GERARDO RODRÍGUEZ SALAS, VIVIR SOLA ES MORIR: EL MODERNISMO COMUNITARIO DE KATHERINE MANSFIELD. COMARES, 2023

Vivir sola es morir: el modernismo comunitario de Katherine Mansfield es la última publicación del profesor Gerardo Rodríguez Salas, quien cuenta con una dilatada carrera académica especializada en la autora neozelandesa. Entre sus diversas publicaciones, destacan los libros La marginalidad como opción en Katherine Mansfield: posmodernismo, feminismo y relato corto (2003), Hijas de la Diosa Blanca. Ginocrítica y feminismo restaurador en la narrativa de Katherine Mansfield (2007) y Katherine Mansfield: el posmodernismo incipiente de una modernista renegada (2009). En estos volúmenes, el profesor Rodríguez Salas examina la obra de Mansfield desde teorías críticas del posmodernismo y de género. También se integran en esta línea de investigación artículos en los que el profesor profundiza en el aspecto de la maternidad, como “Beyond Biological Maternity: Katherine Mansfield’s Autobiographical Experience” (2004) o “Desenmascarando la maternidad: la imitación intencionada en Katherine Mansfield” (2004).

A partir de la edición del libro Community in Twentieth-Century Fiction (2013), junto a Paula Martín Salván y Julián Jiménez Heffernan, Rodríguez Salas, quien participa en el volumen con el capítulo ‘“Two Grinning Puppets Jigging Away in Nothingness’: Symbolism and the community of Lovers in Katherine Mansfield’s Short Fiction”, reconduce su línea de investigación hacia los estudios comunitarios en el modernismo. En este sentido, el artículo “‘I Am Just As Much Dead as He Is’: Community, Finitude and Sibling Intimacy in Katherine Mansfield” (2016) se centra en la relación afectiva que Mansfield tenía con su hermano fallecido en la Primera Guerra Mundial. Por otro lado, en el volumen New Perspectives on Community and the Modernist Subject (2018), coeditado junto a María J. López y Paula Martín Salván, Rodríguez Salas interviene con un estudio que explora las relaciones de afinidad y rechazo que Mansfield sostuvo con las comunidades contemporáneas de escritores y escritoras: “‘You, Too?’ Katherine Mansfield’s Community of Women Artists”. De hecho, tal y como indica el propio autor en la introducción de Vivir sola es morir, el libro “culmina, pues, mi línea de investigación comunitaria sobre ella, aunando y completando los distintos estudios al respecto en un volumen único” (xvii). Nos encontramos, de este modo, ante una síntesis de los trabajos anteriores. Además, el libro está escrito íntegramente en español con la intención de acercar los estudios comunitarios modernistas y, en concreto, el estudio de la figura de Katherine Mansfield a la comunidad hispanohablante.

Vivir sola es morir se divide en una introducción, un primer capítulo que funciona como marco teórico, tres capítulos que se adentran en la representación de la comunidad en tres aspectos de la obra de Mansfield – “Amantes”, “Círculos literarios y artísticos” e “Intimidad fraternal” – y la conclusión.

El marco teórico está dividido en dos partes. Por un lado, partiendo de la corriente de los nuevos estudios modernistas expuesta por Mao y Walkowitz, Rodríguez Salas refuta la aproximación al modernismo inglés planteada por Georg Lukács, quien analiza esta época como un período de individuos solitarios y solipsistas. De hecho, esta contraposición a la perspectiva crítica lukácsiana constituye el punto de partida e hilo conductor del trabajo. Los estudios modernistas que enfatizan el ensimismamiento y la falta de compromiso político dan paso, en este caso, a un enfoque en el que el individuo participa y es interpelado por la realidad sociocultural de su entorno, con especial atención a los roles de género imperantes en la época. En Vivir sola es morir, la realidad y la ficción se entienden como principios complementarios. Por otro lado, el marco teórico expone las definiciones del término “comunidad”, con especial énfasis en las propuestas que Jean-Luc Nancy y Maurice Blanchot plantean sobre la comunidad operativa e inoperativa en The Unavowable Community (1988) y The Inoperative Community (1991), respectivamente. La comunidad operativa está caracterizada por un remarcado componente identitario y por valores como la inmanencia y el esencialismo. En este sentido, las “sustancias” –elementos cohesionadores como la sangre o la patria– desempeñan un papel crucial en la homogeneización de los individuos que la componen. La comunidad inoperativa, en cambio, cuestiona el esencialismo de las sustancias y se articula alrededor de una mortalidad compartida. Prevalecen valores como la contingencia, la temporalidad, el riesgo o la vulnerabilidad. En el caso de Mansfield, nos encontramos generalmente con pequeñas comunidades de dos miembros entendidas como un espacio liminal entre el sujeto modernista y la comunidad social general. Estas comunidades, en muchas ocasiones, desafían o tratan de destruir la sociedad.

El primer capítulo del análisis de la obra de Mansfield, “Amantes”, está dividido en cuatro apartados que corresponden, respectivamente, al estudio de los cuentos “Algo infantil pero muy natural”, “Psicología”, “La gorra negra”, y un último apartado sobre la relación entre biografía y ficción en Mansfield. Esta parte del libro gira en torno a la preponderancia de la artificialidad y la imposición de la máscara social en las relaciones de pareja. El primer cuento, la historia de los jóvenes Henry y Edna, presenta una comunidad inoperativa temporal cuya aparente intención comunicativa esconde realmente el deseo sexual marcado por la corporeidad. La lectura de “Psicología” se asemeja a la interpretación del primer cuento puesto que, aunque en este caso los amantes sean más mayores, la incomunicación determinada por las máscaras sociales es igualmente notable. En “La gorra negra”, se puede identificar más claramente cómo la mujer ha interiorizado los roles de género y prefiere la seguridad de la comunidad social antes que la comunidad de amantes antisocial. En la última sección se explora cómo Mansfield pudo haber proyectado su ilusión frustrada de maternidad en su ficción, ya que trataba a los personajes de sus historias como sus hijos. Si bien su posición respecto al matrimonio y la maternidad es ambigua, Mansfield muestra una clara voluntad de querer formar una familia tradicional, un aspecto que se refleja en su narrativa.

El capítulo “Círculos literarios y artísticos” se estructura en tres secciones: la primera analiza la relación de Katherine Mansfield con los grupos literarios de la época; la segunda se centra en la simultánea afinidad y rechazo por mujeres escritoras coetáneas; y la tercera se adentra en los cuentos “Felicidad” y “El clavel”. Los dos primeros apartados tienen en común la contradictoria actitud de Mansfield respecto al contexto literario en el que vive. Tanto en los grupos literarios como en la experiencia de una comunidad de mujeres escritoras, Mansfield rechazaba cualquier implicación, pero sentía la necesidad de formar parte de un colectivo. Un ejemplo claro de esta posición es su relación con Woolf, que se define en términos de rivalidad y camaradería. En relación con los cuentos mencionados, Rodríguez Salas señala que, en “Felicidad”, tras una aparente sensación de sororidad antisocial entre Bertha y Pearl Fulton, se esconde una relación de competitividad heteronormativa por el marido. En “El clavel”, por el contrario, la comunidad de mujeres se enfrenta al canon literario patriarcal y a modelos hetero-realistas poniendo en valor su corporeidad.

En el tercer capítulo, “Intimidad fraternal”, Rodríguez Salas examina la relación ambigua de Mansfield con su hermano Leslie, fallecido en la Primera Guerra Mundial. Por un lado, se debate cómo la relación fraternal puede ser percibida despojada del impulso sexual e interpretada como una muestra pura de amor. Por otro lado, por sus referencias al cuerpo, se plantea cómo en ocasiones la impresión de Mansfield se acerca a una relación incestuosa. De esta escritura del cuerpo surge una comunidad inoperativa que, lejos de ritos o mitos, acepta la muerte sin ambages. De hecho, la muerte es un tema muy presente en la ficción de la escritora neozelandesa. Para su análisis, esta sección se fundamenta en los principios teóricos de Derrida propuestos en The Gift of Death (1996) y de Judith Butler –de esta última, aunque no figure en el listado de referencias consultadas, entendemos que la fuente es The Psychic Life of Power (1997). En esta parte del estudio, Rodríguez Salas defiende que, en el cuento “El viento sopla”, el viento simboliza el impacto directo de la muerte, sin mistificación. De manera similar, “Fiesta en el jardín”, como última visión de Mansfield sobre la muerte, presenta a Laura como un personaje que acepta la finitud de la existencia más allá de aspectos esencialistas. El último capítulo del libro, la conclusión, a modo de recapitulación, resume de forma sucinta y rigurosa su contenido, destacando los elementos principales y siguiendo el hilo argumental.

La publicación de Vivir sola es morir se encuadra dentro de las últimas tendencias críticas en la exploración del modernismo. Siguiendo las indicaciones de Mao y Walkowitz, la corriente de los “nuevos estudios modernistas” se define por la palabra “expansión” (737), tanto en aspectos temporales y espaciales, como verticales, aludiendo a la apertura e inclusión de nuevas voces en el canon. En este caso, la reivindicación de la obra y la figura de Mansfield es marcadamente relevante, puesto que la exclusión de la escritora neozelandesa en el movimiento modernista está estrechamente relacionada con su concepción de la comunidad. Este es un aspecto de su vida que también ocupa una posición destacada en su ficción, tal y como se expone en el análisis de Rodríguez Salas. El libro abre nuevos caminos de interpretación mediante la aplicación de un nuevo enfoque teórico sobre el concepto de “comunidad”. De este modo, el planteamiento teórico de la primera parte deviene fundamental para poder entender el resto del libro. Cabe destacar que todos los conceptos son presentados y analizados de una manera accesible y precisa, sin rodeos. Incluso muchos aspectos van acompañados de ejemplos para que la explicación no sea excesivamente abstracta y la lectura mantenga un ritmo constante. Si alguien no está familiarizado con la corriente comunitaria del modernismo, el marco teórico ofrece los puntos clave y el contexto necesario para poder comprender todos los términos de manera sencilla.

Rodríguez Salas (2023) elabora un libro que, pese a algunas omisiones en la lista de referencias –aparte de Butler, falta la referencia del libro de Katherine Anne Porter (xiii)–, destaca por una estructura clara y un argumento sólido. Vivir sola es morir, en definitiva, constituye una aportación destacada en el cuestionamiento de uno de los principios más difundidos en la crítica: la visión del individuo modernista derivada de la propuesta de Georg Lukács. Así, Rodríguez Salas analiza la figura de Mansfield desde una corriente crítica innovadora que amplía el horizonte de los estudios modernistas a nuevos enfoques y perspectivas.

Referencias

Notas de autor

^aCarles Granell Salescgranell@flog.uned.es

The Grove
ISSN: 1137-005X
32
Num.
Año. 2025

GERARDO RODRÍGUEZ SALAS, VIVIR SOLA ES MORIR: EL MODERNISMO COMUNITARIO DE KATHERINE MANSFIELD. COMARES, 2023

Carles Granell Sales
Universidad Nacional de Educación a Distancia,España