«Es un espíritu que se apodera en el lugar». Relatos de tradición oral maya de Hermilo Caamal Couoh1

«It’s a spirit that takes over the place». Stories of Mayan oral tradition by Hermilo Caamal Couoh

Berenice Araceli GRANADOS VÁZQUEZ y Mariana LUNA CALDERÓN

(Escuela Nacional de Estudios Superiores, Unidad Morelia, UNAM)

bereniceagv@lanmo.unam.mx / mariana.luna@lanmo.unam.mx

https://orcid.org/0000-0001-8915-314X / https://orcid.org/0009-0008-7358-4955

ABSTRACT: The material presented here is an interview with Hermilo Caamal Couoh, a Mayan speaker who lives in Cobá, a farmer and chiclero by trade. It was documented on July 12, 2013, by Santiago Cortés Hernández and Berenice Araceli Granados Vázquez. This material constitutes one of the documents stored in the Repositorio Nacional de Materiales Orales richest in information about the oral tradition of the Mayan peoples and their worldview. Caamal Couoh tells a series of stories about numinous entities that inhabit the spaces of the jungle, the cornfield, the mountains, the town, the thoughts and behaviors of men and women of the past and present, as well as the rituals for «negotiate with them». He also talks about the history of the founding of his town and the surrounding archaeological zone. Caamal Couoh’s interview constitutes a valuable discursive unit of knowledge, which is important to analyze in its entirety, since only then does the cultural mechanism that activates the narrator's thinking and that affects all areas of his life become visible.

KEYWORDS: Mayan oral tradition; Supernatural entities; Rituality; Mesoamerican worldview; Cobá

RESUMEN: El material que aquí se presenta es una entrevista a Hermilo Caamal Couoh maya hablante que vive en Cobá, de oficio agricultor y chiclero. Fue documentada el 12 de julio de 2013, por Santiago Cortés Hernández y Berenice Araceli Granados Vázquez. Este material constituye uno de los documentos resguardados en el Repositorio Nacional de Materiales Orales más ricos en información sobre la tradición oral de los pueblos mayas y su cosmovisión. Caamal Couoh narra una serie de relatos en torno a entidades numinosas que habitan los espacios de la selva, la milpa, los montes, el pueblo, los pensamientos y las conductas de hombres y mujeres del pasado y del presente, así como sobre los rituales para «negociar con ellas». También habla sobre la historia de fundación de su pueblo y de la zona arqueológica aledaña. La entrevista de Caamal Couoh constituye una valiosa unidad discursiva de conocimiento, que es importante analizar en su totalidad, pues sólo así se hace visible el mecanismo cultural que activa el pensamiento del narrador y que incide en todos los ámbitos de su vida.

PALABRAS CLAVE: Tradición oral maya; Entidades sobrenaturales; Ritualidad; Cosmovisión mesoamericana; Cobá

La entrevista a Hermilo Caamal Couoh que aquí se presenta fue documentada en Cobá el 12 de julio de 2013, durante el trabajo de campo que realizamos Santiago Cortés Hernández y Berenice Araceli Granados Vázquez para recopilar narrativas orales en torno a un personaje de la tradición oral maya, la Xtabay2. Este material constituye uno de los documentos resguardados en el Repositorio Nacional de Materiales Orales3 más ricos en información sobre la tradición oral de los pueblos mayas y su cosmovisión. Caamal Couoh hilvana en esta entrevista con detalle prodigioso una serie de ricas narrativas sobre la tradición oral maya y particularmente en torno a entidades numinosas que habitan los espacios de la selva, la milpa, los montes, el pueblo, los pensamientos y las conductas de hombres y mujeres del pasado y del presente, así como sobre los rituales para «negociar con ellas y sobre la historia de su pueblo.

Con el afán de contextualizar la entrevista y porque es necesario aclarar algunas cuestiones para entenderla, comenzaremos por comentar algunos datos sobre el sitio donde fue registrada. El pueblo de Cobá se localiza en el municipio de Tulum4, estado de Quintana Roo, México. Cuenta con 1738 habitantes, con una importante población bilingüe, hablante de maya y español (58.29%)5. Una de sus principales actividades económicas es el turismo, pues se ofrecen servicios de comida, hospedaje y de guía para la zona arqueológica que se localiza junto al pueblo y que recibe el mismo nombre.

El asentamiento actual se fundó entre 1950 y 1960, como producto de la migración de personas de otros pueblos cercanos como Valladolid6, Chemax7 o Tixhualactún8, comunidades de Yucatán; sus fundadores buscaban tierras para cultivar y criar ganado vacuno. Cobá se encuentra entre las lagunas Cobá y Macanxoc, de ahí que su topónimo signifique ‘lugar de agua picada’. El pueblo se encuentra dividido en dos barrios: Norte y Sur, es precisamente la laguna Cobá, la que lo divide.

Cuenta con educación preescolar, primaria, secundaria y educación media superior, sin embargo aún enfrenta problemas de analfabetismo (la tasa de analfabetismo es de 6.04%). La mayoría de las casas son construcciones de cemento, aunque se conservan algunas construcciones tradicionales de huano y bajareque, elementos vegetales de la zona. En Cobá las viviendas cuentan con electricidad, drenaje y agua potable.

La población actual comenzó su vida sobre el asentamiento prehispánico. Según los relatos de los habitantes de Cobá, los fundadores incluso utilizaron los restos arqueológicos como casa o hicieron uso de algunos edificios como espacios rituales. Ahora el pueblo se localiza a un lado de la zona arqueológica de Cobá, sitio que tuvo su época de mayor esplendor durante el periodo clásico (200 d.C.-900 d.C.); aunque su historia es anterior, comenzó con el establecimiento de pequeñas aldeas cercanas a las lagunas y con una economía basada en la caza y en la agricultura.

En cuanto al sitio arqueológico, según María José Con Uribe y Alejandro Martínez:

La primera mención del sitio es la del viajero J. L. Stephens en 1842. Juan Peón Contreras, director del Museo de Mérida, fue el primero en visitarlo en 1882, seguido del arqueólogo alemán Teobert Maler en 1891 y don Rafael Regil en 1897. En 1926, tras su visita a Cobá, Thomas Gann despertó el interés de los arqueólogos del Carnegie Institution de Washington –que entonces trabajaban en Chichén Itzá – por Cobá. Esto dio como resultado varias expediciones, que culminaron con un trabajo seminal publicado en 1932 por el arqueólogo y mayista Eric S. Thompson, el arquitecto Harry Pollock y el artista Jean Charlot (2002: 38 y 39).

En 1972, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) empezó a explorar el sitio a cargo del arqueólogo, antropólogo e historiador Carlos Navarrete. «En 1975 se realizó el primer proyecto a gran escala de Cobá, en el que participaron, simultáneamente aunque de manera independiente, el INAH –bajo la dirección de Norberto Gonzalez– y la National Geographic Society, bajo la dirección de William Folan y George Stuart (Con Uribe y Martínez, 2002: 38 y 39). El sitio arqueológico se divide en tres grupos arquitectónicos principales: Grupo Cobá9, Grupo Macanxoc10 y Grupo Nohoch Mul11. Además, posee varios sacbeob (caminos), que permitieron la comunicación y el control de otros sitios.

En los últimos diez años, tras la llegada de nuevos grupos religiosos evangélicos, se han generado importantes cambios culturales. Los relatos sobre entidades sobrenaturales se han guardado en el baúl de las malas prácticas religiosas y ahora los discursos están mediados por el deber ser: un buen hermano no cree en las cosas del Diablo. En Cobá hay nueve templos evangélicos y una iglesia católica en el barrio Norte.

Decidimos establecernos durante esa estancia de campo en Cobá, porque considerábamos era un punto estratégico para visitar varias comunidades cercanas de Yucatán y de Quintana Roo: Chemax, Punta Laguna12, San Juan de Dios13 y Nuevo Durango14. El pequeño hotel en el que nos hospedamos, a la entrada de la comunidad en el barrio Norte, estaba alejado del centro arqueológico y de las lagunas. Habíamos realizado ya algunas entrevistas entre los guías de turistas locales. Ese día no teníamos citas de trabajo, caminábamos buscando a quién entrevistar, era mediodía y el calor extremo guardaba a las personas en sus casas. En una esquina estaba Hermilo Caamal Couoh, nos acercamos con la cámara15 en mano y, después de una breve presentación, le preguntamos directamente si conocía algún relato sobre Xtabay. Él nos miró confiado y dijo que sabía muchas cosas y que quería compartirlas con nosotros. Nos pidió que lo acompañáramos, pues no podríamos resistir las altas temperaturas estando de pie con el sol a plomo sobre nuestras cabezas. Nos condujo a su casa, sacó unas sillas al porche, colocamos la cámara y comenzó su charla. No hubo necesidad de dirigir la conversación, Hermilo es un narrador nato sumamente competente; el maya es su lengua materna, habla el español, y posee un acervo impresionante de tradiciones orales. La conversación, más que una entrevista, duró una hora con cincuenta y tres minutos y cinco segundos. En ella podemos leer un discurso mediado por el bilingüismo.

Caamal Couoh era en el 2013, cuando realizamos esta primera entrevista, un hombre de cincuenta y seis años. Nació en 1957 en Kanxoc16, Yucatán, aunque desde muy pequeño migró a un rancho llamado Santa Clara, también en Yucatán. Fue hasta 1987, a sus treinta años, cuando llegó a Cobá, siete años después de haberse casado con su mujer. En aquel entonces, Cobá era una comunidad pequeña, de apenas poco más de cien habitantes. Caamal Couoh es padre de seis varones. Es ejidatario del pueblo. Dedicó parte de su vida a la agricultura y al oficio de chiclero.

A partir de una pregunta que se hace fuera de cámara, y que no queda consignada en la grabación, «¿usted sabe algún relato sobre Xtabay?», elabora un complejo discurso en el que su experiencia vivencial conjunta espacio, tiempo y visión de mundo. Así, transita entre Xtabayes ajenas –relatos que llegan a sus oídos por tradición oral–, y Xtabayes que hace suyas a partir de su experiencia como habitante del mundo. Aquí una cita de la entrevista que aparece un poco más adelante:

Mi jefe iba a Chemax a vender, llegaba, salía a las tres de la madrugada, salía y regresaba hasta las dos, tres de la mañana. Y que dice que se encontraba en el camino, sí se encontraba, pero como él es valiente y es cazador, pus no tiene miedo de andar de noche. Él pus se enfrentaba y decía:

–Pus, sí si eres mi esposa, vente, si no, aquí te acabo.

Sí, porque son tres diferentes que se muestra Xtabay: si no es la serpiente, es el nopal de la, de la selva. Hay un nopal.

Hermilo sabe que Xtabay no es una entidad aislada, es una de las muchas que configuran el mundo sagrado de los mayas17. Peniche Barrera hizo una suerte de bestiario en el que describe, basándose en compilaciones de tradición oral y en textos etnográficos, algunas de las entidades numinosas que aquí se mencionan. Para él:

No hay campesino yucateco que no crea en la realidad de los fantasmas mayas. Aún los que se han desarraigado de las milpas, los plantíos henequeneros y las poblaciones pequeñas, han llegado a la ciudad imbuidos en sus tradiciones y con la certeza absoluta de la existencia de criaturas espeluznantes. Estos nativos nos cuentan con la mayor naturalidad acerca de acontecimientos fantásticos ocurridos a ellos o a sus familiares y juran que alguna vez se han encontrado en su camino con cierto espantajo o con el mismo diablo en su habitual atuendo o en la forma de algún extraño bicho nocturno. En el campo maya los hechos fabulosos ocurren a modo de sucesos rutinarios: en un lugar del nuevo Estado de Quintana Roo llueven lagartos durante las tormentas; en la montaña chiclera hay una mosca llamada Yaxcach cuya picada carcome paulatinamente las orejas, las narices y aún los brazos de los trabajadores hasta volverlos monstruosos. Ramón Beteta cuenta que en un pueblo del Río Hondo un hombre salió en persecución de un pavo silvestre al que había herido, y perdió el sendero. Ocho días después, dice Beteta, se presentó a uno de los hatos un hombre macilento, con la faz desencajada, perdida la razón, que llevaba en su puño un pavo de monte completamente corrompido. El monte maya es traidor; quien no conozca sus laberintos y a sus criaturas, acabará extraviándose y a merced de los monstruos infernales que los pueblan (1982: 9-10).

A estas entidades numinosas se las teme, se las respeta, se las procura o se las huye, cuidan –algunas son incluso guardianes, «ángeles», dice el mismo Hermilo Caamal Couoh–, norman, castigan, premian, hacen el mal y el bien, traen salud y enfermedad, alimento, abundancia o carencia. Él las nombra en la entrevista una a una, nos describe sus características, sus funciones, sus ámbitos de acción, su conexión con este y el mundo otro a partir de un hilo conductor: su vida misma. Pixan K’akas18, Yuum Balam19, Siip20, Aluux21, Huay22 son algunas de ellas. Aquí uno de los múltiples ejemplos citados en la entrevista:

Todo puede suceder, porque hay un duende, como quien dice, es, es como un ángel que cuida alrededor del rancho. Sí, cuando ve acercándose el día de esos cosas que iba a suceder, empiezan a chiflar en cada esquina. Sí, es un duende que le decimos Yuum Balam. Yuum Balam es un ángel, que cuida alrededor del rancho, ese es el nombre, que este, de ese espíritu que hay. Es un ángel que, que cuida, podría decir que cuida alrededor del rancho. Sí, ese, ese, es un duende que existe en la tierra, que existe en el monte. Sí, se llama Yuum Balam, Yuum Balam, sí. Y entonces, el Yuum Balam es como un anciano, se transforma como un anciano de pelos largos, y se transforma como pavo, se transforma mayor parte como un, este, un animal que se llama, este, bakte'n cholul,23 es como una pava, ese, ese, ese animal. Y entonces se transforma de esa forma. Entonces, pero no lo ves, no lo puedes ver, es un espíritu, es un ángel, este, ¿cómo se dice?, invisible. Sí y entonces es el que cuida alrededor del rancho.

Con Caamal Couoh aclaramos un planteamiento relevante: el pensamiento mesomericano es metonímico; el todo se replica en las partes, el paisaje y sus elementos naturales son desdoblamientos de un mismo ser. Xtabay, por ejemplo, es también una serpiente verde llamada chaik’an y, según nuestro narrador, una especie de cactus, el tsak’am24. Así lo revela algunas líneas más abajo:

Y entonces de allí, de esa serpiente, sale, esa, esa mujer, que es el Demonio. Y entonces cuando eso, si tú eres joven o eres señorita, te lleva. A la señorita lo que hace le mete su, su cola en su nariz, le chupa todo el, lo que es el espíritu, lo, lo saca y le chupa todo y, y se lo lleva, lo mata. Al hombre no, lo ahorca, o lo lleva en un, en un cenote o en una cueva, allí lo mata. Sí, porque no es, no es, no es un dios, es un demonio.

La entrevista arroja también información sumamente relevante sobre ciertas actividades rituales que poco a poco han caído en desuso, principalmente por cuestiones de índole religioso, como mencionamos anteriormente. El costumbre para hacer llover, el ritual que se celebra para proteger al ganado y hacerlo próspero, el ritual para traer al Aluux a la vida y encomendarle el cuidado de la milpa, el casamiento, son algunos de los complejísimos temas que el narrador aborda y explica, como en este ejemplo:

El k'axcorral25 es un, es un, este, es un culto, o es un, este, es un costumbre que hacen para el ganado, la humanidad que está, esta época hay muchos que lo hacen: ¿cómo lo hacen?, hacen el, ya llaman al yerbatero, vienen a, a santiguar lo que es el, el corral de los ganados, pa que no les pase nada, pero ellos, el, el yerbatero te pide cuántos tiempos quieres, cinco años, seis años o dos años [...]. Entonces cuando llega ese término de dos o de cinco años, empieza matar al animal, empieza a matar el ganado, cuando veas el, el ganado. Primero te mata tu perro, después el ganado, cuando el, el rancho está hecho con, este, por el yerbatero. Sí, es un cierro que hacen alrededor del rancho pa que no, para que lo protege. Dicen que es Dios, pero no, sino que es el mal, porque todo sucede de un momento a otro.

Finalmente Caamal Couoh se aventura a explicarnos de una forma sincera, la relación que establecieron los primeros pobladores de la nueva Cobá con los restos arqueológicos de la ciudad prehispánica. Su discurso, mediado por la religión católica, deja ver el asombro de los fundadores del pueblo reciente ante las enormes estructuras de piedra. A pesar de que la llegada de nuestro narrador al sitio es posterior a la entrada del INAH, la zona arqueológica no deja de ser para él y su familia una manifestación de los numinoso, vinculado con el Demonio, que se inserta en el paisaje maya:

Ellos llegaron a tener un poder con el mal, porque ellos trabajaron con el mal, ¿cómo trabajaban? Así te digo, sacaban el corazón de las jóvenes, las jovencitas, de las muchachas y lo tiraban al Demonio. Y empezaron a revivir, empezaron a tener poderes. Y entonces empezaron a construir, los labradores labraban piedras grandísimas de cuatro metros, de cinco metros, empezaba la construcción de cada pirámide, de cada departamento [...]. Ellos no necesitaban ni máquinas pesadas, simplemente con el poder del mal. Con el trabajo ellos qué hacen, destruyen a la vida de los jóvenes, le dan el poder a él por, por el mal, para que ellos le den una vida a esa piedra grandísima de seis metros, de cuatro metros. Ellos lo hablaba, subían la piedra solito, pero a través del espíritu maligno, no a través de Dios. Así subían la piedra, así trabajaban, así esti, estibaban las piedras, con puro mal trabajaron ellos. Formaron esa gran ciudad, pero ellos formaron con el mal, no con, no con Dios. Ellos trabajaban con el enemigo. Llegaron a tener poderes.

Por todo lo anteriormente expuesto consideramos que la entrevista de Caamal Couoh constituye una valiosa unidad discursiva de conocimiento, que es importante analizar en su totalidad, pues sólo así se hace visible el mecanismo cultural que activa el pensamiento del narrador y que incide en todos los ámbitos de su vida, incluso en los más íntimos, como el familiar, véase el fragmento titulado en esta entrevista «La pesadilla del alcohol».

La transcripción de este material fue hecha por Granados Vázquez en 2013, en 2021 fue revisada por Luna Calderón y para esta publicación fue revisada y editada por ambas. Para esta última versión contamos también con la revisión meticulosa del léxico en maya y de ciertos fenómenos culturales de Arsenio Hau Uicab, maya hablante, asesor lingüístico y cultural de la lengua maya yucateco del LANMO, y actualmente subdelegado municipal de la comunidad de Nuevo Durango, Quintana Roo.

Para la transcripción de este material se utilizaron los criterios del «Protocolo de procesamiento de materiales orales» del Laboratorio Nacional de Materiales Orales (LANMO)26. Destacamos que se trata de una transcripción oralista en las que se marcan las distintas pautas de interacción entre los interlocutores. Así también la entrevista está etiquetada temáticamente en fragmentos, a cada uno de ellos se le asignó un subtítulo descriptivo, que facilita su lectura en este texto y su consulta en el Repositorio donde se encuentra alojada. Desgraciadamente, por razones de espacio, tuvimos que eliminar cuatro fragmentos de la entrevista original.

Para la presentación en el Boletín de Literatura Oral, colocamos una serie de notas (mismas que se utilizan como criterio en la colección editorial Corpus del LANMO), que pueden dar luz al lector sobre el material que aquí se presenta:

1. Notas léxicas a la lengua maya, para las cuales nos basamos en tres fuentes distintas, el Diccionario Básico Español Maya Español, el Cordemex y, para el léxico que no se encuentra en estas dos fuentes utilizamos la información de Arsenio Hau Uicab.

2. Notas geográficas, en las que sitúa a las distintas localidades mencionadas tomando siempre como centro el pueblo de Cobá, y se evidencia su tamaño en función del número de personas que la habitan.

3. Notas gestuales, sólo cuando el gesto constituye un relato complementario, que no paralelo al discurso lingüístico. Se dividen en una descripción objetiva del movimiento corporal y en su interpretación.

4. Notas de interés cultural, biológico o histórico. Entre estas notas figuran también algunas aportaciones culturales que Arsenio Hau Uicab nos proporcionó mientras trabajábamos en la transcripción y edición de la entrevista.

5. Notas aclaratorias de distinta índole.

Como colofón, en 2022 tuvimos la fortuna de entrevistar nuevamente a Hermilo Caamal Couoh en Cobá. Ahora el equipo de documentación estaba conformado por José Manuel Pedrosa, Andrés Arroyo Vallín, Víctor Avilés Velázquez, Mariana Luna Calderón y, de nueva cuenta, por Santiago Cortés Hernández y Berenice Araceli Granados Vázquez. En aquella ocasión reafirmamos lo que ya sabíamos: se trata de un conocedor excepcional de las tradiciones orales y de la cultura maya. Esperamos que el lector disfrute del material que aquí se presenta, tanto como lo hemos hecho quienes escriben estas líneas.

PRESENTACIÓN

BERENICE: ¿Su nombre, su edad?

HERMILO: Sí, yo me llamo Hermilo Caamal Couoh. Vengo del pueblo de Kanxoc, Yucatán, ahí jui, yo nací de allá, mis padres, allí: Juan de Dios Caamal y Martina Couoh son de allá, son de Kanxoc, una tierra de allí, de Yucatán, por Valladolid. Y entonces ellos vinieron a vivir aquí, en un pequeño rancho, aquí como a ocho, a dieciséis kilómetros, allí estuvieron. En esa época pura cacería. No había, este, trabajo como ahora. No había albañilería, no había, este, nada, puro campo, pura milpa, pura milpa. Él se dedicaba a la milpa, sembraba maíz, sembraba frijol, calabaza, ibbes27. Y después, él se dedica a cazar, entre la milpa y el cazamiento de monte, del animal, este, venado, de jabalí, de tigre, de todo. Y con eso nos mantenía, esa mataba y llevaba para vender en Chemax, y traía papa, azúcar, pan y todo así, para la casa.

BERENICE: Entonces, ¿cuántos años tienen sus…? o ¿desde cuándo se vinieron sus papás para…, a vivir para acá?

HERMILO: Este, creo que en el, también tenía yo cuatro años cuando me trajeron a ese rancho que se llama Santa Clara.

BERENICE: ¿Santa Clara?

HERMILO: Sí, Santa Clara se llama el rancho, pero ellos ten…, ellos se casaron a las edad de doce, doce años. Y después de los doce años pus tu…, tuvo doce hijos mi mamá y mi papá.

BERENICE: ¿Doce hijos?

HERMILO: Doce hijos, vivían en el mismo rancho, se casaron y vivieron allá. Y entonces mi papá, aparte de eso, pus nos atendía, nos daba mantención buena, iba al chicle28. El chicle es una montaña que van por Cancún29, por Playa30, por Akumal31, iban a cortar el zapote para hacer chicle. Con eso sacaban el dinero, seis meses, seis meses, salían hasta para enero. Salían y después pus iban a cobrar su, su dinero. Y entonces esa época, pus, ellos se dedicaron mucho lo que es la, llevar el chicle en caballo, en mulas, mulas y machos llevaban el chicle. Llevaban el chicle al, al pueblo de Valladolid para entregarlo a un central a la gente que pagaba en Valladolid. Y allí estancado mandaban a Mérida, hasta México y todo. Y entonces con eso se, era muy productivo. Y después, entonces él se dedicaba a la cacería e iba, tenía un poco de ganado.

ESA SERPIENTE ES EL DEMONIO

Y de allá, una vez entonces, yo y mi hermano, como tenía caballos mi papá, una tarde nos mandó a la milpa llevar el caballo a, este, a comer, a pastar en la milpa. Llegamos a la milpa yo y mi hermano, había una pequeña casa así de palma, así de bajareques, donde tenía su almacenamiento de maíz, sus mazorcas. Y llegamos en la punta de la madera del caballete, había una serpiente larga, larguísima, como de cuatro o cinco metros de largo, pero entonces era una serpiente de rayas verdes y negras, entonces nosotros le decimos chaik’an32. Sí, es una serpiente que, entonces esa serpiente es el Demonio.

Y entonces es lo que pasa, eso, cuando vas, cuando tú no estás casada o no estás casado, así siendo señorita o joven, ellos se vuelve como una mujer. Esa serpiente se transforma de una mujer, como tu mamá, tu hermana, tu tía, como…, ella se puede transformar. Pero nunca no, cuando tú tienes el bautismo –cuando Dios murió en la cruz, y resucitó, y nos dio una nueva vida– que cuando tienes el bautizo, no puede, no se muestra su cara, ese demonio nunca se muestra su cara, es una mujer así de pelo, cabello largo, hasta aquí le llega33, y sus brazos también largos, y tiene nomás cuatro manos, sólo cuatro manos34. Y entonces de allí, de esa serpiente, sale esa mujer que es el Demonio.

Y entonces cuando eso, si tú eres joven o eres señorita, te lleva. A la señorita lo que hace le mete su cola en su nariz, le chupa todo lo que es el espíritu. Lo saca y le chupa todo y, y se lo lleva, lo mata. Al hombre no, lo ahorca o lo lleva en un cenote o en una cueva, allí lo mata. Sí, porque no es, no es, no es un dios, es un demonio. Sí, entonces, esa así, así aparece chaik’an. Y entonces de allí empieza, empieza uno a andar al monte, al cazamiento de venado, de todo. Y entonces puedes verlo a la hora, cuando uno toma mucho, se dedica mucho a la tomadera de noche, pus te queda, hay veces se queda uno a veces en el camino, porque en esa época era un camino veredita, donde íbamos caminando hasta salir a Chemax, sí, no es un camino como esta, es un caminito, pasábamos aquí en la orilla de la laguna e ibas allí, allí íbamos. Entonces hay veces hay que moverse a las dos de la mañana…

Hay un lugar que se llama Óoxt’in, es un lugar donde se descansan los que iban a llevar venado, para llevar a vender o ir con la familia a alguna fiesta en los pueblos, en la ciudades de Valladolid, de Chemax. Y entonces hay veces que vas solo, solo. De un momento, en ese lugar hay tres huecos que es de un cenote, entonces le dicen este es Óoxt’in, porque tiene tres bocas. Entonces una noche que estaba yo yendo solito, así como a las tres de la mañana, llegando en ese lugar hay una piedra estibada así como de este alto35, y entonces, como a veinte metros, a doscientos metros, está…, me falta por llegar allá donde está ese cenote, veo que está una mujer sentada, está sentada en esa piedra, pero entonces antes de llegar, porque eso sí te eriza todo el cuerpo, porque como es demonio, y entonces te eriza, te asusta, te espantas, ¿no? Entonces si tú tienes a Dios, recuerdas a Dios, él se desaparece, desaparece esa mujer, desaparece completamente, él no, ella, no le gusta escuchar el nombre de Dios, porque es, como que es el Demonio, como quien dice.

LAS FORMAS DE XTABAY

HERMILO: Y entonces, cuando mi jefe iba a Chemax a vender, llegaba, salía a las tres de la madrugada, salía y regresaba hasta las dos, tres de la mañana. Y que dice que se encontraba en el camino, sí se encontraba, pero como él es valiente y es cazador, pus no tiene miedo de andar de noche. Él pus se enfrentaba y decía:

–Pus, si eres mi esposa, vente, si no, aquí te acabo.

Sí, porque son tres diferentes que se muestra Xtabay: si no es la serpiente, es el nopal de la selva. Hay un nopal.

BERENICE: ¿Tsak’am?

HERMILO: El tsak’am, es ahí, es un nopal, pero en maya le decimos tsak’am. Entonces es un nopal grandísimo que abunde mucho, ¿no?, tiene espinos, cuando va en tu cuerpo, no sale. Y cuando tú estás tomado, y cuando tú estés borracho así o algo, ella viene, te agarra:

–Soy tu mamá, soy, o soy tu esposa.

Si estás casado con tu mujer, viene:

–Vamos, hace rato te estoy esperando, nos vamos a la casa.

Ya que te lleve en tu casa, te lleva donde está ese espino y ahí te deja cerca de ahí, no puedes salir, ahí te quedas hasta amanecer, si no, te mata. Si te mata también, pus ni modo, ahí te quedas. Sí, entonces es el famoso Xtabay. Son dos diferentes: la serpiente es chaik’an y el tsak’am ese, es el mismo que aparece allá. Sí, ellos te pueden llevar a donde quiera, porque ese mal te mata.

XTABAY Y LA MUJER QUE ESTÁ DANDO PECHO

HERMILO: Cuando el Xtabay llega en un pequeño rancho donde hay una mujer que está dando de pecho a un bebé, entonces el Xtabay se apodera, se apodera de la mujer, chupa todo lo que es el pecho de la mujer, todo lo que es la leche del bebé de la mujer, lo chupa todo, lo chupa y luego hasta matarlo, sí, hasta que lo mate. Aparte que lo está chupando tenía metido sus dos colas en su nariz. Sí, para que saque el espíritu, ya que lleva el espíritu, ya no va con Dios, se lo lleva ella, como es el Demonio. Pero ya no se lo queda tampoco, cuando si esa persona, esa mujer está con Dios, tiene el bautismo de Dios, es como dice el hecho, es el Dios, cuando él murió, cuando ya la última cena con el pan, es el holocausto que está dando a la humanidad: «coman mi carne, beban mi sangre». Es un pacto que hizo Dios, ya teniendo eso, ya el mal no se puede apoderar de ti. Y entonces eso, sale otra vez el espíritu, se va con Dios.

EL LUGAR DE XTABAY

BERENICE: ¿Qué relación tiene el Xtabay con la ceiba?

HERMILO: La selva36, con la selva, Xtabay…, es como si fuera su casa. Sí, ella vive en el monte, vive, como es serpiente, anda donde en cuevas grandes. Y cuando es muy grandísimo, muy grandísimo la serpiente, con sólo mirarte en los ojos te fulmina. Bueno, no te mata, te deja incómodo, te queda inmóvil, pero sí estás viva. Y entonces ya después se acerca junto de ti, si no hay otra persona, pus te mata. Si no, no te mata, porque estás inválido, porque sino como es demonio poderoso, mucho, y entonces él, ella se apodera de la humanidad, hay veces del espíritu, lleva el espíritu. Ella hace, como quien dice, cuando ella vive en el, en el campo, es su, es su casa como quien dice, allí anda, allí todo, pero en un sólo lugar, en un sólo lugar. Y entonces ella lo que sigue es los caminos, los caminos donde hay mucho tráfico de humanidad, ellos siguen.

EL K’AXCORRAL

HERMILO: Y cuando eso, nuestros antepasados, como en esta era que estamos, como esta época, se utilizaba mucho el k'axcorral. El k'axcorral es un culto, o es un costumbre que hacen para el ganado, hay muchos que lo hacen: ¿cómo lo hacen? Hacen el…, llaman al yerbatero, vienen a santiguar lo que es el corral de los ganados, pa que no les pase nada, pero ellos, el yerbatero te pide cuántos tiempos quieres: cinco años, seis años o dos años. Y si tú no le cumples después de hacer eso, porque cierran atrás de, del corral, o el rancho, hacen un, unas esquinas, unas cruces. Y hacen como una propiedad, pero entonces van sembrando chile seco, iaxa laal, ortiga porque le decimos en maya laal37. Y lo van sembrando en cada, cada veinte metros y llegan en la esquina, ponen una jícara de pozol38, pero hablan, no hablan a Dios, hablan al mal, para que cuide el animal, para que todo.

Entonces, cuando llega ese término de dos o de cinco años, empieza matar al animal, empieza a matar el ganado, cuando veas el ganado. Primero te mata tu perro, después el ganado, cuando el rancho está hecho por el yerbatero. Sí, es un cierro que hacen alrededor del rancho pa que no, para que lo protege. Dicen que es Dios, pero no, sino que es el mal, porque todo sucede de un momento a otro. Empieza a morir, empieza a morir los animales, y después, si no tus niños, tus niños, puede morir tu esposa, y todo empieza a pegar una enfermedad que es incurable. Tienes que ir con el yerbatero y te dice:

–¿Sabes qué? El rancho está pidiendo otra vez que le hagas sus oraciones o lo que estás acostumbrado a hacer en ese.

Entonces lo vuelves a hacer y te vuelve a dejar tranquilo. Sí, porque hablan el duende de todo alrededor del rancho. Y es un espíritu que anda fregando, lastimando al dueño del rancho.

BERENICE: ¿Cómo se llama ese espíritu?

HERMILO: Es un espíritu que es el duende, es un espíritu que se apodera en el lugar.

BERENICE: ¿Pero no tiene un nombre?

HERMILO: No, no tiene nombre es un, bueno como quien dice…

BERENICE: ¿O en maya cómo le llaman?

HERMILO: Este, en maya le dicen el mismo Demonio, es un espíritu maligno, es un espíritu maligno, en maya Pixan K’akas, Pixan K’akas Ba, es el espíritu del Demonio, es el que cuida todo. Es el, es un duende que está en el monte. Entonces viene a proteger, y entonces si pasa un tiempo, los cinco años que pide el yerbatero, entonces empieza a matar tus animales, y después puede llevar tus hijos al monte, desaparecer tus hijos, tu esposa.

Todo puede suceder, porque hay un duende. Como quien dice, es como un ángel que cuida alrededor del rancho. Sí, cuando ve acercándose el día de esos cosas que iba a suceder, empiezan a chiflar en cada esquina. Sí, es un duende que le decimos Yuum Balam. Yuum Balam es un ángel que cuida alrededor del rancho, ese es el nombre de ese espíritu que hay. Es un ángel que cuida, podría decir que cuida alrededor del rancho. Sí, es un duende que existe en la tierra, que existe en el monte. Se llama Yuum Balam, Yuum Balam. Y entonces, el Yuum Balam es como un anciano, se transforma como un anciano de pelos largos, y se transforma como pavo, se transforma mayor parte como un, este, un animal que se llama bakte'n cholul, es como una pava ese animal. Y entonces se transforma de esa forma. Pero no lo ves, no lo puedes ver, es un espíritu, es un ángel, ¿cómo se dice?, invisible. Sí y entonces es el que cuida alrededor del rancho. Cuando entonces no lo das de comer, ya está acostumbrado a recibir su comida, como quien dice así. Entonces te empieza a perjudicar toda la familia, sí es el animal, y luego al que vive en el rancho da una enfermedad: calentura, vómitos, diarrea, y no te puedes curar hasta que hagan otra vez la rueda del rancho, con el yerbatero. Te vuelve a dejar tranquilo, sí, te vuelve a dejar tranquilo.

Sí, es un duende, pero es un ángel que cuida alrededor del rancho. Se llama Yuum Balam, Yuum Balam. Es el duende de todo, que cuida, cuando te cuida pus es que lo hablas, te protege, pero cuando ya dejas de hablarlo, servirlo, entonces te hace daño. En maya, en maya le decimos Siip, Siip, ese es el, ese es así su verdadero nombre, es el Siip. Sí, es un duende que te hace mal39.

No es bueno hacer alrededor de tu rancho esas cosas.

Sí, el k'axcorral es una cosa que hace también el yerbatero, pero entonces saca a un humano, para ser toro. Cuando empiezan a hacer el rezo, siembran una madera al centro del corral, un tronco como de este tamaño40. Lo siembran, ni cualquier ganado lo puede arrancar porque pone huevos allá, pone otras cosas bajo la tierra, y ponen esa madera. Al ponerse esa madera el yerbatero está sembrando con el poder del mal, no con el poder de Dios.

Sí, entonces en maya le dice esa madera xubantul, ese xubantul, ahí se apodera el Xtabay, sí porque a eso están hablando por el yerbatero. Sí, son señores que hacen así su… ¿cómo se le dice esto? Es un costumbre que está hecho de nuestras generaciones ahorita, nuestros generaciones que tienen dinero, que llegan a tener hasta doscientos, trescientas cabezas de ganado, en un rancho, ellos hacen para proteger el animal. Y entonces siembran esa madera, y entonces allí, si el día que llegan a fastidiar o no le hace el servicio que están acostumbrados, empieza a aparecer un tremendo toro grandísimo. Y empieza a andar dentro del ganado, sólo cuando ves no hay. Y entonces cuando ya desaparece, ya se está recordando. Y entonces tienes que hacer la ceremonia que ellos hacen con el yerbatero.

Entonces a la hora de hacer esa ceremonia, ese hombre que sacan como para ganado, llega a tener una fuerza más que un semental, que más que un toro. Te rompe montes como quiera, te rompe hasta el cerco del corral ese hombre, porque le apodera el mal, se apodera el mal en él. Y entonces llega a tener un poder pero muy feísimo. Y empieza a sacar babas y todo. Y se va de noche al monte. Y sacan tres vaqueros, tres vaqueros sacan, pero no con soga lo lanzan, con un bejuco que le decimos xtaab ka'an, es un bejuco contra del mal. Y entonces hacen como lazo. Y entonces se pegan los vaqueros atrás bajo el monte, lanzándolo. Si le llega a amanecer a ese hombre, no lo lanzan, ese se va con el Demonio, se lo lleva. Ya que se lo lleve, ya se vuelve como un animal. Ya no lo vuelven como humano. Sí, entonces ese es el yerbatero que trabaja con el mal, no con Dios. Y entonces eso, entonces hay que lanzarlo con xtaab ka'an para que regrese y luego lo empiezan a santiguar con unas oraciones que hace el yerbatero.

BERENICE: ¿Son oraciones especiales?

HERMILO: Sí, son oraciones que ellos saben hacer, porque ellos practican, como quien dice, tienen practicado la magia negra, los yerbateros. Ellos no hacen solo la cosa, sino practican eso. Sí, porque ellos trabajan con el mal, no trabajan con Dios, no trabajan completamente con Dios. De allí entonces esa madera que te digo que siembra, allí viene el Xtabay. Sólo cuando te des cuenta y te quieres recordar que ya tiene tiempo pasado que no hacen la ceremonia del corral, sólo ves una mujer parada junto de ese tronco. Allí está parada, está pidiendo que le hagan su ceremonia pa que ella se vaya y deje tranquilos a los animales, si no empiecen a morir también. Sí, así está la historia de Xtabay, está muy feo.

Eso se empieza en las haciendas o en los ranchos, cuando una hacienda está abandonada, ya está abandonada, cuando quieres cruzar si hay ese…, con el pueblo de Kanxoc hay un camino que se llama Xohuamin, es una hacienda, y hay un corral, hay muros antiguos. Entonces mucho se veía Xtabay ahí. Y cuando pasa la gente que van solitarios, lo veían allá. Parecía una mujer, iba a buscar a la gente. Lo llevaba dentro del corral. Hay un cenote grande. Allí se lo llevaba: ¡pum! Si está borracho se cae dentro del cenote, ahí se queda. Al día siguiente lo ven, allí lo ven muerto al señor, ahogado, ya lo mató la mujer esa, la serpiente Xtabay.

LA HISTORIA DEL MUCHACHO Y LA MUCHACHA

HERMILO: Hay una más, una historia más. Allí en Kanxoc, hay una muchacha que le gustaba a un muchacho. Y entonces esa muchacha, entre Kanxoc y un rancho, entonces esa muchacha vivía en ese rancho, y el muchacho vive en el pueblo de Kanxoc. Entonces para verse, porque su mamá y su papá no querían como yerno a ese muchacho, entonces la muchacha le gustaba, entonces ella salía del rancho, venía en la mitad del camino, allí se encontraba con el novio. Entonces en ese camino, en ese lugar donde se encontraba hay una sascabera41, allí se entraban y no los localizaban ni el papá ni el mamá, antiguamente que no conocían ese secreto, ese lugar, no lo conocían aunque era de ellos el propiedad, pero no sabían si existía un saskab. Ese saskab es como una casa, tiene forma bonito y todo. Y entonces empezaron a desaparecer la muchacha. Un día no tenía la cita con su novio, pero la entró la idea, o la envidia, o bueno la emoción de su mente, que es cuando uno se enamora, llega una emoción, te gusta una mujer o te gusta un hombre, quieres verlo cada rato. Entonces ella así le pasó. Y se fue, cuando llegó estaba su novio parado en la puerta de la cueva. Y le dice:

–Hace rato te estoy esperando. Ayer vine y no veniste, y hoy ya.

–Sí vine.

–¡Vámonos!

Metió a la muchacha en la cueva, empezaron a platicar y todo. Era su novio, como quien dice. Y de allí, metió su cola en su nariz la muchacha, chupó todo y lo mató. Todo su cuello estaba rojizo donde se enrolló, lo ahorcó. Y murió la muchacha. A los quince, a los tres días la encontraron. El muchacho fue y le dijo a sus papás de la muchacha:

–Yo, es mi novia, tengo un compromiso, hay un lugar donde me veo con ella, vamos a ver.

Cuando llega, ella estaba parada, pero muerta. Ya lo mató, pero la Xtabay lo mató, no el novio. Mientras a él lo llevaron a la cárcel en lo que hacían la investigación, porque vino judicial de Valladolid, el pueblo, porque el pueblo de Kanxoc, que tenían una ley: el que le buscaba, lo mataban, el que le buscaba. Pero entonces el yerbatero –había muchos yerbateros allá en el pueblo de Kanxoc, había muchísimo–, pero entonces había un señor que era yerbatero y estaba a favor de la gente, a los otros no, estaba en contra de la gente. Pero el que estaba a favor de la gente checó a la muchacha y les dijo:

–No, esto no fue obra del muchacho. Es obra del mal.

Apareció que sí era su novio, no, era Xtabay. Ella lo mató. Entonces checaron y todo. Y los otros yerbateros que sabían todo lo que es la magia y todo, pues se fueron a su contra de eso, lo quisieron matar. Pero los judiciales que estaban allí, lo defendían. Sí, porque esos otros yerbateros estaban a favor del mal. Estaban defendiendo al mal. Sí, al que mató a la muchacha estaban defendiendo. Y entonces de allí empezaron.

EL HUAY

HERMILO: Entonces la cosa en mi pueblo, había mucho, mucho, mucho yerbatero, pero sabían la magia negra, se volvían de perro, de chivo, de ganado, de gato, de todo se volvían, de lechona. Si es una mujer que practica la magia negra, se vuelve de lechona. Empieza, empieza a sonar sus tetas, así bajo su pecho. Si eres un hombre te corretea, te jala. Si estás borracho te jala, te manosea todo como ella quiere. Lo que es, esas personas, cuando es una mujer, se apodera del hombre, empieza a manosear al hombre, le quita su pantalón y todo lo usa, pero no con el amor, sino que con la boca. Sí, porque ya es él, ya es un demonio, ya no es, ya no es… Y entonces, cuando te empieza a utilizar esa clase de mujer, te da una enfermedad, te empiezas a quedar blanca, blanca, fría tu cuerpo. Y te empiezas a morir poco a poco, porque ella te está pegando lo que es el frío, el mal, porque el Demonio es frío42.

Y por eso entonces, hay veces, muchos jóvenes murieron por eso, muchas señoritas. Si es hombre, se aprovechan de las señoritas, cuando es hombre le quitan toda su ropa de la mujer, la empieza a manosear por dentro, así su cuerpo. Pero no la utiliza como la utilizamos, porque cuando se casa uno, pues se hace el amor bien, pero esta no, sino con su boca lo empieza a manosear y todo, como es demonio así, pues le hace mal. Entonces lo empieza a matar poco a poco, lentamente. Sólo cuando la mamá se da cuenta, se hincha, cuando tiene contacto con el hombre del mal, se hincha la mujer tanto como el joven, se inflan, pero blancos, ¿no?, está como si se llenan de agua, su cuerpo con el frío.

Sí, y entonces así murieron muchos ahorita, casi ya desaparecieron. Muchos ya desaparecieron los yerbateros, entre ambos se mataban; el que sabía más, mataba al otro. El que sabía se hechizaba. Sí, el que llegaba a tener un poder, mataba al otro. Y si gana ese, vuelve a matar el otro. Así se fueron matando, matando uno por uno.

BERENICE: ¿En maya cómo se les llama?

HERMILO: Este, puul ya’a43, sí, son que hechizan a uno. Se llaman puul ya’a en maya. Esos se les dice j-meem44, j-meem, los yerbateros en español. En maya se llaman j-meem, porque practican el mal. Ya no trabajan con Dios, ellos trabajan con el enemigo malo.

LA CURACIÓN DEL MAL DEL HUAY

SANTIAGO ¿Oiga y hay forma de curar a los que se enferman así?

HERMILO: Bueno, si la mamá se da cuenta, cuando ya está quedando así pálido su hijo, o su hija, entonces ella tiene que preocuparse, ir con otro compañero de yerbatero y hablarlo, y ya. Y entonces le sacan una suerte o ven, lo ven, porque hay yerbateros que tienen, este, en maya, un tsa’as, son, son unos cristales, son unos cristales así como ángulo como la moneda de diez, pero son largas. Sí, y entonces son triángulos alrededor. Entonces ellos llegan a encontrarlo en un camino. Cuando ellos quieren ser así, este, j-meem, si es para ellos, encuentra eso, y con eso tiene un poder para cualquier cosa. Ellos pueden hacer lo que quieran con ese talismán. En maya le decimos tsa’as. U tsa’as le j-meem, quiere decir el, el cristal del yerbatero, sí, un cristal así de triángulo. Llegan a tener un poder con ello. No es una virtud, sino que para empezar eso de aprender lo que es la magia negra y las otras cosas. El j-meem tiene que matar a su mamá, su papá, porque el Demonio te pide a tu mamá. Primero matas a tu mamá, si no tienes que entregar el alma de tu mamá, de tu papá, o de tu hermano, o de tu esposa, de tus hijos, es lo que te pide el enemigo, pero te pide en maya:

–¿Jai pek jaab a k’at kuuxtal? ‘¿Cuántos años quieres tu vida?’

Para que ya cuando llegues a tener tu poder te piden cuántos años, el Demonio te pide cuántos años, por un año… En maya se dice: «Jun p’e año jun p’e k’iin», ‘Un año es un día de vida’, para el Demonio, un año. Y si pides diez años, son diez días para él. Cumpliendo los diez años, tú ya te mueres, te lleva. Te lleva porque ya eres de él. Si le pides cien, o, por digamos, ciento cincuenta, doscientos años, pus esos son doscientos días lo que te va dar para vivir. Pero ya entonces empiezas a hacer cosas que no debes: matar a tu prójimo, apoderarse de su dinero de tu compañero, de tu prójimo, de todo, hasta de su mujer. Puede engañar, llevarlo, y ya después se lo vuelve a traer. Te puede engatusar. Ese, cuando ellos aprenden ese, el yerbatero o el j-meem, hasta la ropa te quita. Hasta así como estamos platicando, te dice:

–Levántate.

Tu ropa se cae y todo, porque tiene mucho poder.

EL YERBATERO QUE TENÍA MUCHO PODER

HERMILO: Hay una comunidad aquí en Chemax, hasta cuernos le salió. Sí, empezó a comer perro, aquí en Chemax. Dijo que necesitaban hacer los…, o santiguar alrededor de la ciudad, y nadien le creía, porque había otros también que lo estaban siguiendo, y le dijo al presidente:

–No le crea. Él está comiendo a los perros recién nacidos.

Perritos recién nacidos, él los comía. Ya son ciento noventa y nueve personas que había matado, había matado eso. Y entonces a los doscientos, él se fue. Siete yerbateros lo mataron, ya era un vil, ya existía sobre la tierra de Chemax que él tenía mucho poder. Sí, tenía ya mucho poder. Y entonces lo tiraron, lo mataron allí en Chemax, con una escopeta, con la escopeta de los yerbateros, porque él tenía una escopeta, pero son escopetas secretas, con eso lo mataron. Y no murió en Chemax, se fue morir por acá. Aquí entre el camino de Tulum, en Paa Mul45, se llama el rancho donde fue; son tantos kilómetros, aquí son como treinta y uno, y más como veinte allá, son como casi sesenta kilómetros. Después de la noche que lo mataron, a las once de la noche: ¿cómo llegó allá?, ¿cómo llegó allí en ese rancho? Allí lo fueron a buscar. Allí su hijo sabía que allí estaba, lo fueron a buscar, cuando llegaron ya estaba muerto. Pero en su contra le pusieron por, por sus otros compañeros. Sí, el contra, no, no con bala lo mataron, sino con un secreto que tienen los otros yerbateros, para quitarlo sobre la tierra.

LOS QUE SOBREVIVEN AL ATAQUE DE XTABAY

BERENICE: Oiga una pregunta de Xtabay, por ejemplo: ¿de los hombres que logran sobrevivir o las mujeres que logran sobrevivir en un ataque de Xtabay, se enferman o quedan igual, normales?

HERMILO: Bueno, quedan un poco trasaumados46. Sí, quedan así como medios locos o hay que llevarlo con el yerbatero para santiguarlo, para quitar el mal de viento que tiene, porque uno tiene un mal, mal de viento47, se apodera de ti, te puede dejar hasta loco. Te puede dejar loco, te puede dejar traumado, puedes hacer cosas que no deben ser. Pero entonces para que tú hagas eso, tienes que ir con el yerbatero y entregarte, ir a pedir perdón, confesarlo al padre, y el padre te absuelve todos los pecados, y te empieza a empujar a hacer rezos, oraciones y todo, todo un tiempo. Si eres hermano separado, porque aquí en el pueblo de Cobá hay muchos hermanos separados, pero: ¿cuáles son los hermanos separados? Son los que tienen su propio templo aparte, porque el verdadero religión que tenemos nosotros es la católica. Esa es la antigüedad hasta de Dios padre eterno que dice, que se llama: «Yo soy tu Dios». Él es el verdadero Dios para nosotros. Ellos no toman, porque ahorita los hermanos que trabajan acá, ellos trabajan lo que es la oración diferente. La Biblia lo manejan para negocio, sí. Entonces hay que meterlo a culto para que lo bendiga el padre y todo, para que él se retire el mal espíritu. Es el único que lo puede defender.

BERENICE: ¿O sea, porque queda ahí el, el mal?

HERMILO: El mal en su cuerpo, se queda en su cuerpo.

BERENICE: ¿No se pone blanco ni nada de eso?

HERMILO: No, no, no, no sólo se queda trauma... ¿Has visto la gente que hay veces se queda medio loco, habla, empieza a decir cosas andando en la calle? Así se queda, así se queda, pero hay que llevarlo a la iglesia, hay que llevarlo al culto, muchas cosas. Hay mucho trabajo para hacer, para defenderlo. Sí, el que toma mucho lo mismo también, es que ahorita, el que toma mucho lo mismo, porque aquí varios compañeros de aquí de la comunidad que se dedicaban mucho, lo llevaron dentro del barranco por la Xtabay. Sí, aquí sí hay, aquí sí hay. Cuando uno está andando de tantas noches iban al barranco andando, siendo casados, lo vienen a buscar y lo llevaban dentro del barranco que está aquí cerca, como a las dos de la mañana. Despertaban a la mitad, empiezan a recordar a Dios, entonces, ya que el enemigo escucha la palabra de Dios, o el nombre de Dios te deja, te deja. Esa es la historia de Xtabay, pus aquí andan mucho. Sí andan mucho de Xtabay por acá, pero…

LA VARICELA HEMORRÁGICA

BERENICE: ¿A usted le tocó verla alguna vez?

HERMILO: Bueno, aquí no, es nomás estos caminos que te digo. A mí lo que me sucedió acá, más que la verdad cambió, ya terminamos de Xtabay. Entramos entonces en el mío.

Entonces en el año 94, 1994, este, me sucedió un problema a mi familia, a mí, a mi, a mis hijos. Entonces estaba dando la varicela hemorrágica. La varicela hemorrágica… Es muy peligroso ir a bajar a un muerto. Como a mí me gustaba tomar, me vino un compadre, había muerto su suegro, me vino a buscar para bajar al muerto de su hamaca, bañarlo y cambiar su ropa48. Y fui, lo hice todo, pero desgraciadamente yo no sabía si era mal para la varicela, estaba saliendo todo así cundido de este tamaño a su cuerpo, también. Ya después entré, como las ocho de la mañana me quité allí donde bajé el muerto. Lo quité de su hamaca, lo puse en la cama de velorio. Y entonces vine, me metí, me bañé y todo, y fui a trabajar un rato. Como a la media hora que fui a trabajar, vienen mi sobrino a decir:

–¿Sabes qué, tío?, vamos a ver a tu hijo. Está vomitando mucha sangre.

Y cuando yo llegué aquí mi hijo en esa casita, ya sangre, así como un kilo y medio ya había vomitado. Se le reventó el vaso sanguíneo por dentro, por el dolor del muerto, por el dolor del muerto le reventó la sangre49. Y lo tuve que llevar a Valladolid, y le dieron inyección en un clínica, con un doctor particular, pero no así, no lo escuchó. Y unos que vendían Coca Cola en el bazar me dijeron:

–¿Qué le pasa a tu hijo?

–Es que fui a bajar.

–Ah, es el mal del muerto.

–Todavía puedes salvar a tu hijo, llévalo a un hospital.

–Pero no tengo dinero.

Sacó cincuenta mil pesos en esa época el, el chavo, me los regaló.

–Llévalo.

Lo llevé al hospital, llegó, le pusieron suero y sangre. Y como a las cinco me dicen:

–Tú no, no te preguntes si tienes dinero o no, porque te vas a Mérida, no tenemos medicamento, allí no pueden salvar a tu hijo en el hospital.

–Órale.

Llegamos al hospital, eran como las siete, metieron a mi hijo, empezaron a atender a la otra gente. Como a las diez de la noche veo que no lo han atendido, y yo les dije:

–Pues señores, ¿qué pasa?

Entré a hablar con el director:

–¿Y tú eres el papá?

–Sí, soy.

–Ahorita, entonces ahorita, ¿qué vas a hacer?, ¿tienes para atender?

–Sí.

–Ah, ¿pagas?

–Sí, señor, por qué no.

Ya estaba, sabía que yo ya no tenía dinero, pero ya sabía cómo, hasta iba pensando cómo hacerlo. Metieron a mi hijo, le empezaron a dar medicamentos buenos y todo. Entramos hoy en la tarde, al día siguiente me dice el doctor como a las doce del día:

–¿Sabes qué?, ¿tienes dinero para pagar? Mañana sale tu hijo. Ya está bien.

–Está bien, no tengo pero voy a buscar la manera en mi pueblo. ¿Puedo dejar a mi hijo?

–Sí, no te preocupes, no le pasa nada. Aquí se cuida tu hijo, voy a mandar una enfermera que lo cuide.

Y agarré, regresé aquí, hablé con el delegado, y después me busqué cómo seis mil pesos de esa época, y me dio una dirección allí en Mérida, un representante de Quintana Roo, es una señora que se llama Díaz, María Cristina Díaz Jiménez; y llegué al hospital, le dije a la trabajadora social:

–Aquí está, mira, anda en esa dirección.

Me fui, llegué en la dirección de esa, me dijo, me dijo:

–Pus que se pasen todo el gasto de tu hijo.

Sangre y todo ella pagó, pagó mi pasaje y todo. Y me vine acá. Y entonces me dijeron, entre quince días tenía que llevar a mi hijo, y no lo llevé. Me dediqué a tomar, a tomar. Y después entonces empezó a evacuar sangre, en su brazo, en su pecho, empezó a salir en su encía. Y entonces no hacía yo caso, y vino mi hermana de Cancún, y dijo:

–¿Sabes qué, hermanito?, voy a llevar a mi sobrino pa que lo curen en el hospital en Cancún.

Lo llevó, entramos casi a principio del 94. Salía al final del 94, el 16 de agosto salió. Sí, y entonces, el director ya se había fastidiado: un año hice en el Hospital General de Cancún. Y dijo:

–¿Sabes qué señor?, no puedo con tu hijo, no podemos, no sabemos qué tiene. Voy a hablar con un doctor que está en Miami, si viene ese doctor, entonces no te vas.

Hablaron al médico, el doctor Domínguez. vino, y lo que hizo un estudio aquí en la columna vertebral, y una aguja gruesota le metió, le metió otro, y jaló, y lo vio en la luz.

–¿Sabes qué señor?, es operación.

Pero como tenía esa cicatriz, no lo podían operar hasta que se cicatrice. A los ocho días se cicatrizó, y dice:

–Anda a buscarme cuatro unidades de sangre.

Pus había una señora que había yo ayudado con su mamá, una muchacha, pus, creo que se acordó de mí, y sólo cuando quiso para ir a buscar la sangre, como a las ocho de la noche y llega ahí:

–Señor, ¿qué pasó?

–No sabe uno bien, señorita.

–¿Qué vas a hacer?

–Voy a buscar esto.

–Dámelo–, dice.

Como ella ya había andado en Cancún, ya conocía todo y se jue sin preguntarme, dónde, qué iba a hacer, no le pregunté. Como a la hora viene, viene, me dice:

–Ahí traje estos cuatro soldados.

Cuatro soldados le sacaron la sangre y, y entonces al día siguiente me dice:

–¿Sabes qué? Tu hijo entra a la operación.

Lo meten a la operación a las once de la mañana. Le cortan acá50. A las dos, a las dos y media de la tarde salió de la operación. Está solo moviendo su cuerpo, respirando. Y a las nueve y media de la noche reacciona, vuelve en sí, y me dice:

–Papá me duele, me duele.

¿Cómo no le va a doler? Está aquí sobre el ombligo, hasta acá51. En el vaso sanguíneo estaba acumulado la plaqueta blanca, los glóbulos blancos. Cuando caían los rojos, lo comía. No, por eso se le acumulaba, le salía sangre en sus encías. Y entonces allí quedó bien, y me quedé en el hospital y todo. A los quince días dieron de alta. Enseguida, rápido se cicatrizó su herida, a los quince días ya estaba.

–Lo voy a dar de alta, pero hay que cuidarlo mucho, porque está grande la herida, hay que cuidarlo muchísimo.

–Está bien, doctor.

Y de allí lo llevé en casa de mi hermana. Y después vine a ver a mis otros hijos acá. Y me estaban cobrando la comida de ellos, pus no tenía el dinero. Un pantalón nomás tenía yo encima. Y entonces, entonces le pagué, busqué la forma de cómo pagarle a mi hermana de acá. Y después me estaban cobrando en un pueblo que se llama San Francisco: dos personas debía yo, uno de tres mil y otro de seis mil, seis millones de esa época, era mucho dinero. Y no podía yo pagar.

LA PESADILLA DEL ALCOHOL

En lugar de no pagar esa, en lugar de preocuparme por pagar esa cuenta, me dediqué a tomar, a tomar como quien dice cinco meses, desde agosto casi a fines de enero. Y se acabó el dinero, no traía yo nada completamente. Hasta mi esposa se molestó, se fue a quejar un señor que se llama don Arturo Chimal, en el otro lado,52 con él.

Iba a trabajar en la zona arqueológica, ganaba un poco de dinero para cuando el turismo venía, y me mandaba a comprar el alcohol, y ya pus ya me dio. Dejé la cerveza, dejé el aguardiente, me dediqué a tomar alcohol con el señor, y empezamos con jugo de naranja, con limón, jugo de limón, después con agua, y después así natural. Cinco semanas tomando alcohol, sin comer, sin nada. Y me dice su hijo del difunto, de Arturo:

–¿Sabes qué?, este, señor, no te quiero llevar, se fue a quejar tu esposa en la delegación, pa que te encerremos. No te quiero llevar. Vete a la orilla de la otra laguna, allí te voy a llevar tu comida, pa que veas que soy amigo.

Pues fui a la orilla de la laguna, sobre una piedra grandísima así, allí dormía yo, allí me llevaban mi comida. Ya después me arrepentí, me fui a Valladolid. Una madrugada me fui a Valladolid. Había un señor que se llamaba don Enrique Aguilar, que tenía su tienda en la colonia Santa Ana. A las ocho abrió, en lugar de que me dé de comer, me dio cuatro, dos litros de ron superior. Y allí en San Francisco, allí nos dedicamos a tomar, había la feria, tenía una hermanita allá, pus de ahí pasé con gentes que sabían las cosas que te digo, de magia. Quería volver, hay una mujer que dejaron por su marido aquí en Chemax, es de Chemax la señora. Y entonces el chavo pidió tres mil pesos para volver a su nuera a su casa, él le pidió su ropa, su ropa interior, su huipil, su justán, que nosotros acá le decimos piik53, piik es un, es un fondo que ponen abajo del huipil, que tiene su orilla así con una tela, como un que le ponen de lujo. Y entonces le sacaron una casa, al fondo de la casa, hay una casa al fondo del terreno, allí lo dejaron. Le dieron mil quinientos en esa época. Y entonces fue y empezó a hacer su oración. Ya sabía él lo que iba a hacer.

–¡Quédate aquí!

Sólo cuando empieza a sonar la tierra: ¡boh, boh! Pero recio como una bomba, y sale una persona muy feísima, uno güero, feo, no me gusta su cara. Lo ves así un humano, pero no, no es un humano normal, sus patas, se veía la pata del ganado, sus pies y su cola, tenía cola, sino que era el verdadero Demonio. Y yo me asusté, y me asusté, y yo dije:

–Señor: ¿qué es esto?, ¿qué estoy haciendo acá?

Como si yo despertara de eso. Y ese, ese momento el señor que estaba hablando donde está la ropa y la mesa, desapareció. En que hablé a Dios, en ese instante, él lo llevaron, él lo llevaron por el mal. Lo llevaron, desapareció, no salió, lo llevaron directo al infierno. Así mismo se lo llevaron, rico. Sí, entonces de allí reaccioné, fui a la iglesia de San Juan, que estaban haciendo la misa a esa hora. Fui, entré, me arrodillé y empecé a hacer rezo y todo. ¡Despertar! Como si fuera despertar de eso.

Al día siguiente vine aquí en mi pueblo, me bajé del crucero, en un camino que conducía, yo me bajé, me fui la línea del torre, bajé en un rancho que se llama San Pedro54. Empecé a cruzar lo que es la mensura, el límite de Cobá con ese rancho. Poner mi pie así en el piso, primer pie, así dentro del terreno, cruzando en esa brechita, y me pegan un chiflido atrás de mí, a las once de la mañana. Y me empieza a erizar todo mi cuerpo. Y vuelvo a tirar el otro paso y me vuelven a chiflar, tres veces que traté de tirar mi pasos, entrando a la tierra de Cobá, me chiflaban. Arranqué a correr, vine bajo el monte, rompí la bajareque, en lugar de abrir la puerta, rompí el bajareque de mi casa, me metí. Desde eso que me empezó a suceder eso pus dejé de tomar, dejé todo.

Ya me metieron al bote55, vinieron que mi esposa se fue a quejar su papá allí Yucatán, allí por Valladolid, allí se fue a quejar a su papá:

–Yo te dije, y no me hiciste caso.

Pues vino mi esposa al día siguiente:

–No, ¿sabes qué? Yo voy a dejar de tomar, pero ayúdame también.

En lugar de que me ayude, me mete tres días más al bote. Al meterme a los tres días al bote, allí empecé a delirar. Empecé a escuchar voces en el bote, voces bajo la tierra: tres hombres y una mujer. Y entonces esos tres hombres decían:

–Tú, nosotros somos de juego, el señor es hijo de Dios, tiene el bautizo. Tú eres el Demonio. Tú eres Xtabay, le dicen. Tú está frío tu cuerpo, no lo puedes llevar, no lo puedes tener. No puedes tener a ese señor. Es nuestro amigo, él tiene un bautismo.

Y entonces ya, empecé a delirar. Me sacaron del bote, vine a mi casa. Cinco semanas más estuve delirando. Vinieron el delegado, me llevaron a Tulum; a Tulum me mandaron a Cancún; a Cancún me dieron una inyección, me dieron consulta. El médico me dijo, me insultó:

–Oye cabrón, ¿sabes qué?, tú estás tomando alcohol.

–Sí señor, pa qué te lo voy a negar.

–Pus si no la dejas, cabrón, entre tres horas y media, una hora, te vas bajo tierra. Es un delirio extreme lo que te está dando.

En maya le decimos k’o a k’a bi, k’ok’ abile tal, es la pesadilla del alcohol. Entonces empecé a delirar, mucha gente me venía a ver, compañeros, estoy temblando así. Pus hasta yo aquí en mi casa, escuchaba yo voces bajo la tierra, rezos sobre mi hamaca, sobre mí, escuchaba yo eso. Escuchaba yo. Ya de eso, ya a las tres semanas, sólo cuando venía a las dos tres de la mañana, me hablaba:

–Vamos, te venimos a buscar.

Esos tres hombres y la voz de esa mujer. Iba a la orilla de ese camino, el antiguo56, porque ese es un camino antiguo que está allá. Iba yo a las dos de la mañana, como si fuera de día, como si fuera de día. Sí, el enemigo me estaba llevando, me estaba llevando. Iba yo a sobre un cerro atrás del campo, donde están construyendo ahorita allí, frente así, como cinco mecates, allí me metía, son como cien metros, allí me metía, y dando vuelta bajo los espinos. Regresaba a las once de la mañana. Cuando amanecía me dejaban esas voces, de noche me atacaban, rodeaban mi terreno, todo. Y cuando iba yo tras de ellos me insultaban, me mentaban la madre:

–Dale en la madre a ese cabrón con la piedra del píib57.

Con las piedras así: ¡puj! Escuchaba que me tiraban, pero no veía yo la piedra. Escuchaba que caía junto a mí, pero no veía yo la piedra, sino que es un viento, es un espíritu malo. Son espíritus malos que se quieren apoderar de mí, me quieren llevar ya definitivamente. Es el enemigo que ya me quiere llevar, ya. O sea, ya me quieren matar de una vez. Sí, cuando yo iba con el doctor en el carro, escuchaba yo voces, me decían que:

–Te van matar. Ese medicamento que te dan es para que te mueras, es todo.

Pus empezaba yo temblando, temblaba yo, mi cuerpo. Y entonces pus tenía yo miedo. Mi esposa al lado de mí lloraba, lloraba, empezaba a llorar, pus ya le había pegado yo la enfermedad. Pus ya tenía una enfermedad por culpa de mi vicio. Y entonces así empecé. Y ya después que me bajé de Cancún, y di con un señor aquí de un pueblo que se llamaba Campamento, y me rezó, me santiguó. Él es un yerbatero, y como me mandó comprar una vela, al comprar esa vela que yo nunca había visto, señorita, de la vela salieron dos fuegos, dos fuegos, dos candelas, dos luces le salió a la vela, que nunca yo, una luz debía de salir. Me dice:

–¿Sabes qué tiene, señor?: el demonio ya se ha apoderado de ti. Ya se apoderó de ti, de aquí de tu tronco, de tu cabeza, de tu cerebro, hasta a la punta de tus talones. Allí está, es una soga roja. Como una soga roja su juego, pero es un espíritu maligno que se ha apoderado de ti. Aquí lo muestra. Me empezó a santiguar, santiguar, santiguar, santiguar. Como dos horas me empezó a santiguar, y ya empecé a sentirme normal y todo. Así que ves que te lo estoy platicando, mi cuerpo siente que todo, hasta acá, me baja hasta acá. Sí, sí, yo vi el mucho, muy feo, el que vi, el que vi muy feo, pero no lo vi así vivo, es la serpiente que se llama la cascabel, pero el más feísimo, señorita, el más feísimo, el más feísimo del Demonio, que tenía sus cuernos así atorados, y su cola como de cuatro, seis metros enrollada. Oía su ruido, feísimo, pus le doy gracias a Dios que sí se alejó.

BERENICE: ¿El yerbatero entonces lo ayudó?

HERMILO: Sí me ayudó, me ayudó muchísimo. Y el doctor en Cancún me dio unas inyecciones para el cerebro, y todo en el hospital, y así todo. Pero la mayor parte me ayudó el yerbatero. Él me retiró todo el espíritu que tenía yo en el cuerpo, aquí hasta mis talones, sí todos, mis, los lomos tenía afectados. Sí sufrí en manos del alcohol, sufrí. Y ya después entonces vine, fui a buscar a mi hijo, lo traje. Tenía trece años, trece años tenía mi hijo cuando le sucedió eso.

Pues le doy gracias a Dios, pus, desgraciadamente antes que yo iba yo a Cancún, que lleven a mi hijo, para qué te digo, este, le dijeron y lo llevaron porque su abuelo de mi esposa también curaba, pero no es un yerbatero como los anteriores, sino que él es yerbatero que cura a gente que le hacen daño con los otros yerbateros. Él enseguida te capta si es un hechizo o no es un hechizo, enseguida te dice. Pus fui sacar la suerte, la suerte donde me dijo él:

–¿Sabes qué, ahijado?

Porque era mi padrino de boda.

–¿Sabe qué, ahijado? Tú te la buscastes– me dice.

–¿Pero, por qué, abuelo?– le digo.

–Tú aquí estás parado en una esquina de una ciudad.

Y entonces me sacó la suerte el abuelo de mi esposa donde dice que hay tres muñequitos que paraba así de plomo: uno al centro se caía, las tres suertes que sacó se caía. Y dice:

–¿Sabes qué, hijo? Tú te la buscastes, tú la deseastes, Dios no te está castigando. Tú te la buscastes. Aquí en un pueblo donde fue que te casastes, vinistes a esa ciudad, en esa ciudad te dedicastes mucho a tomar, a tomar, y tienes varios amigos. Vivías bajo de unos tubos, dejaste a tu esposa en su casa de tu hermana, y no le llevabas de comer. Y salías a pedir el dinero a la gente en la calle, ¿para qué?, ¿para qué lo querías?, para nomás tomar.

De allí me acordé que era verdad. Salía en la esquina de la gasolinera, pedía yo a la gente de la ciudad que pasaba, gente importante como ustedes, pedía yo dinero, le decía:

–Señor, ayude a mi hijo, está en el hospital, está enfermo.

La pobre gente en, señora, señores, así como ustedes, me daban dinero. Un día me junté tres mil pesos. Sólo pidiendo a la gente. En lugar de llevarle a mi esposa, ¿qué crees que hice?: fui en un supermercado, en una tienda grande, compré dos cajas de aguardiente, ron superior, y dos pollos, y diez kilos de tortilla, fui con mis amigos. En lugar de llevarle a mi esposa, le di a mis amigos. Es cuando me acordé de la verdad: no es bueno desear una enfermedad, ir a pedir dinero a favor de un hijo que está enfermo, no es bueno. De allí me acordé que era mal. Yo lo hice, yo deseé la muerte de mi hijo. Es lo que me dijo su abuelo:

–Tú lo deseastes, tú te la buscastes. Dios no te está castigando, tú mismo te estás castigando. No va a morir tu hijo, de plano me lo dijo, no va a morir, sí vas a sufrir por él, pero no va a morir.

Tiene razón, gracias, le doy gracias a Dios, pos ahorita ya tiene hasta un hijo, ya tiene hasta un hijo, vive con su mujer y todo, o sea, están en Cancún, allí vive, sí.

Sí sufrí en manos del vicio, desde que lo dejé en el noviembre: dieciséis de noviembre para el noventa y cuatro, hasta ahorita. Nada, nada, nada de alcohol. Ahorita me dedico a cuidar a mi familia, darle de comer y de todo. Lo que yo gane un poquito, pus se los traigo a ellos. Con ellos lo gasto, ya no lo llevo con los amigos, porque cuando uno va creciendo la vida que tenemos nosotros aquí, los hombres ¿qué es lo que hacen?: «Tú ganas el dinero, amigo, no tienes que tu mamá, tu papá te mande, vamos a tomar, tú ya eres un hombre», por ejemplo. Sí, yo lo he hecho, por eso te digo: «Vamos a –unos jóvenes de doce, de dieciséis años– a tomar en la fiesta». Y entonces es lo que pasa a nosotros, también mal obedecemos. Cuando tenemos la fuerza de los dieciséis hasta los treinta años, somos hombres, nos creemos muy machitos. No hacemos caso a la mujer, porque si a la mujer, pus ya nos casamos con ella, hay que apreciarla, hay que quererla, porque ella no puede, nosotros como hombres tenemos que ser responsables sobre ellas, para darles su gasto, su manutención. Pero por lo mismo, por la fuerza que tenemos, nos hacemos machismos, decimos: «Nos vale gorro, nos vale madre. Yo gano el dinero, yo me pongo, puedo divertirme». Y no, no reconozco como varón, no reconozco mi error como yo, si soy el culpable. Pero yo cuando yo, así cuando reaccioné, yo reconocí mi error, me di cuenta que yo soy el culpable, no mi esposa. ¿Por qué? porque dije: si fuera mi otra mujer, como la gente de la ciudad, como las mujeres de la ciudad, no te aguantaría tanto, esos seis, siete meses de sufrimiento sin darle dinero, y sin darle de comer, pus te abandona. Los niños, ¿qué hacen? Te piden, le piden a su mamá:

–Dame de comer, dame eso.

Pus hay, a veces la mujer tiene que buscar a otro cabrón, como quien dice. Hay veces nosotros, ¿qué hacemos?:

–No, es una cualquiera que hace esto.

Y no, nosotros, no nos hacemos responsables por reconocer si fuimos el culpable de que ella busque otro cabrón. A veces nosotros empujamos a nuestras mujeres de que busque a otro hombre. Luego le decimos que es un puta, que es una cualquiera, y luego no es verdad. Nosotros somos responsables. No, hay veces que no reconocemos. Yo por sí, sí lo reconocí. Pero le doy las gracias a Dios que ella no me abandonó, no me dejó, y no se fue con otro.

LA ZONA ARQUEOLÓGICA

HERMILO: Bueno hay una historia más que quiero platicar, la historia de la zona arqueológica de acá. O la gente, la generación que estuvo allá. Mucha de esta era que estamos, mucha gente, mi mamá, mis abuelos, dice que esa gente que estuvo acá, son gentes que tuvieron virtudes. Pero no, no gente que tuvieron virtudes, sino que gentes que vienen de este ahorita como estamos viniendo la gente, los españoles y todo. Y entonces así empezó a llegar esa gente. Se apoderaban de la gente humilde o de la gente del campo. Y entonces, cuando él llegó acá, llegó esa persona, se apoderó. Lo nombraron como rey desde arriba. Supongamos que Mérida era la capital, como quien dice es la ciudad, es la base. Y entonces vienen, lo nombran a él como un gobierno o como un representante del pueblo. Y entonces cuando él se sienta al poder, se sienta al poder, él ya manda al pequeño pueblo, como, digamos, de cuarenta, de cincuenta gentes, pero entonces, cuando empieza a mandar, empieza a tener una idea esa persona, llega a tener un poder como te digo, como el j-meem. Es una persona que llega a tener mucho poder, pero no un poder bueno, sino que es un poder malo. Trabaja con el enemigo. ¿Cómo que trabaja con el enemigo malo? Porque él ya se siente como un dios. Él se siente como un dios, puede hacer lo que quiera, puede hacer a la humanidad lo que quiera. Entonces él manda, es la cabeza, es un rey como quien dice. Entonces él empieza a trabajar y ya ve que muy poca gente tiene. Entonces empieza a trabajar, empieza a gobernar, y después empieza a decir que va a formar una ciudad, entonces no hay mucha gente. Entonces saca esa gente que tiene a su poder, como quien dice, en que cuando él llegó, trajo gente, y esa gente que trae está muy pegado a él. Entonces les dice:

–¿Sabes qué? Vayan a capturar a toda la gente que es del campo, la gente maya.

Y entonces esos que vino con él salían en las rancherías, las pequeñas rancherías, pequeños poblados. Llegaban, capturaban a la gente, la amarraban, la llevaban como ellos los llevaban su regalada gana, porque una orden tienen por él, por su jefe de ellos. Llevaban al pueblo, a la base donde están, lo ponían a trabajar, iban a buscar otro. Así fue creciendo, creciendo, juntando gente. Entonces él ya se queda más superior.

Entonces empieza la construcción del pueblo de aquí como Cobá. Y empieza la construcción y todo. Entre esa gente que hacen, que reúne, hay artesanos. ¿Cómo son los artesanos? Son que labran piedras, que hacen barros, que hacen todo. Todos son artesanos, hacen de todo. Y entonces empieza la construcción de la ciudad, y entonces él está al mando. ¿Qué es lo que hace? Empieza, es como quien dice el Hecho, ¿cómo se dice?, la esclavitud, en la esclavitud hace esa, ese rey, que estuvo acá. Y entonces empieza: el que no obedecía su papá o su mamá, así, mataban a su hijo o a su hija, las vírgenes o los jóvenes que nunca se mataban, sacaban su corazón y lo tiraban al mal, lo tiraban. Porque ellos nunca sirvieron a Dios, sirvieron al sol, la serpiente, eso es lo que servían, K’uk’ulkan58, eso es la serpiente de pluma, de retoño. Esos servían el Demonio siempre, ellos se dedicaron a servir a ese demonio.

Entonces, mi jefe, mi jefa dicen que era un virtud lo que tenía. Ellos llegaron a tener un poder con el mal, porque ellos trabajaron con el mal, ¿cómo trabajaban? Así, te digo, sacaban el corazón de las jóvenes, las jovencitas, de las muchachas y lo tiraban al Demonio. Y empezaron a revivir, empezaron a tener poderes. Y entonces empezaron a construir, los labradores labraban piedras grandísimas de cuatro metros, de cinco metros, empezaba la construcción de cada pirámide, de cada departamento. Pero por escalas, no lo llevaban así directo, como lo estamos haciendo ahora. Llegaban como de escala, levantaban un muro de un metro o de uno cincuenta, lo iban cerrando, cerrando, tejado de treinta centímetros y lo techaban. Y luego levantaban otro a su lado, van levantando, van haciendo cuartos, puro cuartitos de, digamos, como de a uno cincuenta de ancho. Y luego iban techando, iban formando otros al lado y así. Fueron subiendo, transformando lo que es la pirámide grande, por escalas. Por abajo están llenos de cuartos, y luego su vista, ves cómo está por escalones alrededor, pero abajo tiene muchos cuartos. Y entonces ese rey que llegó tener mucho poder, pero muchísimo poder. ¿Cómo subieron la piedra? Ellos no necesitaban ni máquinas pesadas, simplemente con el poder del mal. Con el trabajo, ¿ellos qué hacen?, destruyen a la vida de los jóvenes, le dan el poder a él por el mal, para que ellos le den una vida a esa piedra grandísima de seis metros, de cuatro metros. Ellos lo hablaba, subían la piedra solito, pero a través del espíritu maligno, no a través de Dios. Así subían la piedra, así trabajaban, así estibaban las piedras, con puro mal trabajaron ellos. Formaron esa gran ciudad, pero ellos formaron con el mal, no con Dios. Ellos trabajaban con el enemigo. Llegaron a tener poderes.

EL ALUUX

Ellos hacían el barro que le dice Aluux. Es un barro como de este tanto, es un barro como semiverde. Pero entonces es como, tiene forma de un humano. Y entonces ese, ese duende que hacen así de barro, le dan espíritu, le dan vida. Y esa vida que le dan, llega ese barro, anda, puede caminar, puede caminar, tiene espíritu malo. Es él que te puede chiflar. Cuando ellos trabajaban eso era su dios de ellos, cuidaba sus negocios ese barro; él cuidaba sus negocios para sus otros enemigos. ¿Qué hacían esos barros? Si tú tienes una milpa de cien mecates59, de cien mecates, siembras frijol, siembras maíz, siembras calabaza. Y luego entonces lo llevaban en la milpa, y al llevarlo en la milpa la gente que quiera entrar a agarrar cualquier cosa, cualquier fruto, cualquierita cosa: sandía, calabaza, de todo, sólo cuando ya escuchan: ¡bam!, te tira, ¡bam!, te tira, o te chifla, te chiflan, o te hablan, te gritan, te gritan.

Son esos duendes que ellos tienen hechos con espíritus, con espíritus malos. Entonces esa gente, ellos nunca trabajaron con Dios. Mucha gente de esta época que estamos dice que tuvieron virtudes. Pero no es virtud lo que tuvieron, es puro trabajo del mal, con puro mal trabajaron ellos, nunca trabajaron con Dios, nunca creyeron en Dios.

Es como dice en las sagradas escrituras, son gente paganas, son gentes que se dedicaban a maltratar la vida de su prójimo. Ellos no tenían compasión, ellos mataban. Tenían una pirámide donde ellos sabían la mesa de piedra, subían a la gente ahí, ahí lo agarraban, lo mataban, sacaban el corazón, y lo tiraban al Demonio. Y entonces pus él se presentaba, y hablaban con ellos, con ese rey. Y el rey ya tenía un poder: puede hacer lo que quiera. Y entonces así fue construyendo la pirámide de acá, toda la ciudad antigua, toda la ciudad antigua, así está hecha.

Porque esa vez, Dios se dio cuenta, entonces que ellos se están sobrepasando, que tenía un poder, quieren ser más fuerte que Dios. Y entonces fue cuando los exterminaron por el diluvio, es cuando mandaron a Noé a exterminarlo con el diluvio, cuando él hizo su arca y todo ello. Como no creían en Dios, pus ellos no quisieron ir al arca o al barco, ellos dejaron, se quedaron:

–Es mentira, no va a suceder esto.

Ellos tenían su fe en el mal. Ellos servían al serpiente, servían al sol, servían al luna, servían el tigre, hacían sus propios dioses ellos, ellos hacían sus propios dioses.

En la generación de esa era que están en esa ciudad, el que no adoraba a ese dios que ellos decían, te mataba, te mataba. Cuando tú no quieres obedecer, ir a arrodillarte frente de su dios de ellos, te mataba. Te mataba, te tiraba tu corazón y te quemaban, tus restos lo tiraban a los animales. Sí, así lo hacían ellos, porque ellos nunca creyeron a Dios. Por eso ellos dicen Cobá que está encantado, porque ellos en esas pirámides están sus cuerpos, están sus restos. En cada pirámide sacan, van, viene lo que es la INAH y descubre cada pirámide, en cada cuarto ahí están sus restos de ellos. Ahí están sus huesos, o sea, hay huesos de este tamaño. Son gentes grandes, son gentes muy grandísimas. Luego dice que son gentes pequeñas, ¿no? La primera generaciones que hubo, el que le dicen p’uus60, esos sí son más pequeños, son como los enanitos que hay en las ciudades, más pequeñitos. Entonces ellos no les llegaron, también los exterminaron y llegaron a tener poder, pero es con el mal, no con Dios.

Toda esa gente que trabajaron aquí en la zona arqueológica, todos son gente que trabajaron con el mal, nunca trabajaron con Dios. Por eso ellos no fueron con Dios, por eso están diciendo que está encantado Cobá, porque ellos están allá siempre. Hasta sus espíritus están allá, porque cuando uno van a cazar de noche, hay muchos compañeros que van a cazar de noche en la zona arqueológica. Escuchan a las once de la noche, escuchan cantos de gallo, ladridos de perro, pláticas de gente como estamos platicando, empiezan a reir, a carcajear y todo. Sí, y están allá todavía, los espíritus de ellos no se fueron, están ahí en esa, porque están sus restos. Sí, donde hicieron la carretera de Chemax, toda las pirámides pequeñas que saquearon por la INAH, allí sacaron sus restos y sus, sus alhajas, pero no son oros, son puro jade, puro jade: hay de rojo, hay verde, hay azul. Son, cuestan dinerales, miles de pesos cuestan esas jades. Pero la INAH se lo lleva en Cancún, lo lleva a Chetumal, quién sabe dónde lo lleva. Sí, eso sí. Le digo, esa gente nunca trabajó.

LA PIEDRA DE LA QUE SALEN ESPÍRITUS

HERMILO: Hay una piedra que tienes sembrado en la, en los ranchos antiguos que le decimos xlakaaj. Es una piedra cuadrada, como de este tamaño, saltado sobre la tierra, abajo también hay la mitad. Y entonces los viernes y los martes pasas junto de esa piedra, está saliendo ese espíritu que hay en esa piedra, te mata. Te pega con el, te pega ese espíritu en tu cuerpo o te golpea donde sea. Cuando estás saliendo el viernes a las once, a las doce: shhh, sale, así chifla cuando sale y va, cuando sale, va a visitar a otra piedra, a otro espíritu. El otro sale, viene a donde se quita ese, y cada viernes, cada mes se van cambiando, son espíritus. Si llega a pasar un animal, o una persona, lo mata, porque ese espíritu es malo. Son espíritus enemigos que te destruyen la vida como humano.

BERENICE: ¿Por qué?, ¿por qué los siembran en los ranchos?, ¿por qué los ponen en los ranchos?

HERMILO: Es que, esos son unas piedras que ellos hicieron para cuidar, para cuidar, para…, es como el duende que te digo, como el Aluux, así lo tienen ellos. Si no aparece ese, ese Alux ahí en tu rancho, esa piedra puede salir ese espíritu, te grita, te chifla, te golpea. Si en tu milpa hay una madera seca esa es así: ¡booj!¡booj!, empieza a golpear, si no empieza a decir: ¡juy! ¡juy! ¡juy! Te manda el perro tras de ti, pa que no agarres nada en esa milpa . Sí, así lo hacen ellos, sí.

SACBÉ

Este camino que te digo, cuando terminó ese camino que está allá, es un camino pero ¡preciosísimo! ¡preciosísimo! Es como si fuera adoquinado. Cuando terminó todo y era estibado, todo le pusieron sascab, todo. A cada distancia de como de a ocho kilómetros, hay una subida, en esa subida es un castillo, es una casa abajo. Y entonces hay un centinela allá, esa centinela es el que hacía comunicación a la pirámide más grande de acá . Lo que venía de otras ciudades, es como un teléfono, pero es a través de él, bajo la cueva. Bajo la cueva, que es donde está parado él, hay una cueva, entonces se mete el guardia, hay un guardia también abajo, aparte del que está arriba, es el que sopla el cuerno o el caracol, lo sopla. Y entonces el de abajo hace más sonar y al hacer ruido, como si temblara la tierra, como es piedra estibada, pos hace un eco, llegaba hasta la pirámide donde están los otros guardias, enseguida le avisan al rey de que ahí viene el enemigo. Hay que prepararse y todo, así lo están haciendo, en cada distancia, tiene un monumento hecho así de casa, abajo estaba el guardia, ahí se comunicaba.

Sí, porque como ellos tienen poder, como te digo, los que asentaban en esos lugares tienen poder, para mandar el mensaje. Sí eso hacían ellos. Ese camino que ves, llega hasta Yaxunah61, este, un pueblo, un ciudad antigua también ahí yendo por Mérida. Sí ahí está Yaxunah, de Yaxunah baja a Chichén Itzá62, el que está cerca de Valladolid, la ciudad antigua que está cerca de Valladolid, ahí baja también, pero se quita de Yaxunah, baja, llega allá y baja. Porque eso fueron la esclavitudes que ellos hicieron. Pero gentes que lleguen, que les dan un poder, están sus guardias, sus centinelas con sus látigos haciendo trabajar a la gente humilde, hacían trabajar, estibar. Hay una parte de aquí sobre de ocho kilómetros es una bajada así, pero de esa bajada, tiene…, la primeras estibas, al llegar a la bajada, tiene como uno cincuenta de pura piedra labrada, estibadas, y llega, pus siempre alcanza la altura de los cerros que están así. Siempre hace así, vuelve a agarrar. Cada distancia tiene su rancho ellos, donde tienen pirámides también. Por eso le digo: «sí, gentes que estuvieron trabajando con el mal, no tuvieron trabajando con Dios».

EL COSTUMBRE Y EL USO DEL LLEK

BERENICE: ¿Oiga y qué tipo de precauciones tenían por ejemplo: sus abuelos o la gente que se acercaba a las pirámides, alguna oración o algo así?

HERMILO: Sí, ellos tenían su culto, tienen su culto, como te digo, tiene gente que hacía sus costumbres. Ellos hacían su costumbre, ellos sacaban todo. En lugar de hacer comida o algo, es el sacrificio humano que hacían a sus dioses, eso es lo que hacían ¿cómo se dice esto? No me acuerdo cómo le dicen esto que hacían ellos. Hasta nosotros hacemos, pero ahorita es diferente, lo hago yo, lo hago con, este, con maíz, lo hago con maíz, pero no al enemigo, se lo dirijo a Dios. Sí porque sacas, cueces cuatro elotes grandes, grandes, y luego lo pones a la candela con agua y se revienta como palomita; a las tres de la mañana te levantas, lo mueles y vas y lo desenlíes en un traste, en un traste que se llama llek63, es un traste así, un calabazón que se corta a la mitad, ahí lo vas a desliar. Entonces le pones su azúcar, le pones su sal y lo vas a sacar en seis jícaras a una mesa que está hecha de bajareques. Entonces le ofreces a Dios, lo que ya te regaló, le pides cuando vas tumbar el monte, cuando vas a sembrar o cuando vas a quemar, cuando vas a cosechar. El que está acostumbrado a hacer en esa tierra, en su rancho, todo el tiempo porque Dios se lo da, sí.

Ellos no hacían eso, ellos hacían sacrificio humano, son ritos, son ritos lo que hacían ellos a sus dioses. Ellos tenían poder, tenían poder, pero poder con el mal, no poder con Dios, ellos hacían sacrificios al enemigo. Ellos ofrecían un sacrificio humano como ofrenda, como costumbres, ellos hacían eso.

LA FUNDACIÓN

SANTIAGO: Pero por ejemplo: la gente de ahora de aquí de Cobá, para acercarse a las pirámides o al sitio arqueológico, eh, cuando todavía no estaba el INAH y eso ¿hacían algo o no se acercaban?

HERMILO: La gente, los primeros fundadores de acá, lo que hacía en la Iglesia64, ¿ya viste la primer pirámide que está a la entrada?, ¿la grande? Hay una piedra así, labrada. Los que, los que cuando no llovía, cuando no llovía, ellos iban a sem… prender vela, sacaban un poco de pozol frente de esa piedra, ofrecían al dios de allá. Hablaban y todo, y entonces cuando ellos hablaban o se acostumbró, y daba la lluvia. Daba la lluvia porque ahí existía lo qué es, ¿cómo te digo?, como un espíritu, pero de ellos. No es a Dios, sino que a ellos. Y ellos entonces como tienen poder, pero ellos atraen la lluvia, por el poder del mal, no por el de Dios. Sí, esos sí lo hacen, pero la gente, la que es actual ahorita. Porque ya varios, los fundadores ya murieron mucho, ese Arturo Chimal ya murió, ese José Asunción son los fundadores. Pedro Celestino y, este, otros señores que ya murieron son como veinte o treinta, ya murieron.

BERENICE: ¿Cuánto tiene el pueblo?

HERMILO: En total, cuando yo llegué en el ochenta y siete: habían ciento, ciento, ciento quince habitantes, pero ahorita hay, hay tres mil con todos los niños.

BERENICE: ¿Y por qué, por qué decidieron venirse acá a fundar a Cobá?

HERMILO: Porque la gente es, ¿cómo te digo?, que no había trabajo, no había trabajo, no había dónde poder vivir en Yucatán. Todos se apoderaban, tenían su propia propiedad, no podías trabajar tú como un campesino, como le decimos en maya: un kol náal, el campesino le dice en maya un kol náal, que tumba el monte para sembrar, hacer su cosecha. Entonces en Yucatán casi puro propiedad, y entonces lo que hicieron es salir, como era puro nacional esto, de todo Cobá era puro nacional, era puro nacional, no tie…, sólo el dueño era el gobierno. Entonces la gente salía de su pueblo para venir a trabajar, como había, te digo, como había muchos animales, había jabalíes, venados, tepezcuintles, liebres, pavo de monte, faisanes, pero había, había… Habrá cosa de treinta años, nomás salías a veinte metros de acá al lado de tu casa, matabas cuatro, cinco venados. Había bastante, había, a eso se venía la gente a vivir acá, porque no tenían dinero de comprar carne, en esa época no se mataba el cochino, no como ahora, ni res. Cada quien tenía su ganado, cuando ellos querían matar el ganado para comer, ellos se juntaban entre veinte o entre diez para una familia, pus no puedes comer un ganado de ochocientos, de cuatrocientos kilos, en una sola familia, hay que juntarse entre veinte para repartir la carne. Ah, entonces el que quiera tomaba por sociedad. Él como tú, digamos, yo tengo el ganado, ofrezco un ganado de ochocientos, juntamos veinte:

–¿Bueno, sabes qué?, toma tu parte, toma tu parte, en tal año vas a matar uno, me vas a dar otra vez también .

EL NOHUAH

HERMILO: Sí, porque aquí en Cobá había nomás como quince personas cuando se vino a vivir acá, a fundar Cobá. Había puro monte. Había aquí mucha serpiente. Bajo tu hamaca pueden estar enrolladas. Son, le dicen cuatro nariz, sí, tiene cuatro huecos su nariz65. Llegan, está casi al color de la cascabel. Llegan hasta cuatro metros de este grueso, sí. Había, entonces cuando un señor vino a traer, un tal llamado don Lencho Díaz, trajo sus ganados acá. Primer ganadero que trajo acá ¡uh!, estuvo los ganados aquí como, como arena. Y ese señor llegó a tener más de siete mil ganados acá. Cuando era época que no estaba cerrado el monte. Sólo cuando llegabas a la orilla de la laguna de este costado, sólo ganado ves como extendido, todo bajo el monte ya lo había limpiado, todo, sí. Entonces cuando vino la ley de que digan que van a herrar animales, empezó a ¡uh!, sabes, hasta con escopeta mató a su ganado. Sí, porque ya el: ¿cómo te diré? como están sueltos, no estaban en el potrero, pus son animales que no están manejados, son animales ariscos. Uh, se iban al monte, tardaban quince días, meses de pescar sus…, cuando los pescó todo, lo llevó, hay que vendió, hay que llevó, pus así fue perdiendo Cobá. Y ahora que está ahorita con esto, el señor se fue otra vez a Valladolid y él que pudo entonces, él que le dijo:

–¿Sabes qué, tú, quiero darte ese ganado?

–Péscalo y se te queda.

A los que vivían acá, a los que vinieron a fundar.

–Podrías pescar, diez, quince ganados, es tuyo.

Ah, así lo hacía. Sí, así fue teniendo su ganado de esos señores de acá, pero ya después se empezaron a quedar pobres por la necesidad. Vino la sequía, vino como tres años la sequía, aquí no daba la cosecha, no daba la cosecha, no daba el maíz, no daba, este, nada. Tres años de sequía, tres años de sequía, pero dice, dice mi papá que es por, por consecuencia de la zona arqueológica, porque la gente está acostumbrado a hacer lo que te digo, este, los sacrificios.

En cuanto la gente que empezó a vivir acá, y entonces empezó a tener las consecuencias. Sí, pero ya después vino un señor también, y empezó a hacer los rezos y todo. Y se acostumbró la gente a hacer la costumbre de hacer todo el nohuah. El nohuah es una… sí, entre veinticuatro a dieciséis personas, se juntan, van a la cacería, matan seis, ocho venados, jabalíes, y lo asan en una madera que hacen así triángulo. Y entonces le ponen, le amarran madera, madera así, y luego ponen bajareques sencillas, y ahí extienden la, con el fuego abajo, allí meten la carne para asar. Y entonces después de asar la carne, a los tres días, a los ocho días, entonces empiezan la ceremonia. La ceremonia traen un yerbatero para bajar la lluvia, que se le llama ch’aa chaac. Entonces hacen unas, unas gordas, son nueve. Primeros gordas que hacen son nueve estibas. Primero hacen así el píib en la mano, y luego le, primero lo ponen las hojas de plátano, hojas de…, no me acuerdo cómo se llaman esas hojas, este, ay, ¿cómo se llaman estás hojas?: Xbo, xboob, boob, los tienen así cruzados , y ponen entonces la primera gorda, un píib que le decimos en maya, primer píib. Y luego le juntan pepita molida, mojada, y luego le ponen un poco de frijol encima ya molido, pero así seco. Y entonces meten otra gorda, le meten otro pepita y otro frijol, y después son nueve estibas, así de gorda, píib, que hacen. Y entonces, ¿cuántos somos? Somos dieciséis, tienen que hacer a tres o a cuatro por persona, según cuánto sean la gente que están reunidos para esa ceremonia. Y entonces se hace cada uno, digamos cuatro, son veinticuatro, ¿cuántos son? Son como sesenta o oche…, o cien, cien o setenta o algo así de, de gordas, hacen.

Entonces hacen un hueco, cuando hacen el hueco, entonces cortan las leñas gordas, gordas que tienen centros, y lo meten. Entonces a la leña, y luego le meten fuego, le meten piedras adentro. Entonces prende la leña y calienta la piedra. Mientras todo eso que termine el consumo de la leña, los que están haciendo todo ese tortilla, ya lo terminan de hacer. Entonces empiezan a golpear la piedra, sacar pedazos de madera que quedan dentro del píib. Y luego entonces hacen un tercer, antes de empezar a machucar la piedra, hacen una gorda así de este tamaño, que le dicen este nohuah, ese es el más grande. Con hojas de, con cáscaras del tronco del plátano, lo tejen así muy bien, lo tejen muy bien, y hacen la gorda, encima ponen hojas de boob, y entonces le hacen la gorda así grande, a eso lo van a poner al centro del píib, al mero centro, porque como es gruesa, eso le ponen. Después que lo pongan, entonces lo ponen al centro, y entonces empiezan a poner a los otros alrededor. Estibando todo, y luego entonces le extienden unos bajareques así encima. Entonces las hojas encima, lo tapan con tierra. Y mientras el yerbatero está trabajando, está sacando el pozol, está haciendo las oraciones, según cuántos son. Y lo máximo que él hace son, son cuatro, cuatro, cuatro veces misterios que hace. Hace cuatro misterios de a cinco, de porque tiene cincuenta, tienen cincuenta el rosario. Entonces hace cinco veces, cuatro va a hacer así, empieza hasta las tres de la tarde, y pasa toda la noche. Después acá cada uno tiene su pozol, lo van subiendo, lo van desenvolvi… desenviándolo, lo van poniendo en la jícara. Él lo está haciendo, y va hablando el nombre que va sacando, y de ahí saca un vino que preparamos, de un árbol que se llama báalche’. Entonces le quitamos la cáscara de ese árbol, lo machacamos y todo, y lo lavamos, y lo ponemos a secar en el sol, y luego entonces se remoja en una palangana que le llaman batea, pero es una madera que se hace como la batea, así se extiende toda esa cáscara de, de madera, de ese árbol. Entonces le metes la miel que se llama xkoole kaab, es la miel mujer. Sí, es que es silvestre, que esa época cuando no había este, esa americana, había mucho de esa miel, había mucho eso, pero dulcísimo, le metes esa miel, y le metes anís en grano, le metes anís en grano. Entonces dejas que coagule, dejas que se coagule, sale un vapor, un, no, es como se hace el tepache, no sé si conoce el tepache. Así entonces empieza a evaporarse, empieza a evaporarse, evaporarse todo, suelta todo. Entonces el, hasta el anís en grano todo. Y entonces ya el, el j-meem, entonces lo agarra lo saca a su jícara, lo pone sobre la mesa en cada misterio lo saca, en cada persona que haga su misterio, lo hace así, y entonces ya después de eso al amanecer:

–¿A qué horas quieres que se entregue?

–A las cinco de la mañana.

Ya es el último que hacen para los cinco veces que están haciendo ese misterio de a cincuenta, y entonces destapan el píib. Cuando va el yerbatero a la hora de destapar el píib, agarra su vino, empieza a bendecir, ya después que destapan el píib sacan el primer grandote, alzan, lo sacan, lo ponen al centro o cerca de la mesa, y empiezan a sacar los demás, los juntan y todo. Ya después, entonces se quita la cáscara en donde está envuelto las gordas, y entonces se van subiendo a la mesa, son veinticuatro van a subir a la mesa, sacan al oriente, a la esquina de oriente, del sur, de todo, las cuatro esquinas. Hay unas maderas así sembradas con clavos, y entonces le ponen en un costal en un sabucán, ahí meten una gorda cada uno y su pollo, porque ya antes después de hacer el píib, empiezan a hacer el, el mole, el mole en una paila grande, meten pollo, meten la carne de venado, de jabalí, de todo. Entonces ya que se cueza esa carne lo sacan, no se dejan de deshacerse. Y luego hacen el mole que le llamamos en maya k’óol: es un pipián, le ponen recado, le ponen naranja, un poco de naranja agria, y entonces luego lo hacen nada más con masa, masa así colada, muelen la masa, y luego cuelan la masa pa que quede espeso, así como mole con un caldo de achiote, pa que le dé color rojo.

Y luego entonces, después de eso, empiezan a estibar los nohuajo’ob sobre la mesa que han hecho de bajareques, sacan el pozole, sacan el pollo, y mientras otras personas, la gorda esa que sacaron, les quitan todo lo que está tostado encima, y sacan todo el centro. Entonces en un paila hacen, se le llama xok’ob, es es un revoltijo que hacen con todo lo que es el hígado, lo que es el molleja del pollo y de todo, porque hay, cada uno va a llevar un pollo, va a llevar un cubeta de masa, y un cubeta de pepita molida, tanto como frijol, tanto como azúcar. Que, si el j-meem te pide aguardiente, cada uno va a llevar un botella de aguardiente, y entonces extienden sobre la mesa, hacen ese xok’ob, y entonces el, el yerbatero agarra un, un llek así grande, un calabazón, que había mucho calabazón, y le mete entonces la masa que está revuelto con toda la carne, con todo el mole ese que le llamamos k’óol. Entonces lo revuelve, agarra las patas del pollo, le pone como trinchante, es el que le sirve como trinchante pa que agarre en cada misterio, en cada oración, habla al trueno, habla a los que vienen bajar la lluvia, habla. Y entonces él va haciendo así. Ya de último que terminan de entregar toda la ceremonia, todo, todo, baja todo ya después.

Entonces va subiendo otra vez, si no sabe subir el, lo que es los rayos o los truenos, el Yuum Cháak66, te puede matar, como yerbatero, si tú lo llegas a bajar y no lo vuelves a mandar otra vez, como yerbatero no tienes conocimiento, te mata. Sale un rayo te pega: ¡pux!, te mueres. Hay que aprender a bajar y hay que aprender a subirlo otra vez, a mandarlo. Y entonces ya después hay veces, antes de terminar la ceremonia, salen: ¡bamj!, suenan los rayos de los truenos, a la media hora después de la ceremonia, empieza a venir la lluvia, cuando un yerbatero es bueno, empieza a venir la lluvia, llueve. Entonces ya no termina la ceremonia, hay veces se mojan todo allá.

Y ahí se come todo, entonces ya después cada quien, se reparte lo que queda: la carne, lo que es el, el k’óol que hacemos, se reparte a su cubeta de cada quien y se va, luego. Entonces le pregunta al yerbatero, antes que termine tiene que pasar uno por uno a recibir su ostia, porque hacen una ostia de ese mole que hacen, hacen una bolita así, así. Entonces pasas, te dan la bolita en tu boca, empiezan a hablarte sobre ti. Luego tomas tu vino, tomas tu vino, pasa otro hasta que concretas los veinticuatro o los dieciséis. Ya entonces empieza a entregar, entregar para subir el trueno otra vez. Ya después entonces ya repartimos todo, cada quien: «¿cuánto te toca?, te tocan dos, tres, este es tuyo, este tuyo, este es tuyo». Cada quien carga su mochila, se va. Pero antes de retirarse le preguntan al yerbatero si tiene que cobrar «¿cuánto es?, dice a veinte pesos por cabeza», juntan a veinte o cincuenta pesos se lo da. Ese es para su pasaje. Sí, así se termina esa ceremonia; está muy precioso, está muy bonito esa ceremonia.

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Fecha de recepción: 2 de abril de 2024
Fecha de aceptación: 29 de abril de 2024

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1 Investigación realizada gracias al Programa UNAM-PAPIIT IN403021, Proyecto «Trazar el paisaje: artes verbales y ritualidad en torno a entidades sobrenaturales en cuatro comunidades mayas de Quintana Roo, México», coordinado por Berenice Araceli Granados Vázquez.

2 Es Xtabay uno de los personajes recurrentes de la tradición oral maya. Los relatos que la refieren se extienden desde el sureste mexicano hasta Belice. Estas narraciones contienen una serie de motivos que caracterizan a la entidad: aparece sólo de noche, al lado o muy cerca de una ceiba, generalmente a hombres que violentan alguna norma de la comunidad. Se presenta bajo la forma de una mujer muy bella, en muchos de los casos una mestiza, que posee una larga cabellera y viste un hipil, aunque también aparece como la novia o la mujer de su víctima. Una vez que el hombre es seducido por ella, lo conduce a la selva, donde lo arroja a un cenote, caverna o a una especie de cactus con espinas; en otras versiones, ahorca a sus víctimas, las cuelga. Aquellos que logran escapar, enferman de fiebre o enloquecen, no vuelven a ser normales; en algunas ocasiones se dice que se secan. La historia de su origen, las condiciones en las que se aparece, su vínculo con la ceiba, su asociación con cenotes o cuevas, implican una serie de elementos simbólicos propios de la cosmovisión mesoamericana y, particularmente, de la cosmovisión maya (véanse Craveri, Michela, 2011 y Granados Vázquez, 2013 y 2017).

3 El Repositorio Nacional de Materiales Orales «tiene el objetivo de concentrar, de manera ordenada y sistemática, los resultados de la documentación en campo de materiales orales en todas las lenguas habladas en México: no sólo el español y las lenguas que hablan los pueblos indígenas, sino también una serie abundante de lenguas que se hablan en el mismo territorio como resultado de distintas migraciones. Su propósito es permitir la consulta de esos materiales no sólo a especialistas de diversas disciplinas, sino también a las distintas comunidades en las que se documentaron» (véase Cortés Hernández y Granados Vázquez, 2013).

4 Población situada en el municipio de Tulum, Quintana Roo. Se ubica al sureste de Cobá. Posee 33374 habitantes.

5 Todos los datos demográficos provienen del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México, Censo de Población y Vivienda 2020.

6 Se refiere a la ciudad y cabecera municipal de Valladolid, en el estado de Yucatán. Se localiza al noroeste de Cobá. Cuenta con una población de 54494 habitantes. Su topónimo en maya es ‘saki’; ‘sak’ es blanco e ‘i’ gavilán, es decir, «gavilán blanco» (Bastarrachea et al., 1992).

7 Localidad situada en el municipio de Chemax, Yucatán. Se ubica al noroeste de Cobá. Tiene una población de 17502 habitantes. Su topónimo proviene de los vocablos mayas ‘che’ que significa árbol y ‘max’ax’ que significa mono, por lo que su toponimia sería «árbol del mono» (Bastarrachea et al., 1992).

8 Población que pertenece al municipio de Valladolid, Yucatán. Se localiza al noroeste de Cobá. Cuenta con 1982 habitantes.

9 «Ubicado a la orilla de dos lagunas, es el de mayor relevancia y el más antiguo del sitio. Cuenta con más de una cincuentena de edificios, varios patios, cuartos abovedados, adoratorios, una gran plaza, un juego de pelota y el segundo edificio más alto del sitio, conocido como La Iglesia. En este grupo encontramos siete estelas esculpidas. De aquí salen seis sacbeob que terminan en conjuntos de edificios de diversas dimensiones e importancia» (Instituto Nacional de Antropología e Historia).

10 «Se llega caminando por un sacbé de la ciudad, el más ancho de todos, en cuyo trayecto encontramos una estela y varios altares. Los edificios se asientan sobre una gran nivelación del terreno que levanta entre 1 y 4 metros. Cuenta con tres edificios de considerable altura aún no explorados y otros de distintas dimensiones» (Instituto Nacional de Antropología e Historia).

11 «Aunque no tiene un gran número de edificios, son los de mayor volumen de todo el sitio. Sólo tres han sido explorados y pueden visitarse. Las palabras ‘nohoch mul’, en maya, quieren decir ‘gran montículo’, nombre dado en tiempos modernos y que se relaciona directamente con la estructura principal y más alta de todo Cobá» (Instituto Nacional de Antropología e Historia).

12 Localidad ubicada en el municipio de Solidaridad, Quintana Roo. Se encuentra al norte de Cobá. Posee una población de 159 habitantes.

13 Población situada en el municipio de Lázaro Cárdenas, Quintana Roo. Se localiza al sur de Cobá. Cuenta con 364 habitantes.

14 Población localizada en el municipio de Lázaro Cárdenas, Quintana Roo. Se encuentra al noreste de Cobá. Posee 243 habitantes.

15 Se trataba de una pequeña videocámara Sony Handycam HD.

16 Localidad situada en Valladolid, Yucatán. Se ubica al noroeste de Cobá. Cuenta con 3579 habitantes. En maya se escribe ‘K’aanxoc’.

17 El llamado anécumeno. En palabras de Alfredo López Austin: «Entendamos por cosmos la totalidad de lo existente. La tradición mesoamericana lo ha dividido claramente en dos ámbitos. En cada uno de ellos será diferente la calidad y dimensión del tiempo y del espacio. El mundo es el tiempo-espacio de las criaturas, y en esta dimensión el conocimiento directo se adquiere a partir de los sentidos. Si se recurre a la raíz griega οἶκος («casa ), se le puede denominar ecúmeno. En oposición, si el término anterior se modifica con una alfa privativa, el otro tiempo-espacio –el que se encuentra más allá de la percepción humana– puede recibir el nombre de anecúmeno» (2016: 77)

18 Pixan K’akas, según Arsenio Hau, es un espanto o fantasma que siempre se presenta con rostros tenebrosos.

19 Yuum Balam: ‘padre jaguar’ o ‘señor jaguar’. A decir de Arsenio Hau «Yuum Tsil rige el reino terrenal. Se le conoce de esa manera o como Yuum Balam». Es un guardián, incluso en palabras de algunos es «un ángel», que cuida los alrededores de los pueblos, los ranchos e incluso a las personas mismas. Es una fuerza numinosa que puede materializarse como un anciano de largos cabellos o como un animal, un baquim cholul, un pavo. Norma también la conducta de los habitantes de la comunidad; cuando la gente camina a deshoras, cuando hace ruido por las noches, cuando no duerme a la hora debida o hace algunas actividades que no son adecuadas como jugar a la baraja y al dominó de manera obsesiva, el protector chifla. Su chiflido, según nos dice el mismo Hermilo Caamal Couoh en esta entrevista: «primero viene del este, el segundo viene del oeste, el tercero viene del noroeste y el cuarto viene del suroeste», si no haces caso, te procura una enfermedad, un mal viento, que trae consigo desde un dolor de cabeza hasta la muerte.

20 También conocido como Ek’ pool. «Se trata del dueño de los venados. Es un venado pequeño, del tamaño de una cría, pero el cuerpo es de adulto. Tiene entre su cornamenta un panal de avispas. Regula la actividad de la cacería en las comunidades. A veces concede dones a los cazadores, pero si no los devuelven cuando es el momento, puede ocasionar un mal» (Granados Vázquez, 2024).

21 «El Aluux es un personaje nuclear en la tradición oral de los pueblos mayas. Se le describe como un pequeño hombre hecho de barro, son “muñequitos” de origen prehispánico que encuentran las personas en el campo. En algunos relatos se dice que viste como hombre con sus pantalones y su chan sombrero, porta una escopeta y hasta tiene un perrito que lo acompaña. Puede volver a la vida mediante rituales en los que se le otorgan dones diversos: rezos, atole de maíz, cigarros. Entonces se convierte en una especie de cuidador de la milpa de quien le ofrenda y se encarga de ahuyentar a los animalitos que se comen los productos de la siembra: conejos, mapaches, tuzas. También ahuyenta a los humanos que se acercan a la milpa. Emite «avisos» para indicar al transgresor que debe alejarse: chifla y también golpea los árboles, cuando está lejos se escucha cerca, cuando está cerca, se escucha lejos. Incluso si el dueño de la milpa la visita a deshoras, en la noche, el Aluux le infligirá un castigo ejemplar. El encuentro con el Aluux es fatal para las personas, posee un mal viento que acaba por enfermar o incluso matar. El Aluux también puede disparar. El enfermo de mal viento puede salvar la vida si acude a tiempo con un j-men, un especialista ritual» (Granados Vázquez, 2024).

22 «El Huay es una persona que se transforma en animal, en perro, en chivo, en gato, en toro, en cerdo, en ave. A decir de Arsenio Hau, el Huay puede elegir tres caminos distintos: espantar a la personas sin causar más allá de un simple susto, abusar sexualmente de los hombres y de las mujeres, o bien robar mercancías y productos. Se dice que el Huay adquiere sus poderes al hacer un pacto con el Malo, el Diablo, en los cementerios de las distintas comunidades mayas. El Huay más común es el primero, se le identifica como huay chivo, porque es la forma que regularmente toma. El segundo es el Huay P’ek, el huay abusador, que en la mayoría de los relatos figura transformado como cerdo o cerda, con sus poderes sobrenaturales duerme a sus víctimas y luego las lame, les lame sus partes íntimas y con ello absorbe poco a poco su energía vital hasta que termina por secarlos. El último tipo de Huay es el Koot, se dice que los comerciantes con grandes tiendas amasan su fortuna robando la mercancía en otros sitios, se transforman en aves gigantes para transportarlas y revenderlas en sus pueblos» (Granados Vázquez, 2024).

23Bakte'n cholul’: se trata de un correcaminos.

24 El tsak’am o Nopalea inaperta es una planta perteneciente a la familia de los cactáceas, una especie endémica de México, que se distribuye en los estados de Tamaulipas, Sinaloa, Nayarit, Colima, Oaxaca, Chiapas y Yucatán. «Arbustiva, 2-5m, ramificación abierta, ramas erectas o péndulas. Troncos varios, muy espinosos, ramosos a partir de 1 m de alto. Cladodios obovados a fusiformes, ápice obtuso y base corta, algo estrechada, verde claros, marcadamente tuberculados» (Galindo Leal, 2012).

25K'axcorral’: ritual de protección del ganado.

26 «Laboratorio Nacional de Materiales Orales es un espacio de trabajo interinstitucional para el estudio multidisciplinario de los discursos orales y las manifestaciones asociadas a ellos (gestos, sonoridad, memoria, corporalidad, ritualidad, expresiones musicales, etc.). Con esto se pretende abordar desde distintas perspectivas un tipo de materiales orales, que son el objeto de estudio para entender dinámicas sociales, formas de comunicación, estructuras de pensamiento, conformación de saberes locales, prácticas tradicionales, manifestaciones artísticas, etc.» (Granados Vázquez y Cortés Hernandéz, 2015).

27 ‘Ibb’: vocablo en maya que se refiere a «variedad de frijol, los granos pueden ser planos de color rojo o pinto o redondos de color blanco, rojo morado o pinto» (Bastarrachea et al., 1992).

28 «Otro “subproducto” de la industria silvícola fue estimulado por la costumbre norteamericana de mascar Chewing Gum, que entonces era el producto del árbol llamado popularmente del Chicle (Achras Sapota), nativo de los estados del sureste que crecía en Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Oaxaca, y aun en Puebla y Guerrero. En su estado natural, el árbol del chicle era encontrado en familias, es decir crecían en conjuntos y algunos de ellos, en su madurez, es decir, después de 40 o 50 años, llegaban a medir hasta 30 metros de altura. Pero un árbol a los 25 años ya era apto para su ordeña, produciendo unas 25 libras anuales de chicle. El chicle o chicozapote requiere de climas muy húmedos y de suelos con mucho drenaje [...]. Todo el chicle se exportaba a los Estados Unidos, donde desde finales del siglo XIX era de consumo popular» (Canudas, 2005: 1464).

29 Localidad ubicada en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo. Se encuentra al noreste de Cobá. Posee una población de 888797 habitantes.

30 Se refiere a Playa del Carmen, ubicada en Solidaridad, Quintana Roo. Se localiza al este de Cobá. Cuenta con 304942 habitantes .

31 Población ubicada en Tulum, Quintana Roo. Se encuentra al este de Cobá. Posee 2154 habitantes .

32 «La serpiente tigre o culebra voladora (Spilotes pullatus), llamada Chaykán o Chayilkán en lengua maya, pertenece al grupo Colubrida decire, es, la que se conoce comúnmente como culebra» (Contreras, 2023).

33 Toma su cabeza con las manos y las recorre hasta llegar a sus pies. Indica que el largo del cabello de Xtabay llega a los pies.

34 Se refiere a dedos, no a manos.

35 Alza la mano derecha a la altura de sus rodillas, aproximadamente a unos 70 centímetros del suelo.

36 Caamal Couoh entiende selva por ceiba.

37 ‘Laal’: vocablo maya que significa «ortiga; arbustos cuyas hojas producen escozor al rozar con ellas» (Bastarrachea et al., 1992).

38 ‘Pozol’: «el Pozol del Sureste mexicano [es una bebida de] cacao tostado y molido, masa de maíz, agua, azúcar, canela y vainilla, y la manera de tomarla es fría. Su origen es documentado en diversos escritos de la época colonial, los españoles que anduvieron por estas tierras dieron cuenta del pozol como bebida agria de los indios que los hacía resistentes al calor (Román, 2012), identificando a los mayas-chontales de Tabasco como los creadores de esta bebida, misma que encontraron con algunas variantes en los pueblos mesoamericanos que van desde lo que hoy es Oaxaca hasta Centroamérica» (González López et al., 2018: 32).

39 En este relato Caamal Couoh nombra a distintas entidades como si fueran una sola y tuvieran funciones semejantes. Véanse arriba las notas 17, 18, 19 y 20.

40 Alza ambas manos a la altura del pecho, las coloca como a unos cuarenta centímetros una de otra, como señalando el grosor del tronco que se pone al centro durante el ritual.

41Saskab’: «roca calcárea deleznable, de color claro; se usa para preparar mezclas para construcción» (Barrera Vázquez, 1980: 719). Los yacimientos abundantes de este material en Yucatán se llaman saskaberas.

42 «La sexualidad, por tanto, se asociaba a las categorías clasificatorias de lo terrenal, lo frío, lo muerto, incluso de lo maloliente, lo podrido y lo oscuro del vientre preñado, donde el semen ya corrupto servía para crear una nueva vida» (López Austin, 2010: 32).

43 Arsenio Hau comenta que el puulya'a se dedica a hacer el mal a las personas, «y hasta lo toman como negocio, hace muchísimo tiempo había por todos lados».

44 Especialista ritual maya.

45 Población situada en el municipio de Solidaridad, Quintana Roo. Se encuentra al este de Cobá. Posee 41 habitantes.

46 «Trasumados»: traumados.

47 Entre los pueblos mayas, las entidades numinosas dejan a su paso una enfermedad de carácter frío, el mal viento. «Cualquier persona puede contraer el mal aire si ‘pasa por la milpa a las 12 del día o de la noche’, o camina por las cercanías de cuevas y pozos; si ‘estando caluroso’ sale al exterior de su casa; y, por último, si se encuentra cerca de un remolino que se está formando, o es alcanzado por uno de ellos. Los informantes consideran que las probabilidades de enfermar de mal aire se incrementan si cualquiera de estos hechos ocurre los días martes y viernes a las doce del día o de la noche, porque “es cuando se realiza el cambio de los Yumtzilo´o”, divinidades capaces de causar la enfermedad. Sin embargo, no todo aquel que se encuentra con un mal aire contrae la enfermedad: en determinadas circunstancias algunas personas poseen una mayor predisposición a sufrir esta afección» (Mata Pinzón, 2009).

48 Comenta Arsenio Hau en comunicación personal que en la cultura maya el alcohol protege contra las «malas vibras» que pueda tener el difunto. Agrega que es mejor que al difunto no lo manipule el familiar más cercano, o sea, el padre, el hermano, el hijo, pues se cree que al tener contacto directo con el difunto como tu consanguíneo, puede ser contraproducente para la salud, que con el tiempo el mal se acentúa y puede acortar la vida del familiar. Para preparar al difunto se busca a personas que no tengan ningún tipo de vínculo consanguíneo. Por costumbre, a esta persona hay que darle a beber alcohol, si es original de caña, mucho mejor.

49 Hermilo Caamal piensa que el muerto que preparó le pasó su mal, «su dolor», a su hijo, a través de él.

50 Señala con la mano izquierda su ombligo y la recorre hacia el lado izquierdo del abdomen. Indica el tipo de incisión que le hicieron a su hijo.

51 Hace el mismo movimiento.

52 Se refiere al barrio Sur de Cobá.

53Piik’ en maya quiere decir «justán» (Bastarrachea et al., 1992).

54 Localidad situada en Othón P. Blanco, Quintana Roo. Se encuentra al suroeste de Cobá. Posee una población de 5 habitantes.

55 ‘Bote’: prisión.

56 Se refiere al sacbé, uno de los caminos prehispánicos que atraviesan Cobá.

57Píib’ en maya se refiere a un «horno hecho bajo tierra a modo de foso; barbacoa; asar debajo de tierras» (Bastarrachea et al., 1992).

58 «Se trata de una enorme serpiente emplumada que sale de una cueva y atraviesa la selva maya hasta llegar al mar, donde se sumerge. A su paso, a mediados de septiembre, modifica la naturaleza de los animales y de los seres humanos. Durante su travesía hombres y mujeres se guardan en sus casas, junto su ropa y aperos de campo, pues se trata de un ser muy delicado. Se identifica con los huracanes» (Granados Vázquez, 2024).

59 «Medida de distancia utilizada por los mayas, de 20 x 20m: 1 mecate = 400m2» (Santos Fita et al., 2013: 104)

60 ‘P’uus’ en maya es un «personaje mitológico con poderes sobrenaturales, al cual se le atribuye actitudes torpes» (Bastarrachea et al., 1992).

61 Población ubicada en Yaxcabá, Yucatán. Se localiza al oeste de Cobá. Cuenta con 755 habitantes.

62 Zona arqueológica situada en la península de Yucatán. Se encuentra al oeste de Cobá. «Etimológicamente, ‘Chi-ch’ en Itzá’ significa “la ciudad al borde del pozo de los Itzáes”» (Instituto Nacional de Antropología e Historia).

63 ‘Llek’ palabra en maya que significa «planta de tallo rastrero que produce frutos redondos; vasija que se hace con los frutos de esta planta y sirve para guardar tortilla» (Bastarrachea et al., 1992).

64 Las personas de la comunidad conocen como la Iglesia a una estructura piramidal alta, que se encuentra en el Grupo Cobá; es el segundo edificio más alto de la zona arqueológica. Ahí se encuentra la estela 11 y en ese sitio celebraban los fundadores del asentamiento reciente las ceremonias de petición de lluvia.

65 «La serpiente Houlpoch (Agkistrodon bilineatus) es una de múltiples nombres. También conocida como ‘el Cantil’, o ‘víbora de tierra mexicana’, es una serpiente venenosa que habita la Península de Yucatán. ‘Houlpoch’ es el nombre maya que recibe localmente, pero que se ha respetado en la comunidad científica» (Fischer, 2023).

66 «Proviene de los vocablos mayas ‘Yuum’ que significa “padre, señor o amo” y ‘Cháak’ que es “lluvia”, por lo que significa “señor de la lluvia”» (Bastarrachea et al., 1992).