Mariana Masera (coord.), Colección Chávez-Cedeño.

Antonio Vanegas Arroyo. Un editor extraordinario
,

México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2017, 176 pp. / Jaddiel Díaz Frene y Ángel Cedeño Vanegas, Antonio Vanegas Arroyo, andanzas de un editor popular (1880-1901),

México, El Colegio de México, 2017, 149 pp.

Dos libros publicados en 2017 ponen de relieve la figura y el trabajo del impresor de fines de siglo XIX y principios del XX, el poblano Antonio Vanegas Arroyo (1852-1917), dueño de la imprenta popular más importante de México. El libro que coordina la investigadora Mariana Masera, coordinadora a su vez de la Unidad de Investigación sobre Representaciones Culturales y Sociales (UDIR) de la UNAM, recibió en 2018 la Mención Honorífica del Premio Antonio García Cubas del INAH, en la categoría Obra de Divulgación, por la calidad en el trabajo editorial, integrando con éxito los estudios académicos con la reproducción a color de numerosos impresos, fotografías y otros documentos del archivo de la Imprenta A. Vanegas Arroyo, que hacen anecdótica la inclusión de un «Anexo» final, puesto que las imágenes acompañan felizmente al lector durante toda la lectura; el libro es receptor del acervo del proyecto Impresos Populares Iberoamericanos (IPI), que permite la consulta digital (http://ipm.literaturaspopulares.org/Consulta:Impresos) de los cuadernillos, hojas volantes, pliegos de cordel, librillos y libros de la Imprenta. El libro de Ángel Cedeño Vanegas y Jaddiel Díaz Frene, investigador de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, forma parte de la colección La aventura de la vida cotidiana, de El Colegio de México, que dirige la emérita historiadora Pilar Gonzalbo Aizpuru con el propósito de elaborar relatos históricos a partir de la vida de la gente común, historias de vida que dan forma a la cultura mexicana; un libro que también integra valiosísimos documentos provenientes de la imprenta, como fotografías, cartas, libros de cuentas, inventarios, presupuestos, manuscritos, recibos, entre otros, pruebas del inmenso trabajo de sistematización y comprensión que llevaron a cabo los autores.

Ambas publicaciones se vertebran en torno a dos inquietudes comunes: recoger el impulso familiar de un reconocimiento a la trascendente labor de un ascendiente y poner de relieve el extraordinario conocimiento que puede proporcionar el estudio de una imprenta como la de Vanegas Arroyo. En cuanto a la primera de las inquietudes, Un editor extraordinario y Andanzas de un editor popular1 dan cabida a la preocupación de la familia del impresor por el lugar secundario de la historia al que este quedó relegado, especialmente por el protagonismo que cobró el grabador aguascalentense, José Guadalupe Posada (1852-1913), colaborador permanente de la empresa, cuyas ilustraciones —algunas acuñadas en la imprenta A. Vanegas Arroyo— forman parte de la historia de México como símbolos de la identidad nacional, y así le ha sido reconocido su papel en numerosas exposiciones, homenajes y publicaciones, frente al silencio y aparente olvido que ha envuelto al impresor y su producción editorial. En este sentido, Un editor extraordinario comienza con «Recuerdos de Inés», una entrevista de la investigadora Edith Negrín a Inés Cedeño Vanegas, bisnieta del impresor, continuadora de la colección que emprendió su tío Arsacio con muchas de las obras que imprimía su abuelo; Andanzas de un editor popular lo hace con el texto «Escribir la historia de mi familia» de Ángel Cedeño Vanegas, bisnieto también del impresor y depositario de muchos de los documentos relativos a la Imprenta que había acumulado su tío Arsacio; en su texto, Ángel Cedeño cuenta la propia historia interna de este libro, sus motivaciones y el encuentro con Jaddiel Díaz, con quien colegió compartir las fuentes y escribir el presente volumen, dejando para un futuro la escritura de otro dedicado a José María Vanegas Gómez, padre del protagonista. Por tanto, los libros que son objeto de esta reseña se sustentan en fuentes primarias de indiscutible valor, además que dan cabida a los testimonios familiares provenientes de la oralidad, provocando un entrecruzamiento entre la investigación de carácter científico y la sensibilidad al recrear un espacio íntimo de la vida cotidiana de toda una familia alrededor de una imprenta. En cuanto a la segunda de las inquietudes, Un editor extraordinario y Andanzas de un editor popular muestran la profundidad del estudio académico en torno a la imprenta y a los impresos surgidos de ella, para mostrar el espacio cultural mexicano de fin de siglo XIX, preludio de los cambios políticos que llegarían con la conclusión del Porfiriato y el inicio de la Revolución. La lectura de ambos volúmenes permite una riqueza de perspectivas e interconexiones que sitúan el funcionamiento y producción de una imprenta popular en el centro de una realidad compleja.

Andanzas de un editor popular analiza el fenómeno, principalmente, desde la vida cotidiana de la Imprenta, como «industria de relatos e imágenes» y muestra su trascendencia en los circuitos culturales de la época, es decir, se enfoca en la historia de la cultura popular mexicana, sin que esto sea impedimento para acercarse al tenor de los mensajes emitidos por la imprenta hacia su público. El libro, además del capítulo introductorio antes referido, está articulado en cuatro partes, la primera de las cuales explica el itinerario de la propia investigación, la manera de desgranar las fuentes para descubrir elementos que expliquen en profundidad el proceso histórico; la segunda, se enfoca en las peculiaridades de la parte final del Porfiriato, especialmente aquellas que median con la industria editorial; la tercera, es la historia de vida del propio Antonio Vanegas Arroyo, su traslado a la Ciudad de México, los esfuerzos por sacar adelante la editorial, las decisiones que tomó como empresario, la mayor parte de ellas sustentadas de manera firme en los libros de cuentas, inventarios, recibos e incluso cartas; la cuarta, navega especialmente entre los inventarios y culmina con la continuación de la empresa familiar tras la defunción de Antonio; además, los investigadores incluyen un anexo con la relación histórica de trabajadores de la editorial. Por su parte, Un editor extraordinario pone el foco principal en el análisis filológico de los textos producidos por la imprenta, desde los estudios de la literatura popular, sin que esto impida construir caminos narrativos a través de la historia, como lo hace, especial y felizmente, Helia Emma Bonilla Reyna en su texto «Antonio Vanegas Arroyo: el impacto de un editor popular en el porfiriato», al partir de la marginación de la producción editorial popular durante el Porfiriato, por no cumplir con el canon de calidad que establecían las clases letradas, y comprobar la enorme trascendencia que estos impresos tuvieron en la época. Además de este estudio y la entrevista citada al inicio, el volumen cuenta con dos estudios más: «Entre la tradición y la innovación», de Mariana Masera, junto con algunos investigadores del proyecto IPI, en concreto, Briseida Castro Pérez, Ana Rosa Gómez Mutio, Grecia Monroy Sánchez y Adrián Olvera Hernández, en el que, sobre todo, se sistematiza la producción de la imprenta, en cuanto a tipos y formatos, y su trascendencia para el estudio de la literatura popular; y «¡Bonitos y nuevos cuadernos a precios sumamente módicos!», de Mercurio López Casillas, que estudia la publicidad —autopublicidad— en los impresos de A. Vanegas Arroyo.

En definitiva, Un editor extraordinario y Andanzas de un editor popular son trabajos de excelente rigurosidad, no solo a partir de cada una de las disciplinas en las que se sustentan, la historia y la literatura, sino que sirven también, por la cantidad, la sistematización y la calidad de las fuentes que ofrecen, para otras como la sociología o la antropología. Ambas cumplen con el objetivo de estudiar, a partir de un hecho concreto —una imprenta y su producción—, las representaciones culturales que se producen en una época. Y, por supuesto, no cabe duda de que devuelven el co-protagonismo a Antonio Vanegas Arroyo en su papel de formador de una identidad popular nacional.

Conrado J. ARRANZ MÍNGUEZ
(Instituto Tecnológico Autónomo de México, ITAM)

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1Las llamaré así para abreviar y diferenciarlas entre sí, puesto que ambas comienzan con el nombre de Antonio Vanegas Arroyo.