C. Sánchez Ortiz y A. Sanz Tejeda (coords.): La voz de la memoria, nuevas aproximaciones al estudio de la Literatura Popular de Tradición Infantil, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2019

El saber es transferido libremente, y libremente aprehendido y utilizado por el niño que el pueblo educa. Y porque es libremente aceptada, la enseñanza del hogar, del terreno baldío, de la playa, de la calle, es la que asimila el niño y la que mejor conserva durante toda su vida. Y es, asimismo, la que más educa e instruye, ya que la libertad de aprender se resuelve para él en la libertad de experimentar. (Sciacca, 1965: 193-194)

Términos tan llenos de significado como saber, libertad, vida, tradición o experiencia nos conducen a indagar en las más genuinas raíces de nuestra herencia cultural, transmitida, en la mayoría de las ocasiones, por vía oral.

Ana Pelegrín toma prestadas las palabras de Sutton Smith y señala que «el término tradición es una palabra para significar pérdida y a la vez para designar la tentativa de evitar esa pérdida» (Pelegrín, 1993: 45). Nos hallamos frente a un volumen colectivo que demuestra y justifica, a través de rigurosos estudios de investigación, el interés por recuperar y mantener vivo un inagotable material de tradición popular infantil que, alejado de considerarse un estrato detenido, ha evolucionado con y al ritmo de los pueblos y comunidades, sin perder por ello la esencia de su origen.

El volumen presenta seis bloques temáticos trabajados con rigor:

1. Memoria y literatura

2. El cancionero popular infantil, la memoria de la infancia

3. La memoria narrada, la memoria vivida

4. La literatura popular de tradición infantil y su didáctica

5. Nuevos tiempos para la literatura popular infantil

6. La voz de la memoria: homenaje a Pedro Cerrillo

Cada uno de estos bloques rinde homenaje a distintos aspectos de la Literatura Popular, vertientes entrelazadas con un nexo común. Desde los ámbitos filológicos, didácticos, etnográficos o de la ilustración, este volumen nos ofrece un amplio abanico de consideraciones y reflexiones relacionadas con el folclore popular de tradición oral que abalan la calidad y el valor de una Literatura Popular Infantil llena de significados. Composiciones que no por ser reclamo de niños hacen de esta literatura un ente menor. Joyas literarias que traspasan fronteras del tiempo y el espacio, estrechando lazos de unión entre el viejo y nuevo mundo.

El presente volumen nos dirige la mirada hacia otras culturas, la mayoría de las veces al otro lado del Atlántico. México, Brasil, Argentina, Puerto Rico… se convierten en escenarios predilectos para investigadores y folcloristas en su afán de encontrar evidencias que compartir. Ritmos, estribillos, melodías, temáticas… han traspasado fronteras hermanando continentes. Así lo atestiguan, entre otras, algunas reliquias de la tradición popular infantil (nanas negras) transmitidas por los indianos y recogidas en la provincia de Burgos (Mañero Lozano, 2019).

Los autores de este libro (ya sean europeos o iberoamericanos) despiertan el interés por un patrimonio colectivo disertando desde diversas ópticas con el propósito de salvaguardar un valioso testimonio en peligro de extinción.

Esta obra en su conjunto evidencia el comportamiento de una tradición popular expuesta a cambios y tendencias que ha suscitado y sigue haciéndolo el interés de estudiosos que ven en los textos heredados una fuente de vida y entendimiento. Tanto en el ámbito de la investigación nacional como en la comunidad científica extranjera (iberoamericana y europea principalmente), el estudio de la Literatura Popular de tradición Infantil ha originado un debate abierto acerca de la situación que hoy en día vive (fruto de lo que fue en otros tiempos) y el presumible futuro al que está abocada. El hoy y el mañana de este patrimonio inmaterial pasa a formar parte de una preocupación compartida.

La memoria colectiva ha servido de eslabón entre comunidades y generaciones haciéndose un lugar en la denominada literatura culta de la mano de grandes autores cuyo propósito no fue otro que encontrar un equilibrio entre tradición y vanguardia. Ejemplos de ello los tenemos en autores como Federico García Lorca o Federico Muelas, escritor conquense de principios del siglo XX, quien siempre manifestó una predilección por el uso de formas populares en la creación de sus composiciones.

No debemos pasar por alto la recreación de la tradición oral en la narrativa para niños. Como señala Antonio Orlando Rodríguez: «existen variadas relaciones entre las fuentes de la tradición oral y la ficción de autor que trascienden el recontar o versionar la narración popular y generan narrativas personales contemporáneas vinculadas, de distintas formas, al patrimonio folclórico» (Orlando, 2019: 437).

Hoy en día la existencia y análisis de valiosos fondos documentales (Carmen Bravo Villasante, Luis Rius y Pedro C. Cerrillo), colecciones o archivos personales, objeto de estudio de folcloristas, pone de manifiesto el interés por preservar una muestra de cultura inédita que forma parte inherente del ser humano y arroja luz para persistir en el estudio de la literatura del pueblo con sus refranes, canciones, nanas, trabalenguas, retahílas, dichos, adivinanzas… Cultura que, a pesar de haber estado sometida a un continuo proceso de cambio, goza de una profunda raíz que la hace perdurable en el tiempo.

Los estereotipos y la crítica social, los valores, las actitudes trasgresoras o incluso realidades adversas como la violencia o la muerte, fruto del palpitar humano, han sido constantes en este tipo de manifestaciones literarias que han encontrado en el destinatario infantil la candidez necesaria para su difusión. Es más, la evolución de estereotipos femeninos o roles sexuales ha tenido cabida desde siempre en textos dirigidos a manifestar ciertas tendencias costumbristas. Un reflejo más de la evolución y caminar de las sociedades y sus entornos.

Por su parte, la industria publicitaria encontró en la Literatura Infantil una aliada incondicional sirviéndose de temas, personajes y valores intrínsecos como recurso efectivo para sus propios fines. Los valores transmitidos a través de estas historias, cuentos, los roles de los personajes y los estereotipos mostrados han alimentado siempre las ventas de productos de consumo infantil y juvenil. Además, la denominada literatura efímera (colecciones de cromos, pequeños libritos, recortables, troquelados, sellos…) se constituyó en sí misma un canal de difusión inmejorable que aseguraba el consumo de este tipo de productos entre el público infantil. Adaptaciones desvirtualizadas de cuentos populares, marcadas por modas y no pocas licencias, reclamaron la atención de jóvenes lectores de cualquier condición, invitándoles a interactuar con estos nuevos formatos que aseguraban su entretenimiento.

De otro lado, la preocupación por una proyección didáctica de la literatura de tradición popular en las aulas no presenta un espacio menor en la obra que nos ocupa: dinámicas de animación, la poesía tradicional oral en las aulas y otras reflexiones educativas al respecto, ponen de manifiesto un interés especial por encontrar un espacio de divulgación efectivo y funcional, abierto a las nuevas tendencias y posibilidades educativas tales como el uso de webs, adaptaciones audiovisuales, uso de soportes digitales…

La labor de mantener, recuperar e impulsar la tradición oral personal y familiar supondrá un enriquecimiento en todos los ámbitos del saber del niño y el adolescente, fomentando especialmente su creatividad. El contenido del libro se presenta de forma detallada y muy bien documentada, lo que facilita su lectura y aproximación al tema con una excelente fundamentación científica.

En definitiva, se trata de un estudio exhaustivo que atestigua y pone en valor el trabajo riguroso de aquellos que pretenden recuperar y mantener viva la memoria del pueblo empoderando los valores que subyacen tras este tipo de muestras literarias.

El volumen concluye (capítulo VI) con un emotivo homenaje al profesor, estudioso, investigador y amigo Pedro Cerrillo, pionero apasionado y referente indiscutible en la disciplina. Un detallado recorrido por su vida y obra (porque indudablemente caminaron juntas) revela la inestimable labor de una persona querida, admirada y respetada por el mundo de la LIJ. Las emociones expresadas en palabras de aquellos quienes compartieron con él una parte de sus vidas evidencian el talento y el tesón del que fue un gran humanista de nuestros días.

BIBLIOGRAFÍA

ORLANDO RODRÍGUEZ, A. (2019): «Recreación de la tradición oral en la narrativa para niños. Algunos ejemplos en Latinoamérica», en Sánchez Ortiz y Sanz Tejeda (2019), pp. 437-446.

MAÑERO LOZANO, D. (2019): «Las nanas negras: Algunas reliquias de la tradición popular infantil transmitida por los indianos», en Sánchez Ortiz y Sanz Tejeda (2019), pp. 253-260.

PELEGRÍN, A. (1993): «El juego tradicional en la literatura y el arte», en P. C. Cerrillo y J. García Padrino, (coords.), Literatura Infantil de Tradición Popular, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, pp. 45-54.

SÁNCHEZ ORTIZ, C. y SANZ TEJEDA, A. (coords.) (2019): La voz de la memoria, nuevas aproximaciones al estudio de la Literatura Popular de Tradición Infantil, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.

SCIACCA, G. M. (1965): El folclore y el niño, Buenos Aires, Eudeba.

María del Carmen Torrecilla Ortí
(Universidad de Castilla-La Mancha)