunca encontrábamos: Agustí Vulart (Sant Esteve de Palautordera), Agustí Busquets (Viladrau), Anna Àvila (CREAF), Andreu Pujol (Breda), Àngel Rabat (Viladrau), Àngels Rifà y Oriol Autet (Seva), Carme Aliaga (Seva), Carola Duran (Aiguafreda), Enric Alexandre (Aiguafreda), Ferran Tolosa (Viladrau), Fidel Borràs (Arbúcies), Georgina Arnó (Hidrogeología y Geotermia, ICGC), Glòria Plana (Riells i Viabrea), Higini Herrero (Sant Pere de Vilamajor), Ignacio Vives y Pilar Salime (Seva), Ignasi Herms (ICGC), Jaume Font (Tagamanent), Joan Berruezo (Tagamanent), Joan Campañá (Viladrau), Joan Garolera (Arbúcies), Joan Lopez Cortijo (Campins), Joan López Redondo (Viladrau), Joan M. Carrasco (Viladrau), Joan Miró (Aiguafreda), Joan Presseguer (Viladrau), Joan Soler y Núria Grau (Vic), Joaquim Bosch (Hostalric), Jordi Boadas (Vic), Jordi Brachs y Lluís Brachs (Viladrau), Jordi Cuminal (Arbúcies), Jordi Matamoros (Baix Llobregat), Jordi Perera (Viladrau), Jordi Pascual (Mollet del Vallès), Josep Castells (Arbúcies), Josep Cuch (Cànoves i Samalús), Josep Mª Panareda (Universidad de Barcelona), Josep Mª Vives (Seva), Josep Mª Abril (Sant Celoni), Josep Masnou (Montseny), Josep Soler (Riells del Montseny), Laura Varderi (Viladrau), Lluís Calm (Viladrau), Lluís Hilari (Campins), Lluís Pagespetit (Viladrau), Lluïsa de la Vara (Cànoves i Samalús), Marc Grau (Taradell), Marc Robusté (Viladrau), Maria Anna Pineda (Seva), Maria Sabater (Granollers), Maria de l’Avencó (Aiguafreda), Miquel Parella (Aiguafreda), Miquel Vila (Barcelona), Mireia Puig (Sant Esteve de Palautordera), Mònica Fornals (Cànoves i Samalús), Neus Comajoan (Arbúcies), Patrici Cros (Riells i Viabrea), Pau Vila (Arbúcies), Pep Sánchez (Arbúcies), Pere Montalt (Taradell), Pili Mas y Pep Bassas (Vilarmau), Ramon Calm (Viladrau), Ramon Oriol (Viladrau), Silvana Cortés (Barcelona), Sisku Aragay (Aiguafreda), Toni Arrizabalaga (Granollers), Toni Clavera (Espinelves), Xavier Burcet (Arbúcies), Xavier Cateura (La Castanya), Xavier Jordi (Viladrau), Xavier López Vázquez (Montseny), Xavier Par (Barcelona) y Xavier Vila (Figaró).

BIBLIOGRAFÍA

Albesa, C. 1990: Postals del Montseny. Barcelona, Publicacions de l'Abadia de Montserrat.

Almera, J. 1884: “Excursió al Montseny: Descripció física de la Muntanya”, La veu del Montserrat, VII, 151-176.

Amics de les Fonts de Vilassar de Dalt. 2020: https://www.facebook.com/groups/112407302198856/ Consulta realizada el 1 de abril de 2020.

Andreu Rodes, J. M. y Fernandez Mejuto, M. 2019: “Las aguas subterráneas en España: hacia la sostenibilidad del recurso”, en Melgarejo, J. (editor): Congreso Nacional del Agua Orihuela. Innovación y Sostenibilidad, Alicante, Universitat d’Alacant-Ayuntamiento de Orihuela-IUACA, 1229-1253.

Ariet, A. 1915: Topografía Médica de Viladrau. Barcelona, Fidel Giró Impressor.

Cantero, P. A. 2007: “Fiestas, vírgenes, juegos y rituales de agua en la comarca de Aracena” en PH Boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, 62, 44-85.

Carmona, J. M., Font, X. y Viladevall, M. 2002: “Relació entre les característiques químiques de les aigües subterrànies del Montseny i el seu context geològic”, en V Trobada d’Estudiosos del Montseny, Diputació de Barcelona. http://cataleg.parcs.diba.cat/documents_diba/p03d002.pdf

Castelló, R. 2000: “Hidrogeologia en roques granítiques”, en Font d'Or, L'aigua per naturalesa. Barcelona, Columna Edicions.

Cuspinera, Ll. y Clusellas, C. 2001: El Modernismo de veraneo en el Vallès Oriental. Barcelona, Institut d'Edicions de la Diputació de Barcelona, Consorci de Turisme del Vallès Oriental.

Escolà, H., Noguera, E. y Panareda, J. M. 2007: “Les fonts de la Garriga”, Monografies del Montseny, 22,163-177.

Farrerons, O. 2019: “Asmarats i les fonts d’Aiguafreda”, Monografies del Montseny, 34, 101-112.

Farrerons, O. 2020: El Montseny. Rutes en cotxe i a peu. Sant Vicenç de Castellet, Farell Editors.

Farrerons, O. y Prat, F. 2018: “Anàlisi mineralògica de les fonts del Montseny Oest (Osona)” https://www.google.com/maps/d/viewer?mid=1TyPB0pHAeaN3YgddaqvMbuCLpG8&ll=41.78366626718336%2C2.258210616302449&z=13 Consulta realizada el 20 de marzo de 2020

Farrerons, O. y Prat, F. 2020: “Comparativa hidromineralògica d'aigües de fonts de tres zones geogràfiques del Montseny”, en AUSA, 183, 153-168. https://futur.upc.edu/26739481

Figueras, N. 2018: “Veraneo termal, literatura y prensa en Cataluña. El Montseny y Les Guilleries a fines del siglo XIX e inicios del XX”, en Puigvert, J. M. y Figueras, N. (coords.): Balnearios, veraneo, literatura. Agua y salud en la España contemporánea. Madrid, Marcial Pons, 313-360.

Gallart, M., Jiménez, N., Montijano, V., Olivé, M. y Ros, A. 2003: “Diagnosi ambiental i historicocultural de les fonts més representatives del Parc Natural del Montseny”, en Diagnosi ambiental al Parc Natural del Montseny, Diputació de Barcelona, 53-57. http://cataleg.parcs.diba.cat/documents_diba/p03d098.pdf

Garcia-Pey, E. 1997: Aiguafreda. Els noms tradicionals. Ajuntament d’Aiguafreda.

Gonzàlez, I., La Cera, P., Valero, M., Vico, À. y Viñas, M. 2003: “El Parc Natural del Montseny, anàlisi del medi natural i gestió de l’aigua. El cas de les plantes embotelladores”, en Diagnosi ambiental al Parc Natural del Montseny, Diputació de Barcelona. http://81.47.175.201/montseny/attachments/article/31/plantes_embotelladores.pdf

Lloreda, J. 1902: “Una excursió al Montseny”, Catalunya Artística, 117. Barcelona.

López Cortijo, J. y Bombí, A. 1991: “Les fonts de la Vall de Santa Fe”, Monografies del Montseny, 6, 159-187.

Martos-García, A., Martos-Núñez, E. y Pino-Tortonda, A. Del. 2019: “Cultura del agua, multinaturalismo y prosopografia”, Agua y Territorio, 13, 93-102. https://doi.org/10.17561/at.13.4078

Martos Nuñez, E. y Martos García, A. 2015a: “Memorias e imaginarios del agua: nuevas corrientes y perspectivas”, Agua y Territorio, 5, 121-131. https://doi.org/10.17561/at.v0i5.2539

Martos Núñez, E. y Martos García, A. E. 2015b: “Las leyendas regionales como intangibles territoriales”, Investigaciones Regionales, 33, 137-157. https://ebuah.uah.es/dspace/bitstream/handle/10017/26541/leyendas_martos_IR_2015_N33.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Masnou, J. M. 1988: La parròquia d'Aiguafreda a través de les visites pastorals, segles XVI-XIX. Ajuntament d’Aiguafreda.

Mitjans, R., Soler, T. y Aiats, J. 1993: Músics de flabiol i bombo: els flabiolaires del rodal d’Arbúcies. Barcelona, Alta Fulla.

Osona, A. 1879: Excursió a la muntanya del Montseny per un propietari de la Vila de Breda. Barcelona, Impremta Barcelonesa.

Panareda, J. M. 2007: Descobrim el Montseny. Barcelona, Publicacions de l'Abadia de Montserrat.

Prat, F. y Farrerons, O. 2017: “Análisis de parámetros físicoquímicos de aguas de 100 fuentes naturales del Montseny Norte”, Tecnoaqua, 25, 36-45. https://www.tecnoaqua.es/articulos/20170728/articulo-tecnico-analisis-parametros-fisicoquimicos-aguas-fuentes-naturales-montseny#.Xxbagy3FSgQ

Puigvert, J. M. 2018: “El agua y el ocio como terapia de salud: Las colonias de verano de montaña en Cataluña, 1860-1936” en Puigvert, J. M. y Figueras, N. (coords.): Balnearios, veraneo, literatura. Agua y salud en la España contemporánea. Madrid, Marcial Pons, 121-198.

Renau, X. 2001: “Les llegendes de les dones d’aigua”, Monografies del Montseny, 16, 173-183.

Vilar-Rodríguez, M. y Lindoso-Tato, E. 2015: “La explotación empresarial de las aguas mineromedicinales: la industria del agua embotellada en España (1875-2013)”, Agua y Territorio, 6, 44-61. https://doi.org/10.17561/at.v0i6.2809

___________________________

1 El plan especial es aprobado el 26 de julio de 1977 por la Comisión Provincial de Urbanismo de Barcelona, y el 26 de enero de 1978 por orden ministerial.

2 Resolución del Comité Internacional de Coordinación del Programa MaB de la UNESCO de 28 de abril.

3 Ordenados en sentido horario, partiendo desde el norte: Seva, Viladrau, Arbúcies, Sant Feliu de Buixalleu, Breda, Riells i Viabrea, Gualba, Campins, Sant Esteve de Palautordera, Sant Pere de Vilamajor, Cànoves i Samalús, la Garriga, Figaró-Montmany, Tagamanent, Aiguafreda, el Brull, Montseny y Fogars de Montclús.

4 Castelló, 2000.

5 Panareda, 2007.

6 Martos Núñez y Martos García, 2015a, 121.

7 http://www.conocetusfuentes.com/home.php Consulta realizada el 1 de abril de 2020.

8 https://www.fontsdetramuntana.com Consulta realizada el 1 de abril de 2020.

9 https://micorriza.org/proyectos/manantiales-vivos/ Consulta realizada el 1 de abril de 2020.

10 http://www.dslc-ichn.cat/recerca/projecte-fonts//

11 http://www.defontenfont.cat/

12 https://www.facebook.com/groups/112407302198856/

13 http://cea.cat/grupdefonts/

14 https://fontsdeperamola.wordpress.com/

15 https://fontscollserola.com/

16 https://fontsaigua.wordpress.com/

17 http://labrolla.blogspot.com/

18 https://www.icgc.cat/Ciutada/Destacats/Aplicacions-mobils/CercaFonts

19 López y Bombí, 1991, 161-187.

20 Carmona, Font y Viladevall, 2002, 105-108.

21 Gallart et al., 2003, 53-57.

22 https://www.gdter.org/ Consulta realizada el 20 de marzo de 2020.

23 https://www.facebook.com/fontsdelmontseny.

24 Martos García, Martos Núñez y Pino Tortonda, 2019, 98.

25 Arbúcies, Sant Celoni, Breda, Viladrau, Riells i Viabrea, Seva, Aiguafreda, Sant Pere de Vilamajor, Granollers, Vic, Barcelona, Taradell, Sant Esteve de Palautordera, Hostalric, Girona y Mataró.

26 Prat y Farrerons, 2017, 36-45.

27 Farrerons y Prat, 2018.

28 Farrerons y Prat, 2020, 153-168.

29 www.laboratoriprat.com

30 https://futur.upc.edu/OscarFarreronsVidal.

31 Farrerons, 2020, 82.

32 Renau, 2001, 173-183.

33 Lloreda, 1902.

34 Martos Núñez y Martos García, 2015b.

35 Movimiento cultural y literario catalán que se puede datar entre 1833 y 1892.

36 Artur Osona Formentí (1840-1901), excursionista, comerciante y escritor que publicó 14 guías de montañas catalanas, reeditadas en varias ocasiones.

37 Osona, 1879.

38 Osona, 1879.

39 Jaume Almera Comas (1845-1919), teólogo, geólogo y paleontólogo catalán que fundó el Museo Geológico de Barcelona.

40 Almera, 1884, 151-176.

41 Cuspinera y Clusellas, 2001.

42 Manuel Joaquim Raspall Mayol (1877-1937), arquitecto modernista discípulo de Domènech i Montaner y Puig i Cadafalch, que desarrolló su gran obra en toda la comarca del Vallès.

43 Figueras, 2018, 313-360.

44 Escolà, Noguera y Panareda, 2007, 163-177.

45 Valentí Carulla Margenat (1864-1923), barcelonés ilustre, catedrático de las universidades de Sevilla y Barcelona Uno de los primeros directores del Hospital Clínico de Barcelona Rector de la Universidad de Barcelona Presidente de la Real Academia de Medicina de Cataluña.

46 Antoni Ariet Barberís (1872-1951), alcalde de Viladrau durante 14 años y médico del pueblo durante 55; autor del libro Topografia Médica de Viladrau, premiada en 1913 por la Real Academia de Medicina de Cataluña, publicado en 1915.

47 Ariet, 1915.

48 Puigvert, 2018, 153.

49 Jordi Sans Sabrafen (1933-2004), doctor en cirugía y medicina por la Universidad de Barcelona Fue pionero del tratamiento de las leucemias en España y creó el primer servicio de hematología y oncología médica de España En 2003 recibió la Creu de Sant Jordi.

50 Albesa, 1990, 49.

51 Cantero, 2007, 44

52 Mitjans, Soler y Aiats, 1993, 90.

53 Joan Maragall Gorina (Barcelona, 1860-1911), poeta catalán fundamental de la poesía modernista de inicio de siglo XX.

54 Marià Manent Cisa (Barcelona, 1898-1988) poeta, crítico literario, memorialista, traductor, activista cultural español.

55 Jaume Bofill i Mates (1878-1933), escritor, poeta, político y periodista catalán que firmaba su gran obra poética, especialmente dedicada al Montseny, con el alias de Guerau de Liost.

56 Albesa, 1990, 98.

57 Garcia-Pey, 1997, 165.

58 Masnou, 1988.

59 Hay identificados 138 acuíferos en toda la cuenca fluvial interna catalana, de los que varios influyen en el Montseny (Andreu y Fernández Mejuto, 2019, 1239).

60 Andreu y Fernández Mejuto, 2019, 1241.

61 Vilar-Rodríguez y Lindoso-Tato, 2015, 46.

62 En 1989 pasó a ser propiedad del grupo Vichy Catalán.

63 A partir de 1971 convertida en Fontdor S.A.

64 Actualmente perteneciente a Nestlé Waters.

65 Según datos de 2007, se extraen 1.500 millones de litros al año, unos cuatro millones al día, lo que supone el 27 % del total de litros envasados en el conjunto de España La Asociación Catalana de Envasadores de Aguas agrupa a 25 empresas que representan el 100 % de la actividad en Cataluña (https://aiguesmineralsdecatalunya.org/) Consulta realizada el 19 de marzo de 2020.

66 Gonzàlez et al., 2003.

67 https://www.liquats.com/sostenibilidad/ Consulta realizada el 20 de marzo de 2020.

68 Farrerons, 2019, 101-112.