Christoph Müller y Ricarda Musser (editores académicos), De la pluma al internet. Literaturas populares latinoamericanas en movimiento (siglos XIX-XXI), Medellín, Editorial EAFIT / Ibero-Amerikanisches Institut Stiftung, Colección Académica, 2018, 300 pp.

Sin lugar a dudas, cuando los pensadores románticos dirigían su mirada hacia la cultura popular europea para explicar un proceso tan complejo como el desarrollo de las lenguas en correlato con la construcción de las naciones modernas, se estaba produciendo un cambio de perspectiva que modificó nuestra percepción de la historia de las representaciones culturales. A partir de entonces cobraron un espacio central el universo de la oralidad, sus conexiones con la escritura manuscrita, la imprenta y los múltiples circuitos de difusión de carácter letrado y/o popular.

A lo largo de los siglos XIX y XX se problematizaron estas relaciones y de este enriquecedor debate surgieron los enunciados teóricos y críticos más innovadores sobre el concepto de cultura que se proyectan hasta nuestros días. De la pluma al internet se inscribe en esta tradición crítica con la particularidad de enfocarse en un contexto todavía poco explorado: el rol de la literatura popular impresa en el proceso de la divulgación cultural en América Latina en la primera mitad del siglo XX. Con el propósito de ahondar en estas redes de difusión, el libro se centra en tres ámbitos culturales: el mexicano, el chileno y el colombiano, con una serie de ramificaciones que se extienden hacia otros países y contextos, como Brasil y Argentina.

De la pluma al internet, coordinado por Christoph Müller y Ricarda Musser, tiene como punto de partida el panel homónimo del XLI Congreso del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana (IILI), realizado la Universidad Friedrich Schiller en Jena (Alemania) durante el 19 y 22 de julio de 2016. El libro recopila diez artículos escritos por especialistas, cuyo propósito es indagar en los medios de comunicación populares desde el siglo XIX hasta finales de la primera mitad del siglo XX en México, Chile y Colombia, a los que se suma tangencialmente Brasil.

Los aportes que versan sobre México son De las plazas al taller: el editor Antonio Vanegas Arroyo y la difusión de la literatura popular en México —escrito por Mariana Masera— y El Tigre de Santa Julia, de la imprenta Vanegas Arroyo a la pantalla de plata —escrito por Edith Negrín—. En ambos textos, las autoras estudian uno de los proyectos editoriales populares más emblemáticos: la imprenta de Antonio Vanegas Arroyo, fundada en 1880. Mientras que el primer artículo focaliza en las temáticas de las hojas volantes y los folletos publicados, en el proceso de edición de los mismos y en las estrategias de ventas y divulgación, el segundo analiza cómo las publicaciones de Vanegas Arroyo contribuyeron a la mitificación de Jesús «el Tigre de Santa Julia» Negrete —famoso bandido y criminal fusilado en el Porfiriato—, a su pervivencia en la memoria mexicana hasta la actualidad y a las posteriores adaptaciones de su vida a otros consumos culturales como novelas y películas en las últimas décadas del siglo XX. Asimismo, en Calaveras en movimiento: los motivos del grabador mexicano José Guadalupe Posada en la literatura de cordel brasileña, Ricarda Musser establece nexos entre México y Brasil mediante la circulación de los grabados de José Guadalupe Posada (1851-1913) —célebre ilustrador mexicano vinculado al proyecto de Vanegas Arroyo— más allá de las fronteras de su país. En el artículo se estudia la importancia del artista mexicano y de su obra como símbolo de la injusticia social durante el Porfiriato, como así también de cuestiones políticas, cotidianas y religiosas de aquel entonces. Además, analiza la presencia de dichos asuntos en la literatura popular impresa de Brasil donde —a diferencia de lo que sucede en otros países latinoamericanos— este fenómeno editorial continúa vigente problematizando temas sociales, políticos y económicos, y sus lectores pertenecen a todos los estratos sociales.

El segundo núcleo del libro se centra en las manifestaciones de la literatura popular impresa en Chile e incluye tres artículos. El primero, Impresos callejeros sobre hombres altaneros, México y Chile, 1880-1920 de Tomás Cornejo, funciona en este libro como un texto de transición entre los aportes bibliográficos sobre ambos países. En dicho trabajo, Cornejo analiza la construcción de la masculinidad en la literatura popular de México y Chile a partir de la apariencia física y de la conquista sexual. En el segundo artículo, Carolina Tapia indaga en La narrativa visual en la estampa de los pliegos de poesía popular chilena como estrategia de difusión, particularmente en los grabados de la Lira Popular con el propósito de estudiar cómo el trinomio título-imagen-texto fue primordial para que este medio de comunicación de finales del siglo XIX y principios del XX pudiera ser accesible a las personas analfabetas que conformaban el público de estos impresos. Por último, se encuentra De la guitarra al impreso: cancioneros populares chilenos de la colección de Robert Lehmann-Nitsche por Ana Ledezma, cuyo propósito es estudiar los cancioneros populares chilenos fechados entre 1888 y 1914 incluidos en la Biblioteca Criolla de Robert Lehmann-Nitsche (1872-1938) —antropólogo y etnógrafo alemán— que se encuentran en el Instituto Ibero-americano de Berlín, a fin de analizar el tránsito editorial y de poner en valor este acervo documental, considerado por Ledezma como una bisagra en el mundo letrado.

El tercer ámbito cultural explorado en el libro remite a Colombia. Entre los aportes que versan sobre este fenómeno en dicho territorio se encuentra, en primer lugar, Impresos periódicos y popularización de la literatura en Colombia (1913-1930) escrito por Ana María Agudelo Ochoa y Cristina Gil Medina, en el cual las autoras indagan en publicaciones diversas tales como Lecturas populares (1913-1914), La novela semanal (1923), El cuento semanal (1923) y La pluma semanal (1923), proyectos editoriales llevados a cabo por la clase letrada dominante para divulgar determinados autores, obras, traducciones y adaptaciones entre lectores modelo. En segundo lugar, Christoph Müller en Revistas culturales colombianas: movilizar conocimientos y objetos de la cultura popular propone abordar un corpus integrado por Revista moderna (1915-1916), Hogar (1926) y Revista ilustrada (1898-1899) como «medios de intercambio cultural y social». Luego del análisis de dichas publicaciones, Müller propone pensar —salvando las distancias tecnólogicas— la supremacía de la imagen sobre el texto que aparece en estas publicaciones de finales del siglo XIX y comienzos del XX como un antecedente de Youtube e Instagram, y las reuniones realizadas por lectores para debatir los artículos de las revistas, como precedente de las formas de divulgación de la información y de los debates que se generan en Twitter y en Facebook. En tercer lugar, se encuentra Letras y Encajes (1926-1959). Decana del periodismo femenino en Colombia, artículo escrito por Juan Manuel Cuartas Restrepo sobre una revista pionera fundada por mujeres —Sofía Ospina de Navarro, Alicia Merizalde de Echeverría, Teresa Santamaría de González y Ángela Villa Toro—, orientada a la educación de su mismo género. La publicación tenía como objetivo construir el pabellón de maternidad del Hospital San Vicente de Paúl, y abordaba temas literarios, políticos, estéticos y domésticos a fin de reflexionar sobre la figura de la mujer desde su vida privada y desde su formación intelectual. Finalmente, en cuarto lugar, figura Los primeros años de Eco: Revista de la cultura de Occidente, una aproximación distinta al arte escrito por Adelaida Acosta Posada, quien analiza la publicación fundada en Bogotá en 1960 por Karl Buchholz —librero y marchante alemán— dueño de una librería y una galería en la capital colombiana que llevaba su apellido. El artículo indaga no sólo en una revista rupturista con respecto al tratamiento del arte en el país que, a su vez, se convirtió en un órgano de difusión para obras de origen alemán sobre arte moderno que no contaban con traducción en castellano, sino también en los vínculos que existieron entre Buchholz y el nazismo, pese a sus intentos por dejar atrás las referencias a la Alemania Nazi.

Esperamos que este breve recorrido por las páginas del libro incite al lector a internarse en la compleja red rizomática de la cultura latinoamericana que en su misma constitución durante siglos intentó desprenderse de los encasillamientos «culto/popular», para manifestarse en un universo complejo de emisores y receptores que fluyen de la oralidad a la escritura y la imprenta, y ahora continúan ese diálogo en internet, las redes sociales y el mundo de la virtualidad. Enhorabuena a los autores por esta indispensable contribución crítica.

Camila de Oro y Gloria Chicote

(Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad Nacional de La Plata-CONICET, Argentina)